Capítulo 9

Conversaciones

El día había sido largo, con entrenamientos intensos y una cena llena de risas y bromas. Thalíra se encontraba sentada frente a la fogata, con Percy y Annabeth a su lado, disfrutando de un merecido descanso. Había comenzado a forjar su lugar en el campamento, y aunque algunos campistas aún la miraban con cierto recelo, se sentía como si, poco a poco, fuera ganándose el respeto de todos.

Percy le pasó un malvavisco azul con una sonrisa amplia.

—Aquí tienes, ¡la comida azul nunca decepciona! —dijo, riendo.

Thalíra aceptó, devolviendo la sonrisa. A pesar de ser una guerrera, disfrutaba de esos pequeños momentos de normalidad, de la compañía de sus nuevos amigos, con quienes había compartido más risas que batallas hasta el momento.

—No puedo estar totalmente de acuerdo en eso. —respondió Thalíra, bromeando. — es la primera vez que pruebo un malvavisco azul, aunque debo admitir que esta rico.

Annabeth, quien había estado observando con atención a los dos, comentó con una sonrisa divertida.

—Bueno, es cierto que Percy siempre encuentra una forma de hacer que cualquier comida se vuelva más interesante. ¿Qué tal, Thalíra, ya te acostumbraste al campamento?

Thalíra miró a Annabeth, quien siempre había sido la voz lógica en el grupo, y la encontró relajada, disfrutando de la conversación como una amiga más. Había algo en su energía que la hacía sentir más a gusto, como si por fin hubiera encontrado un lugar donde sus orígenes y habilidades no fueran una barrera.

—Sí, en realidad... está siendo más fácil de lo que pensaba. Aunque a veces los demás campistas me descoloca un poco. —admitió, con una sonrisa. —Especialmente cuando me toca interactuar con el dúo de bromistas.

Percy soltó una carcajada.

—¿Los Stoll? Sí, esos dos tienen un talento natural para causar problemas. Y parece que tienes tu parte justa de ellos. —dijo, con una mirada cómplice.

Annabeth frunció el ceño, pero con una ligera sonrisa.

—Al menos nadie puede decir que no es divertido tenerlos cerca. Aunque no dudo que también puedan ser un poco... molestos.

Thalíra asintió, llevándose otro malvavisco a la boca.

—Definitivamente. Pero tengo la sensación de que hay algo más en ellos. O tal vez... solo me estoy acostumbrando. —murmuró pensativa. Había notado algo diferente en Travis, algo que no solo estaba relacionado con las bromas.

Justo cuando se estaba sumergiendo en sus pensamientos, una voz conocida interrumpió la conversación.

—Oye, Thalíra, ¿te unes a nosotros mañana para practicar? —dijo Connor Stoll, apareciendo de repente.

Percy lo miró con una ceja levantada.

—¿No estabas eligiendo las bromas para hoy? —bromeó Percy.

Connor sonrió de forma pícara, con su estilo despreocupado.

—Ya sabes, Percy, alguien tiene que poner orden en este campamento. Y creo que la "nueva" puede ser una aliada perfecta. —miró a Thalíra, su mirada amistosa, pero con algo de curiosidad. —¿Qué dices, Thalíra? Será divertido.

Thalíra asintió.

—Claro, me apunto. Siempre estoy dispuesta a mejorar mis habilidades. —respondió con una sonrisa confiada.

Tras la respuesta afirmativa, Connor se fue rápidamente, y Thalíra volvió su atención a la fogata.

—Es curioso —comentó Annabeth—, cómo te has integrado tan rápido. Tienes algo en ti que la gente no puede evitar admirar, debe ser tu parte de Afrodita.

Thalíra se ruborizó levemente.

—Lo único que hago es seguir mi instinto. Y entrenar... mucho. Pero, honestamente, todavía tengo mucho que aprender.

Mientras charlaban, Percy notó que Travis Stoll estaba mirando en su dirección desde el otro extremo de la fogata, claramente distraído. Su mirada estaba fijamente clavada en Thalíra, luego miro a Annabeth, quien levantó una ceja.

—¿Algo está pasando con Travis y Thalíra? —preguntó Annabeth, suavemente, como si fuera un pensamiento que solo acababa de surgir en su mente.

Percy se giró hacia Annabeth y luego siguió la dirección de la mirada de Travis. Después de unos segundos, miró a Thalíra, quien, ajena a la observación, seguía asando tranquilamente los malvaviscos azules de Percy.

—No estoy seguro. Pero es obvio que Travis está... más interesado de lo que parece. —comentó Percy, encogiéndose de hombros.

Annabeth observó atentamente, con una pequeña sonrisa de complicidad.

—Es interesante. No creí que alguien como Travis, con su actitud, fuera tan... intrigado por alguien.

Percy frunció el ceño.

—Sí, definitivamente algo más está pasando. A veces es difícil decir si Travis está simplemente jugando o si hay algo genuino detrás de su actitud.

Mientras ellos comentaban, Connor al fin llego con Travis y se lo llevo a otro lugar para hablar mas tranquilos. Su tono era bajo, pero con la misma picardía que siempre lo caracterizaba.

—¿Oye, Travis? —dijo, lanzando una mirada hacia Thalíra—. ¿Tienes algo más que una pequeña "admiración" por la nueva?

Travis lo miro, desconcertado por la pregunta directa, pero se recostó de un árbol soltando un suspiro.

—No sé de qué hablas, Connor. —respondió, pero su tono fue más suave de lo que normalmente era. No parecía tan seguro de su respuesta.

Connor sonrió, sabiendo que había tocado una fibra sensible.

—Parece que... algo se está cocinando entre tú y Thalíra. ¿Será un romance inesperado o una nueva broma? —bromeó, esperando una reacción.

Travis se quedó en silencio por un momento.

—No es nada... no sé qué pensar. Ella es diferente, Connor. Diferente a cualquiera de las chicas con las que he hablado antes.

Connor asintió lentamente, comprendiendo.

—No te preocupes, hermano. Todos sabemos que, aunque te hagas el desinteresado, en el fondo... eres un chico sensible.

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