XXXII
El dolor de cabeza que sentía era horrible, de poco a poco se levantó del sillón del despacho donde paso la noche no podía soportar el hecho de dormir en aquélla habitación, se tocó la cabeza y se limpio los ojos, se estiró un poco y ahora tenía que ver que haría de su vida a partir de este punto, aunque no lo quisiera reconocer una parte de el sentía culpa, negó con la cabeza el no podía sentir culpa por ella, sus actos lo orillaron a tomar esta desicion aunque, aunque hay un bebé de por medio, volvió a negar ese bebé era suyo sentía que si pero todo a su alrededor lo negaba, pensó en su abuela ella siempre le dijo que confiará en su corazón, recordó las palabras de Kydel y si todo era cierto y si ella era inocente y si la había hechado con todo y su hijo su primer hijo todo por su coraje e ira, lloro de rabia de dolor de dolor de pronto se calmo y recordó las mentiras de Kira el confío en ella y ella lo decepcionó, tenía que ser fuerte no caería en sus mentiras ella era una mentirosa y ese bebé, salió del despacho tan rápido como pudo como si de alguna forma corriera huyera de esos pensamientos por el momento no podía no quería pensar en Rey en el amor de su vida..
†
— Kydel —, habló Maz en su habitación, — ¿que paso?, ¿donde están todos?.
— Hola tía buenos días — le contestó besando su mejilla.
— Mi niña, — tomando su mano — recién salí de estar con Leia y no veo a Rey por ningún lado.
— Tía, — comenzando a llorar — Ben la corrió.
— ¿Que hizo que? — muy sorprendida, — ¿dime que pasó? — le exigió.
— Se que fue un error de Rey — llorando ante ella.
— Mi niña por favor, — le rogó — ¿dime que pasó?.
Kydel se calmó lo suficiente como para contar todo lo que paso, detalladamente desde el principio desde lo de su amor con Poe y su trágico adiós, del dolor de ella y el dolor de Ben, del amor que nació entré ellos, la inesperada llegada de Poe la verdad sobre su tan repentino adiós y finalmente como Ben se había enterado de todo condenándola al olvido.
— Dio mío, — dijo Maz tocándose el pecho.
— Tía porfavor, — imploró Kydel llena de lágrimas, — tienes que ayudar a Rey, — Kydel miro con cuidado el rostro silencioso de Maz. — tía créeme es la verdad ella es inocente.
— Te creo, creo que en ella, se que aveces cometemos errores que ponen todo a nuestra costa, — tomando su mano — y, — agregando — tenemos que pagar las consecuencias.
— Pero es injusto, — lloro kydel — ella no puede estar sola no ahora que esta embarazada, — mientras lloraba en su regazo.
— Yo hablaré con Ben, — le calmo — no te preocupes, que si todo fue un error el entrara en razón ambas sabemos que el la ama solo que debe estar muy dolido, debes entender por todo lo que le pasó.
— Si, si lo se, — dijo reasignada Kydel — pero sería una injusticia.
— Calma, el entrara en razón, no va a abandonar a su esposa y mucho menos a su hijo.
Kydel lo razonó mejor su tía tenía razón, Ben había sufrido demasiado y las mentiras lo habían destruido, el tardaría en confiar, se acomodo mejor en su lugar y lo pensó.
— Creó que también debe saberlo mi tía Leia, — le dijo limpiandose las lágrimas — antes de que se enteré por otro medio.
— Cariño, — tomando sus dos manos, — tienes que saber que Leia no se siente muy bien.
— ¿Que dices? — muy asustada por estas palabras.
— Creo que a estas alturas ya deberían saberlo y mejor si es por mí, — con una gran tristeza.
— ¿Que esta pasando tía?, — con un horrible presentimiento, Maz tomó sus manos fuerte.
Maz solo agachó la cabeza y miro por la ventana los pajaritos de la mañana ya volaban por el jardín.
— Leia tiene una enfermedad que lamentablemente no tiene cura, — Kydel se quedó inmóvil con la boca abierta y el creciente dolor naciendo de su alma, soltó sus manos bruscamente.
— Es mentira, — con los ojos llenos de lágrimas.
— Kydel por favor cálmate — con algunas lágrimas.
— No no es posible que mi tía éste enferma ella no puede morirse no puede dejarme sola ella me lo prometió, tengo que verla.
— Kydel, — le grito pero kydel corrió hasta donde su tía y no la escuchó.
Kydel solo podía pensar y creer que todo era una confusión que todo era una maldita confusión, su tía Leia la que era como una madre la que le juro estar con ella siempre para apoyarla y escucharla y ahora que ella ya no estaría más, imposible.
— Tía, — abrió la puerta para ver a Luke cerca de Leia sentada en su cama.
— Las dejaré solas por un momento, — soltando a Leia, en el fondo el ya presentía que Kydel sabia la verdad.
— ¿Porque no me dijiste que estabas enferma? — le lloro sin siquiera moverse de su lugar.
— Hija — tratando de calmarla —, lo siento mucho.
— Entoces es verdad, ¿vas a morir? — preguntó llena de lágrimas.
