Capítulo 15.
No, no, no... Maldita sea... Tengo que detener a Félix antes de que pretenda algo contra Anteiku.
Corría desesperada por toda la ciudad de Tokio, nadie me reconocía, eso eran más puntos para mí, nunca me deje ver por nadie. La CCG no tenía alguna imagen mía.
Sólo llevaba puesto mi traje, más aparte una chaqueta que yacía meses atrás Kaneki me regalo.
Mis cabellos blancos volaban por la increíble velocidad que tomaban mis pasos. Estaba exhausta, pero de ninguna manera me iba a detener, la casa de Félix ya no quedaba tan lejos.
Por fin, llegue, tome aire con fuerza, y empece a tocar desesperada la puerta, al cabo de uno minutos él abrió, me miro con una sonrisa, la cual desapreció al instante yo estaba agotada, me tomo segundos poder hablar.
- Por favor... Félix... No hagas nada en contra de Anteiku... Ellos son inocentes...
- No lo sé, aun no he pedido que revisen el lugar, y que lo destuyan, si es necesario.
- No lo hagas... Por favor...
- ___... Yo...
- ¡Por favor! ¡No lo hagas! - Grite desesperada.
- Esta bien... Sólo por que te amo...
- Gracias. - Ignore su confesión. - Me voy.
- ¡Hey! ¿A dónde vas? ¿A buscar a ese idiota que te dejo?
- No hables así de él.
- Lo siento... Pero es la verdad, él es sólo un idiota que te dejo... Un maldito Ghoul...
- Yo también soy una.
- Pero tú no eres como ellos...
- Me voy. - Me di la vuelta, ya no quiera seguir hablando con él, tenía que ir a Aogiri. Tengo que recuperar a Kaneki.
Camine ya más tranquila, observando con detalle cada lugar, me decidí por entrar a explorar en los callejones, ahí debería estar Ayato, o quizás Eto. Necesitaba encontrarme con alguno de ellos dos.
Me la pase horas en una búsqueda que no daba frutos, peleé con casi 7 Ghoul's, ninguno era fuerte.
Después de horas como idiota buscando y peleando logre encontrar algo.
- Este será el último callejón al que entre. - Murmure agotada, me adentre a un profundo callejón, parecía no tener fin, camine casi por más de medio lugar, queriendo llegar al final, pero, pensé que me brindaría los mismos resultados. - No vale la pena... - Reproche y me di la vuelta, me tope de frente con alguien, vaya... Al fin algo bueno, ese estúpido presumido de cabellos morados. Justo en ese momento que lo tope, tan cerca de mi rostro el intento darme un golpe, lo esquive pero luego me sorprendió con otro justamente en la costilla. Fue fuerte esa patada, caí al suelo y escupí la sangre, luego me levanté y le sonreí.
- Vaya... ¿A quien tenemos aquí?... A un niño presumido... - Pase mi áspera lengua por mis labios, lamiendo la poca sangre que había en estos. Luego puse reír con con suavidad.
- ¿Ah? ¿Quieres que te mate, estúpida?
- Juguemos.
- No intentes subestimarme.
Empece a reír descontrolada, hoy le daría dolor a ese chico que me llevo al borde de la muerte. Sonreí, una escalofriante sonrisa de formo en mi rostro. - Has que comience la diversión.
Él frunció el ceño y rápidamente sacó su Kagune, pude admirar ese par de ojos oscuros de él, empezó a atacar, con una velocidad inexplicable su Kagune expulso finos fragmentos de un color carmesí y fueron contra mí, empece a reír y luego mi Kagune salió en un segundo, destrozando esos fragmentos que venían contra mi, ahora ya no eran serpientes, mi Kagune se desarrolló a 3 perfectamente largos tentáculos, ignore el hecho de que se parecían al famoso Ghoul glotón y aunque ese depredador este muerto le tendré admiraciones, un color obscuro como la noche se reflejaba en estos, sólo eran tres y estos devolvieron el ataque, me retorcí hacia delante con una sonrisa y me arrodille, - ¡Vamos! - Sonreía completamente fuera de de la vida, aquellos largos tentáculos fueron al ataque y golpearon con fuerza el cuerpo del chico, estrellando el mismo con fuerza contra la pared, provoque que saliera humo de esta y un fuerte grito de su parte, entre el polvo y oscuridad no me di cuenta de el ataque de Ayato, sus ataques se clavaron en mi cuerpo como finas dagas, caí al suelo, el impacto fue sorpresivo, y así me mantuve, tirada en el suelo.
- ¿Es todo lo que aguantas? Pobrecita...
Hice fuerza en mis piernas, levantando me del sueño como si nada, tenía la mirada enfocada en el suelo, pero esa perversa sonrisa no se iba.
Mire a Ayato, él aun mantenía esa insoportable sonrisa, la cual segundos después de escucharme, desapareció.
- Haz que comience una vez más... Esa maravillosa pesadilla... Donde, dices adíos. - Se alzaron al aire los 3 finos y largos tentáculos. - Di adiós... Mi querido Ayato...
Pude sentir un horrible dolor en la parte baja de mi espalda, entre mi cadera, mi Kagune desaperecio, pero mi ojo no. Caí de rodillas al suelo, ardía como un infierno. Luego escuche una voz lamentandose.
- No... Era ___...
- ¿Félix...? - Cuando iba a desplomarme en el suelo, apoye las palmas de mis manos en este, maldiciendo todo el mundo, cuando levanté un poco la mirada descubrí que Ayato ya no estaba, menudo cobarde.
Con esfuerzo me levante y me di la vuelta, lo que vi frente a mis ojos era inexpicable, Kaneki estaba frente a Félix, pero algo no andaba bien... El albino estaña más débil que yo.
El rubio estaba más que decidido en acabar con él. Alzo peligrosamente su Quinqué, luego ataco.
Ambos quedaron impactados, intervine velozmente en el ataque, una enorme herida pasaba de un lado a otro en mi abdomen y caí al suelo, después de eso, escuche un desgarrante grito de Félix y mi vista se volvió oscura.
Ya no vi nada más después de eso.
Damn.~
Le agradezco a giulianaedogawa que me ayudo en el aporte de ideas.~
En un rato subiré un pequeño random sobre Amor imposible, posiblemente les da risa. ~ (?
No olviden votar, comentar y bla bla bla.
Ustedes también lectoras fantasmas.~
No olviden seguirme para estar al tanto de mis estupideces. (?) okno. xd
Bye.~ <3
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