Capítulo 24: Antes de la tormenta
Buenos días, tardes o noches!!!! Bienvenidos, bienvenidos sean todos al capítulo 24 de esta hermosa y dramática historia!!!!!
Solo vengo a dar una pequeña pero alentadora noticia :3
Este es... el penúltimo capítulo :3
Disfruten!!!
En casa del Mikellino, Mike, inicio el día como de costumbre. Salió más rápido de lo normal a su trabajo, apenas comiendo un pan, mientras Trolli a penas se despertaba para levantar a sus hijos.
Abrió las cortinas como cualquier otra mañana y los rayos del sol les dieron a ambos niños, pero el pequeño Mikellino, quien en cuanto sintió los rayos de luz quiso levantarse, no se sentía tan bien como para hacerlo, cosa que le aterraba al mayor.
-A oy papi, so dae cico minuo- dijo Mikellino, con voz débil y un poco ronca, lo que preocupo aún más a Trolli.
- ¿Te sientes bien Mikellino? - le preguntó al momento que lo descubría solo para toparse con terror como el rostro de su hijo estaba pálido y lleno de erupciones, lo que hizo que Trollino inhalara aire, conteniendo un grito que suplicaba por salir.
Corrió con todas sus fuerzas con su hijo en brazos al hospital, dejando a Lolita y a Soleil con Ela, su niñera. En el hospital entró preocupado, donde el pediatra de Mikellino y Soleil lo atendió.
Después de casi una hora, y después de que al pobre de Mikellino le hubieran practicado un sinfín de análisis por parte del pediatra, este estaba deliberando sobre su estado de salud con otro doctor, donde ambos confirmaron sus sospechas.
- ¿Ya sabe lo que tiene mi hijo? - les pregunto el azabache, quien no se separó de su hijo ni un solo segundo.
-Bueno señor- respondió el pediatra acercándose hacia el padre preocupado -tras ver los resultados de los análisis, junto con los síntomas que padece el joven Mikellino y después de cotejarlo con uno de mis colegas, los dos estamos de acuerdo en que...- dijo el médico con tono dramático -...que lo que Mikellino padece es nada menos que varicela- aclaró finalmente el médico ya con más tranquilidad.
Trolli suspiró con alivio. Aunque lo sospechaba, quería asegurarse de que no padecía otra cosa, por lo que más calmado regresó a casa.
...
— es solo varicela, ya era hora de que le diera- menciono despreocupado Trolli, molestando a Mike con dicho comentario quien había regresado del trabajo recientemente.
- ¿¡QUÉ!? ¿Qué acaso te gusta ver a tu hijo enfermo? - le recrimino el uke, al momento que Trolli le hacia una señal con la mano a Ela, para que se retirara.
-Mike, cielo, sé que estas preocupado por Mikellino y Soleil, pero enfría tantito tu cabeza y piénsalo bien, estamos hablando de varicela, una enfermedad que es mejor que le dé ahora que aún es un niño que después, cuando sea mayor- le recordó Trolli con calma, intentando apaciguar a su pareja -aún recuerdo que cuando a un amigo le dio, mi maestra dejo que los niños y yo nos contagiáramos, nuestras mamás no pudieron contradecirla- dijo, rememorando aquellos recuerdos de su infancia.
Cuando Mike se relajó y pensó bien las cosas, comprendió lo que su pareja le estaba diciendo, por lo que se sintió avergonzado ante él y no era la primera vez que su corazón de "madre" sobreprotectora lo hacía mandar al carajo todos sus conocimientos científicos por preocuparse de más por sus hijos, afortunadamente, siempre había alguien ahí para hacerlo reaccionar.
— Moni... — le dijo Raptor — ¿Tú has padecido varicela? —. Cuestiono al escuchar la noticia cuando fue a jugar videojuegos con el azabache esa misma tarde.
— Un vecino mío se había enfermado de eso, y mamá quería que me contagiara, pero... ya no pude por venir aquí — dijo la niña de cuatro años cabizbaja. Sparta y Trolli sabían que quería decir la niña con eso último.
