Capitulo 4. "Pequeña llorona"

Actualización de portada y nombre.

Pequeña Flor.~

Hace unas semanas atrás, Kaneki me llamo "pequeña flor" y desde entonces, Hide y Danielle no me han dejado en paz con eso, me llaman "pequeña flor de Kaneki" es realmente insoportable tener que pasar por esos momentos. Y ni siquiera sé por que les gusta molestarme tanto.
Era sábado, Danielle y yo decidimos dar un paseo, pero solamente entre amigas, pero como siempre le gusta hacerme sufrir, invito a Kaneki y Hide, no la entiendo. Decidimos ir a un parque de diversiones, y siendo sincera, esos juegos mecánicos altísimos me dan mucho miedo.
Danielle sugirió subir a varios juegos que eran demasiado rápidos, altos y se soltaban para que se voltearán a como la gravedad lo dijese.
Primero nos subimos a uno que era tener que meterse dentro de unas cápsulas, y a como incrementaba la velocidad, estos se iban hacia delante o atrás y hasta daban la vuelta completa en su mismo lugar, no quería subirme a ese, pero fui literalmente arrastrada por Danielle y Hide a subirme, Kaneki se sentó a mi lado, era sentarse en parejas.
El juego inició, todo iba normal, hasta que de repente, la velocidad subió demasiado, las cápsulas empezaron a irse de delante hacia atrás, me estaba muriendo en ese momento, a como pude, tome el brazo de Kaneki y lo apreté fuerte. Soy una miedosa, lo admito, juro que hasta llorando estaba. Luego, estos pesaron a dar la vuelta 360, en serio, me estaba muriendo, lloraba y gritaba mientras sujetaba el brazo de Kaneki, el solo gritaba de emoción, entre risas y burlas.
Al fin, se detuvo. Cuando el encargado del juego nos dejo libres yo rápidamente me baje, con los ojos llenos de lágrimas abrace a Kaneki demasiado fuerte, hasta creo que lo dejaba sin aire, él me aparto un poco para poderlo ver a sus lindos ojos oscuros y luego palmeo mi cabeza con suavidad. Él pelinegro encorvo su cuerpo ligeramente hacia mí, depositando un tierno beso en mi frente. Me sonroje levemente, el limpiaba mis mejillas de las lágrimas secas que se quedaron ahí. Me sonreía y se reía. Hide y Danielle gritaban como locos, como las típicas fangirls al ver algo que tanto esperan. Yo me quede observándolo a los ojos, mientras él me sonreía, esa sonrisa derretía mi corazón cada vez que la veía. No podía evitar sonrojarme.

- ¡Son tan lindos juntos! - Se escucho la voz aguda de Danielle gritar.

- Sep. - Hide asintió.

Kaneki simplemente se rió.

- ¡Ca-Cállense!

- Deja de ser tan así ___ - Renegó Danielle.

- Déjenla en paz, mejor sigamos subiendo a los juegos. - Sugirió Kaneki mientras tomaba mi mano. Mi corazón se iba a detener en ese mismo momento.

Y así nos la pasamos la mayoría del rato, Kaneki constantemente me besaba la frente o las mejillas y acariciaba mi cabeza para poder estar tranquila, mientras caminábamos, mirando los puestos de ventas Kaneki participó en un juego de disparos y gano, un enorme y tierno peluche en forma de un oso, y me lo regalo.

- ¡Kaneki! ¡Eres asombroso, ganaste sin esforzarte casi nada! - Exclame emocionada, aplaudía contenta mientras veía como le entregaban a Kaneki su premio, luego el volteo a verme y me lo entrego a mí. Mis mejillas ardieron mientras observaba el enorme oso, luego lo sujete con delicadeza.

- Pero... Esto es tuyo, ¿para qué me lo das?

- Es una muestra de cuanto cariño te tengo. - Sonrió.

- P-Pero es tuyo... Tómalo. - Le extendí el peluche pero él no lo tomo. En cambio, se acercó a mí y me abrazo.

- Ahora es tuyo, ___.

- Pero...

- Nada de peros, vamos, ha de estar Danielle y Hide esperándonos para ir a cenar.

- E-Esta bien...

