👑┆Capítulo 17
El viaje desde Londres hasta la pintoresca ciudad de Berlín duró dos días completos. Normalmente eran casi tres, pero Jungkook había decidido no hacer tantas paradas y llegar lo más pronto posible a su destino. Durante todo el trayecto, Jimin se mostró absolutamente fascinado con los paisajes que se mostraban ante sus ojos. El joven nunca había salido de Reino Unido por lo que viajar al extranjero y en compañía de Jungkook, su prometido, fue una experiencia que disfrutó mucho y que guardaría siempre en su corazón. Incluso cuando Jungkook le comunicó que tendrían que dormir en el carruaje mientras seguían su camino, sonrió encantado porque sin importar donde fuera, dormir con Jungkook era su mejor medicina.
En el vehículo, además de Jungkook y Jimin, iban dos choferes, Eunwoo y Chanyeol, un conocido del primero que también tenía experiencia como chófer y que ya había trabajado para Jungkook en anteriores ocasiones cuando Eunwoo solía tomar vacaciones o se le presentaba algún contratiempo. Confiaba en el hombre, así que podía ir seguro de que llegarían con bien.
Había sido un viaje muy pesado, en especial para Jungkook que casi no había podido dormir por cuidar de Jimin. Por lo general, cuando viajaba, en las noches se hospedaba en un hotel de paso, no obstante quería llegar rápido a la capital alemana para poder llevar a cabo su plan y de esta manera mantener a Jimin a su lado, y para ello iba a necesitar la ayuda de su hermano y de Mina, su adorable cuñada.
Cuando el carruaje piso suelo alemán, Jungkook despertó a Jimin y cuidadosamente limpió su rostro con toallitas húmedas prometiéndole una larga ducha caliente en cuanto llegaran a su destino. Un destino que si bien Jimin no conocía aún, intuía que se podría tratar de los familiares de Jungkook pues recordaba que estos vivían en dicho país. No obstante, el mayor aún no le daba grandes detalles de su inesperado y súbito viaje.
El menor observaba por la ventana absolutamente maravillado de lo bonito que lucía Berlín. Aquella ciudad era muy diferente a su natal Londres. Para empezar, no parecía ser tan caótica y gris como la capital londinense y la gente parecía mucho más agradable y menos soberbia. Se podía respirar la esperanza y el progreso, mientras en su lugar de origen el deprimente deterioro de la sociedad se hacía visible día con día.
- Estamos por llegar a casa de Hoseok, mi hermano mayor – comunicó Jungkook mientras se colocaba su saco.
- ¿Vinimos a visitar a tu familia? – cuestionó Jimin acercándose al mayor para acomodar el cuello de su camisa. Jungkook solo asintió a su pregunta con la cabeza – está un poco desaliñado señor Jeon, permítame ayudarlo – añadió con voz traviesa.
- Es usted muy amable mi estimado joven Park... - sin embargo el menor no se tomó muy bien la mención de su apellido.
- Yo ya no soy un Park, Jungkook – dijo con melancolía - no después de la forma en la que mi familia quiere que lleve mi vida -
- Lo entiendo amor, pronto llevarás mi apellido, lo prometo – Jungkook acarició su mejilla y depositó un tierno beso en la punta de la nariz.
- Jeon Jimin– susurró éste – me gusta mucho como se escucha mi nuevo nombre –
Jungkook solo pudo sonreír ante la idea de convertirse en esposo de Jimin, le encantaba además la manera tan natural con la que el menor expresaba que deseaba ser su marido. No había duda en su voz y eso lo hacía estar seguro de que Jimin en verdad deseaba casarse con él, y así sería. Solo que también necesitaba hablar con su hermano para pedirle su ayuda y de esa forma tener todo cubierto para que nada ni nadie lo separase de su amado niño. No era un hombre que solía pedir favores o aprovecharse de sus contactos, pero por Jimin, por él, estaba dispuesto a hacer cualquier cosa.
