Capítulo Único
—El fue perfecto— susurró el anciano de cabellos blancos abrazando el viejo libro que significó todo para el.
Uno de sus sobrinos le sonrió, había escuchado la historia detrás del chico de ojos amarillos. Era una de esas historias de amor bellas que te dejan un amargo de boca pero al mismo tiempo una dulzura, el y sus hermanos comprendieron que el verdadero amor es aquel que no conoce fronteras y no es crítico.
Es un amor que simplemente llega y no pide nada a cambio.
—De eso no tengo duda tío, Denki supo llegar al corazón de Todoroki Shouto— respondió el chico de ojos azules tomando la mano de su anciano tío.
El soltó un suspiro, su hora ya estaba llegando. Está feliz de por fin reunirse con el, lo añoraba desde setenta años atrás cuando tan solo tenía dieciocho y lo perdió.
— Pronto estaremos juntos— sonrió el antes sus palabras.
—Y será para siempre, no estarán nunca más separados— murmuró el chico soltando unas cuantas lágrimas.
—Sabes Haru. En una manera me recuerdas a el, siempre sonríes a pesar de todo, Denki solía hacerlo— soltó un suspiro—. Este libro el me lo regaló y quiero que tú lo tengas.
Extendió el libro de color negro, eran poemas escritos de Denki. Miles de ellos estaban ahí, el chico tomó el libro y sonrió.
—Lo cuidaré por siempre.
Ese libro había sido su compañero por tantos años y alguien ahora debía tener lo.
Shouto se enamoró de ese chico de cabello rubio con un mechón negro y ojos amarillos que brillaban con la luz del sol, fue una mañana de septiembre cuando ambos se conocieron. El era un chico bastante alegre y encantador, sus ojos reflejaban la pureza que emanaba su ser; pero demasiado torpe en el amor.
Denki lo admitió, nunca se había enamorado. Jamás había amado a alguien que le demostrará lo que era el amor.
El se enamoró de el, ambos lo hicieron. De una manera lenta y tranquila, sin prisas.
Solo bastó un beso, no hubo muchas palabras, pensamientos nerviosos pero habían dejado en claro que ambos sentían lo mismo que el otro también compartía.
Pero a veces la vida solía ser cruel, los doctores le dieron un tiempo determinado a la existencia de Denki, su corazón dejaría de latir lentamente. Y así fue, un año después de esa terrible noticia, ocurrió.
Su corazón dejo de latir mientras dormía, los doctores aseguraron que no sufrió.
El le había prometido que siempre estaría con el, tal vez no físicamente pero si espiritual. El lo llevaba en su corazón porque era de esa manera en la que el seguía con vida, en cada recuerdo que el tenía de el.
Su recuerdo era lo que lo mantenía vivo, el ver su sonrisa en sus memorias le consolaba.
El lo vio en sus sueños cuando el cumplió un año de muerte, parecía radiante y feliz. Cómo la primera vez que se conocieron, portaba un traje negro y unos zapatos del mismo tono del traje.
—Yo también extraño demasiado mi amor— susurro el para después darle un beso en la mejilla.
Su niño, el amor de su vida. Estaba cumpliendo con la promesa. Tal vez no estaba físicamente pero su alma aún estaba unida a la de el. Ambos se seguían amando a pesar de todo.
Siempre espero por el.
Por la única persona que era incondicional para el, por su único verdadero amor y el primero.
Siguió con su vida, no de igual manera pero si de la forma en la que el tal vez quería que el la viviera. Viajó, conoció gente, rio hasta que su estómago no pudo más, siguiendo adelante tal y como Denki quiso.
Pero no fue igual, nunca logro enamorarse de alguien, nadie logró apagar esa chipa que el había encendido en el corazón de Shouto.
Su historia de amor no fue la mejor, ni con el más bonito final, pero el agradecía por esa historia de amor.
Cada día de su vida se dedicó a recordar lo, no paso un día sin que el estuviera presente en sus recuerdos. Cada uno de sus amigos y familiares habló con el, pero simplemente el no podía olvidar lo.
Al fin la muerte ya se estaba presente, el podía sentir que su día al fin había llegado.
Su tiempo para estar con el ya se está reduciendo rápidamente, en sus pensamientos le pedía a Dios que le diera la oportunidad de estar con el en la siguiente vida. Estar juntos para toda la eternidad, sin temor de que alguno desapareciera.
La espera ya había terminado.
Su querido sobrino le sonrió con tristeza y felicidad, estaba feliz por el.
Apretó levemente su mano, diciéndole de una manera: Nos volveremos a ver tío.
Cuando su corazón dejo de latir, susurro por última vez el nombre de su amado y cerró los ojos.
Deseando encontrarlo nuevamente.
—Su encuentro al fin sera cumplido. Denki cuida de el por favor— finalizó el hombre para abrazar con una mano el libre yo sostener la mano fría de su tío.
Sintió como una pequeña corriente de viento cálida que entró por la ventana que estaba abierta y por una extraña razón sintió que esas almas gemelas ya están juntas para siempre.
Nota: Esto ya lo tenía desde Febrero pero nunca lo publique por flojera además que ni sé si está bien.
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