XL
Una jóven tan inocente, con un corazón lleno de esperanza añorando ser amada, ser salvada de una prisión de oro esa era la Rey del pasado y que diferencia de con la de ahora con la Rey que es esposa que es madre y que jamás creyó pasar por los grandes desafíos que la vida le tenía guardado para ella, hoy era una mujer fuerte una mujer que podía amar y no por necesidad de escapar si no porque de verdad había encontrado al único y verdadero amor..
Y ahora hablando con el que alguna vez fue su amor sus ojos se llenaban de alegría al ver al hombre frente a ella.
— Que feliz me hace verte así tan dichosa y llena de vida Rey.— dijo un apacible Poe Dameron, uno que también había cambiado mucho desde la última vez.
— A mi también me alegra verte, verte bien.— sonrió Rey para el.
Ben miraba con una mezcla de enojo pero confiaba en ella jamás dudaría de su amor otra vez tampoco podia seguir odiando a alguien que era inocente.
— Vine a saludar a Finn y Kydel por su boda y en unos me iré a Europa.— con los mejores ánimos.
— ¿Europa?.— algo confundida.
— Si, en unas semanas parte un barco hacia Londres veré que me depara el destinó, supongo algo bueno.— dándole la mano.— hasta pronto Rey.
Ella miro su mano extendida hacia ella y luego lo miro no lo pensó y solo lo abrazo un abrazo muy fuerte y lleno de nostalgia y cariño ya no amor sinó cariño sincero de unos amigos.
— Deseo que seas feliz, Poe te perdono.— con su cabeza sumida en su pecho.
El beso su cabeza.— Deseo que seas feliz con Ben es un buen hombre y que tengas muchos hijos.
Ambos se soltaron y se sonrieron como dos buenos amigos llenos de buenos y malos recuerdos pero recuerdos después de todo eso era la vida.
Ben se aprecio ante ellos pero no enojado tampoco molesto el también quería de alguna manera encontrar paz y estabilidad.
— Entoces te vas.— un tono ya no serio ni molesto.
— A Londres.— con una nueva confianza.
— Lo siento por los golpes de la última vez no era mi intensión.— dándole la mano.
— Los merecía.— sonrió de lado,— hasta pronto.— dándole la mano el la tomó y se fue.
Rey abrazo a Ben.
— Te amo Rey.— le dijo dulcemente al oído.
— También te amo.— le beso.— jamás lo olvides.
†
Como si el invierno llegará en un mal momento ya habían pasado algunos meses desde que todo tomaba un mejor curso o al menos eso se sentía, Kydel y Finn vivían no muy lejos de la mansión familiar, Maz y Luke en la casa como antes, Rey, Ben y su pequeña seguían viviendo el la mansión, más que nada la enfermedad de Leia hiba empeorando y lo menos que querían era alejarse.
Era un día frío pero cálido como cuando esta cayendo la nieve mientas se mira por la ventana junto a la chimenea, Ben no soltaba la mano de Leia quien parecía apacible mirando por la ventana.
Se giró entonces para mirar a su pequeño hijo que ya no era tan pequeño.— Ben.— una voz débil pero aún fuerte.
— ¿Que pasa?.— tomando más fuerte su mano.
— Creó que puedo oír a Han.— con los ojos llenos de esperanza.
— Madre.— acariciando su cabello.
— Creó que es hora de que me valla siento.— respirando con dificultad.— que me llama, que me quiere cerca que ya es el momento.
— Madre porfavor.— llorando inevitablemente.— no me dejes, por fin me siento tan feliz y completo que sin tí, mi padre no podré, no lo lograré.— rogando por más tiempo.
— Ben.— se paro con un poco.— escuchame.
— No hagas esfuerzo.— tratando de recostarla de nuevo.— calma y reposa.