***
El sonido de un carruaje estacionándose afuera de su casa lo hizo acercarse a la ventana para verificar si efectivamente alguien había llegado a visitarlos, no era común recibir visitas sin previo aviso, pero algunas veces solía pasar. Una infantil sonrisa se dibujó en sus labios y emocionado corrió hacia sus padres para darles las buenas nuevas.
- ¡El tío Kook está afuera! – gritó Yoongi emocionado apuntando por la ventana.
- ¿Jungkook? – cuestionó Hoseok desde el sillón de la sala donde leía su periódico. Quizás su hijo estaba confundiendo a su adorado tío con alguien más pues no había recibido correspondencia de su hermano que le indicase que iría a visitarlos.
- El tío Jungkook y un muchacho se estaban bajando de su carruaje – repitió el menor yendo hacia la puerta – date prisa papá, vamos a ayudarlos con su equipaje –
Yoongi y sus padres se encaminaron a la salida y al abrir la puerta, los adultos comprobaron que efectivamente se trataba de Jungkook acompañado de un atractivo muchacho que a leguas se notaba era más joven que él.
- ¿Será acaso...? – susurró la esposa de Hoseok.
- ¡Tío kook! – el niño salió corriendo en dirección a su querido tío que había llegado de sorpresa. El menor fue bien recibido en los brazos de Jungkook que lo cargo y giró con él varias veces haciéndolo sonreír a carcajadas.
- ¡Pero como has crecido campeón! si sigues así podrás rebasar a tu padre y a mí más pronto de lo que crees – comentó Jungkook feliz de volver a su sobrino. Después lo dejó en el suelo y enseguida le presentó a su acompañante.
- Yoongi él es Jimin – señaló a su prometido acercándolo a él por la cintura – Jimin, quiero presentarte a Yoongi, mi sobrino –
- Es un placer conocerte Yoongi, tu tío Jungkook me ha hablado mucho de ti – comentó éste inclinándose un poco para estar a la altura del pequeño. Los ojos de Yoongi se agrandaron con sorpresa y su sonrisa se ensanchó más.
- ¡Príncipe Jimin! – el niño se lanzó a sus brazos y lo rodeó por el cuello – por fin vienes a visitarnos, mi tío me ha contado todo sobre ti y ya quería que vinieras para poder conocerte –
- ¿Príncipe? – cuestionó Jimin a Jungkook que solo pudo rascarse la nuca y sonreír avergonzado. Yoongi soltó a Jimin y apuró a sus padres que estaban a unos cuantos pasos de ellos.
- ¡Papá, mamá, el príncipe Jimin vino con el tío Jungkook! – gritó el menor emocionado.
- Así que tú eres el príncipe Jimin– Jeon Mina, cuñada de Jungkook llegó a ellos estirando su mano para saludar a Jimin.
- Mucho gusto señora Jeon, pero yo no... -
- Así déjalo, mi hijo está encantado con que seas un príncipe – la mujer se acercó a su oído y le pidió seguir la fantasía del menor – mi nombre es Mina, no me digas señora Jeon, no me hagas sentir más vieja de lo que ya soy –
- Apenas tienes treinta y cinco Mina, no eres vieja – comentó Jungkook acercándose a saludar a su cuñada con un beso en la mejilla.
- Tú no vas por el mismo camino amigo – respondió la mujer – no pareces de treinta y dos – todos sonrieron ante el comentario.
- Yo soy Hoseok, hermano mayor de Jungkook, es un placer conocerte por fin, príncipe Jimin – saludó el mayor de los Jeon y Jimin no pudo evitar sonrojarse.
Sentía cierta timidez que lo llamasen con ese apelativo, y ciertamente le pediría una explicación a su prometido de por qué lo llamaban así, pero él tenía una hermana de la misma edad que Yoongi y por nada del mundo le rompería la ilusión a un niño, menos a uno tan encantador como el sobrino de Jungkook... su sobrino también.
- Pero pasen por favor, es toda una sorpresa que nos hayan visitado – Hoseok le indicó a sus empleados que ayudasen a los chóferes de Jungkook con el equipaje de ambos mientras los hacia pasar a la casa.
