Capítulo 10
Si, lo sé, ayer no actualice y les quede debiendo dos mil palabras, para compensar mi promesa rota, les traigo aquí este capítulo con más de 2000 palabras.~ Espero disfruten.
Me levanté de un salto de la cama, mi respiración acelerada y mi ojos abiertos como dos enormes platos indicaban un mal sueño, observe para los lados, aun podía ver como aquel enorme camión se abalanzaba sobre mí, dejándome en coma y como un Ghoul.
Mire el reloj, indicaban las 12:42 mierda, hoy tengo una cita con Kaneki en la biblioteca, tengo que pasar por su casa hoy. No hay tiempo, tome unos jeans oscuros y una blusa del mismo color oscuro y entré al baño. Me duche lo mas rápido que pude y me vestí, volví la mirada la reloj, 12:59, me mire al espejo y sonreí, no me veía mal, tome un cepillo, peine tomo mi fino y delgado pelo y lo recogí en una trenza sencilla para luego corrí como alma que lleva el diablo hasta la casa de Kaneki, el cielo estaba nublado, no había rastros del ardiente sol, eso le tranquilizaba, ya que los días calurosos no son lo mío, el silencioso ruido que ha hacían mis converse me tranquilizaba, un paso rápido y ligero, parecía que estaba volando por los aires, diez minutos, al fin pude llegar a la casa de Kaneki, el mismo que ya me esperaba fuera, lo sorprendí con un abrazo, tanto él como yo nos sorprendimos, ¿por qué? Pues en realidad yo no soy tan cariñosa, soy mas de tocarle el hombro a alguien para llamar su atención.
Los segundos transcurrieron, ninguno dijo palabra alguna, Kaneki me sonrió después de tanto silencio.
Me separe de él y le sonreí, era agradable poder estar cerca de él. Me hacia completamente feliz.
Me tomo de la mano, y ambos caminamos rumbo a la biblioteca, muchos pensarían que es un lugar raro para tener una "cita" pero en realidad para mí estar en un lugar tranquilo como la biblioteca es más que perfecto.
Entre tantas risas y bromas llegamos a la biblioteca y nos incorporamos en ella, primero buscamos unos libros para la universidad y luego tomamos algunos para leerlos juntos. Casualmente, ambos escogimos el mismo libro, me hacia sentir feliz saber que Kaneki tenía los mismos gustos que yo en la lectura.
Y así paso el tiempo, leíamos el mismo libro juntos, había algunas bromas y a veces la bibliotecaria nos ordenaba que guardáramos silencio ya que nos reíamos mucho.
Ya eran cerca de las 16:00 pm, tenía planeado ir al cine con Félix, no quería irme de la biblioteca, pero le prometí a Félix ir con él, me levanté de la silla y deje el libro sobre la pequeña mesa.
- Kaneki, me tengo que ir, en unos minutos quede de encontrarme con Félix, tengo que volver a mi casa, ¿me acompañas?
- ¡Claro! Yo te acompaño a tu casa, pequeña flor.~
[...]
- ¡Hola, ___! ¿Lista para ir al cine?
- ¡Claro! Te había estado esperando.
- Pues no perdamos más tiempo y vámonos. - Sonrió y tomo de mi mano para enseguida empezar a caminar.
No hubo mucha plática, más sólo sobre la película que veríamos, por lo que había esuchado, veríamos una entré romance, suspenso y tragedia, algo más que perfecto para mí.
Llegamos al cine y Félix compro las entradas, después de hacer esperar minutos eternos finalmente compramos las palomitas y un par de refrescos.
No hubo problema alguno, la película duro aún más de dos horas, no me lo esperaba, todo fue perfecto, había momentos en los que me entraba lo melancólica y tomaba con fuerza el brazo de Félix, el acariciaba mi cabello y me tranquilizaba.
Todo transcurrió tranquilo, cercas del cine había un centro comercial así que Félix me llevo y me compro varias cosas. Fue un lindo detalle, pero no me agradaba que la gente gastara su dinero en mí, igualmente, yo le compre algunas cosas también a Félix para no sentirme tanto como una carga.
