👑┆Capítulo 18
Esa noche durmieron en la casa de Hoseok y su familia sorprendiendo a los esposos cuando al llegar la noche anunciaron que dormirían juntos. Mina educada bajo el seno de una familia aristócrata alemana con fuertes influencias extranjeras no se incomodó por ello, Hoseok por su parte, estaba un poco sorprendido de que su cabal hermano rompiera los protocolos de la estricta sociedad londinense de dormir con su pareja antes del matrimonio. Pero ninguno hizo comentario alguno. Jungkook y Jimin sabían como llevar su relación al fin de cuentas.
Antes de irse a la cama, Jimin pasó gran parte de la tarde charlando con Mina y el pequeño Yoongi. Era agradable el poder convivir de esa forma con la familia de Jungkook que se mostraba encantada de poder conocerlo al fin. En esa conversación se dio cuenta de que realmente su futuro marido los tenía al tanto de su vida como si en verdad ellos llevasen mucho tiempo juntos, y lejos de sentirse molesto o incómodo, una sensación de pertenencia se alojó en su corazón.
Incluso Yoongi le había preguntado de la ocasión en la que se había caído de un caballo y Jimin encantado le contó la fatídica anécdota que aunque ya había platicado con anterioridad, en aquella ocasión la sintió diferente pues ya era consciente de que Jungkook le había enviado chocolates y girasoles. El mayor siempre tenía detalles para con él que no hacían caer más rendido a sus pies.
Durante el tiempo que Jimin pasó con la cuñada de Jungkook y con Yoongi, su prometido se había encerrado junto con su hermano en el despacho de éste con la excusa de solicitar la preparación de la cabaña en la que al día siguiente contraerían nupcias. Aunque Jimin imaginó que Jungkook tendría más cosas que hablar con su hermano después de varios meses sin verse.
***
- Todo esto es muy repentino Jungkook, y tú no eres así - comentó Hoseok para después darle un sorbo a su copa de vino - pero también sé que no actúas por impulso y que tienes una muy buena razón para proceder de esta manera -
Jungkook asintió sonriendo pues estaba feliz de que su hermano lo conociera tan bien a pesar de solo verse un par de meses al año. Hoseok y él siempre habían sido muy unidos, y sus personalidades eran bastante parecidas, quizás la única diferencia entre ellos además de edad, los rasgos físicos y sus preferencias sexuales, radicaba en que el mayor era un poco menos confianzudo y benévolo con las personas.
El menor de los hermanos le habló acerca de todo lo que había pasado entre él y Jimin. Y aunque no quería, tuvo relatarle la terrible situación que su prometido había atravesado por culpa de Kangyoon, pues gran parte de la ayuda que necesitaba radicaba en que conociera esa parte de la historia. Sin embargo Jungkook sabía que Hoseok sería discreto.
- Imagino todo lo que ha sufrido Jimin a causa de ese infeliz - comentó Hoseok lleno de ira - ese imbécil debe pagar lo que le ha hecho ¿Cómo es que tiene la valentía de volver a "reclamar" a Jimin después de lo que le hizo? - el mayor de los Jeon no daba crédito al descaro de ese tal Kangyoon - Namjoon te está asesorando, ¿Cierto? -
- Completamente - respondió Jungkook - él incluso se quedó en mi casa ya que la madre de Jimin amenazó con ir pasado mañana por Jimin -
- Desgraciadamente, personas como la madre de Jimin abundan - comentó Hoseok - pero nosotros nos encargaremos de que no lo vuelvan a hacer sufrir -
- Gracias por apoyarnos Hoseok - dijo Jungkook enternecido con la ayuda de su hermano mayor.
