Capitulo 21
Eugeo (pequeño) estaba acostado, tratando de dormir pero era imposible pues aunque se girara o acomodara mejor, el dolor de la quemadura no cesaba y tenia pesadillas. Podia ver a sus hermanos reirse de él y a su padre con la misma herramienta repitiendo las mismas palabras.
Eugeo (pequeño) : No... no... *se levanta de golpe* ¡Noooooooo!
Eugeo : ¡Nooooooooo! *respira agitadamente y trata de controlarse, después pone sus manos en su rostro* (solo era una pesadilla... ¿o recuerdo?) *levanta un poco su camisa y revisa si tiene la cicatriz de la quemadura* Era... un recuerdo. *se vuelve a acostar* Pero... ¿porque lo volví a tener? *cierra los ojos y se da la vuelta, de pronto los abre* espera... ¿como fue que llegue aquí?
De pronto, Eugeo vio movimiento en las sabanas y se levanta. Pero ya era tarde, pues aunque buscaba por todas partes, no veia a su señora.
Quinella *pone sus manos en los ojos de Eugeo y se acerca a su oido* Jejeje... ¿dormiste bien? *besa su mejilla*
Eugeo : Mi...señora.... ¿como...?
Su sorpresa aumento al sentir sus cintura se hundía más en la cama con un peso sobre él. No la veía (porque ella le seguía tapando los ojos), pero sabía que Quinella se había sentado encima de él.
Quinella : ¿Y bien? ¿Cómo dormiste mi chico dulce?— cantó igual a un pajarito, dejando los ojos de rubio, entablando contacto visual.
Eugeo : Muy agradablemente, mi señora.
Quinella : ¿Qué todavía no lo entendiste? Estamos solos, puedes pronunciar mi nombre.
Eugeo : Pero....
Quinella : Hazlo, es una orden de tu señora— remarcó divertidamente esas dos últimas palabras, mientras deslizaba su pulgar por el labio inferior del rubio —, vamos Eugeo, recita mi nombre.
Eugeo chasqueó su lengua.
Eugeo : Quinella..... -"sama".
Quinella suspiró.
Quinella : Al menos es un comienzo.
Eugeo : Mi señora —ahora Eugeo tomaba el mando de la conversación —debemos encontrarlos.
Quinella : ¿Tan temprano?
Eugeo : Ya se lo dije, cuanto antes desaparecezcan antes terminará todo.
Quinella : Vamos, no seas tan seco, todavía es temprano, podemos estar juntos un poco más.
Con su mano izquierda jaló ese cabello dorado y enterró su rostro en el cuello del rubio.
Eugeo : Se-señora.
Quinella : Vamos, Eugeo, anoche fuiste muy frutivo, demuéstramelo de nuevo.
Quinella sonrió al notar las manos de Eugeo abriendo sus piernas.
De vuelta con Kirito y Alice ; Ella seguía cargando a Kirito mientras seguía caminando en medio del bosque y evadiendo a los posibles caballeros que estaban volando en sus dragones hasta que encontraría un lugar seguro.
Alice : Creo que ya estamos muy lejos de ellos. Pero aún así, no debo bajar la guardia *camina y baja a Kirito, después reúne algunos troncos y va a conseguir más. Una vez que lo hizo, los junta y activaría una Art para prenderlos y así tener una fogata* Espero que no descubran nuestra posición. *Nota que Kirito empieza a despertar*
Kirito *se mueve mucho y abre los ojos* ¿Qué...
Alice : Ah, ¿Ya despertaste?
Kirito : ¿Qué fue lo que pasó? ¿Dónde estoy?
Alice : Tranquilo, recibiste un golpe pero te cargue y tuve que alejarnos de la catedral central
Kirito : ¿Ah sí? *Se soba en el lugar del golpe y ve el lugar * ¿Dónde estamos?
Alice : Estamos muy lejos de su alcance. Creo que este podría ser un lugar excelente... *Se levanta* al menos para ocultarse por un tiempo y prepararnos.
Kirito : Tienes razón. *Se levanta* Entonces... ¿Que hacemos?
Alice : Creí que tú tendrías el plan.
Kirito *se apunta con el dedo* ¿Yo? Pero si tú nos trajiste aquí.
Alice : Así es, yo ya cumplí con mi parte. Ahora te toca. ¿Qué debemos hacer ahora? Asumiendo que ahora nos quedaremos aquí.
Kirito : Pues... *Suspiro* bueno... Tal vez podríamos hacer una cabaña.
Alice : ¿Una cabaña?
Kirito : Si... Yo solía vivir en una cabaña con *se tapa la boca*
Alice *mira sería y celosa a Kirito* ¿Con quién? ¿Una mujer?