— Bueno, haré que conviva con Soleil y Mikellino y así que se enferme de una vez — Aseguró Trollino.
Mónica ese día se quedó con Mikellino y Soleil todo el día, quien, para sorpresa de todos, se llevó más que bien a pesar de la diferencia de edad.
Pero al día siguiente, a Raptor le dio una duda ¿Sparta ya se había contagiado? Él sabía que hace tiempo Sparta cayó enfermo y por eso Timba no lo llevó a la escuela, la pregunta era ¿de qué?
Y ante la incertidumbre, Raptor opto por impedirle a Sparta que pasara siquiera cerca de la habitación de Mónica, para evitar correr el riesgo de que se contagiara cuándo esta tuviera la enfermedad, algo que siendo una adulta sería demasiado riesgoso, como todos ya saben, pero sería mucho peor en su estado.
En ese momento, Víctor y Rius llegaron. Mayo se había quedado en su casa descansando.
-Hola que tal, ¿pero que tanto alegan ustedes? - les pregunto Rius como si nada.
-Que Mikellino se contagió de varicela, dejaremos que Mónica se contagie, pero ninguno recuerda si le ya le dio a Sparta o no- le respondió Raptor.
- ¿Varicela? - pregunto Rius con preocupación, dirigiéndose a la niña - Mónica, prepara tu maleta que nos vamos para el departamento de tu padre ahora mismo, al rato avisamos a Flex que estarás ahí una temporada - dijo Rius, apresurándola.
- ¿Qué? ¿Pero si...? - quiso alegar Raptor.
-No creo lo olvidadizos que pueden ser ustedes dos en ocasiones, Sparta no se ha contagiado de eso, pero Timba le dijo que se contagiara cuando le dio a Mayo teniendo Sparta diez años, pero el señorito "yo cuido de mi hermanito" no quiso- le reclamo Rius a Víctor, ante lo cual Raptor lo miró con una ceja arqueada, haciéndolo admitir que se había sido una decisión equivocada con un simple suspiro.
En cuánto Mónica estuvo lista, Rius se la llevó. Raptor les avisó a ambos padres la situación y durante lo que fueron casi dos semanas, no volvieron hasta que, por fin, Mónica se terminó de curar.
...
Aunque los niños estaban enfermos, los padres tenían planeado salir una noche para despejarse un poco, así que todos estaban preparándose para asistir aun evento al que Mayo los había invitado cordialmente.
Trolli y Mike estaban preparándose y no tardarían en llegar según lo que ellos mismos había dicho.
Raptor había ido a por comida, Mayo aún seguía encerrado en su habitación y en lo que a Flex y Rius se refería ellos no asistieron por motivos que nadie conocía.
En el recibidor principal o la sala, Víctor estaba en compañía de Sparta, mientras esperaban a Mayo con impaciencia.
-Te ves raro ¿Sabes? - le dijo Sparta, al ver el simple, pero elegante, suéter que Víctor portaba.
-Es que tenía años que no usaba este suéter, es de mis viejas prendas de antes de estar con Mayo- le dijo Víctor a Sparta -incluso creí que ya no me quedaría- comento viéndose en un espejo que había cerca.
-Pues por poco, se ve bastante restirado de la barriga, yo diría que estas a un sándwich de reventar- se burló Sparta al borde de la risa, causándole una ligera pena a su hermano.
En eso, Víctor volteo con la intención de reprender a Sparta por el comentario, pero algo inesperado llamo su atención, haciéndolo voltear hacia la parte superior de las escaleras que conducían hacia los aposentos reales o más bien su habitación, solo que le gustaba exagerar.
-Ay... padre santo...- murmuro Víctor, haciendo que Sparta volteara a ver lo que él estaba viendo, quedándose boca abierta al ver lo mismo que su hermano, al punto que se le cayó la mandíbula al suelo.
-Listo para irnos- le dijo Mayo al bajar las escaleras, quien traía un vestido de noche de color turquesa, un poco entallado, de apariencia simple y hechura sencilla, que dejaba al descubierto parte de las piernas y con un escote en "v" que resultaba bastante llamativo en él.