- Siempre puedes contar con nosotros Kook, y por supuesto Jimin también - aseguró Hoseok - ahora dime ¿Cuál es el plan? -
- Tú mejor que nadie sabe que casarme con Jimin ha sido mi sueño desde hace mucho tiempo, y aunque yo tenía pensando hacerlo de una manera diferente, Jimin me ha insistido en que solo seamos él y yo, así que mañana solo iremos nosotros dos a la cabaña de los abuelos - informó Jungkook - Jimin sigue pensando en sí mismo como un hombre ultrajado y... dice que no quiere ocasionarme vergüenza de lo que ustedes puedan pensar de él por esa absurda condición que se autoimpone -
- Es comprensible kook, lo que vivió no es fácil de superar, así que tendrás que muy paciente con él y ayudarlo a superar ese horrible trauma - dijo Hoseok expresando comprensión por el menor - por nosotros no te preocupes, yo hablaré con Mina y también entenderá, lo más importante ahora es la estabilidad emocional de Jimin y hacer pagar a ese malnacido por lo que hizo -
- Nam me dijo que lo mejor sería casarnos en el extranjero ya que la realeza inglesa no se meterá a ayudar a Kangyoon con tal de no tener problemas con otros países, especialmente si estos tienen más poder militar y adquisitivo - comentó Jungkook dejándole ver entre líneas a su hermano el motivo de su presencia ahí.
- Tu idea es contar con el apoyo de los duques Von Richthofen ¿No es así? - cuestionó Hoseok con una sonrisa en los labios.
- Nunca he querido abusar de esa condición que tienen tú y Mina, pero no lo hago por mí - aclaró Jungkook.
- Lo haces por Jimin - terminó de decir su hermano - tampoco nosotros solemos abusar de nuestra posición en la nobleza alemana, mucho menos yo que soy duque consorte, sin embargo, Jimin es parte de nuestra familia y bajo ningún concepto permitiremos que lo lastimen más -
- Muchas gracias Hoseok, no sabes lo que significa para nosotros -
- Jimin no sabe esto ¿Verdad? - preguntó al ver el alivio en el rostro de su hermano menor.
- Me siento mal por no decirle, pero él sigue muy sensible y no quiero abrumarlo con más preocupaciones, después de todo realmente queremos unirnos en matrimonio y formar una familia juntos - explicó Jungkook.
- Te entiendo, haría lo mismo si estuviera en tu lugar, si puedo evitarle una angustia a Mina haré lo que sea necesario - aprobó Hoseok - llamaré entonces a un ministro de la corte alemana para que oficie su íntima boda, pero cuando Jimin se sienta mejor sin duda alguna haremos una celebración como se debe -
- Si así lo desea mi pequeño girasol, no me opondré a ello - Jungkook sonrió y se sintió feliz con el apoyo de su hermano mayor. No solo estaba ayudándolo a él, Hoseok ya incluía a Jimin como parte de la familia y juraba protegerlo sin importar lo que pasase.
***
Jungkook y Jimin partieron a primera hora de la mañana a la localidad de Whitefield. Ahí, los abuelos de Jungkook habían construido una cabaña para vacacionar para sus largas vacaciones en Alemania; cuando hoseok se mudó a aquel hermoso país, inmediatamente mandó a remodelarla y contrato personal para que cada cierto tiempo le diese el mantenimiento adecuado.
Afortunadamente para ellos, los empleados de Hoseok estaban trabajando esa semana en la cabaña por lo que estaba en óptimas condiciones para recibirlos. El viaje no era largo, apenas una hora de trayecto que les permitía ver más bellezas naturales de aquella gran nación.
- Kook, yo... quiero disculparme contigo por... -
- No digas nada amor - interrumpió Jungkook apretando la mano que tenía entrelazada - mi familia lo entiende, ellos respetan que queramos una ceremonia íntima -
- Pero nos abrieron las puertas de su hogar y yo... - Jimin bajó la mirada. Únicamente estaba pensando en su dolor y no se detenía a pensar en el de Jungkook. Era egoísta pero no podía evitar sentirse poca cosa para su prometido.
