《Nosotros》

Pov de Lance.

Cuando volví a encontrarme con el tritón, con aquella criatura que consideraba las más espectacular que alguna vez pude a ver conocido, le hable todo sobre lo que me dijo mi abuela haciéndolo reflexionar y dejarlo muy pensativo. Esa expresión tan calmada y seria que conocía muy bien, cuando se profundizaba en un mar de pensamientos que sólo él podía navegar.

También comentábamos sobre que pasaría si ambos fuéramos de la misma especie. Si yo un tritón guapo, cosa que le causó mucha gracia o él un niño de mi edad. La conclusión de ambos casos fue que a pesar de todo, si nos llegáramos a conocer tendríamos una amistad que nada rompería.

Y a pesar que era un niño que todavía no experimentaba todas las emociones y no las conocía del todo, lo único que tenía muy en claro era que sólo quería mantenerlo cerca mío. Por que aunque en ese momento no tenía ni idea... Posiblemente ya había caído en el eterno enamoramiento. Pero era tan sólo un niño de doce años que desconocía e ignoraba lo que en verdad deseaba. Muy en el fondo esperaba que el azabache llegará a corresponder mis sentimientos.

-¿No te contó más?

-No. - respondí con una sonrisa tan natural en mí

-Mmm... Necesito saber más sobre ese tritón. Quién sabe y quizás algún viejo conocido o sepa sobre eso.

Después de otra breve charla donde salieron a flote tonterías que nos unían cada vez más, sin embargo, así como las olas más frescas del agua mas dulce, puede llegar una corriente de la sal más fuerte para amargar el momento, y eso fue justo lo que sucedió en ese momento cuando él mencionó ese tema el cuál no deseaba tocar. Sólo dejarlo en el olvido.

-Lance... - dijo suavemente como un bombón bien preparado, cuando decía mi nombre sentía una agradable temblor cálido recorrer mi cuerpo, un bella melodía tan cursi que podría asquearme o hasta deleitarme. Lo miré con un gesto amable dándole a entender que le daba mi total atención por más exagerado que sonase. - ¿Regresaras con tus padres? ¿A Cuba? - preguntó con esos ojos que me ocultaban algo. Quizás quería ilusinarme diciéndome que ocultaba tristeza, tristeza por no querer que me fuera, para quedarme junto a él siempre. Recordé que ya le había contado que sólo me quedaría por unas semanas más en la isla para después regresar al inicio de clases de regreso a mí país.

Me quedé mudo por unos momentos, sus preguntas me llegaron al corazón como una helada que te quebraba los huesos. Mordí levemente mi labio inferior buscando la respuesta.

-Yo... supongo que sí. Pero, - me apresuré a decir para no ver más ese rostro que no me gustaba en él. Keith no era bonito con ese sentimiendo de dolor en su rostro. - Prometo que regresaré en el siguiente verano incluso aunque tarde todo un año Keith, así que esperame por favor. Ahora sólo quiero pasar todo el tiempo contigo. - me sorprendí un poco de mis propias palabras.

Observe con sorpresa como sus orbes violetas se iluminaban, brillaban por mis palabras. Un rubor se apoderó de sus mejillas. Notando lo lindo que se veía.

Me sentí realmente bien de que yo fuera el causante de esa expresión suya, de ser el centro de su felicidad aunque sea sólo por unos momentos.

Sonreí animado y podría agregar orgulloso. Ver lo así me contagio la felicidad.

-Lance... - nombro otra vez mi nombre, pude notar un poco diferente que la vez anterior. ¿Más afectuoso? ¿Amable? - Gracias por estar conmigo. - se avergonzó pero no le importó, se acercó a mi para darme un rápido pero significativo abrazo.

Rodeando mi cuello, logré sentir por unos segundos su encantador aroma que me parecía simplemente único. No sólo era el olor del mar, era algo mucho más fuerte y profundo, algo que podía reconocer incluso con los ojos cerrados y quizás a kilómetros. Una fragancia fugaz.

Una esencia de lo más...

-Keith, me gustas. - admití con sonrojo en mis mejillas, las sentía calientes y apostaba que me veía un poco ridículo. Sentía que si no se lo decía ahora...
Explotaría o tenía miedo de que algo pasará la próxima vez y ya no lo viera más, necesitaba decírselo aunque poco después me arrepentí.

Su mirada de sorpresa y extrañes sólo me indicaba que debía continuar un poco más...

-Me gustas Keith. Eres muy especial, más que un amigo. Y has de saber que no te estoy mintiendo. - dije lo más sincero posible pero nervioso. Noté que la cara de Keith se puso más roja viéndose aún más tierno, se veía tan frágil o eso aparentaba.

-Tú... También me gustas... Eres m-muy lindo cuando eres sincero. - realmente éste tritón me iba a causar un ataque de ternura o algo así. Cubrió su cara con sus manos, estaba más avergonzado y nervioso que yo. Esperaba que no le incomodara. - No me incómodas, quiero pasar más tiempo a tu lado. - con voluntad, dejó ver su rostro y me regaló una hermosa sonrisa que aceleró mi corazón.

Era un niño apenas pero me solía preguntar si aquello que sentía era normal. Si estar siempre con Keith y ser feliz a su lado era algo que tenía permitido.

Sus palabras agrandecieron mi sonrisa. Tenía ganas de mandar todas mis preocupaciones a la China.

