Pov Lance.

Charlie decidió regresar a la bahía al darse cuenta que ya no tenía ganas en seguir con la pesca y prefirí estar con él. ¿Era tan obvio? Creo que Keith podrá resistir un poco más sin estar en el agua. Encontrarlo de esa manera fue una gran sorpresa. Esperaba que el abuelo no hiciera algo como capturar a Keith en algún momento que me tenga desprevenido y a él. No creía que fuera capaz.

Sentado junto a él conversando de nuestro inusual reencuentro. Vaya que había extrañado escuchar su voz. Recordé que él leía mis pensamientos y cuando pensé aquello él me miró un poco indiferente y ruborizado.

No se por que pero yo también me había ruborizado. Me sentía extraño. Pero ver como sus orbes púrpuras brillaban y aumentaba su tamaño era algo que admirar. Asombroso.

—Piensas cosas muy raras... — murmuró con la mirada desviada.

—¿Eh?... No es mi culpa que tú me hagas pensar ese tipo de cosas.

—Hehe... — se escapó de sus labios una risa sincera que hizo que mi corazón diera un huelco.

Al llegar lo cual sinceramente se me hizo muy rápido, mi abuelo dijo que iría hablar con su hermana mientras yo me quedaba en la costa hablando con Keith quien se encontraba en el agua que le llegaba hasta el ombligo.

Primero hablamos sobre Charlie, le conté todo lo que sabía de él, mientras me escuchaba con atención con una mirada tranquila.

—A todo esto... ¿Cómo se llama tu abuela?

—¿No te lo había dicho? — negó con la cabeza. Hice una mueca pensativa. — América

—Increíble.  El nombre de un continente.

Después proseguimos a platicar sobre su regreso en el mar. Al poco rato nos pusimos de acuerdo para ver cuando podía venir de visita. Sería viernes, sábado y domingo desde las cuatro de la tarde hasta las ocho de la noche. Realmente me sentía más que emocionado por que en serio pudiera verlo.

Creo que Keith después de todo, ya confiaba en mí.

Mientras él con algún sentimiento me contaba sobre una de sus rutinas en el mar, yo lo veía con ojos de admiración o quizás amistad. En el fondo poco a poco el cielo se tornaba oscuro mostrando unas hermosas estrellas. Una vista perfecta.

Las mechas del tritón  se movían de una manera que me resultaba divertida. Tenía ganas enredar mis dedos en esos cabellos oscuros. Pero probablemente él se enojaria, aunque valía la pena correr el riesgo.

Mientras seguía un poco distraído con sus palabras, aproveche para acerca mi mano hacia su cabeza y sin más tiempo que perder lo acaricie. Enredando mis dedos en sus cabellos tan oscuros pero brillosos . Nunca pensé que un niño/chico tuviera el pelo tan bien cuidado como él. Era sorprendente y admirable. Suave, liso y quizás un poco esponjoso. Él al sentir de inmediato mi contacto, se quedó quieto y callado. Note que se tenso. Me miró ¿indiferente? ¿sorprendido? ¿estupefactado?  No sabría decir con exactitud como me veía pero logre apenas apreciar un ligero rubor en sus mejillas. No detuve mi acción y seguí acariciandolo. Tan tierno y bonito. Tan tranquilo y serio.

No creo que... Lo vea a él con ojos de amigo. Necesitaba saber que era aquel sentimiento.

Sonreí pícaro y tierno.

—¿Por qué...haces eso? — preguntó ligeramente nervioso. Realmente sus nervios o me ponía igual o me sorprendían. Era tan raro.

—Supongo que... Siempre he querido acariciar tu cabello. Es muy suave Keith.

—Y-Ya veo... ¿Puedo acariciar yo el tuyo? — preguntó mientras desviaba la mirada y CREÍ que se había sonrojado o sólo era mi mente jugando me una broma. No lo sabía pero tenía por seguro que sería muy lindo verlo sonrojado.

Apenas procesaba la pregunta... Él me sorprendía cada vez más.

—Cla-Claro... — Mierda, mi voz había sonado igual o más nerviosa y mi corazón no se controlaba. Apesar que todavía sostenía sus cabellos, él empezó a cariciar mi cabeza enredando sus dedos en mis castaños cabellos. Se sentía... Muy bien. Ya sabía por que Keith se había tensando cuando lo acaricie de igual manera.

Era tan relajante y... Extraño. Cuando alguien más lo hace se sentía muy diferente. Creo que me sonroje.  Escuche una encantadora y risueña risa provenir de él al ver mi expresión y lo tenso que me había puesto.

