Nuevos compañeros
Las clases transcurrían con normalidad, despacio pero sin nada extraño o que cabiera destacar, salvo que ambas hermanas tenían a chicos nuevos sentándose a su lado en las clases.
Pero además la mayor de las Sanders notaba las miradas de Rubiecita y Canijilla que estaban sentadas detras clavadas en su nuca. De por si la clase era pesada y eso lo hacía aún peor, mientras que la profesora escribía en la pizarra una nota llego hasta su mesa, decía lo siguiente: <<Fairy Tail. Cole el nuevo no deja de mirarte a cada poco. Yo si fuera tú mantendría distancia con él. G.M>> no necesitaba saber quien había escrito la nota, solamente los de su fraternidad la llamaban así y la única con esas iniciales era Gabriella, con ellas también compartía algunas clases.
La mayor de las Sanders era consciente de las miradas de Cole pero lo ignoraba y alejarse de él, no hacía falta que se lo dijeran, para nada quería estar cerca de ese idiota. Cuanto más lejos lo tuviera mucho mejor, ya lo conocía y no tenía intención de mantener ningún tipo de relación, ni siquiera de amistad.
El timbre sonó marcando el final de las clases, por fin Laura podía perder de vista la idiota de Cole pero parecía que no sería así, él tuvo que detenerla, lleva unos cascos puestos al cuello.
—¿Qué mierda quieres?—preguntó Laura molesta
—Me gusta la camiseta, es original y está muy guapa como tú. Nunca había visto una igual—respondió Cole sonriendo sin dar importancia al todo de la mayor de las Sanders
—A ti qué coño te importa—escupió Laura cortante
Laura empujo a Cole, ese idiota la sacaba de quicio y salió de la clase, al igual que Valentina, la mayor de las Sanders acababa de llegar de un largo de día de clases, ambas estaban cansadas pero Laura estaba molesta también, ambas hermanas se sentaron en la cama.
—¿Y esa cara que traes?—preguntó Valentina
—Nuevo compañero, eso es lo que pasa—respondió Laura
—Por tu forma de hablar es un chico—
—Sí, así es. Un idiota total—
—Ya veo, sabes, en mi clase también hay un nuevo compañero—explicó Valentina
—Con que las dos tenemos compañeros nuevos—añadió Laura
—Te preguntaría pero mejor no hablar de ellos—finalizo Valentina
Ambas hermanas se sentían frustradas por sus nuevos compañeros pero no pensaban dejar que ellos las amargasen y menos que les afectase a sus notas. Cada una hizo sus respectivas tareas y después cogieron su bolso para salir a despejarse un poco, lo hacían todo juntas.
Valentina y Laura fueron a una cafetería cerca de la universidad, era tranquila y a esas horas no había mucha gente. La camarera le tomo los pedidos y se fue, la menor de las Sanders sonreía pero no la mayor, aunque al rato se le paso.
—Sois de Omega Sigma Beta—preguntó el camarero que les estaba sirviendo su pedido
—Sí, yo soy la presidenta y mi hermana es la vicepresidenta de la fraternidad, ¿por qué los preguntas?—respondió Laura
—Mi hermano es miembro, se llama Adrián—
Ambas hermanas se miraron y asintieron, sabían de quien se trataba pero ellas no le llamaban así, sino por el apodo.
—A si, cierto. Bebé Grandote—comentó Valentina
—Le queda como anillo al dedo. Me molan vuestras camisetas pero a lo que iba, me ha comentado que estáis buscando casa. Sé que no soy de la fraternidad pero me pregunto se sabía de alguna para presentarla como opción para la fraternidad—
—Pues sí, sabes de alguna—preguntó Valentina
—Sí, queda a un par de manzanas de aquí, es bastante grande y amplia. Tiene dos pisos y jardín trasero—respondió el camarero
—Nos darías la dirección exacta—
—Ahora os la traigo, disfrutad vuestros cafés—
Valentina se levanto de la mesa y cogió la dirección de la casa de la que el camarero les había hablado y salió fuera, Laura estaba sorprendida, conocía a su hermana, sabía que tenía carácter y que cuando se trataba de chicos era algo borde pero todo tenía un motivo de eso, sin embargo no se esperaba que reaccionase así cuando no había motivo. La mayor de las Sanders salió fuera y entendió en el motivo de que se fuera así, se trataba de su nuevo compañero.
