Capítulo 3.

El molesto sonido de la alarma interrumpió mi profundo sueño, y a pesar de que era profundo ese molesto sonido me despertó.
Eran las 7:56 de la mañana, al parecer sonó varias veces antes de despertarme.
Lo que había pasado el día anterior, ¿habrá sido un sueño? Fue demasiado perfecto como para ser real, inconscientemente volteé a ver mi pequeño mueble y había una foto, Kaneki, sus amigos y yo. No lo puedo creer, ¡esa cita fue real!
Me eche otra vez al colchón de mi cama, envolviéndome en las sábanas, mis mejillas estaban rojas con el simple recuerdo de eso.

- Él... Definitivamente es el chico perfecto. - Sonreí como toda una tonta enamorada.

Mis pensamientos fueron atravesados por otro... La universidad.

- ¡Maldita sea! Se me ha hecho tarde. - No tenía ni tiempo de ducharme, así que tome mi ropa, me vestí y corrí como alma que lleva el diablo hasta la universidad. Hacia frío, el invierno ya estaba dando sus señales de dominación no iba toda abrigada así que simplemente me coloque una bufanda alrededor del cuello.
Me tarde casi 20 minutos en llegar a la Universidad, ya no tenía tiempo de esperar el bus. Una ves ya en mi destino, entré a mi clase correspondiente, el profesor encargado me miro como si se tratase de un asesino, estaba molesto, a él no le gusta que lleguemos tarde a su clase. Sonreí apenada, me permitió entrar y sentarme en mi lugar.

- ¿Qué sucedió ___? Ya hace rato que iniciaron las clases, ya te daba por falta.- Susurró Danielle.

- Mejor ni digas nada, me quede dormida. - Respondí.

- ¿Y en quien soñabas? - Susurro divertida, mientras reía bajó para no ser descubierta por el maestro.

- En nadie. - Respondí seca, realmente me molestaba que Danielle hiciese ese tipo de preguntas. - Cambiando de tema, ¿qué ha puesto el maestro?

- Hasta ahora nada, de hecho, sólo esta revisando los exámenes. Tú no debes preocuparte, siempre sales excelente en los exámenes, yo, en cambio, soy un desastre. - Añadió, mientras dejaba caer su cabeza sobre el pupitre. Yo me reí en voz baja.

Las horas pasaron, y finalmente habíamos salido de clases, Danielle sugirió ir a la cafetería Anteiku, y yo acepte con demasiada emoción.

- ¡Sí! ¡Vayamos a Anteiku! - Acepte, mientras mis ojos brillaban. De repente, tosí falsamente y disimule seriedad. - Digo... claro vamos... - Danielle rió a carcajadas.

- No tienes remedio ___ - Continuaba riéndose mientras ambas caminábamos a Anteiku, la cafetería no quedaba tan lejos, así que en menos de 10 minutos llegamos.
Al llegar, Danielle y yo buscamos con la mirada un lugar acogedor para sentarnos. Pero de repente vimos al mismo chico de hace unos días al que le había gritado a Danielle "¡Que tierna!" O algo así, no recuerdo bien, y por lo que me dijo Kaneki, es su mejor amigo Hide. El sacudía las manos desesperadamente, indicándonos que tomáramos asiento junto a él, Kaneki no estaba allí.
Ambas caminamos hasta la mesa de Hide y nos sentamos junto a él.
El chico mantuvo una gran sorisa, mientras platicaba con Danielle, yo me quede ahí sentada, esperando que nos atendieran.
Minutos después llego Kaneki, nuestras miradas se cruzaron, él se sonrojo y sentí mi corazón latir muy rápido, se veía tan lindo con sus mejillas rojas que ni siquiera podía apartar la mirada de él.

- H-Hola ___ no esperaba verte aquí. - Comento un poco nervioso, mientras dejaba sobre la mesa una taza de café que había pedido Hide antes que nosotras llegáramos, Kaneki y Hide se miraron unos segundos, parecía que Hide le mandaba instrucciones con la mirada de lo que debía hacer, pero eso solo causaba que Kaneki se sonrojara más.
Inmediatamente, el pelinegro tomó un pequeño cuadernito, y nos miro.

- Díganme señoritas, ¿qué les gustaría pedir?

- Yo solo pediré el café.~ - Pidió Danielle, Kaneki tomo nota y luego me miro.

- ¿Y tú, pequeña flor?

Mis mejillas ardieron, con esa atractiva voz y sonrisa decirme pequeña flor provocaban un sobresalto en mí, mi corazón se derretía.

- Y-Yo... S-Solo un vaso de agua... - Desvié la mirada unos segundos, haciendo que mi cabello cayera por mis hombros y cubriera mi rostro avergonzado.

Él se rió y golpeo suavemente mi cabeza.

- Como gustes. Ahora vuelvo. - Se dio la vuelta y se marchó.

- Confirmado, ¡le gustas a Kaneki! - Grito emocionada Danielle, mientras golpeaba la mesa exaltada. Hide rió.

- Es más que obvio, Danielle, ella es una chica atractiva e interesante. Kaneki no es tan descuidado para no notarlo. - Comento Hide, mientras le tomaba un sorbo a su café.

Largos incómodos minutos después, Kaneki llego con nuestros pedidos y los coloco en la mesa. Él aún mantenía esa apuesta sonrisa que me derretía. Hide y Danielle se secreteaban quien sabe que cosas, y eso me mataba por dentro. De repente, a Hide se le ocurrió preguntar algo que sobresalto a los dos.

- Si se aman tanto, ¿por qué no son novios?

Novios, novios, novios...

Esa palabra retumbaba en mi cabeza. Me sonrojé más y Kaneki también. Ambos nos quedamos en silencio, ninguno dijo palabra alguna.
Kaneki hablo, rompiendo ese silencio.

- E-Ehm... Tengo otras mesas que atender, si me necesitan me llaman. - Se rasco suavemente la mejilla y se marcho. Yo empece a tomar de mi vaso de agua, disimulando como si nada hubiera pasado.

El día mas vergonzoso de mi vida.
¿Por qué no ser novios? Eso es apresurado ¿no? Apenas nos hemos conocido, joder.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top