VI:《Voz》
Pov Lance.
Mis ojos se abrieron por la sorpresa mientras me llenaba de emociones fuertes.
El viento se había llevado aquella palabra, aquel nombre. Él desvío su mirada. Dejando me algo desconcertado.
-¿C-Cómo dijiste?- dije todavía sorprendido. Quería volver a escuchar más de él...
Pasaron unos breves segundos para conseguir su respuesta. Su voz saliendo de sus labios.
- ¿Estás sordo? Me llamo Keith.- dijo rudo. Su voz era realmente aguda y suave, si le quitamos lo rudo. Podría decir que hasta delicada. Su voz es... perfecta.
Estaba muy feliz.
- Keith... -pronuncié como si al decirlo estuviera comiendo deliciosos chocolates. Mi estomago parecía revolverse. Era extraño.
Ahora conocerlo sería un reto.
- ¡Hablaste! - exclame emocionado y muy contento. No podía verme a mi mismo pero juraba que mis ojos brillaban o algo así.
- Ni modos que cantará. - contestó entre burlón e irritado. Me parecía alguien desafiante y fácil de enojar o quizás temperamental. Su respuesta me causó algo de gracia.
- ¿Por qué nunca hablaste? Hasta ahora. - dije impaciente. Esa preguntaba se clavaba en mi mente con mucha frecuencia. Sin mencionar las otras miles de preguntas que frotaban en mi cabeza y quería preguntarle.
Él pareció pensarlo.
Estornude. Y creo que aquello lo saco de sus pensamientos a... Keith.
-No lo veía necesario. No confío en ti. Todavía no... lo suficiente. Cuando desperté y te vi por primera vez, me sorprendí bastante y quería irme lejos de ti u otro ser humano. - aquello me había dolido. Volví a estornudar. Keith ignoró eso después de ver mi señal de que prosiguiera y me explicará más.- Pero al final... no fue tan malo como pensé. - se mantenía casi inexpresivo. - Hacías tantas preguntas sobre mí y otra razón más para no querer hablar... sólo me limitaba a escucharte. Y... Quiero agradecerte por... haberme ayudado. Gracias. - Note que le costó decir eso. Pero en sus orbes violetas se marcaba la sinceridad y el agradecimiento como en sus palabras. Me sentía extrañamente feliz. Y lo demostre en mi sonrisa.
- Así que... Keith. ¿Por qué no confías en mí?- pregunté un tanto serio. Volví a estornudar, esta vez me restregue la nariz. E inhale.
- Eres un humano. ¿Sabes cuantas cosas hacen los humanos al vernos a nosotros, criaturas mitológicas que muchos creen somos una leyenda?
- Pero apenas cumpliré trece. - me excuse un tanto apenado.
- Pero tienes alguien cercano a un adulto. Para nuestra especie, es muy natural desconfiar de ustedes los humanos. Aunque ahora ya no soy tan desconfiado contigo... tampoco de esa señora. Tu abuela. Fue muy amable y bondadosa al haberme ayudado. También quiero agradecerle.- me explicó haciendome reflexionar con mucha seriedad. Y volví a estornudar. Pero esta vez más fuerte y seguido de otros dos estornudos más. Keith me miró raro e ingenuo.- ¿Vas a seguir interrumpiendo me?
Otro estornudo más. Mi nariz se habrá puesto algo roja de seguro.
-Perdón... creo que es un resfriado. Estar a estas horas de la noche en la fría agua, es normal que me enferme. - mi voz sonó ligeramente diferente, obviamente por que la gripe me estaba consumiendo. Aunque me parecía muy raro que me diera tan rápido.
Muy raro.
-¿Entonces por qué te metiste al agua? Me bastaba con que me vigilaras a lo lejos. -trate de respirar, mi nariz ya la empezaba a sentir tapada.
- Cuéntame más sobre ti. Desde que te vi en la arena... He querido preguntarte muchas cosas.