...
En un momento dado de la noche todas las parejas se habían desperdigado por el salón al que habían llegado horas antes.
Por su parte Víctor se quedó platicando con algunos excompañeros de su prometido, quienes le contaron como solía ser Mayo en aquellos años, mientras que Mayo conversaba con sus viejos amigos, hasta que tocaron un tema algo incómodo.
-Así que... ¿Ya se habían tardado en tener un hijo ustedes dos, ¿no? - dijo un excompañero de Mayo.
- Bueno, se ve que los Vengadores van a salvar a la mitad del Universo, así que ¿Para qué restaurarla? - comentó Mayo, riendo.
- Eso ¿O es que había problemas en el paraíso? - le contestó una chica de cabello rosa.
- Tina, no empieces - sentenció Mayo.
- Uhhhh, eso suena a que hay de verdad problemas~ - se burló un chico de cabello rubio.
- No hay problemas Ducky, solo... no queremos tener mucha descendencia – termino por aclarar Mayo, ya avergonzado.
-Eso de la planeación familiar suena muy raro de una pareja que tendrá un hijo antes de la boda- le remarcaron a Mayo.
-Como si hubiera sido el primero- les dijo mirando a algunos de sus compañeros, tanto hombres como mujeres, que empezaron a silbar asiéndose los desentendidos.
Tras eso, lo formal del evento llego, la ceremonia donde se recordaba aquellos años, he incluso recordaron a un par de compañeros que ya habían fallecido.
Tras el evento, todos se regresaron caminando por las oscuras y tranquilas calles. Víctor estaba sorprendido, ya que fue una ceremonia diferente a las que estaba acostumbrado, pero eso no significaba que había sido menos interesante, y por extraño que pareciera, ambos iban callados durante el camino de regreso, hasta que Mayo decidió romperlo
-Me enteré de que algunos de mis compañeros fueron los tuyos en segundo de prepa, así que... ¿por una apuesta fue que te detuvieron en aquellos años? - le pregunto bastante divertido de aquella historia.
-Así que de eso te reías- le respondió Víctor -te dije que fue una tontería, el que hubiera estado bajo la sobreprotección de Timba no significa que no haya sido un adolescente, aparte, la culpa también la tuvo Trollino y en parte Carlos- dijo recordando con pena aquel suceso.
— Pues que decirte, Trolli y yo nos conocimos en secundaria, y aún en prepa seguimos juntos — dijo mayo calmado — Aún me acuerdo de Carlos —.
— Ni me lo recuerdes — le dijo Trolli serio metiéndose — aún me acuerdo de cuando me pelee con el —.
— ¿Te peleaste con alguien? Wow, y yo solo había conocido al Trolli emo —recordó Raptor.
— Se hizo emo después de esa pelea — le dijo Mayo riendo.
— ¿Y qué paso para que eso sucediera? - cuestiono con curiosidad Mike
— Pues que te diré, fue una gran pelea. Olvida el Pacquiao vs Maiweder, el Carlos Trollino de ese momento fue la mejor pelea, es fecha que nos juntamos en las reuniones escolares y siguen hablando de esa pelea justo como acaban de ver — respondió Mayo.
— Carlos era un abusivo, ya conocía a las secretarias de tanto que iba a la dirección, ya llegaba y decía "¡Hola señora Lupita! ¿Y la niña qué tal?", y por alguna razón todas las chicas y los chicos donceles estaban enamorados de él, como que lo veían y decían "No tiene futuro ¡Quiero que me golpee, me embaracé y me abandone, quiero vivir con mis suegros!", es más, aún me acuerdo que siempre sacaba puro cero, no sé cómo salió de ahí el hijo de su madre — contó Trollino.
— Creo que sí me lo contaron, Carlos un día recibió una paliza de una niña y ya de ahí dejó de ser así — dijo Raptor. Él no había estado con Mayo y Trollino hasta el segundo año de prepa, pero, aun así, por lo que le contaban sabía un poco.
