👑┆Capítulo 16

Despertar sintiendo la calidez de un cuerpo rozando el suyo y un ligero peso extra sobre su pecho fue la experiencia más fascinante y extraordinaria que Jungkook había experimentado en sus treinta y dos años. No había forma alguna de que algo superara esa sensación de calma, paz y bienestar al saberse acompañado de la persona que tanto amaba y que así había sido durante toda la noche mientras dormían entregados al mundo de los sueños.

Jimin dormía plácidamente con su cabeza apoyada en su pecho y su brazo rodeándolo por la cintura; una pierna también descansaba sobre su cuerpo sintiéndose dichoso al ser el afortunado hombre en el que Jimin confiaba y con el que se sentía seguro. Y así debía ser siempre, su pequeño y amado niño no debía temer nunca de él. Sin importar lo que pasase iba a defenderlo de todos y de todos. Incluso de él mismo.

Y por la noche había demostrado ese punto, ya que después del apasionado beso que compartieron en donde se encendió una pasión en Jimin que para él era toda una novedad, Jungkook pudo detenerse a pesar de que estaba al borde de la locura. Deseaba a Jimin intensamente, y aquel beso había logrado excitarlo como nunca antes se había sentido, pero gracias a su extraordinario sentido del deber y prudente sentido común, pudo contener su pasión y explicarle a su prometido el por qué no podán llegar más lejos.

Afortunadamente para él, Jimin también se sentía nervioso y aceptó que esa noche solo dormirían y no pasaría nada más. Se alegró al saber que solo era nerviosismo al saberse inexperto y no temor o ansiedad por recordar la tragedia con Kangyoon. De hecho el menor era muy receptivo a las caricias que le regalaba y en ningún momento se había mostrado incómodo, indeciso o temeroso.

- Buenos días – la voz adormilada de Jimin lo regresó al presente. Sintió los cálidos labios del menor sobre su pecho cerca de su pezón y se estremeció - ¿Tienes mucho tiempo despierto? – preguntó de forma inocente.

- Buenos días amor – Jungkook ladeó un poco su cabeza para besar la de Jimin – llevo varias minutos despierto disfrutando de tu compañía – ante esas palabras el menor se acurrucó más al fornido cuerpo de su prometido.

- Funcionó – susurró Jimin con timidez.

- ¿Qué cosa? – cuestionó el mayor mientras inconscientemente acariciaba la tersa piel de el brazo del más joven.

- Dormir a tu lado – obvió Jimin– he dormido de corrido toda la noche sin tener pesadillas y es porque tú ahuyentas todo lo malo, tu luz es tan brillante como el mismo sol –

- Así que soy tu sol – comentó Jungkook lleno de felicidad – si es así, tu deberías ser... - hizo un pausa pensando en su respuesta – tú serás entonces un girasol, mi pequeño girasol – aclaró al final.

- ¿Un girasol? – preguntó Jimin con curiosidad.

- Los girasoles llevan ese nombre porque siguen la luz del sol, si tú me sigues a mí te prometo que te protegeré siempre cubriéndote con mi luz – explicó Jungkook.

Jimin movió su mano hasta encontrar la de Jungkook y entrelazó sus dedos. De verdad que cada segundo se enamoraba más de ese hombre que había tenido la fortuna de cruzarse en su camino. Cuan afortunado se sentía por haberlo conocido. El destino era sumamente benévolo con él por darle semejante luz a su oscura existencia. El regalo más grande que le había dado la vida era el incondicional amor de Jeon Jungkook.

- Seré entonces un girasol que siempre va a seguirte – afirmó el menor levantando sus manos unidas – toda mi vida había deseado encontrar a alguien a quién amar y que me amase tal y como soy y estoy absolutamente convencido de que esa persona eres tú –

Jungkook lo abrazó más fuerte y después levantó su barbilla para verse a los ojos. El mayor quedó hechizado por los joviales, somnolientos y brillantes iris que lo miraban con amor. ¡Bendito Dios por hacerlos coincidir! Jamás se había sentido tan dichoso como lo estaba en esos momentos.

- Tengo que levantarme para ayudar a Taehyung con tu desayuno futuro esposo mío – dijo Jimin e hizo el intento de levantarse pero Jungkook no se lo permitió, había pensado que en su corazón ya no cabría más felicidad, pero que Jimin dijera con orgullo que sería su marido le hacía ver que no era así, claro que se podía ser más feliz. 

- No voy a negar que mis desayunos son mejores desde que tú ayudas a prepararlos pero ¿Por qué no te quedas a descansar mi amor? Han sido muchas emociones fuertes estos últimos días, además has dormido poco –

- De igual forma tengo que levantarme para las clases con el señor Kim – sonrió sintiéndose profundamente amado por Jungkook.

- Cancelaremos las clases de hoy – afirmó con seriedad Jungkook. Jimin se mostró preocupado.

- ¿Por qué, qué pasa? – el menor preguntó con temor en su voz. Jungkook se incorporó en la cama y atrajo a Jimin a su pecho para que el muchacho se recargara en él.