- Mmm... quizás después. - dijo inseguro.
-¿Por qué?
- Estas enfermo. O al menos pronto lo estarás. Lo mejor será que regresemos a la casa de tu abuela.
-Oh~ ¿Te preocupas por mí? Que lindo. - Note como se irritó más al escuchar la última palabra que dije. Mirándome con fuertes ganas de matarme. Era tan divertido.
-No veo raro que te diga esto. Tú me ayudaste, una criatura desconocida.-cruzamos miradas. Prosiguió. -¿¡Y cómo me dijiste!?¿¡Lindo!?
- Hahahahahaha, deberías tomarlo como un halago Keith.
Viro los ojos y frunció el ceño. Después cambio de tema.
- Hay que regresar. Quizás piense en considerar en explicarte ciertas cosas sobre mí, pero hay que regresar a tu vivienda antes de que tu situación empeore.
-¿Ah?- no le había prestado mucha atención además de que lo dijo rápido.
- Regremos adentro y consideraré en decirte sobre mí.- dijo esta vez más calmado.
- Bueno.
Una vez ya adentro, donde lo había dejado en la tina casi rebozando de agua tibia, me senté en aquel banco y lo mire fijamente esperando muchas cosas de él quien apenas y notó mi muy atenta mirada hacia él.
En el camino, mi abuela notó mi repentina gripe por lo que me dio una pastilla.
Suspiró por lo que pude notar, irritado y me miró con el ceño fruncido.
-¿Qué quieres saber de mí? - su voz tan suave era como una hermosa armonía sonando con delicadeza en mis oídos. Juro que jamás me cansaré de escucharla.
De inmediato, me emocione mientras pensaba en cómo empezar mi ¿interrogatorio?
- ¿Cuánto tiempo puedes estar sin estar dentro del agua?
- Lo máximo son veinticinco minutos. Podemos sobrevivir con el oxígeno por mucho más tiempo pero tenemos que evitar que nos resequemos las aletas y branquias por cierto tiempo. Además apenas estoy creciendo, es normal que a mi edad no pueda aguantar más tiempo.
-Bien... ¿Puedes estar en cualquier tipo de agua o solo una en especifico?
- Puedo establecer me tanto en agua salada como dulce. No hay un lugar preferible.
- ¿Comes y bebés?
- Si.
- ¿Cualquier cosa?
- No.
-¿Cómo que? -pregunté con más curiosidad, y ésto apenas es el comienzo. Todavía tengo más preguntas.
-No podemos comer comida humana a menos que sea sólo la fruta y algunos vegetales. Y con las bebidas sólo que sean hechas con frutas como el juego de naranja o manzana. Nuestra comida es muy distinta y se basa mayormente en plantas marinas. Por lo que espero que ése alimento llamado "cereal" no me haga daño.-explicó de una manera muy entendible, clara y casi calmada. Se moderada en no ser tan rápido.
-Vaya... ¿Vives en una casa marina? ¿Hay castillos debajo del mar? ¿Reyes o príncipes?
-Mmm... - lo pensó detenidamente y dijo-:Nuestros hogares son casi parecidos a los suyos. Sólo que no tienen eso que llaman vidrio. Los castillos sólo son para los de la realeza, por lo que si hay eso de reyes, reinas, etcétera. En total hay siete castillos por los sietes mares. Y...yo vivía en un castillo. -Note como su voz se apagaba y sus ojos perdían ese brillo especial, sus ojos transmitían algo de nostalgia, quizás decepción.
- ¿Qué sucedió? ¿Cómo llegaste hasta aquí?- me atreví a preguntar preocupado, extrañamente preocupado.
Su mirada se volvió más deprimente, me arrepentí de haber sacado ese tema... Keith dudaba mucho. Aunque después de un silencio incómodo que me carcomia y molestaba, el azabache por fin hablo.