- Nos alegra mucho tenerlos aquí, ¿Se quedarán mucho tiempo con nosotros? – Mina estaba encantada de recibirlos porque le caía muy bien su cuñado y porque tenía muchas ganas de conocer a Jimin. Además su hijo estaba lleno de entusiasmo y felicidad por tener a su tío y a su príncipe en casa.
- Antes de poder definir nuestra estancia en Alemania, me gustaría hablar con ustedes – indicó Jungkook viendo a los tres adultos, Jimin también tenía que conocer el motivo de aquel inesperado viaje.
- Los adultos tenemos que hablar un momento sin presencia de los niños – Mina miró a su hijo y éste se desilusionó un poco – prometo que cuando terminemos podrás pasar tiempo con tu tío y con el príncipe Jimin, ahora ve a tu habitación y termina con los deberes de la escuela –
- De acuerdo – Yoongi, no muy convencido de la promesa de su madre se marchó a su habitación para dejar a los cuatro adultos en la sala principal.
- ¿De qué se trata todo esto de príncipe? – cuestionó Jimin de pronto, necesitaba saber porque la familia de Jungkook lo llamaba así.
- Jungkook siempre que viene de visita nos habla de ti, y en una ocasión cuando Yoongi le preguntó si tenía esposa, él le dijo que en Londres tenía un hermoso príncipe llamado Jimin y que no podía viajar con él por las múltiples ocupaciones que lo mantenían en casa, pero mi hijo no entendió que al decir príncipe no necesariamente Jungkook se refería a alguien de la realeza, no hicimos nada por corregirlo y bueno, ahora no queremos romper su ilusión de conocer al príncipe de su tío Jungkook– informó Mina.
- ¡Jeon! – Jimin se sonrojó ante la información recibida - ¿Por qué le dijiste que soy un príncipe? –
- Fue el primer apelativo que me vino a la mente para describirte en aquel entonces – fue la sincera respuesta del mayor.
Jungkook lo amaba desde hacía mucho tiempo y a pesar de todo lo que había pasado entre ellos, por fin tenían la oportunidad de estar juntos, disfrutar su amor y emprender el camino hacia una vida en familia. ¿Qué más podía pedir? Había perdido a su familia, pero ahora en Jungkook y el resto de los Jeon encontraba otra que lo hacía sentir querido y valorado.
- Yoongi puede seguir llamándome príncipe, pero ustedes por favor solo llámenme Jimin, le diremos que es el protocolo entre los adultos – solicitó el menor.
- Me parece bien – indicó Hoseok – ahora Jungkook dinos que es lo que está pasando, ¿A qué se debe esta repentina visita? –
Jungkook suspiró y se puso de pie. En silencio caminó hacia la puerta y regresó a su lugar sin decir absolutamente nada. El resto de los presentes lo observó con curiosidad pero no formularon cuestionamiento alguno, querían esperar a que el hombre hablara pues se notaba algo nervioso y nunca actuaba así.
- No sé... - carraspeó un poco antes de continuar – no sé si sepas lo bien que me siento cuanto estoy contigo, probablemente lo intuyas o te lo imagines, pero te aseguro que es mucho más de lo que piensas – Jungkook se acercó a Jimin y se arrodilló delante de él. Su hermano y su cuñada observaban enternecidos la escena– cada momento a tu lado es lo mejor de mi días, hoy quiero que sepas que aunque me duele tu pasado, mi amor por ti no ha cambiado, te sigo amando con la misma intensidad con la que lo hago desde la primera vez que te vi – acarició su mejilla con amor – te quiero más de lo que he querido a nadie en la vida, tienes mi corazón en tus manos espero que decidas conservarlo – en ese instante Jungkook sacó de su saco un hermoso anillo de oro blanco con un sol y un girasol grabados en él – Acepta por favor casarte conmigo y hazme el hombre más feliz sobre la faz de la Tierra –
Jimin estaba conmovido, las palabras de Jungkook habían sido hermosas y habían tocado su corazón. Después de hablar de matrimonio en donde le había dicho al mayor que él respondería siempre que sí, no esperaba que hubiera una petición tan romántica y significativa. El imaginó que simplemente un día se casarían y ya. Pero Jungkook siempre lograba sorprenderlo y de maneras que lo enamoraban más.
