Capítulo 11. "Sensible"

- Kaneki.

- ¿Qué?

- Kaneki.

- ¿Qué?

- Kaneki.

- ¡¿Qué?!

- Idiota.

- ¿Ah sí? Bueno... Vamos a ver que tan sensible eres. - Y así fue como en un solo movimiento, empezó a rozar su mejilla contra la mía, mientras que son su diestra, él empezaba a jalonear de mi mejilla libre.

- ¡Ka-Kaneki!

- Que linda.~ -Continuo con aquellos gestos tan cariñosos.

- ¡Suelta mi mejilla!

- Nop.

- ¡Kaneki!

- Dime. ___

- Mis mejillas. - Hice un puchero, hice cara de una niña pequeña, intentando convencer a Kaneki de que dejara mis mejillas. Él simplemente se apartó de mí, pero no dejo de jalonear mi mejilla.

- ¿Crees que me convencerás tan fácil? - Ahora él hacia la cara de un niño inocente, mientras sus mejillas se sonrosaban.

- Eh... - Me sonroje. No podía ganar contra eso.

- ¡Qué linda! -Exclamo. Y en un segundo empezó a jalonear mis dos mejillas. Las apretaba y luego se atrevió a morder una de ellas, para ser exactos, mi mejilla izquierda mordió.

- ¡Ka-Kaneki! - No respondió, se mantuvo ocupado mordiendo mi mejilla, la cual ardía sin piedad. Sujetó mis hombros y siguió mordiendo.

- Vaya.~ No podemos dejarlos ni diez minutos por que ya andan de cariñosos. - Rió Danielle.

- ¿E-Eh?

- Debo darle mucho amor a la persona que amo, ¿no? - Dijo Kaneki segundos después de haber dejado en paz mi mejilla.

- ¡Claro que sí! Mucho más a la sensible de ___ - Bromeo Danielle.

- No aguanta nada.~ - Musito Kaneki.

- ¡Kaneki!

- Tranquila. - Rió.

- ¿Desde cuándo se te da por decir que somos novios? No somos nada.

- Oh... Eso es ya que no te atreves a confesarme tus sentimientos. Muy en el fondo sabemos que me amas. - Se atrevió a decir Kaneki mientras reía.

- ¡Cla-Claro que no estoy enamorada de ti!

- Ajá.

- ¡E-Es en serio!

- ¡Bueno! Hagamos algo, vinimos a la feria para hacer algo, no para pelear por cosas ridículas. - Sonrió Hide.

- T-Te odio Kaneki... - Murmure avergonzada.

-•-

Nos la pasamos casi toda la tarde en la feria, los chicos tenían planeado subir a la montaña rusa mas grande y extrema de todo del lugar, por ende, yo subiría también, pero algo me impide hacerlo, el miedo.
Como ya se sabe, me aterran las alturas, si le sumamos una grandiosa altura más una velocidad de un rayo... Es mi perdición.

Había una fila no tan larga, nuestro turno se acercaba, podía ver como ese miedo me esperaba en la esquina de un largo pasillo oscuro el cual cada vez de hacía más pequeño y el terror consumía mis miedos. Esperando pacientemente para matarme. ¡Maldita sea!

- ¡Eh, ___! ¡Es nuestro turno! - Anunció Kaneki, esperándome sentado sobre su asiento, estaba ansioso por que empezara. Camine con pereza y me senté a un lado de él, aseguraron los cinturones y todo enpezo, todo se fue guiando lentamente  y justo cuando tomaba confianza, la velocidad aumentó demasiado. Gritaba aterrada, me dolía garganta de tanto grito, muchos gritaban de emoción y otros igual de aterrados que yo.
Cerré con fuerza mis ojos, y desde ese punto, no recuerdo que más sucedió.

-•-

- Oye, ___. Abre los ojos, ya de acabo.  - Murmuro Kaneki, mientras movía su mano en frente mio. Yo los abrí, notando que al fin había acabado esa pesadilla.

- Haha.~ Al parecer eres una chica muy miedosa, eres un encanto. - Sonrió. Luego se acercó a mí y depósito un dulce beso sobre mis labios, se dio la vuelta después de tomar mi mano y empezó a caminar.
Odio esos nervios que me atacan cuando estoy cerca de él, quiero confesarle mis sentimientos. Quiero que sepa cuanto lo necesito a mi lado. Pero... Esto a nervios no me dejan, me atacan y me amenazan con traicionarme si lo hago.

- ¡Que linda pareja! - Gritaron Hide y Danielle al unísono.

- Una pareja perfecta. - Confirmo Kaneki.

- ¡N-No es cierto!

- Claro que lo es, y lo sabes.

- ¡N-No es cierto!

- Claro que sí, te lo demostraré.

El pelinegro se dio la vuelta, jalándome de mi brazo y atacando mis labios sin piedad, me besaba con tanto cariño y pasión, sólo demore segundos para corresponderle, mi cuerpo me traiciono al actuar por si mismo.
Mordía mi labio, reía en medio del beso como un niño pequeño, introducía su boca en mi cavidad bucal y enredaba su lengua contra la mía.

- ¿Ves como me amas? - Susurro Kaneki segundos después de separarnos por falta de aire.

- Tsk...

- Confirmado, ustedes dos son la pareja perfecta, una chica tímida y renegona y un chico atractivo, atrevido y también muy tierno. - Sonrió Danielle.

- Haha... Y pensar que Kaneki nunca se encontraría novia, era demasiado callado hasta que conoció a ___.

- ¡A-Acosadores!

- Sensible. - Se metió Kaneki.

- ¡Cállate!

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top