— Ven, — le extendió la mano.
Ella negó con la cabeza.
— Por favor, — sin bajar la mano.
Kydel corrió hacia ella y se apoyo en su regazo llorando desconsolada, Leia la consoló acariciando su pelo.
— Ya no llores mi pequeña, sabes que te amo muchísimo y que pase lo que pase siempre estaré contigo, — ella también comenzó a llorar.
— Me juraste que jamás me dejarías sola, — sollozando en su regazo.
— Mírame, — levantandole el rostro —, siempre estaré contigo, siempre estaré a tú lado.
— Pero no estarás aquí, — rozando su rostro con su mano.
— No importa el lugar donde me encuentre si no el amor que sienta y que siempre sentiré — le sonrió suavemente.
— Te quiero tanto, — abrazándose muy fuerte.
— Y yo también, — le susurro al oído.
†
Maz entró al cuarto de Ben el que ocupaba antes de casarse y entró sin avisar solo para encontrarlo arregladose el traje.
— Te busque en tu habitación. — le dijo mirándole con suspicacia.
— Esta es mi habitación, — acomodando unas cosas en su portafolio.
— ¿Iras a trabajar?. — mirando el portafolio.
— Si, — contestó secamente.
— ¿Donde está Rey? - se paró enfrente de el antes de que se fuera.
— Tía con todo el respeto que usted merece deme permiso. — dijo serio.
— No, — con las manos en las caderas. — me vas a decir donde está Rey tu esposa la madre de tu hijo.
— Seguramente mi querida Kydel ya te habló o más bien te contó lo que ella quería que supieras así que no tengo que decirte nada más y mucho menos discutir contigo, — caminando hacia la salida —, con tu permiso me voy al trabajo.
— No —, lo tomó del brazo. — me vas a decir que pasó, porque estas actuando de esta manera tan, una manera de la cual yo no te eduque.
— No se trata de educación si no de lealtad, — le reto —, y eso no lo hizo Rey.
— Es verdad que cometió errores como todos en el mundo pero eso no era motivo para que la corrieras con todo y embarazo, se que ahora estás muy lleno de ira y enojo y todo eso lo comprendo...
— Ya no sigas, — le interrumpió. — no quiero escuchar no quiero saber de Rey.
— Y simplemente la vas a olvidar la vas borrar, vas a borrar a tu hijo, vas a dejarlos solos en el mundo por no querer hablar cómo las personas civilizadas. — le reclamo.
— Aun no se que haré pero no la quiero cerca mio, — le paró la mano antes de que Maz lo interrumpiera de nuevo. — y ese hijo no se si sea mio, me tengo que ir a trabajar.
— No podrás esconder tu dolor con el trabajo, — con una voz apacible.
— Lo hice antes y lo haré ahora, — le contestó sin verla a la cara.
— Este caso es tan distinto Ben, — le tocó el hombro. —, amas a Rey con toda tu alma y sabes que en el fondo de todo tu dolor que cometes un error y ese hijo es tuyo.
Ben se quedó en silencio como si quisiera olvidar las palabras de su tía aunque ella tenía razón pero su orgullo y confianza estaban tan heridos y lastimados que no lo dejaba razonar.
— Se lo que debo hacer y por el momento no quiero hablar de ello.... — antes de irse, — y yo hablaré con mi madre acerca de Rey así que pido respetó.
— Espero sea la correcta, — soltando su agarré. — porque cualquier movimiento en falso matara algo tan bello y maravilloso.
†
Rey se despertaba lentamente de su lecho, se paró un poco de su cama y miro a su alrededor hay estaba en su vieja habitación en su antigua casa mirando sus viejas cosas en Jakku, había llegado el día anterior y no quiso hablar con nadie solo dormir, aun sentía el dolor en su pecho por las palabras hirientes de Ben que ella sabía solo eran por su ira ciega, pero no se dejaría vencer ella era fuerte tenía que ser fuerte porque ahora lo haría por dos y Rose tenía razón ella tenía que luchar, pero ahora que haría sola aquí en Jakku sabía que la gente hablaría mal de ella tenía que ser valiente.
— ¿Se puede? — preguntó su madre.
— Si mamá pasa, — ella se paró un poco más en la cama.
— ¿Como te sientes? — acariciando su pelo.
— Bien, — con un semblante nada bien.
— Me dirás que pasó en tu casa, Rose se veía tan apagada además de que pidió dormir en su vieja cama como una sirvienta más, pensé que ahora era querría algo mejor.
— Ella es sencilla — dijo orgullosa.
— ¿Ahora me dirás? — le insistió.
— Mamá. — abrazadola. — Ben se enteró de quien era Poe y me dijo cosas horribles me insulto casi me golpea y hasta negó que este hijo es suyo. — llorando.
— Dios mío que horror — abrazadola más fuerte. — pero tranquila el te perdonará el se dará cuenta que todo esto es un error que eres buena esposa. — queriendo consolarla.
— No lo se, se veía tan enojado — le fue sincera.
— Ya veraz que si, el te ama y ama a este bebé solamente que esta dolido pero verá su error.