- Hoy debe ser el día más feliz de nuestras vidas - comentó Jungkook regalándolo una sonrisa - si quieres, cuando sea el primer aniversario de nuestro matrimonio podemos hacer una reunión con nuestros familiares y amigos a modo de compensación ¿Te parece? -
Los ojos de Jimin se iluminaron. La idea de Jungkook le parecía una buena alternativa para compartir la felicidad de su matrimonio con las personas que eran importantes para ellos. Su boda sería solo de ellos, y con el tiempo compartirían su unión con el resto del mundo.
Cada pequeño o gran detalle de Jungkook, Jimin lo valoraba y lo atesoraba en su corazón. Estaba a punto de casarse con un el mejor hombre del mundo, con un gran ser humano que era bueno, bondadoso, cariñoso y que lo amaba tanto como él lo amaba de vuelta. Amar a Jungkook no era complicado ni difícil. Era sencillo caer a los pies de ese hombre que con una sonrisa era capaz de iluminarlo todo.
- ¿Estás de acuerdo con eso bebé? - volvió a cuestionar Jungkook al ver que Jimin meditaba mucho la idea.
- ¿Por qué siempre encuentras la forma de desaparecer mi dolor y hacerme sonreír? - preguntó Jimin tomando el brazo de Jungkook y apretándolo con fuerza. Iban sentados uno al lado del otro en el lujoso carruaje del mayor.
- Porque te amo mi bello ángel - declaró Jungkook mirándolo a los ojos - porque lo eres todo para mí y solo quiero hacerte feliz y verte sonreír - unió su nariz con la del menor y suavemente la acarició provocando la risa de Jimin.
- Bésame por favor... - pidió éste.
Jungkook acató la sutil petición uniendo con delicadeza su boca con los carnosos labios de su prometido. En un comienzo fue tierno y delicado, pero cuando Jimin dejó salir un gemido de satisfacción, el mayor aprovechó para introducir su lengua y así profundizar la caricia, y entonces su pasión se desbordó.
El movimiento del carruaje les impedía hacerlo sincronizadamente por lo que Jungkook levantó al menor hasta sentarlo en su regazo con los muslos de Jimin aprentando los de Jungkook quedando uno frente al otro. Dicha acción sorprendió al menor que miró a Jungkook con incertidumbre mientras su respiración agitada bajaba y subía su pecho rápidamente.
- Te amo profundamente Jimin - pronunció Jungkook apretando su cintura para mantenerlo fijo en esa postura.
- Te amo profundamente Jungkook- repitió el menor rodeándolo por el cuello. Estaba nervioso, y se sentía un poco cohibido por encontrarse en esa posición pero al mismo tiempo era feliz. Muy feliz.
- No hay algo de ti que no me guste - dijo el mayor mientras sus pulgares dibujaban círculos sobre la cintura de Jimin.
- También me gusta todo de ti - afirmó el menor.
- ¿Estás listo para dar el gran paso de convertirte en mi esposo? - preguntó Jungkook con la mirada fija en los castaños y dulces ojos de su prometido.
- Estoy listo para convertirme en tu marido - contestó Jimin con seguridad.
Sin dejar de sonreír, Jungkook volvió a besarlo con intensidad y pasión. Pronto Jimin sería su esposo y nadie los iba a separar.
***
Seelenverwandte, palabra alemana cuyo significado era "almas gemelas", era el nombre que los abuelos de Jungkook le habían dado a la cabaña que habían construido a las afueras de un pintoresco pueblo. Eran solo cinco kilómetros lo que los alejaban de la sociedad dándole un aire de paz y tranquilidad que se respiraba en el ambiente desde la entrada del terreno donde estaba ubicada.