Sin darnos cuenta, la noche cayo a nuestro pies, nos fuimos caminando del lugar.
[...]
- Aquí me puedes dejar, Félix, mi casa ya no queda tan lejos.
- Déjame dejarte en tu casa, __. Con saber que los Ghoul han estado asesinando bastante gente, me preocupo.
- ¡Descuida!, puedo cuidarme sola, déjame aquí.
- ___... Déjame acompañarte. -Me suplico con una dura y fría voz.
- Ya te dije, yo me iré sola.
Suspiro rendido, asintió y me beso la mejilla.
- Esta bien, pero llegando a tu casa me llamas.
- Sí, mamá. - Respondí divertida y me volteé para finalmente marcharme.
Cuando ya no pude observar la figura de Félix, suspire aliviada, no me gustaba que se preocupara tanto por mí, no quería ser una carga.
La oscuridad se apoderaba de la solitaria calle, el silencio también, minutos después, fue cuando escuche pasos detrás de mí, persiguiéndome, el miedo se apoderaba de mi, rezaba a mi corazón que tranquilizara mis rápidos latidos. De repente, esos pasos iban más rápido, me detuve en seco, y esos se detuvieron. Me volteé para poder identificar alguna figura extraña, pero no había ninguna. No me tranquilizo para nada.
Cuando me volví hacia el frente, pude sentir una fuerte presión en mi cuello, eso me impedía respirar con normalidad, mis ojos se cerraron con fuerza, mis pies ahora se balanceaban en los aires, abrí rápidamente mi ojo izquierdo y pude observar al mismo chico de cabellos morados de la vez pasada. No otra vez.
- Vaya... Miren a quien me he encontrado, a la estúpida Híbrida de ese día. ¿Y tu amiguito? ¿No vendrá a salvarte otra vez?
- C-Ca-Cálla-te...
- ¿Ah?~ ¿y quien rayos eres tú para decirme que hacer? Vamos, no quiero hacerte daño, sólo, saber... ¿Cómo es que alguien tan inútil como tú ahora en un Ghoul? y de un solo ojo, como Parche.
El ojo que mantenía abierto empezó a tomar su color rojo, con la pequeña pupila carmín.
Cada vez, ese chico de orbes moradas apretaba más mi cuello, no iba a aguantar mucho, tenía que buscar la forma de liberarme. Por debajo de mi nuca, dos finas "serpientes" salían de esta, él, maravillado soltó de mi cuello, caí de rodillas, tosiendo sin control, intentando recuperar el aire.
- ¡Whoa, Vaya Kagune! No recuerdo haber visto algo tan sorprendente como esto.~ Son dos hermosas, ¿serpientes? ¡Esto es más que perfecto!
- ¿¡Eh!? Alejate de mí, bastardo.
- Esa boquita.~ No deberías insultar de tal forma a un superior, estúpida.
- ¡¡Cállate!!- No hubo control en ese momento, aquellas feroces "serpientes" empezaron un vano intento de ataque hacia el chico, quien esquivaba hábilmente mis ataques. Maldita sea. Me levanté de inmediato y corrí hacia él mientras atacaba, pero luego sentí algo punzar en mi abdomen, seguido de eso, escupí una increíble cantidad de sangre, el color carmesí empezaba a decorar el pavimento y yo caía debilitada de rodillas al suelo. Rodee mi abdomen y me encorve del dolor, mirando el suelo, las lágrimas resbalaban por mis mejillas, llegando a mi barbilla y luego cayendo al suelo, pude escuchar la risa burlona de Ayato, así me dijo Kaneki que se llamaba. Maldita sea, duele demasidado, pero aun no estaba lista para defenderme por mi misma. Mi Kagune se desvaneció en los aires, aunque mi ojo no perdía su color.
- ¿Ah?, ¿es todo lo que puedes aguantar? ¡Já! Maldita híbrida estúpida, bueno... Di A-- - Fue interrumpido.
