07. Ojos claros
Eran las 8 de la noche, y Paris ya se encontraba en el lugar. Por ser un evento privado trató de llegar lo más puntual posible, para causar una buena impresión. Su nueva amiga, Stefanny, estaba en camino, y su otro amigo Marco le dijo que llegaría una hora después debido a un percance.
Estaba sentada en una mesa, sola, mientras observaba todo a su alrededor. El lugar tenía luces cálidas, una alberca y una barra muy grande. En la barra había diversas personas cocinando y también contaban con batender, mientras que la alberca se encontraba llena de agua burbujeante, pero si ninguna persona dentro. Sin lugar a dudas, era el salón de fiestas más elegante en el que Paris había estado jamás. Había muchas mesas, eran redondas y con 4 sillas cada una, contaban con un mantel negro y un centro de mesa que consistía en un cuadrado de madera con rosas rojas dentro. Era muy bonito.
Paris estaba un poco nerviosa. Sostenía su cartera con fuerza y tenía los pies cruzados. Llevó un vestido negro y largo puesto, que contaba con un escote en V. El cabello lo llevaba suelto y alaciado, y también se había puesto unos colgantes plateados. En cuanto al maquillaje, iba con algo muy sutil, pues no quería llamar demasiado la atención.
-¿Gusta un whiskey?-Un joven con sonrisa radiante y traje de mesero la sacó de sus ansiosos pensamientos.
-Oh, am, sí, gracias.-Respondió, más que nada por cortesía.
-Ya vuelvo.
El joven dió un asentimiento de cabeza y se fue.
Mientras tanto, Paris tomó su teléfono y trató de mensajearle a Stefanny para saber si todavía le faltaba mucho por recorrer. Pero en ese momento, llegó el mesero de nuevo, y le extendió un vaso pequeño, deslizandolo sutilmente al frente de ella.
-Aquí tiene, es el primer trago de la noche. Por ley le damos uno así a todos nuestros invitados, pero si usted gusta probar más bebidas, puede acercarse a nosotros sin ningún problema.
Paris observó el vaso y abrió ligeramente la comisura de sus labios. El whiskey contaba con un pequeño hielo en forma de rosa, incluso el hielo era rosado, como una rosa de verdad. Era demasiado hermoso y fino, y definitivamente no se esperaba algo así. Eso dejaba en claro que la 'temática' de la fiesta tenía que ver con flores.
-Wow, muchas gracias, es demasiado lindo.
-Al señor Rose le encantan las rosas.-El mesero se encogió de hombros.-¿Tiene sentido, no?
Paris asintió. Continuaría la plática, pero se sentía muy tímida.
-Bueno-El mesero entendió su silencio-que lo disfrute.-Y se retiró.
Y como si de un llamado divino se tratara, mientras Paris daba el primer sorbo a su bebida, Stefanny llegó y se sentó frente a ella.
-¡Aquí estabas! No te miraba por ninguna parte.
-Hola.-Le sonrió suavemente.-Que bueno que llegaste.
-Había tráfico.-Stefanny se acomodó su tirante rojo.-¿No has visto al jefe?
-¿Fernando?
-¡No! Al famoso...
-Ah, no...-Paris giró su cabeza, mirando en todas direcciones.-Creo que no... A menos que... Lo haya visto y no me haya percatado.
-Bueno, no importa. Me preocupaba llegar después de él y que piense que soy una maldita impuntual.... Cosa que sí soy, pero no quiero que se entere.
Paris y Stefanny soltaron una carcajada al unísono, y siguieron conversando entre ellas hasta que llegara Marco.
[...]
Dos horas habían pasado, y el salón ya se encontraba lleno. Marco estaba en la mesa con ellas, pero nada interesante había pasado hasta el momento. Simplemente todos los empleados platicaban entre ellos, y algunos ya se estaban poniendo ebrios. Pero aún no servían la cena, y tampoco habían visto a Beta.
-¿Y esto cuando empieza?-Preguntó Marco, en tono bajito.
-No lo sé, ya son las 10...-Stefanny hizo una mueca.-Tal vez ya no tardan en servir la cena.
-Eso espero, porque tengo hambre. Hablando de eso... No nos dijeron qué nos darían de cenar, ¿verdad?
-No, solo preguntaron si éramos veganos o no. Pero a ciencia cierta, no sé cuál vaya a ser el menú...
-Su atención por favor, su atención.-Todos los empleados giraron su vista hacia de dónde provenía la voz, una mujer bajita y un poco regordeta estaba haciendo uso del micrófono.
-¿Esa es Beta, no?-Cuestionó Stefanny, susurrando.
-Así es...-Respondió Paris, tras identificar a la mencionada. Su mesa estaba bastante alejada del lugar donde estaba la mujer hablando, pero aún así pudo reconocerla.