Kaneki se apartó de mí y nuevamente sujetó mi mano. Y me guió al lugar donde estaban Hide y Danielle. Ambos se quedaron observando nuestras manos unidas, yo me percate de eso unos segundos y al darme cuenta mis mejillas ardieron, lo había olvidado, tome con fuerza al oso con mi brazo izquierdo, mientras que con el otro soltaba a Kaneki, y abrazaba con fuerza el peluche.

- ¡Que hermoso! ¿Te lo dio Kaneki?

- S-Sí...

- ¡Eres todo un encanto Kaneki! ¿Quien lo diría? - se burlo Hide.

- A decir verdad, aquí el único encanto es ___. con esas rosadas mejillas combinadas con sus brillantes y lindos ojos hipnotiza a cualquiera, su timidez enamora y sus labios - Hizo una pausa, y me miro. - que muero por probar.

Mi corazón literalmente se detuvo, quede inmóvil al escuchar lo último que menciono. Abrace aun con más fuerza el oso y empece a caminar hacia la salida para irnos de una vez a cenar. Sólo pude escuchar risas de los tres detrás mio.

- ¿ves? Mejor chico no te pudiese conseguir. - menciono Danielle entre risas.

- ¡Va-Vámonos ya! - Grite sin darme la vuelta.
Pude sentir las miradas de todos sobre mí, y era inevitable no verme. Mis mejillas estaban rojas a más no poder.

Caminamos unos minutos y llegamos al pequeño restaurante para poder cenar algo entre los cuatro, no pedí mucho, solamente algo ligero al igual que lo hizo Kaneki, en cambio los otros dos, pidieron demasiado, diría yo.
Cenamos, y Kaneki a los minutos anunció que iría al baño y luego se marchó. Hide y Danielle no quitaban sus miradas de encima, me sentía incómoda. De repente llegaron las preguntas.

- ¿Ya son novios? ¿Se han besado? ¿Se casarán? ¿Cuantos hijos tendrán? ¿Por fin seré tía? - pregunto Danielle, con una inmensa emoción en su rostro, al igual que la de Hide.

- Y-Yo... - Me quede si palabra para responder a tanta pregunta, de la nada, una voz masculina responde por mí.

- Aun no lo somos, no la he besado, me gustaría casarme con ella en un futuro, quizás tengamos 3 hijos, y si, técnicamente serás tía. - Respondió Kaneki, con una atractiva sonrisa en su rostro mientras volvía a la mesa.

Voltee rápidamente ya que no me tomo ni medio segundo reconocerlo, mis mejillas se pintaron de color carmín en un abrir y cerrar de ojos, trague saliva y separe levemente mis labios. Pero ni una palabra mencione. Mi corazón latía demasiado rápido, y sentía un horrible nudo en la garganta que me impedía hablar.

Él me miro, sonreía tiernamente, inocente como si no hubiese dicho nada. Yo estaba demasiado avergonzada en esos segundos, ¿esto será real?

Habían pasado horas, ya era tarde y tenía que volver a casa, no pensé que volvería tan tarde a casa, no la solía dejar tanto tiempo sola.
Hacia frío, no había traído nada para cubrirme, tome con fuerza el oso, intentando lograr que este me diera calor.
Sentí como algo se deslizaba por mis hombros, volteé y observé como el pelinegro me daba su abrigo, era ligero pero era demasiado acogedor, yo simplemente traía una bufanda, así que decidí compartirla con Kaneki, dándole un extremo a él para cubrir su cuello mientras yo cubría con el otro el mío.
Me dejo a salvó en mi casa y se marchó sin darme cuenta que yo aun traía su abrigo, "se lo entregare mañana" pensé. Subí a mi habitación y me quite mis zapatillas, tirándome a la cama mientras abrazaba el oso y observaba el cielo oscuro por mi ventana, no podía sacarme de la mente los  hermosos momentos del día de hoy. Llore mucho, él me abrazaba o besaba la frente, como un padre lo haría con su hijo cuando se encuentra asustado, era un lindo recuerdo, y mejor el tener su abrigo, tenía su aroma, era embriagante ese aroma a él, que sin darme cuenta, me quede profundamente dormida.

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