La edificación era amplia y de dos plantas. Construida en piedra y madera, su aspecto rústico encantó a Jimin. Además estaba rodeada de una extensa vegetación que brindaba un aroma fresco y reconfortante. Delante de ella, las tranquilas aguas de un lago reflejaban los cálidos rayos del sol; y como cereza del pastel, de un enorme árbol cerca de la laguna, un columpio esperaba ser usado próximamente. Jimin amaba los columpios y una enorme sonrisa se asomó en su rostro cuando vio aquel asiento que pendía de unas gruesas sogas.
Cuando el carruaje estacionó en el lugar, el primero en bajar fue Jungkook para después ayudar a su prometido. En la entrada principal, ya los esperaban dos hombre y dos mujeres. Uno de los caballeros era el ministro que oficiaría su boda, y el otro se encargaba del mantenimiento general de la vivienda, mientras que las mujeres se encargaban de la limpieza de la cabaña.
- Bievenidos a Seelenverwandte - dijo una de las mujeres en un inglés muy básico. Afortunadamente Jungkook sabía un poco de alemán.
- Gracias - dijo Jungkook saludando a todos con la mirada - él es Jimin, mi futuro esposo - los empleados hicieron una pequeña reverencia con la cabeza saludando al menor.
- Todo esta listo, tal cual nos lo indicó el señor Jeon - comentó la otra mujer cuyo inglés era más fluido refiriéndose a las órdenes dadas por Damian - mi nombre es Helga y estaré al servicio del joven Jimin - se presentó - ella es Greta se encargará de su servicio señor Jeon - señaló a la otra mujer.
- ¿Les comunicaron que solo estarán con nosotros hasta la hora de la ceremonia? - preguntó Jungkook con seriedad.
- Así es señor, en cuanto empiece la ceremonia nosotros nos iremos - respondió Helga - él es Armin, le da mantenimiento a la vivienda, dejará todo listo antes de partir -
- Es un placer conocerlo señor Jeon- se presentó el hombre.
- El gusto es mío - correspondió Jungkook - Usted debe ser Bruno Carsten, el ministro que oficiará nuestra unión - se dirigió a un hombre de elegante traje.
- Efectivamente señor Jeon, entiendo que la ceremonia se llevará a cabo a las seis de la tarde, pero he venido temprano para recabar sus datos y poder elaborar su acta matrimonial - respondió el ministro y Jungkook asintió con la cabeza.
- Él es mi futuro esposo, Jimin... park Jimin- sabía que el menor no quería usar su apellido pero legalmente era necesario hacerlo.
- Enhorabuena señor Park - felicitó Bruno y Jimin solo asintió con la cabeza.
- Helga, por favor muéstrele a Jimin la casa, yo hablaré con el señor Carsten de todo el papeleo - indicó Jungkook y después beso la frente de su amado girasol - amor, instálate, Eunwoo llevará el equipaje mientras que Helga te ayuda con todo lo demás, ella habla inglés así que no tendrán problemas de comunicación -
- No tardes por favor - pidió el menor.
- Estaré contigo en cuanto termine cariño, lo prometo - depositó un fugaz beso en los labios y cada uno se fue a hacer sus correspondientes actividades.
***
Como el caballero que era, a las seis en punto, Jungkook esperaba en la sala principal de la cabaña a que Jimin bajase. A las dos de la tarde se habían separado para prepararse para la ceremonia en diferentes habitaciones. Jungkook solicitó hacerlo solo, pero le encargó a las dos mujeres que estuvieran al pendiente que todo lo que su futuro esposo necesitara.
La indicación era que empezando la ceremonia las dos mujeres y Armin regresarían al pueblo y los dejarían solos durante una semana. Tiempo en el que estarían en ese lugar disfrutando de su luna de miel para después partir a Londres a enfrentar sus problemas. Jungkook quería que Jimin pasese unos días disfrutando de la tranquilidad del campo antes de volver a su natal Londres.