- ¡Ayato! ¿No crees que te has sobrepasado? a las mujeres se les trata con delicadeza.~ - Resonó la voz de una chica, la misma que a los minutos se dejo descubrir entre la oscuridad, estaba repleta de vendas, por todo su cuerpo, yo solo me quede observándola, mientras sangraba por la nariz, boca y abdomen.
- ¿Eh? ¿Y tú que vienes a hacer aquí, Eto?
- Simplemente a advertirte que dejes de maltratar a ___. - mostró una aterradora sonrisa que dejo helado a Ayato, él asintió y antes de alejarse de mí, me lanzo una mirada de odio. Luego se marchó insatisfecho, claramente quería matarme.
- Lamento eso, Ayato no suele ser delicado con las damas. Es por eso que nunca ha tenido novia. - Rió
No respondí, estaba asustada.
- No temas, mira, llamare una ambulancia, pero luego, tú y yo hablaremos. - Me sonrió y luego desapareció entre la oscuridad.
Segundos después, me desmaye.
[...]
Abrí lentamente los ojos, veía un poco borroso debido a la iluminación del lugar.
De repente Abrí por completo los ojos, de un golpe, sentándome en la camilla donde estaba, examiné el lugar por unos segundos, luego me di cuenta de que estaba en el hospital, otra vez. Suspiré pesado y me volví a acostar en la camilla. Observe el techo unos segundos. Luego murmure.
- Maldita sea... Otra vez aquí...
Minutos después, Kaneki entro a la habitación, me observo con una leve sonrisa y se acercó a mí para acariciar mi cabello.
- Te gusta venir mucho al hospital, ¿cierto? - Bromeo.
- Bueno, ser un Ghoul no es fácil. - Respondí con una sonrisa.
- ___. hay algo que quiero confesarte... Yo... Yo también soy un Ghoul.
...
- ¡Eh, Chicos! - Entro Danielle con una bandeja de comida, que asco.
- H-Hola Danielle. - Saludo Kaneki un poco sonrojado.
- ¡Danielle! - Sonreí.
- Vine a traerte comida.
- Muchas gracias, pero ahora no tengo hambre, lo siento. - Me disculpe cabizbaja.
- ¡Descuida!, la empacare para cuando te ataqué el hambre puedas comer esto. - Me sonrió.
[...]
Di un paso fuera del hospital y respire el fresco y dulce aire, al fin, tengo nuevamente mi libertad. Sonreí y observe a mis amigos, no puedo creer que una chica como yo se haya vuelto más amable por la presencia de un chico, de esa persona que robó mi débil corazón, desearía poder estar siempre a un lado de Kaneki, al final, ambos somos Ghoul de un solo ojo, y pensar que esos Ghoul's habían matado a mis padres, ahora mi mente despejaba ese odio, entender que ello necesitan sobrevivir, y aunque duele saber que uno de ellos eligió como presa a mis padres, ahora los comprendo. Es algo hermoso saber que ahora puedo estar a un lado de esa persona especial, sentir sus abrazos, besos y caricias en mi cabello es suficiente, me gustaría poder tener el valor para poder tomar su mano. Poder decirle lo que siento, pero por otro lado esta Félix, quien es mi amigo desde la infancia, quien también tiene un sentimiento hacía mí, tiene un carácter sensible y es listo, así como Hide, no quiero herir sus sentimientos. Él me ha demostrado su amor de todas las formas más tiernas posibles, pero Kaneki destaca, con sus palabras dulces, algunas atrevidas y otras que simplemente me hacen gritar de la emoción robó mi corazón. No quiero herir a nadie...
...Pero a quien yo amo, es a Kaneki... A él.
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Bueno.~ solo me faltaron 215 palabras para tener las dos mil completas.~ perdón, pero ya no se me ocurre que más poner.
Espero les guste.
Voten y comenten.~
Besos. -inserte corazón gay aquí.- (?)
Perdonen cualquier fallo ortográfico.
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