- Fue... un problema familiar. - trago en seco e huso una mueca extraña. Suspiro y continuó. -Decidí escapar por que tuve un gran problema y una grave discusión. Nade lo más lejos que pude pero no me di cuenta por donde, fui atrapado por una fuerte corriente y apenas noté que me había cortado con alguna piedra en los rápidos. Quede inconsiente por el cansancio del sobre esfuerzo que hice para salir de aquellas corrientes peligrosas. - su respuesta fue tan... Logré entender muchas cosas.
Aunque todavía tenía algunas preguntas más que hacer, aquella respuesta me había dejado casi pasmado, pensativo. En mi mente albergó imágenes de Keith en aquel accidente que, aunque lo puso en un enorme riesgo, por alguna razón si no fuera por ese accidente, muy probablemente no lo habría conocido. La sensación de querer cambiar el ambiente deprimente e incómodo era muy urgente.
-Oh, suerte que te encontré, Hehehe. - dejé escapar una risa algo nerviosa. Después decidí preguntar:-¿Cuánto tiempo crees tardar de tu hogar hasta la bahía?
- Mmm... Si voy muy rápido alrededor de una hora. En un recorrido con velocidad regular casi cuatro horas.
Al menos Keith ya no se veía ni parecía tan tenso o deprimido, debía hacer que se olvidará casi por completo de ese tema.
- ¿Tu especie puede hablar cualquier idioma?¿Tiene el suyo propio? Ya sabes, uno especial de sirenas y tritones. - dije enderezando mi espalda y acomodando me en el banco ya que empezaba a sentirme algo entumecido.
Él jugaba un poco con el agua de la tina haciendo algunos círculos o entre sus manos tomando algo de agua para luego dejarla nuevamente, éso pude notar. Me fije después en su pelo negro que me parecía brillar... Me daban unas inmensas ganas de querer acariciarlo.
- Depende cerca de que país vives. Algunos pueden hablar el español, inglés, Alemán, Italiano si vives cerca de ahí o si gustas aprender. Yo sólo se hablar el inglés. Aunque los que me rodean pueden hablar otros idiomas si lo practican. Y no tenemos uno propio. - contestó casi neutral.
Pensé un poco en otras preguntas... Hasta que vino a mi mente una que me llenaba de ilusión.
- ¿Tienes magia marina? ¿Poderes elementales?
- ¿Qué? - dijo algo confundido. Su expresión me daba algo de gracia.
- He visto muchas series y películas donde los de tu especie tienen poderes mágicos. Ya sea de sangre o usando algún artefacto.- le dije recordando aquellas películas.
- Si eres de la realeza sí. A menos que sea un hechicera o bruja. Pero encualquiera de los casos, si puede ser por alguna clase de piedra mágica o que lo hayas heredado. Aún así, depende de cuánta experiencia o conocimiento tengas. Lo máximo de poderes que un tritón o sirena ha llegado a tener, han sido cinco.- no entendí muy bien la parte de heredar y máximo de poder pero eso quiere decir que... ¡Si tienen! ¡Aw! Grite internamente con más emoción.
- ¿Osea qué si tienes poderes? - retome esa pregunta ligeramente cambiada. Lo seguía mirando esperanzado y él desviaba la suya sin mucho interés.
- Por él momento tengo dos. - contestó con simpleza y encogido de hombros.
- ¡Oh!¡Enséñame! - exclame casi chillando y juraba que mis ojos brillaban como un cometa. Mi mirada se desvío de sus orbes violetas a su espalda tan blanca y... perfecta.
Quería abrazarlo.
- Ahora no tengo ánimos. - contestó, aquello me desilusionó un poco. Pero me parecía que se veía incómodo. Y no creo que haya sido por mi petición.
No le dí más vueltas al asunto y le pregunte otra cosa, además de que tenía esa esperanza de que en otra ocasión él me podría mostrar sus... poderes.
-Bueno... ¿Cuántos años tienes?