El ministro ya se encontraba afuera en donde Armin había montado un arco de flores y había decorado una mesa donde un acta matrimonial esperaba a que ambos firmaran. La decoración era sencilla pero hermosa. Jimin no sabía nada y Jungkook esperaba que fuera de agrado, el joven había sido muy específico en que en realidad no quería una gran ceremonia pues no le entusiasmaba mucho la idea, tan solo quería unirse a Jungkook en un ritual emotivo pero significativo.
Cuando Jimin apareció bajando las escaleras. Jungkook quedó inmóvil. Su amado girasol vestía un traje blanco de pies a cabeza. Nunca había visto ese traje, y ciertamente él no lo había comprado.
- ¿Luzco bien? - preguntó Jimin cuando llegó a la altura de su futuro esposo y éste no decía nada.
- Estoy seguro que la palabra hermoso no puede definir tanta belleza - respondió Jungkook empezando a preguntarse si realmente tenía tanta suerte que se estaba a minutos de casarse con ese bello ángel.
Jimin se sonrojó y se refugió en sus brazos. Jungkook siempre le decía palabras lindas que lo hacían sentir amado. Él necesitaba buscar una mote cariñoso para expresarle su amor, aunque no tenía idea de a Jungkook le gustaba ese tipo de apelativos, pero así como era el mayor, él quería demostrarle todo su cariño.
- Mina dijo que era un traje que Hoseok ya no usaba, lo arregló un poco mientras ustedes charlaban en el despacho, antes de venir me lo dio escondido en una bolsa -
- Te ves más que hermoso Jimin- Jungkook tomó la mano de su prometido y besó sus nudillos - vamos amor, ya es hora - indicó entrelazando sus manos orgulloso de tener a su lado a alguien tan perfecto como Jimin.
Ambos caminaron hacia la salida y Jimin se sorprendió al ver aquel altar cerca de la orilla del lago. Otro hermoso detalle que Jungkook tenía para consentirlo. Y le agradeció a la vida por haberlo puesto en su camino. Juntos caminaron hasta el altar y al estar uno frente al otro, el ministro empezó la emotiva unión de dos almas que se amaban profundamente.
- Estamos aquí para que ustedes puedan unirse en legal matrimonio - habló con solemnidad - siendo las dieciocho horas con cuatro minutos del día veinticuatro de septiembre de mil ochocientos ochenta y uno damos inicio al acto protocolario de su unión civil - Jungkook y Jimin se dedicaron una sonrisa antes de que el señor Carsten siguiera hablando - en vista de que no hay invitados, ¿Desean dar sus votos o prefieren solo firmar el acta? -
- Yo no preparé nada - dijo el menor borrando la sonrisa de su rostro. Jungkook lo entendió, él tampoco había preparado nada pero no tenía temor a improvisar. Sin embargo, sabía que si él daba decía sus votos Jimin se sentiría presionado y no disfrutaría el momento.
- Dejaremos nuestros votos para un momento en privado - respondió Jungkook sintiendo como Jimin se relajaba en el acto - firmaremos el acta y después colocaremos nuestros anillos - añadió.
- ¿Qué anillos? - preguntó Jimin que sin duda, no tenía idea de los detalles de una casamiento.
- Los de casados amor, pero no te preocupes, los tengo en mi bolsillo - tranquilizó el mayor.
Cuando llegó el momento de firmar, Jungkook fue el primero en estampar su perfecta letra en el papel. Jimin se puso nervioso pues él no tenía una firma oficial, Jungkook y el ministro le dijeron que solo pusiera su nombre completo, pues era importante que el apellido Park apareciera en el aquel documento legal.
Luego de las firmas correspondientes, Jungkook sacó del bolsillo una caja con dos anillos, primero puso el de Jimin, y después de dijo a éste cómo tenía que proceder.
- Por el poder que me confiere la ley, los declaro legalmente unidos en matrimonio - declaró el ministro.
- Ahora eres mío - susurró Jungkook acercando su rostro al del menor.
- Él que es mío, eres tú - sentenció Jimin besando los labios de Jungkook en lo que era su primer beso de casados.
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