— Quiero decirte algo.— calmandolo.— tienes una maravillosa vida, una hija preciosa y una esposa bellísima que te aman no permitas nunca que el dolor ensombrezca tu felicidad yo estaré en un mejor lugar alado de tu padre y tú hijo, en ese lugar siempre estaré contigo siempre.
— Te amo tanto.— abrazandola con fuerza ella era su todo.
Tan bello lugar como un salón donde la música era lenta y suave, una joven de pelo castaño largo y suelto buscaba a alguien de entre la multitud que parecía ignorar su presencia, aunque al final fue el que la encontró ese joven de pelo castaño oscuro con esa mirada de galan y esa sonrisa que aunque lo negara era su todo.
— Te estaba esperándo.— le acarició la mejilla y ella poso su mano junto a la suya.
— Me pase la vida buscándote.— se acurruco entré sus brazos y su pecho.
— Te esperaría mil años más.— le beso la frente.
— Ya no tienes que esperar más.— alcanzó sus labios y se besaron tan dulce como la primera vez.— ahora estoy aquí junto a ti y ya nada ni nadie nos separará.
Otro beso inundó sus labios y aplausos como ecos se oían en un lugar tan alejado pero seguro que no volverían a llorar.
Rey abrazaba a un Ben lleno de lágrimas su madre había muerto el único consuelo que ahora estába juntó a su padre e hijo juntos por siempre.
— Calma mi amor,— le beso la cabeza.— ella ya no sufrirá más.
El solo lloraba su madre se había ido.
El funeral fue algo triste y sombrío puesto que lo último que esperaba la família Skywalker-Amidala era perder a un miembro tan amado como lo era Leia, sepultada junto a su amado Han, sus amorosos padres y su cuñada Mara sería el último lugar donde su cuerpo reposaria porque su alma sería eterna.
†
Algunos meses habían pasado los suficientes como para que la felicidad diera sus frutos, Kydel y Rose esperaban a sus primeros hijos, la felicidad en la casa retomaba su curso el que jamás debió pausarse, aunque una noticia no era del todo alegre volvía a poner a todos nostálgicos la despedida de Ben y Rey que irían a vivir porfin a donde tan habían soñado, su mansión en Naboo.
— Rey porqué te vas justo ahora.— reclamando una Kydel.— me abandonas con este vientre.
— El embarazó te esta poniendo muy Irritable.— bromeó Rey.
— Te vas y me dejas sola, no se como hacerlo.— dijo angustiada la rubia.
— Kydel.— tomando sus manos.— eres una mujer fuerte y decidida se que lo harás bien, además tienes a la tía Maz a todos en esta casa y a Finn.— mirando como hablaba con Ben y Hux del otro lado del salón.
— Ya se, pero te voy a extrañar y voy a extrañar a esta hermosura.— cargando en brazos a la no tan pequeña Hope.
— Cuidado.— rogó Rey.— no hagas tanto esfuerzo.
— Pero que dices.— dándole besos a la pequeña.— si Hope es la niña más linda del mundo, tengo que darle muchos besos.— besando todo su rostro.
La pequeña miraba a Kydel con una gran sonrisa con su ojos color miel y su pelo tan negro como la noche que combinaba tan bien con su piel de luna.
Balbuceo algo y Rey la tomó no podía cree que ya tenía más de un año.
Rose la abrazó.— No puedo creer que te irás, los voy a extrañar.— besando a la bebé.— y más a esta bebé preciosa.
— No nos iremos para siempre,— besando a su niña.— nos cambiaremos de casa solo eso.
— Cuando nazcan nuestros hijos tendrás que venir.— exigió Rose.— mi bebé tiene que conocer a su tía y prima.
— Siempre estaré al pendiente.— las abrazo.— y las voy a extrañar muchísimo, ustedes tampoco dejen de escribir y visitar.
— Mis bellas mujeres es hora de irnos.— tomando en brazos a su hija, le dio un gran beso en su mejilla.— adiós Kydel, adiós Rose.