-Espero que todos estén pasando una grandiosa noche. En un momento les estaremos llevando sus respectivos platillos a sus lugares.-Marco sonrió a sus adentros.-Pero antes, les pido que escuchen unas palabras del patrocinador de esta reunión. El señor Axl Rose.
Todos los presentes aplaudieron de manera delicada, a modo de respeto. Beta sonrió y dió un paso atrás, y detrás de ella salió un hombre más alto, vestido con un traje gris y algunos accesorios como cadenas, lentes oscuros y anillos vistosos. Tomó el micrófono, carraspeó y comenzó a hablar.
-Buenas noches.-Le dió una mirada rápida a todos, y prosiguió.-Para comenzar, quiero que sepan que me alegra ver que todos, o casi todos nuestros nuevos empleados vinieron esta noche. También espero que se estén divirtiendo o al menos que estén cómodos... Veo la piscina vacía, ¿Qué pasó ahí? ¿Necesitan más alcohol para atreverse a tirarse un clavado?-Axl sonrió de lado, y los presentes comenzaron a reír suavemente por la insinuación.-Porque de ser así, no se preocupen, aquí hay mucho... También tenemos toallas para todos, sé que olvidé incluir en la invitación el hecho de que habría piscina en uso, lo siento por eso. De igual manera, también los invito a fumar libremente, pero después de la comida, o entonces es estofado se va a convertir en ahumado.-De nuevo, los invitados se echaron a reír.-Como sea, si tienen alguna inconformidad pueden acercarse al personal para que lo solucione... Las puertas de emergencia están por allá -Axl apuntó hacia unas puertas de color verde.-Y también, los baños están de este lado.-Axl apuntó a la derecha.-Dicho esto... Muchas gracias por el trabajo que hacen. Créanme que lo más importante para Guns es mantener a nuestros fans contentos, y ustedes nos ayudan a lograr eso. Pero bueno, no me extiendo más. Que disfruten la reunión y, ¡Provecho!
Los trabajadores volvieron a aplaudir, mientras algunos murmuraban "gracias". Axl dejó el micrófono y las luces bajaron su intensidad, y la música subió un poco de volumen. Entonces, los meseros comenzaron a llevar rápidamente los platillos ya listos a las mesas correspondientes; risotto de tomate para los veganos y estofado con salsa y legumbres para el resto, ambos platillos acompañados con limonada.
-Vaya, este tal Axl Rose sí que tiene buen gusto para organizar fiestas.-Dijo Stefanny, viendo su platillo frente a ella.
-¿Verdad que sí? La decoración de flores también fue idea de él.
-¿Enserio?
-Bueno, bendito sea este artista... Yo, voy a proceder a saciarme.-Respondió Marco, comenzando a comer inmediatamente, causando una risa entre ambas chicas.
Mientras todos cenaban, Paris pudo divisar al famoso patrocinador cenando también, en una mesa especial, rodeado de su equipo de trabajo, o sea Beta, Fernando y la otra chica de la cuál aún no sabía el nombre.
La música era amena y se escuchaban risas por todos lados, se veía que todos se la estaban pasando muy bien.
La cena transcurrió con total normalidad, el sabor fue delicioso y el ambiente realmente cómodo. Al terminar, varias personas se levantaron de sus asientos para ir a fumar en la parte exterior (donde se encontraba la alberca), mientras que otras se iban a sus hogares o bien, se quedaban sentados en sus lugares platicando con sus compañeros.
Paris se tocó los labios y se dió cuenta de que gran parte de su labial se le había caído después de cenar, así que se levantó y decidió ir al baño.
-Chicos, ya vuelvo, voy a retocarme un poco el maquillaje.
-¿No quieres entrar a la piscina?-Le cuestionó Marco, un poco confundido.
-No, la verdad es que tengo un poco de frío.
-Bueno, yo iré por más tragos...-Marco miró a Stefanny. -¿Quieres que te traiga uno?
-Sí, por favor.-Sonrió.
-Bueno, ya volvemos.-Dijo Marco, mientras él se iba al lado de la barra y Paris se iba a lado de los sanitarios.
Entró, y se miró en el espejo. Acto seguido abrió su cartera y sacó un mini enjuague bucal, y se limpió la boca con él. Después abrió su cartera para sacar su pequeño labial rosado, y su gloss transparente. Aplicó ambos en orden, el primero encima del otro, acomodó su cabello y se volvió a mirar al espejo. Se vió de un lado, luego del otro, y una vez se sintió segura de su imagen, salió del baño en dirección a su mesa de nuevo. Pero se sintió extrañada al ver a su amiga sola, tal y como la había dejado.
-¿No ha regresado Marco de la barra?