Lo mire con valor y su sonrisa... Creo que jamás veré una que se iguale a la de él. Tan hermosa, tan viva, llena de alegría y sentimientos sinceros.

—El tuyo esta muy enredado. Y algo blando. Pero... me gusta tu estilo y la textura.

—Eh... ¿Gracias?

—Bueno, ya me tengo que ir. Te veo mañana . — vi como se metía más en el agua para después desaparecer ante mi vista.

Al menos mañana lo volvería a ver.

( . . . )

Me encontraba ayudando a mi abuela a lavar los platos. Aunque la imagen de Keith sonriendo era algo que no desaparecía en mi mente.

—Un tritón eh... Me recuerda a esas historias que nos contaba mamá de pequeños.

—¿Ah? — pronuncié sin entender muy bien su comentario. Por un momento creí ver melancolía y una enorme sonrisa alegre y amable. Inofensiva y agradable que incluso no parecía ser algo común en él. Aunque suponía que tampoco es que fuera un total amargado.

—Lance, recuerda que te dije que algún día te contaría sobre algo que viví  en mi infancia. — continuó mi abuela con sus ojos comprensivos.

—Sí abuela.

—Bueno, pues casualmente tenía mucho que ver con las criaturas del mar. Nuestra madre nos contaba historias reales sobre las sirenas y tritones. Cualquiera pensaría que eran simples cuentos pero... También nos mostró unas fotografías que ahora son muy viejas y ademas creo que todavía hay algunos testigos vivos que confirman sobre las historia de nuestra madre.

—Ósea que... ¿Tiene que ver con mi bisiabuela? ¿Qué cosas les contaba? ¿Cuál era su nombre? — pregunté entusiasmado y con curiosidad. Mi abuela hizo memoria.

Probablemente si no hubiera conocido a Keith no le hubiese creído, pero sin duda sería emocionante escuchar su historia. La cual logró surcar me una sonrisa.

—Ella contaba que su hermano mellizo vivió una aventura de amor con un tritón. Hablo también de magia y peligro. — esta vez siguió Charlie, voz clara, vieja, gruesa mientras pasaba una mano entre sus cabellos blancos.

—Tus padres no lo saben por que pensarían que estamos locos. Bueno, de hecho, yo se lo contaba a mi hija, tu madre, cuando era pequeña. Más pequeña que tú y en ese entonces le divertía mucho escuchar esas historias de mi madre. — dijo ella acompañado de una risa risueña.

—Sí logramos conocer a nuestro tío por lo menos una vez, a diferencia de nuestra madre, él tenía el pelo de un castaño mas oscuro al igual que sus ojos.  Piel pálida y tenía una curiosa marca de nacimiento en la frente. — agregó él, en sus ojos se podría apreciar una chispa de emoción y claridad. Aunque había vuelto con aquella expresión seria,  serena y casi gruñóna.

Escuchaba atentamente cada palabra que decían ambos mayores. Últimamente me había vuelto más atento y prestaba atención. Aprendiendo a escuchar y aunque en ése entonces no sabía el por que, era gracias a Keith.

—¿Marca de nacimiento?

—La osa mayor. — dijieron ambos con una sonrisa algo extraña.

Procesada la información. Me parecía increíble que una persona tuviera una marca de nacimiento de una constelación tan famosa. Me preguntaba en que parte del cuerpo traía dicha marca y si le resultó problemático o previligioso.

—Mejor ve a dormir.  Quizás luego te contaremos lo demás y con fotos. Pero será en otro momento. — sugirió ella dándome unas suaves palmadas en mi espalda y logré
comprender.

—Bien... Buenas noches.

—Descansa Lance. 

Salí de la habitación y antes de dirigirme a mi cuarto,  me quedé un rato más oculto entre la pared marrón escuchando parte de su conversación.

—Sí no mal recuerdo, el accidente del hermano de nuestra madre con su tritón cambio el pensamiento de muchas personas. La Homofóbia dejó de frecuentarse al menos en muchos lugares.

—Sí. También recuerdo que nuestra madre nos había dicho que si vivieron felices. — añadió y aunque no la veía, apostaba que sonreía.

No sabía en ése entonces... Lo que era la Homofóbia.

Si han llegado hasta aquí es por que el capítulo les salió completo.
Ya sé que probablemente los nombres de los abuelos y parientes de Lance o Keith no tengan nada que ver con la serie original, pero hay una razón por la que hago todo ésto, es una conexión en especial. :v

Fecha de publicación: 19 de Agosto del 2017.