Rey odiaba las despedidas pero está no era un definitiva, en el trayecto de vuelta al que siempre fue su hogar Rey recordó a su madre había pensando en ella por mucho tiempo y aunque se habían escrito cartas una parte de ella quería abrazarla y que conociera a su hija.
— ¿En que piensas?.— intuyo Ben.
— En mi madre se que no fue la mejor.— recordando todo el dolor acumulado que ella le dio a ella a Poe.—pero es mi madre después de todo.
— Talvez si la vez y hablas con ella.— acariciando su mano.— algo bueno salga.
— Pero Jakku no queda en esta ruta.— abrazandolo muy fuerte.
— Por eso soy tu esposo.— le beso.
— ¿De que hablas?.— preguntó una confundida Rey.
Ben solo río y Rey exigió saber de que se trataba, pero Ben la calmo poniendo de excusa de despertar a su hija, Rey hizo un puchero más pero calló al ver a su hija moverse.
Al llegar a una vieja iglesia no muy lejos de donde vivirían, Rey parecía aún más confundida que antes, Ben bajo primero y Rey le siguió.
— ¿De que se trata todo esto?.— pregunto ella pero en eso su rostro se lleno de mucho regocijo al ver a su madre vestida completamente de azul.— ¿Madre?.
— Mi hija hermosa.— la abrazo muy fuerte y la apretó contra su cuerpo.— ahora si me siento mejor.
— Te extrañe tanto.— casi llorando.
— Fui una pésima madre desde siempre, perdoname.— le rogó ella ahora con lágrimas en los ojos.
— Yo ya te perdone.— le volvió a abrazar.— ¿pero que haces aquí?.— mirando la iglesia tras de ella.
— Me di cuenta tan tarde,— agachando la cabeza un poco.— que fui una mala persona, mezquina y pretenciosa un día me ví rezando y mírame ahora se que Dios es grande y no lo pongo como excusa fuí mala, tan mala que no puedo creer que dañe a mi propia hija,— suspiro.— ahora estoy en paz, vendí la casa espero no te molestes,— Rey negó con la cabeza.— y me siento tan ligera más feliz de lo que antes fuí, solo que, — mirando al carruaje.
Ben regreso con su nieta en brazos y Motmah solo lloro al ver a su nieta.
— Es ella, — cargando a su nieta por primera vez.— eres tan hermosa... — acariciando su pelo.
— Se llama Hope.— le dijo Rey a su madre.
— Es un bellísimo nombre, para una bellísima niña, se parece a tu padre bueno es creo.— sonrió para la niña.— pero este hermoso cabello negro es de tu padre.— ella le sonrió.
— ¿Vendrias con nosotros?.— Rey quería algo positivo, tal vez no era la mejor idea pero era su madre.
— Me encantaría estar cerca de mi nieta y de por supuesto, pero me siento mejor aquí Rey este es mi lugar ayudar a los demás obrar para bien.
— Esta bien.— lloró un poco.
— Estoy bien hija me siento bien te lo juro no es auto castigo es algo que debí hacer hace mucho tiempo atrás.
— Te creo mamá.— un poco más calmada.
— Los días que tenga libre haré lo posible por ir a verlos.— beso a la bebé.
Como si un peso de ensima se quitara de sus hombros esto era la felicidad la que ambas siempre añoraron y hasta ahora se les otorgaba, una hija no podía estar peleada con una madre y una madre no podía estar lejos de una hija no debía haber rencor ni dolor.
†
La mansión estaba casi como la dejaron la última vez que la habían vivido en ella.
— La mande a areglar solo para ustedes, tiene muchas cosas nuevas y otras remodeladas.— la beso en la cabeza.
— ¿La cama es más grande?.— tomando su mano y dándole un cosquilleo en su palma, oh como lo deseaba.
— Podemos averiguarlo más tarde.— otro beso fue robado.— que te parece si vamos al jardín.— tomando su mano.