Kirito *se da la vuelta* C-claro que no. ¿Por qué piensas eso?
Alice : En primera porque estás nervioso, y no sabes mentir bien. Además, conociéndote creo que eres uno de esos hombres que quieren tener a todas para ti.
Kirito : Así que esa es la imagen que tienes de mi...
Alice : Así es.*susurra* Pero... También pienso que eres alguien muy valiente.
Kirito : Creo que deberíamos reunir los materiales para hacer la cabaña, pero el problema es que no tenemos las herramientas para hacer la cabaña y tampoco los muebles.
Alice : Mmm... Tienes razón.
Kirito : bueno... Sugiero que iniciemos una nueva tarea sagrada. Podría servirnos para ganar algo de dinero y poder tener cosas para la cabaña.
Alice : Es cierto. Sugiero que empecemos ya.
De vuelta con Eugeo y Quinella
Nota de autor y advertencia : aquí habrá 16.5 , es decir van a haber situaciones muy explícitas. Si eres menor de edad o no te gustan esas cosas salta unos párrafos (dejaré una señal en significado de que eso termino)
Quinella : Aaaahhh.
Gemía la señora estando verdaderamente excitada.
Ella estaba a 4 patas, agarrándose fuertemente a las sabanas, sintiendo a Eugeo entrar y salir desde atrás.
El rubio la miraba desde arriba de ella, excitándose mucho al ver como la línea de su espalda se marcaba por la posición, además de su cadera.
Por tal motivo, Eugeo comenzó a besar toda su espalda y a embestirla con más fuerza. Estaba volviendo loca a Quinella.
Quinella : Aaaahhh, Eugeo, así, así.
Eugeo : A la orden mi reina.
Eugeo tomó sus partes bajas para que chocaran con él en su acto. Quinella torcía los ojos mirando a la nada mientras Eugeo la volvía suya totalmente.
Queriendo participar más, ella se levantó, queriendo besarlo, pero por la posición no podía, Eugeo se acercó para besar su cuello y mejilla.
Quinella : Aahhh, más, más adentro— exigía ella.
Eugeo : Ohhhh, ya casi termino— anunciaba él.
Para el final, Eugeo se movió lo más rápido posible, y no tardó en sentir como su interior le apretaba más y más al llegar al clímax.
Se movió un poco más hasta soltar un gemido ahogado, en señal que él también llegaba al límite.
Y así lo hizó, terminó por completo.
(Fin del 16.5)
Después de eso, Quinella y Eugeo seguían acostados pero Quinella estaba dormida y en cuanto a Eugeo, él estaba pensando acerca de Alice y Kirito y sobre su paradero. Fue entonces que decidió levantarse sin despertar a su señora y alistarse para encontrar y matar a los que una vez fueron sus amigos.
Eugeo *se sigue poniendo su armadura* Kirito... Alice... Juro que los encontraré y haré que sientan un dolor peor que el que me hicieron sentir. *Cierra su mano en forma de puño* Haré que sientan el infierno en la tierra y pagaran por haber hecho pasar a mi señora esa humillación.
Quinella *despierta algo perezosa y dejar caer su esbelto cuerpo sobre la espalda de su caballero personal* Eugeo... *Pone su mano en un ojo y se talla, cómo si fuera una bebé que acababa de nacer* ¿Que haces? ¿Que pasa?
Eugeo : Lo siento mucho Cle... Quinella-sama. No quería despertarla.
Quinella *se acerca más mientras se cubre con su sábana y cabello* eh? No me digas que querías salir y buscar a los intrusos
Eugeo no dijo nada, pero claramente se notó debido a que agachó la cabeza en forma de avergüenza porque estaba apunto de desobedecer a su señora.
Quinella : jejeje, eso está mal mi lindo caballero. *Pone sus brazos al rededor del cuello de Eugeo*
Eugeo : ¿Lindo?
Quinella : Si, para mí *pone su mano en la mejilla derecha de Eugeo y hace que gire a verla* eres muy lindo, y no solo por ser caballero *acaricia su cabeza* tu cabello, tus ojos, tu rostro... Tus labios *lo besa*
Después de unos segundos, Quinella dejaría de besarlo y retrocede un poco.
Quinella : Es muy pronto para ir a buscarlos, además... *Lo toma de la mano y hace que vuelva a la cama* no quiero estar sola nunca más.
De vuelta con Kirito y Alice, ellos seguían buscando el material para hacer su cabaña y una tarea sagrada para poder comprar las cosas necesarias para su cabaña.
Kirito : Eugeo... Cardinal.... Juro que nos volveremos a ver y cuando eso pase, los salvaré a todos. Lo prometo.
Fin
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