- ¿Qué dices mi pequeño girasol? – preguntó Jungkook al ver el silencio de Jimin - ¿Quieres seguir mi luz el resto de tu vida? –
- Te seguiré incluso después de la muerte – pronunció el menor y se lanzó a sus brazos.
Hoseok y Mina aplaudieron emocionados compartiendo la felicidad de verlos unidos. Quizás no habían tenido la oportunidad de conocer bien a Jimin, pero por lo que Jungkook hablaba de él, podían asegurar de que era la persona correcta para compartir su vida. Jimin era su verdadero amor.
- Gracias mi amor, gracias por hacerme tan feliz – susurró Jungkook a su oído.
- Gracias a ti por elegirme y por darme una segunda oportunidad – el menor besó su mejilla y se separó un poco para que Jungkook pudiera colocarle el anillo.
- Muchas felicidades a los dos – comentó la mujer que estaba por demás emocionada - ¡Oh, Kook! esto ha sido tan romántico –
- Justo como imaginé que sería mi hermanito – dijo Hoseok entre risas - ¿Y para cuándo les gustaría programar la boda? – añadió.
- Nos casamos mañana mismo, en la casa de campo que pertenecía a los abuelos – informó Jungkook sorprendiendo a todos.
- ¿Mañana? – preguntó Hoseok y Mina solo pudo observar la sorpresa en el rostro de Jimin.
La noticia lo había tomado por sorpresa. Obviamente quería casarse con Jungkook, pero ¿Al día siguiente? ¿En Alemania?
- Sé que no será la gran ceremonia que podrías haber imaginado pero... - Jungkook fue interrumpido abruptamente por Jimin.
- Yo no quiero una gran fiesta Amor - dijo con seguridad - no quiero tener en casa a cientos de personas de las cuales solo conozco un puñado, yo... - de pronto se echó a llorar, ninguno entendió el motivo del llanto y Jungkook solo se acercó a él para envolverlo en sus brazos.
- ¿Qué pasa cariño, dime por qué lloras? - preguntó el mayor pero Jimin seguía sin responder, solo dejaba que su llanto bañase sus mejillas dejando salir todo el dolor que aún tenía en el corazón.
Hoseok y Mina decidieron darles un poco de privacidad y partieron rumbo a la cocina para indicarle a su ama de llaves que preparase dos habitaciones para los recién llegados.
- Cariño, no llores por favor, me duele verte así ¿No quieres que nos casemos mañana? ¿Prefieres esperar más tiempo? - al ver el desgarrador llanto de su amado niño pensó que tal vez se había precipitado a preparar todo sin haberle dicho nada a Jimin.
- ¡Me violaron Kook! – le susurró al oído – otro hombre uso mi cuerpo para su placer antes de ti, yo... solo... yo solo quería una boda donde estuviéramos tú y yo, no quiero que la gente hablé de ti por mi culpa yo... -
- Solo estaremos tú y yo amor – afirmó el mayor.
- Pero... pero y tu hermano... su esposa... yoongi... -
- Ellos entenderán que esto queremos hacerlo solos, no tengo porque explicarles los motivos – dijo Jungkook que aunque su plan inicial si era llevarlos a la casa de campo para que fueran testigos de su unión, la felicidad de Jimin era siempre prioridad para él.
- Pero tú querrías que ellos estuvieran presentes, por eso vinimos aquí ¿No? – Jimin no dejaba de llorar y se sentía mal de excluir a la familia de Jungkook.
- Tú eres el número uno en mi lista de prioridades, no haré nada que no quieras ¿Lo recuerdas? –
- ¿Estoy siendo egoísta verdad? – cuestionó el menor bajando la mirada - ¿Tú de verdad no sientes vergüenza de que ellos sepan que te vas a casar con un hombre ultrajado? –
- Ellos no saben lo que te pasó, y no tendrían porque hacerlo, y aunque se trate de mi familia, no voy a permitir jamás que te traten mal o te humillen –
- Kook... -
- No dudes de mi amor por ti Jimin– indicó el mayor.
- Nunca Jungkook, nunca más –
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