Pov Keith.

Detestaba tener ésta clase de sentimientos. Pero a la vez... Me gusta.

Lo sé, ¡Era un bipolar!, o lo sigo siendo...

Y todo por culpa de aquel humano de hermosos ojos azules  (se que Lance escuchará ésto) y piel morena que me removió el corazón como nadie ha hecho.

No mentiría, lo extrañaba demasiado. Su mirada siempre clavada en mí... ¿Qué carajo me hiciste McClain?

Tanto era lo que siento por él que  llegue a esperarlo por bastante tiempo. Cinco años para ser más exactos. Ilusionado con volverlo a ver... Y a la vez me sentía tan frustado por que se tardaba demasiado en regresar. Perdiendo casi toda esperanza de creer en el humano. Estando de nuevo solo...

Antes me daba igual andar casi siempre solo, ya me había acostumbrado pero en ésa ocasión era muy distinto. No me gustaba estar en la soledad, me daba tristesa. Nunca recordé que era doloroso. Me preguntaba si Lance me habría olvidado...

Shiro me decía constantemente que me consiguiera nuevos amigos y que no me enganchará en ése niño humano. Que hay muchas sirenas y tritones en el mar. Y sabía que él tiene razón pero... simplemente no aceptaba o quería hacer nuevos amigos. Más bien es que era muy tímido y sé que ellos deberían ser muy pacientes conmigo. Ya que admito que soy alguien un poco difícil de hablar. Ser amigable no es del todo lo mío y menos por mi actitud siempre a la defensiva y serio. Lance fue el primero y uno de los pocos quien me aguantó y acepto tal y como soy. Siguió sonriendo me, siendo persistente (cabe mencionar también que me molestaba mucho), hasta que acepte al fin, ganó mi confianza y... Mi corazón.

Nunca creí albergar sentimientos hacia alguien, sabía que en la vida debía conseguir pareja, mi "alma gemela" para vivir feliz y satisfecho. Y procrear. Tener una familia y todo eso pero jamás imaginé enamorarme a tan corta edad y mucho menos de un humano. Realmente no me importaba mucho si era de mi mismo género. He visto a muchas sirenas con otras y así con tritones. Y viven con sus familias. El género no es un problema, la magia para pocrear incluso siendo del mismo tampoco aunque sabía o sospechaba que con los humanos debía ser diferente. Que ellos no procrean de la misma forma que nuestra especie. Pero eso ya es otro tema. El único problema que consideraba en mi relación con el moreno era de ser de diferente especies. Y aún así decidí confiar en él sabiendo en el fondo que quizás luego sufriría.

Me empezaba a volver frío e indiferente con eso de los sentimientos amorosos. Pero de verdad no me culpaba. Esperar bastante tiempo por alguien a quien apenas conocí y fue un simple y primer amor era normal. Creyendo que sería para siempre. Apenas éramos unos críos y como decía, inexpertos en aquello. O al menos esos eran mis pensamientos.

Aunque en más de una ocasión me encontré con su abuela, América quien me daba apoyo y hacia que no me aburriera tanto en esperarlo.

¿Cuando regresaras Lance? Te extraño tanto... Que me enoja. No podía olvidarlo, eso no era sorpresa. O eso creía  en ése entonces.

Con aquella amable mujer de la tercera edad, hablábamos sobre una historia de "amor" que le ocurrió al hermano de su madre. Donde tenía que ver mucho con los tritones y una época donde se frecuentaba más la... ¿Homofobia?

Ése era nuestro tema de conversación más frecuentado.

También mejoré en el dominio de mis ambos poderes. Si bien, me hacía feliz mostrárselo a mi hermano mayor, Shiro, no era la misma felicidad que con Lance... No era lo mismo.

Y ya dudaba si seguir esperándolo y que siguiera haciendo escombros mi frágil corazón. Por que bien podía ser por fuera alguien rudo, ágil y resistente que llegaba a aparentar temible. Pero por dentro puedo ser muy sumiso y delicado... Tan sensible.

Pero mi gran ilusión y obsesión de volver a encontrarlo incluso aunque tardará décadas y se presentará con alguien mas, con una mujer y  descendencia o verlo en un estado fatal, no me importaba, sólo anhelaba volver a ver esos hermosos ojos azules como el diamante y ése cabello revoltoso y suave color café. Aunque posiblemente me odiara a mi mismo más por esperarlo, pero me era inevitable.

Una tortura eterna.

Sólo le daría una oportunidad más.

[...]

En mis sueños  me hayaba con el moreno. Pero en un tiempo pasado, cuando apenas éramos unos críos, él de trece y yo de doce.

Jugábamos en la arena creando castillos de ésta misma y luego nos metíamos a la refrescante agua mientras su abuela nos traía limonada.

Un agradable momento que se esfumó al despertar.

Y otra vez regresar hasta la bahía para esperarlo.

Dejando de un lado mis obligaciones y familia.

Todo por Lance...

Él amor te hace estúpido... Lo digo por experiencia.

Aunque esta vez me encontré con una grata sorpresa aquel primer día de verano. Ya no era un crío, ya poseía diecisiete años y sabía mejor que nadie lo que quería.

Y cuando ya era muy de tarde donde el sol daba sus últimos rayos de luz y el cielo pasaba de ser una anaranjada rojizo a un azul oscuro, en el mar con un traje de baño juro que lo que más quería en ése momento era darle un buen golpe por todo el tiempo que me hizo esperar y después... Tirarlo de ésa tabla a la que sé que los humanos llaman "Tabla de surf" para después abrazarlo con cariño. Muy cursi soné.

Pero la alegría, nervios, enojo y melancolía invadían mi sistema nervioso.

Tan lejos pero cerca a la vez.

Parecía estar solo, me quedé observándolo desde lejos para verificar aún si mis ojos no me hacían una mala jugada y creía que no se había dado cuenta de mi presencia. Sin duda ha cambiado pero no lo suficinete para no reconocer aquel chico moreno que ama las chimichangas y que siempre conseguía avergonzarme.

Él es mí Lance McClain.

Además se andaba rascando una nalga sin vergüenza alguna, estaba muy seguro que era él.

Sus pensamientos aunque no los leía todos pude acordarme de algunos, como que tenía hambre entre algo más.

Tenía algo en su cuello, probablemente aquel colgante que le di hace cinco años, me hacía muy feliz que todavía lo conservera. O quizás no sea él y sólo otro tipo bien parecido con las mismas características. La única forma de saberlo aparte de leer su mente otra vez sería ver bien de cerca su colgante. Para eso debo hacer contacto con él.

Y si resulta que no es mi Lance va haber un gran escándalo, en pocas palabras la habré cagado.

Pero mi corazón me decía que de verdad, es él.

Mi humano favorito.

Aquel ser que era dueño de mi corazón, sólo mío.

[...]

Disculpen la tardanza :v han sucedido tantas cosas y sólo pude con esté pequeño capítulo TwT. El próximo probablemente sea mas largo. Espero que lo hayan disfrutado :D
Hasta luego :v