- Doce años.- Eso me había dejado algo sorprendido. Yo esperaba que dijiera cuando mucho diez años. Por que... se veía muy niño aunque también serio y amargado. Aún así me llegaba aparecer muy lindo y tierno.
No se por que pienso esas cosas... ¿Es normal?
- ¿Quiénes conforman tu familia?- otra pregunta para alejar esos extraños pensamientos y tambien para saber más sobre el tritón. Aunque justo termine esa pregunta y la dije, la analicé y me arrepentí.
No era bueno preguntar sobre un tema familiar... creía...
- Mi padre, mi hermano mayor y mis tíos.
- ¿Y tú madre? -dije inocentemente.
-Ella... murió cuando nací. La... asesinaron. - su voz sonó casi quebrada, habrá recordado algo no muy bonito.
¡Maldición!¡Me odio!¡Soy un idiota! ¿Por qué pregunté?¡Ahg! Y lo que quería era que Keith olvidará ese tema.
- ¡Perdón! ¡Lo lamento mucho! No quería... - trate de excusarse realmente arrepentido.
Él tenía que saber que no fue mi intención. Lo siento Keith.
- No importa...- el tono de su voz y su rostro me partía el alma. ¿Cómo era eso posible? No lo sé.
Simplemente me dolía verlo así. No quería... Realmente, si pudiera hacer algo para que él deje de estar así... Aunque suene exagerado lo haría sin dudarlo.
- ¿Vas a regresar? - pregunté con una mueca triste y molesto conmigo mismo.
- Tengo qué. Pero aún no... Ellos estarán muy preocupados pero sé que no se atreverán a buscarme cerca de la había. Además de que no estoy en condición para realizar el viaje. -respondió mínimamente más tranquilo y serio.
Y se que su seriedad es muy normal y frecuente por lo que por el momento me tranquilizaba ya que sabía que se encontraba un poco mejor de alguna forma... de alguna forma Lo estaba.
-No es que me moleste que estés aquí pero... -empecé ganado me su mirada curiosa y fija. Continúe.- ¿Cuándo regresaras a tu hogar? Para ser más precisos...
Se encontraba pensativo aunque ese ensamble no duro mucho. Algo de lo que empezaba a percatarme era de que cuando el parece pensar de una forma muy seria y centrada, su mirada parece pérdida hacia algún punto preciso.
- Para ser exactos... En unos tres días más.
Eso sería... el miércoles. Éste miércoles... Ugh, los miércoles los estaba empezando a odiar.
-Espero no ser una molestia. -¿molestia? ¡Jamás!
Tengo que tratar de convencerlo para que me visite o algo parecido, no quería que se fuera sin por lo menos me viniera a visitar.
Yo, con mucho gusto iría a su castillo pero no voy aguantar la respiración por tanto tiempo demás del peso del agua y no se que mas.
-No te preocupes.
-¿Algo más? -dijo keith. Quizás tengo más preguntas pero por el momento no las tengo en mi mente reflejadas como deseo. Así que... sólo una mas.
-Y... ¿Keith Qué?
Sonrió con arrogancia. Me preguntaba si algún día vería otras sonrisas que no fueran arrogantes y desafiantes.
- Keith Kogane.
Alzó una ceja quizás esperando algo. Yo imite su sonrisa, me puse de pie ya que me había hartado de estar sentado.
- Lance McClain
:v espero y lo hayan disfrutado.
Y sí llegaron hasta aquí significa que se subió completo.
Fecha de publicación: 07 de Julio del 2017.
Si ven que ando actualizando esto luego de casi cuatro años, es para ponerle número a los capítulos junto a sus títulos xd. Wattpad anda de loco y me desordena los capítulos de varias historias y me di cuenta que está historia no tiene en sus capítulos algún número cronológico. Así que por si las moscas, les ando poniendo un número Romano. Fuera de esto, espero les guste esta historia que hice hace años de esté shipp que me gustó muchísimo en su tiempo.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top