- Necesito hablar con Namjoon sobre el asunto de la amenaza de tu madre – respondió el mayor con mesura para no asustar a Jimin, sin embargo, éste tembló entre sus brazos.

- Vamos bebé, no te preocupes – dejó un beso en su mejilla – Nam es abogado y me ayudara con eso –

- Pero yo ya soy mayor de edad – replicó Jimin – mi madre no puedo obligarme a casarme con ese hombre – del cual por cierto ya no quería mencionar su nombre.

- Lo sé – dijo Jungkook tratando de parecer tranquilo – pero estoy seguro que Kangyoon intentará usar sus nuevas y poderosas influencias con la familia real, eso puede ocasionar problemas  –

- Jungkook no quiero volver a ver a ese hombre otra vez – Jimin giro su cuerpo y se acurrucó en el del mayor – no quiero ir casa, no quiero ver a mamá tampoco a Jin solo me gustaría ver a la pequeña Jihyo – sollozó – no dejes que me lleven lejos de ti –

- Por supuesto que no cariño, recuerdas lo que te dije ayer – Jimin levantó su rostro para mirar a Jungkook a los ojos – nos pertenecemos, y nadie podrá hacer algo para separarnos –

***

- Dime ya cuál es tu secreto mal amigo – fue el reclamo de Namjoon nada más al ver a su amigo entrar en el despacho.

- ¿Cuál secreto? – preguntó Jungkook.

- Siempre has parecido más joven de la verdadera edad que tienes, pero hoy estás radiante ¿Algún nuevo producto? –

- Jimin – respondió Jungkook con una ancha sonrisa.

- Oh si, ya sé que ese niño te trae arrastrando la cobija y que es la luz de tus ojos, pero dijiste que no ibas a entusiasmarte y que buscarías a... -

- Dormí con Jimin – interrumpió Jungkook.

- Dormiste con Jimin – repitió Namjoon asintiendo con la cabeza – vamos a definir la palabra dormir porque en estos casos suena muy ambigua – se acercó a él y del hombro lo llevó directamente al sillón – tienes que ser rápido porque tu niño no tarda en llegar a las clases – ambos tomaron asiento.

- No te preocupes por eso, cancelaremos las clases de hoy – apenas terminó de decir esas palabras cuando su amigo saltó del sillón absolutamente sorprendido.

- ¡Por todos los cielos! ¡En verdad dormiste con Jimin! – gritó espantado – y si que lo amas demasiado como para faltar a tus propios principios y dejarlo sin poder caminar –

- Deja de decir tonterías, dormimos nada más, cerramos los ojos, reposamos y listo – aclaró el dueño de la mansión.

- Pero estarás de acuerdo conmigo que incluso eso es mucho para ti – afirmó Namjoon – rompiste tus reglas y hermano – le dio un ligero golpe en la espalda – ¡Ya era hora! me agrada Jimin ¡Eh! –

- ¿Te agrada Jimin? ¿A qué se debe ese drástico cambio de opinión? – Jungkook cruzó los brazos ante la declaración de su amigo.

- Ha sido el único capaz de hacerse infringir las reglas de la alta sociedad londinense – se burló – digo, solo durmieron juntitos en la cama pero eso ya cuenta como pecado ¿Lo sabías? – Namjoon lo decía bromeando y Jungkook lo sabía muy bien – Pero dime ¿Cómo es que ahora ustedes están juntos? ¿Quién dio el primer paso? –

- Jimin, él me confesó sus sentimientos – dijo con orgullo.

- Mira que chico tan valiente, espero que sepa valorarte amigo, yo lo estaré viendo se cerca y si te hace sufrir yo mismo me encargaré de él –

- Namjoon – habló Jungkook en tono de advertencia.

- Descuida, intentaré ser su amigo y nos llevaremos bien, lo prometo – dijo Namjoon solemnemente - ¿Y por qué se han cancelado las clases entonces? –

De pronto, las risas y el ambiente ameno cambiaron a uno preocupante y tenso. Jungkook sabía que podía contar con Nam para no meterse en problemas con los Park y con la recién conocida parentela de Kangyoon, y no es que tuviera temor a enfrentarlos, los Jeon también era una familia con mucho prestigio dentro de la sociedad de Londres, pero quería evitar preocupar a Jimin y haría todo lo posible por conseguirlo.

- Jimin leyó la última carta que me envió su madre – respondió Jungkook.

- Entonces si decidió quedarse, él va en serio contigo – expresó Namjoon dándole un voto más de confianza a Jimin.

- Solo quiere ver a su hermana, al resto de su familia prefiere evitarlos y de Kangyoon ni se diga – a Jungkook le dolía la fractura en la familia Park, pero para él era mucho más importante la seguridad y la felicidad de Jimin, así que se encargaría de siempre hacerlo sentir que estar a su lado era estar con su familia.

- Completamente comprensible – afirmó su amigo.

- Necesito que como abogado me orientes, no quiero entrar en disputas familiares que desgasten a Jimin, la menor cantidad de problemas posibles para nosotros mejor, estoy dispuesto a pagar lo que sea – la determinación de Jungkook fascinó a su amigo, Namjoon mejor que nadie conocía del inmenso amor que Jungkook solía profesar por Jimin, y sabía que no eran palabras vacías, en cada una de sus acciones su querido amigo demostraba cuan profundo era sus sentimientos por el menor.