— Pues Trollino se peleó con él. Carlos siempre llegaba y que le daba un zape a Trolli, pero luego llegaba alguien más y le daba un zape también, al segundo siempre le daba un golpe— dijo Mayo — pasa que un día agarró y sin querer le pegó, pues llegó primero el bromista, y antes de advertirle llegó Carlos y le pegó, y Trolli le respondió gritándole "¡ESTATE QUIETO!", y todo el salón se quedó "¡Iiihhh!", Carlos estaba "¡Iiiiihhhhhhhh!" —.
— Y yo estaba en mi interior estaba "¡AHHHHHHH!" — añadió el azabache
— Nadie se esperaba esa pelea, mucho menos Trolli, se los aseguro — señaló Mayo haciendo reír a los demás
— Sigan contando — dijo Raptor, entretenido.
— Pues en la salida ya nos encontramos, él estaba furioso, yo asustado, intenté razonar con él, pero el gorila no quiso, ese ser poco evolucionado... en fin, cerré el puño, agarré impulso... y no saben, no saben... que pinché putazo me metió Carlos — dijo Trolli, provocando más risas de parte de todos.
— Es que si, como que se enojó de que le había pegado, y me dejó en paz un mes, el mes que estuve en el hospital — dijo Trolli.
— Después de eso fue cuándo se hizo emo — dijo Mayo riendo — Y ya en esa época fue cuándo nos conociste, ahí ya había sido la pelea, y fue una masacre, la verdad, hasta las niñas se metieron gritando "¡Ya déjalo Carlos, ya está muerto!" —.
— Y el maestro muy al fondo "Ya déjalo Carlos, tú le pagas el funeral", el maestro Yisus, que hermoso era — dijo Trolli, — pero si logré tomar venganza. Verán, cuando me fui a trabajar hasta el otro lado del mundo, estaba en un auto que tenía en ese momento y al pasar en una gasolinera encontré a Carlos trabajando ahí, yo solo agarré y le dije "Tanque lleno, de la verde" — terminó con una risa macabra.
— Pasaste 5 veces al día por ahí, ¿no? — pregunto Mayo conociendo a su amigo.
— Fueron 8 veces, y siempre aparecía y decía "Soy yo de nuevo, Trollino, al que golpeaste en prepa, tanque lleno de nuevo" —.
Todos estaban riendo, por una vez en todo el mes, el grupo estaba casi entero y todos estaban más tranquilos de lo normal. No tenían otra cosa en mente más que divertirse y pasar el rato como buenos amigos que eran y antes de que cualquier cosa pudiera arruinar la tranquilidad.
...
Mike y Trolli regresaron a casa y despacharon a la niñera quien ya había logrado dormir a los pequeños a pesar de las molestias de la varicela.
Trollino encendió el estéreo y se sentó en el sofá mientras se retiraba la cortaba del cuello
- ¿Quieres ver una película? - Mike le enseño la caja de un DVD que a ambos les gustaba mucho
- ¿sin los niños? - tomó el control del estéreo y comenzó a cambiar de canción.
-No es la única película que hemos visto juntos y solos, sin los demás vigilándonos- señaló Mike ignorando lo que Trolli estaba haciendo en ese momento, hasta que escucho una melodía que lo hizo reaccionar. La misma melodía que hubo el día de un baile escolar, donde Trolli se le confesó.
- ¿Me concedería esta pieza? - le pregunto Trolli en tono elegante.
Mike quería resistirse, pero Trolli había sido astuto y había actuado con rapidez. Sabía a la perfección que Mike tenía una enorme debilidad por el tango, a pesar de que le daba vergüenza ya que ninguno de los dos sabía bailar este ritmo, sin mencionar que solo conocían los pasos de una sola pista, que era precisamente la que el azabache había puesto, por lo que resultado era más que obvio, los dos haciendo el ridículo intentando sacar sus mejores pasos, lo bueno era que estaban solos.
Esa noche Trolli y Mike se fueron a dormir tarde por estar en su burbuja...
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