— Dios te oiga porque si no me perdona yo....
— El te perdonará. — tomando su rostro. — calma ahora.
Motmah la sostuvo en sus brazos como cuando era una niña, ella se sentía tan mal en el fondo ella era la responsable en parte, pero bueno ahora tenía que ver por ella por su hija y su nieto.
— Iré por Rose para que té traiga un te. — dejandola media recostada en el cama, Rey solo asintió.
— Ah Rose. — le dijo a esta que recién entraba con una taza de té.
— Le traía una taza de té caliente, seguro se siente mal aún.
Rose entró y se quedó con Rey.
Al bajar las escaleras Motmah se topo con Unkar Plutt, quien no se veía muy contentó.
— ¿Donde está Rey? — le dijo en un tono molesto.
— De cuando acá té importa mi hija. — sin hacerle caso y siguiendo su camino.
— Contestame. — tomandola bruscamente del brazo.
— Sueltame. — le rogó.
— Dime. — le ordenó, el la soltó.
— Se quedará aquí por un tiempo, su matrimonio no va muy bien, pero no importa todo se resolverá. — mientras cuidaba su brazo.
— ¿Que demonios paso? — dijo furioso. — Rey es tan estúpida que ni siquiera sabe cuídar su maldito matrimonio, — bufo — estaba embarazada que no pudo retenerlo.
— Ya basta, — le gritó.
— Seguramente ya se dio cuenta que tenía metido a Poe Dameron. — le reclamo.
— Todo es tu culpa. — le volvió a alzar la voz.
— Esa chiquilla me va a oír. — dejando a su hermana para ir a la habitación de Rey.
— Dejala. — le gritó. — si la lastimas té mató, — le advirtió.
— No me amenaces. — dándole una bofetada.
Ella callo al suelo.
Rey tomaba el té tranquilamente con Rose a su lado, buena amiga pensó.
— Estúpida. — entró Unkar muy molesto.
— ¿Que quiere? — parandose ante el ya no le tenía miedo.
— No sirves para nada, — tomandola bruscamente de los brazos, ella grito de dolor.
— Dejela, — tratando de quitárselo de encima Rose.
— Tu callate sirvienta del demonio.
— No pudiste mantener tu matrimonio estúpida, — jaloneandola, — has arruinado un buen negoció.
— Sueltala, — entró Motmah gritando.
El la soltó bruscamente tirandola al piso, Motmah se bajó para verla ya que Rey empezó a quejarse.
— Tienes que ir aunque sea de rodillas a pedirle perdón a tu marido me escuchaste, — le ordeno gritándole.
— No lo haré, — le grito por igual. — yo no eh hecho nada.
— Lo harás. — la volvió a tomar pero esta lo escupió, mirando el acto el se limpio el rostro. — lárgate de este casa, ya no es tu casa tu casa es con tu marido.
— Esta es su casa, — intervino Motmah.
— Por supuesto que me iré — dijo Rey un poco más calmada o eso parecía.
— Pero Rey...
— No madre el señor Unkar Plutt tiene razon esta casa ya no es mi casa, nunca lo fué, — tratando de ser valiente. — me iré ahora mismo.
— Muy bien té quiero fuera de esta casa. — fue lo último que dijo Unkar y salió de la habitación.
†
— Rey no te vallas. — le imploró Motmah en la puerta a Rey.
— Madre, — la calmo. — me tengo que ir mi hijo no nacerá aquí no nacerá en esta casa. — mirando el edificio. — cuando tenga un lugar estable té mandaré una carta si.
— Ese no es un consuelo hija — tomó sus manos. — no me dejes, no té vallas. — le imploró entre lágrimas.
— Adiós madre té amo pero adiós, — beso sus manos y camino hacia el carruaje y detrás de ella Rose.
Ambas mujeres subieron al transporte y Motmah se desplomó en la Puerta llorando porque fallo como madre fallo como siempre y perdió a su hija que no pudo proteger.
— Y ¿a donde iremos? — pregunto Rose.
— Al único lugar donde siempre me sentí feliz, amada y dichosa ese será el lugar a donde iremos y donde nacerá mi hijo un lugar que tenía planeado antes de su existencia. — le sonrió y la tomó fuertemente del brazo.
— ¿A donde? — pregunto curiosa.
— A mi casa, a Naboo.
Rose la abrazó todo el viaje a Naboo y Rey solo soñaba que Ben entrará en razón que su amor era demasiado fuerte demasiado eterno para que extinguiera tan rápido, aún era fuego y no cenizas.
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Tengo un sueño estuve a punto de rendirme y no subir hasta mañana pero es LUNES y dije que me podría al corriente... Los amooo.. Espero les guste.
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Saludos a leiaskywalker921 artemisa12 sus comentarios son tan geniales & patriciagissel3 ( tus comentarios son la cosa más maravillosaaa gracias gracias 💖💖)
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A todos mis lectores de Amor Eterno tengo un fic que apenas voy empezando un crossover de Clyde Logan/Daisy Ridley 💖 acá en mi perfil me haría muy feliz que le hecharan un vistazo!!... Beso.
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