- Jimin es muy afortunado por tenerme – dijo Namjoon observando atentamente a Jungkook – pero por suerte para ustedes, la solución a sus problemas no es muy costosa y puede ser increíblemente rápida – aseguró con una sonrisa dibujada en su rostro.

- Te escuchó – Jungkook lo alentó para que dijese que era lo que tenía en mente.

- Park Soyeon desea que su hijo vuelva a casa para casarlo con un nuevo adinerado vinculado a la realeza – empezó a explicar el abogado. Jungkook asentía sin desviar su mirada de él – ellos insisten en que "devuelvas" a Jimin porque tienen la absurda idea de que está secuestrado por ti – hizo una pausa – y todo porque antes tu niño bonito juraba odiarte – la mirada furiosa de Jungkook le causó gracia – si Jimin no vuelve con ellos tu acusarán de rapto y Kangyoon usaría sus nuevas influencias en tu contra –

- Eso es el resumen del caso, dame soluciones – pidió Jungkook.

- Cásate con Jimin – soltó Namjoon – tienen cuatro días para casarse antes de que el lunes venga tu suegra a armar un escándalo –

- Claro que quiero casarme con él pero... – Jungkook se detuvo – no puedo organizar una boda en menos de cuatro días –

- Yo sé que quieres una celebración por todo lo alto, pero si quieres mi opinión como abogado y como amigo, te sugiero que hoy mismo salgan rumbo a Francia, se casen y regresen unidos en sagrado matrimonio, ni la madre de Jimin, ni Kangyoon y mucho menos la realeza podrá hacer algo, tú también tienes varios contactos y mucha influencia en los hombres acaudalados de la Reino Unido y Francia, una vez casados nadie podrá molestarlos – clara y simple había sido la explicación de Namjoon.

- ¿Por qué casarnos en el extranjero? – cuestionó Jungkook.

- Relaciones diplomáticas amigo – Namjoon palmeó su hombro – si se casan aquí, tus enemigos podrán comprar a jueces que declaren inválido su matrimonio, si lo hacen fuera del país, la realeza no querrá tener problemas con los diplomáticos de otros países –

Jungkook sonrió. Agradecía mucho tener a Namjoon como amigo porque además de sus siempre útiles consejos, era el mejor abogado de todo el país. Ahora que tenía un poco más claro el panorama de su situación sabía lo que debía hacer.

- Gracias Nam – Jungkook estiró su mano para estrechar la de su amigo y pedirle un favor más - ¿Podrías quedarte a cargo mientras Jimin y yo estamos fuera? –

- Tendrás que recompensarme por no invitarme a tu boda, pero me quedó, sabes que siempre puedes contar conmigo –

***

Por indicación de Jungkook, Jieun había llevado el desayuno de Jimin a su habitación. La mujer no hizo ningún gesto al verlo acostado en la cama de su jefe. Por el contrario, sonrió emocionada al verlo compartir el lecho con su futuro marido. Ambos merecían ser felices, y además se veían muy enamorados.

- El señor Jeon tomó el desayuno con el señor Kim en el despacho hace un rato – indicó Jieun – me pidió que subiera su desayuno y en caso de que estuviera dormido, subiera de nuevo más tarde –

- Gracias Jieun, pude haber desayunado con ustedes – indicó el menor sentándose en la cama para recibir la bandeja - ¿Sigue Jungkook hablando con el señor Kim? –

- Cuando subí estaban despidiéndose en el vestíbulo, supongo que el señor Jeon no tarda en aparecer por aquí –

- Gracias nuevamente Jieun – Jimin sonrió y al ver nuevamente la bandeja su apetito despertó. Huevos, tocino, frijoles, pan tostado, jugo y café. Su desayuno favorito.

- Si no se le ofrece nada más, me retiro joven Jimin – el menor asintió y justo cuando la mujer abrió la puerta de la habitación para salir, Jungkook hizo acto de presencia.

- Hola mi amor – saludó Jungkook nada más entrar acercándose al joven y besando amorosamente su frente - ¿Pudiste dormir un poco más? –

- Si, dejaste tu calor y tú aroma en nuestra cama y solo tuve que cerrar los ojos para imaginar que estabas aquí –

- Cielo, creo que estás actuando como los omegas de los libros que te leo – se burló dulcemente el mayor provocando el sonrojo de Jimin.

- Puede que esos libros no tengan tanta ficción después de todo ¿No crees? – comentó el más joven mientras le daba una mordida al pan tostado.

- Lo creeré el día que me digas que estás esperando un cachorro mío – Jungkook le siguió el juego y las mejillas del menor solo pudieron teñirse más de rojo.

- ¡Jeon! –

- Termina de desayunar carño – indicó el mayor mientras se dirigía hacia su armario y sacaba la maleta.

- ¿A dónde vamos? – el corazón de Jimin comenzó a latir agitado.

- Esta tarde partimos a Alemania –

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