-Sí, pero se metió a la piscina.-Respondió Stefanny, mirando hacia allá.-Creo que ya está algo borracho...
En ese instante, un celular comenzó a vibrar, tenía una llamada entrante.
-¿Es su celular?-Preguntó Paris, y Stefanny asintió.-Mmm... Voy a avisarle que alguien le está llamando.
La mujer se encaminó hacia el lado de la piscina, con la vista un poco nublada por tanto humo. Caminó cuidadosamente, pues el piso estaba mojado y sus zapatillas no ayudaban, y trató de encontrar a Marco entre toda la gente que estaba dentro del agua.
-¡Hay que desnudarnos!-Gritó un tipo, sobresaltando a Paris, y luego se tiró un clavado hacia la alberca. Paris se rió y negó con la cabeza, sin duda Axl tenía razón, lo que les faltaba a sus invitados era alcohol.
-¡Marco!-Gritó, tratando de llamar su atención. -¡Marco!
-¿Eh?-Marco se giró y miró a Paris. -Ah, ¡Ya voy!
Cuando Marco se iba acercando, justo al frente pasó un chico y se tiró de cabeza al agua, causando que el agua salpicara por todos lados, mojando a Paris.
-¡¡Aaaaahhhhh!!-El grito agudo de la chica llamó la atención de todos, quienes observaban como gran parte del vestido de la mujer estaba ahora húmedo.
-Oh, por Dios.-Un hombre mayor volteó y miró lo sucedido, preocupándose al instante y acercándose inmediatamente. -¿Señorita, está bien?
Paris alzó la vista y se encontró con un hombre con voz muy ronca. Sintió que se congelaba al darse cuenta que no era nadie más que Axl Rose, la estrella para la que trabajaba. Sintió una rabia que la recorría, al mismo tiempo que una vergüenza inminente. ¿Cómo era posible que la primer interacción con su jefe de mayor rango fuera viéndola con su glamour completamente arruinado?
-Eh, sí, sí, estoy bien.-Mintió, en realidad quería morirse.
-Disculpelos, la mayoría están ya borrachos.-El hombre aún tenía sus lentes oscuros puestos, y un cigarro en la mano. A pesar del olor a tabaco, un olor muy elegante a colonia se desprendía de él. Paris nunca había tenido la oportunidad de verlo tan de cerca, sin duda se veía muy diferente. -Venga conmigo, le daré una toalla.
Paris miró por encima del hombro de Axl y miró a Marco, quien observaba la escena completamente anonadado. "Tienes una llamada" le articuló con sus labios, a lo que Marco asintió como agradecimiento y salió del agua para ir a revisar. Mientras, Paris no tuvo de otra más que dejarse llevar por el hombre que tenía la mano sobre su espalda, alejándola del agua para, según él, proporcionarle una toalla.
Una vez se alejaron, el hombre llamó hacia el primer trabajador que vió y le alzó la mano.
-Ve a la bodega y traele una toalla a la señorita inmediatamente.
-Sí señor.
El mesero se retiró rápidamente, y Paris se quedó quieta y con la mirada sepultada en el suelo. Tenía mucha vergüenza, y quería huir de ahí.
-Siéntese, por favor.-Axl jaló una silla, y Paris se sentó por compromiso.-¿Se encuentra bien? ¿Quiere una bebida caliente?
-No....-Paris aún miraba al suelo.-Gracias...
-Enserio me disculpo. Mi interés más grande es que mis invitados tengan un buen servicio.
-No es su culpa.-La voz de Paris se escuchaba desanimada.
-¿Cómo te llamas?
-Paris. Paris Schelf.
-Axl Rose, un gusto.-Extendió la mano con una pequeña sonrisa, y la joven la estrechó.
-Aquí tiene, una toalla.-Dijo el mesero, extendiéndole la toalla blanca a Paris.
-Gracias.-Dijo Paris, y la tomó, mientras el trabajador se iba y ella comenzaba a secarse. Su mirada era triste, se sentía decepcionada de que su primera impresión, por la que tanto se esforzó, se hubiera ido al carajo. Aún así, se enfocó en secar todo lo que pudiera, tallando la toalla contra su vestido.
-Por Dios... Déjeme ayudarle.-Dijo Axl, tirando el cigarro al suelo y pisandolo, para acto seguido quitarse su saco. Fue tanta la impresión de la joven que por fin alzó la mirada, solo para corroborar que lo que estaba pasando era real. Axl le pasó el saco por los hombros y se lo puso, le quedaba gigante, pero al menos la cubría del frío.
Y fue entonces cuando Paris hizo contacto visual con Axl por primera vez, encontrándose con unos hermosos ojos claros color verde esmeralda, con una de las miradas más sinceras que había visto en toda su vida.
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