—Me llamo Zac, Zac Efron. Un placer—
—Laura encantado—saludo Laura con confusión
Había dicho que se llamaba Zac, no tenía sentido alguno, la mayor de las Sanders sabía que se llamaba Cole, compartía con él algunas clases, era su nuevo compañero y además le había tirado su café a su hermana, aquella vez en París. Laura reflejaba confusión en su rostro ¿a qué estaba jugando él? Ahora se veía distinto a como se veía en las clases.
Nada más presentarse la mayor de las Sanders se fue a buscar a su hermana para hablar, sabía que no estaba de muy buen humor y quería hablar con ella, después de un rato buscándola la encontró en la biblioteca, viendo unos apuntes de clase.
—Cachetitos ¿puedo saber porque te fuiste así?—sonrió Laura
—No soporto a ese idiota—respondió Valentina
—Hermana no puedes ser grosera con él. No lo conoces—
—Ahora lo defiendes. Tan amigos sois—bufó Valentina
La menor de las Sanders cerró el libro que ojeaba y se fue, Laura fue tras su hermana, la conocía y pasara lo que pasara ella siempre la apoyaría en todo, porque la amaba. Ambas acabaron en la habitación, ambas se sentaron en la cama.
—No lo estoy defendiendo pero es que no puedes tratarlo así, aparte de tirarte el café, por lo que ya se disculpo no te ha hecho nada. Promete que los vas a tratar bien—expuso Laura
—Está bien de acuerdo pero sólo el mínimo contacto. Lo trataré normal—explicó Valentina
—Vale, me parece bien—acepto Laura
—Te quiero Fairy Tail—exclamo Valentina
—Y yo a ti Cachetitos—sonrió Valentina
Ambas hermanas se abrazaron, a pesar de las peleas que pudieran tener siempre se querrían y no dejaban que nada ni nadie las separase, menos aún un chico. Después estuvieron hablando de diversas cosas hasta que se fueron a dormir, no sin antes hacer una guerra de almohadas.
Al día siguiente cada una se fue a su facultad, Valentina se encontró con Zac ya en su asiento, la menor de las Sanders se disculpó con él y luego decidieron empezar de cero, al menos lo trataría como a un compañero más, que eso es lo que era.
Laura salió de la clase y fue a la cafetería, vio a su hermana hablando con Cole pero él se veía distinto y llevaba otra ropa mientras comía, eso la molesto porque no le gustaba su jueguecito, más aún porque quisiera hacer daño a su hermana, ya que también se mostraba así con ella.
Las clases habían empezado de nuevo, Valentina atendía a lo que su profesora les explicaba mientras que Zac tenía la cabeza en otro sitio. Por otro lado Laura y su compañero tomaban apuntes de la pizarra, aunque de vez en cuando intercambiaban alguna que otra palabra.
Terminadas las clases todos volvieron a sus respectivas habitaciones salvo Zac que fue detenido por una muy enfadada Sami, quien le reprocho por tratar a las hermanas.
Mientras las hermanas Sanders descansaban en su habitación, Zac llegaba irritado a la suya, ni siquiera abrió la boca, su hermano lo conocía y sabía que no era bueno que ni le dirigiera la palabra, así que se sentó frente a él.
—¿Qué sucede hermano?—
—Porque piensas que sucede algo—respondió Zac
—Por dos motivos, el primero ni siquiera me has dicho hola y segundo tú cara—
—Me conoces bien, el único que me conoce bien diría yo—
—Ahora me contarás que sucede—volvió a preguntar su hermano
—Sami, eso sucede—resopló Zac
—Empiezo a entender—dijo su hermano
—Al salir de clases, Sami estaba esperándome—explicó Zac
—¿Qué ha hecho esta vez? Dejamos de tratar con ellas porque se pasaron de la ralla y están bastante locas—comentó su hermano
—Lo sé hermano, por su culpa casi mueres tú también. Por eso cuanto más lejos de ellas mejor. Sami todavía me quiere, cierto que en el pasado sentí algo por ella pero ya no, era un crío cuando eso sucedió y nunca les perdonaré lo que hicieron—explico Zac soltando unas lágrimas
—Cálmate, eso pertenece al pasado. Además estoy aquí, no tienes que seguir torturándote por ello. Nada más olvidemos a esas que ni merecen que les demos la hora—expuso su hermano abrazándolo
—Sí, tienes razón. No voy a hacer caso a lo que diga esa, mejor cuanto más lejos estén de nosotros. Eres mi hermano y no quiero perderte cabeza hueca—añadió Zac riendo
Después estuvieron un rato peleando en plan de broma y cada uno se tumbó en su cama mirando al techo, encontrarse con Sami y Gabriella les había hecho el pasado, aquello había sido ya había un tiempo pero para Zac aún era doloroso.
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