Me lancé al cuerpo más bajo para abrazarlo con fuerza y cariño. Una sensación de lo más gratificante y asombrosa, nuestros olores combinados y el sentimiento mutuo. Pensaba que él igual me quería de esa forma que yo sentía, de no ser así él me lo hubiera dicho. ¿No?

Me correspondió el abrazo, sentí sus brazos y pequeñas manos (al menos más que las mías) rodear mi cintura o al menos intentándolo. Me sentía tan especial y querido. No deseaba que ese acto tan especial para mí, para él, para nostros terminase.

Éramos apenas unos novatos, nuevos en todo esto pero... Sentía que estando juntos lograríamos muchas cosas.

No sabíamos si era amor o un simple gustar, pero lo descubririamos con el paso del tiempo. Pero por ahora, podía afirmar que éramos... ¿Más que amigos?

Un niño y un pequeño tritón. Dos seres que pueden tener sentimientos puros pero a la vez tan... pasionales.

Pero claro, en ese entonces todavía no conocíamos bien nuestras emociones.

Pero como avanzaba nuestra historia de amor eterno, íbamos a descubrir lo que sentíamos y que queríamos.

Junto al otro.

El resto del tiempo transcurrió en una conversación sobre ciertos temas en especifico. Cosas como detalles sobre su familia y la clase de magia que ellos usaban, en especial él. Me llegó a llamar la atención que, me dijo que su familia conservaban en secretos y bien escondidos unos artefactos o accesorios que, cualquier ser ya sea pez o humano tuviera en sus manos y supiera usarlo después de cierto tiempo, podía controlar y usar ciertas habilidades en especifico. Como si fueras un mago.

Seguía escuchándolo con una sonrisa boba. Pensando la confesión de hace rato, lo cuál me había resultado tan repentino y rápido. Parecía haber sido un grandioso sueño aquello que había pasado. Pero no, Joder, era Real. Tan real como el universo, tan real como las chanclas de mamá o las sabrosas chimichangas. Tan real como mi hermoso Keith y yo.

Así transcurrieron los siguientes días, donde me metía un poco mas al agua junto a él para divertirme a su lado, además que la sensación de la refrescante agua pasar por mi cuerpo era sensacional pero un poco molestoso que la arena se metiera de vez en cuando en mi ropa interior. Muy incómodo.

Mi abuela nos dedicaba sonrisas amables pero con picardía y sospechosas. Creía que ella ya sabía o sospechaba algo sobre mi tipo de relación con el azabache. En cambio mi abuelo, Charlie parecía más bien distante. Ignorante. O si sabía sobre el tema se mantenía indiferente y callado. Una persona de pocas palabras supongo.

Otra cosa que me mantenía con enorme duda era sobre como cagaban o hacían sus necesidades tanto las sirenas como los tritones. Le pregunté al tritón pero se molesto y avergonzó, me gritó un poco y demás pero al final sólo me dijo que, si he visto a un pez expulsar su escremento o algún líquido, las sirenas y tritones lo hacían muy parecido o exactamente igual. Era divertido como se incomodaba y avergonzaba por ése tipo de cosas. También le insistí  un poco mas de esté tema pero al final me ignoró y reclamo enfurecido que dejará de hablar sobre aquello o me golpearia tan fuerte que olvidaría mi propio nombre.

A veces salía con mi abuela a las compras, recuerdo que en una ocasión le compre un linda liga de cabello al tritón. De un color rojo brilloso y resistente al agua.

Aquella tarde de un viernes si no mal recuerdo, él me dejó que amarrara su cabello sobrante en una coleta, oportunidad que no desaproveche.

Sentí su suave o poco revuelto cabello entre mis dedos, me resultaba divertido y lindo Acomode sus "adorables greñas" para después amarrar como era debido en una cola de caballo, ya estaba algo acostumbrado pues tengo hermanas pequeñas y a veces yo les amarraba su cabello. Parte de su cuello descubierto y la forma en que estaba su cabello me pareció muy....

-Te ves muy bien Keith. Adorable.- le dije el tritón con una sonrisa radiante.

-Eres un baboso Lance.- hizo con un tierno puechero en esos suave labios.

-¿No te gusto mi regalo?- pregunté finjiendo tristesa y decepción.

-Claro que sí... me gustó mucho, gracias. - me sonrió agradecido. Sincero.

Eran esos momentos que resguardada en mi memoria como tesoro o deseaba grabar y tomar alguna fotografía para guardarlo por siempre.

Aunque estaba seguro que no importaba el tiempo que pasase, yo jamás olvidaría esos hermosos ojos púrpuras que siempre me han traído hipnotizados.

-¿Te he dicho que te adoro? Por que te lo diré muy seguido.- dije coqueto ganandome un bello sonrojo en su rostro.

Y la extraña idea de querer tenerlo en mis brazos y nunca soltarlo me invadió.

E incluso imaginaba que el universo sólo nos ponía a nosotros dos entre el espacio. Sólo nosotros dos... Unidos.















La única razón por la que publiqué ésto es por que hoy es el cumpleaños de ciertos mellizos misterio:v y pues yo soy muy fan de  la serie.

TARDARE MUCHISIMO en actualizar por varias razones.

Una usuaria me hizo un bonito dibujo: :"3 de verdad me hacen sentir genial que mi historia les inspire para crear éste tipo de cosas.
  Ésta de capítulo de portada. Los derechos a Im_Loveless_

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top