— Espero no hallas cortado nada.— con un falso enojo.— mis flores son sagradas Benjamin Solo.
— Sígueme.— la guió.
Con la bebé en brazos, el la llevó solo para mostrarle que le había hecho, una gran casa de cristal donde la luz entraría por todos lados y plantaria los que quisiera.
— Es hermoso este lugar es perfecto.— entrando al lugar donde todo era tan colorido.— pasando sus dedos por las Rosas Rojas.
— Sabía que te encantaría.— la abrazo.— ahora mis dos bellezas podrán pasar horas aquí.
— Ya oíste Hope este lugar será para nosotras y tus futuros hermanos.— le besó.— aquí veras crecer la vida y lo maravilloso que es.
Rey camino y llegó hasta el Rosal blanco donde yacia su hijo, se estremeció pero no lloro, se agachó para tocar los pétalos y era como una sensación de estar tocando a su bebé sus suaves mejillas y su mirada angelical.
— Te amaré por siempre mi pequeño bebé mi angelito.— mirando con nostalgia el lugar.
†
¿La vida siempre había sido mala como Ben y Rey? Ya no lo creían así, aveces hay que ver la vida desde otro ángulo y hay se encuentra la felicidad eso paso con ellos que ahora con una niña de 6 años corriendo por su jardín parecía que todo tomaba el mejor rumbo que habían sido recompensados por el error de hace años.
— ¡Te atrapare!.— gritaba Ben tras una pequeña niña de cabellos negros.
La niña con su vestido color café corría entre el jardín con su sonrisa amplia y la felicidad corriendo por sus venas, se escondió tras unos arbustos en las raíces pensando que sería un buen escondite cuando grito por se pillada por su padre.
— ¡Papá!,— gruño entre sus brazos.— hiciste trampa.— le reclamo.
— ¿Trampa?.— besandola en la frente.— Felicity Hope perdiste y tienes que acéptarlo.
Ella río ante la sensación de su beso y las cosquillas que le propinó.
— Esta bien.— le beso la nariz la pequeña.
— ¡La comida esta lista!.— grito Rey desde la ventana, saludando a sus amores.
— Vamos o mamá se enojara con ambos.— haciendo una mueca.
El la bajo y esta corrió hacia adentro tan rápido como una gacela que vivaz era su hija.
Cuando Ben llegó se encontró con una Rey radiante, el se agachó para besarle el vientre abultado y darle una Rosa Roja.
— Te amo aunque no te conozca, te amo aunque no te pueda ver, te amaré por siempre.— le susurro al bebé nonato.
— Y el te amará muchísimo.— acariciando su pelo.
El la cargo lo suficiente como para dejarla a su altura y besarla con amor al que ella correspondió.
— Te amo Benjamin Solo, te esperé desde siempre y te esperia por mil años más.— mientras le acariciaba el rostro y el pelo.
— Te amo Rey Solo y no tienes porque esperar más aquí estoy, aquí estamos y lo estaremos eternamente.
Otro beso más sello su amor y los hijos que vendrían serían los frutos de este amor que perduraría más halla de la eternidad.
FIN
*****
😭😭😭😭... No tengo palabras muchísimas gracias por todo el apoyo por todo el amor brindado para este proyecto!!! Los amoooo 💚💚💚...
GRACIAS!!!
valenaramayo1421
leiaskywalker921
Angieren12
artemisa12
DalysPm
PattyPolo1
patriciagissel3
JudithCortes6
Gracias especiales
Porque siempre estuvieron conmigo apoyandome y dándome ánimos.
Este logró de acabar esta historia se la dedicó a mi papá que ya no está conmigo en éste mundo mortal pero se que donde quiera que éste se sentiría tan feliz porqué, si papá termine una novela, me siento tan orgullosa de el y lo amaré eternamente y un día nos volveremos a encontrar.
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