Capitulo 9

La brisa nocturna de Estelaria acariciaba suavemente la piel de Taehyung y Jungkook mientras deambulaban por las calles empedradas de la ciudad. La luz de las estrellas que brillaban sobre ellos parecía un lienzo esparcido por el cielo, pintado con destellos de vida lejana. Aunque habían visitado incontables mundos en sus viajes, la belleza singular de Estelaria tenía un lugar especial en sus corazones.

Taehyung, con su característica sonrisa que podía iluminar la oscuridad, miró a Jungkook y le propuso

-¿Qué tal si exploramos un poco? Estelaria es famosa por sus jardines nocturnos, ¿verdad?

Jungkook, cuyos ojos siempre parecían reflejar la profundidad del universo, asintió con entusiasmo.

-He oído que las flores aquí emiten su luz bajo la luna. Debe ser un espectáculo digno de ver.

Ambos amigos, convertidos en compañeros de aventuras, se adentraron en el corazón de Estelaria. Las calles se fueron volviendo más tranquilas a medida que la multitud de turistas disminuía, dejándolos solos con el sonido de sus propios pasos y el murmullo de las hojas.

El jardín nocturno estaba custodiado por un arco de piedra, entrelazado con hiedras que parecían brillar con un resplandor propio. Al cruzar el umbral, Taehyung y Jungkook se detuvieron, sobrecogidos por la maravilla ante ellos. Flores de todas formas y tamaños florecían bajo la luna, sus pétalos emitiendo una luz tenue que bailaba con el viento.

Taehyung se acercó a una flor particularmente hermosa, una Dalia Lunar, y la observó con detenimiento.

-Es como si cada una de estas flores llevara un pedazo de las estrellas,-Susurró.

Jungkook se unió a su lado, y juntos compartieron un momento de apreciación silenciosa.

-Es como si estuviéramos caminando en un sueño,- Dijo Jungkook, su voz apenas un murmullo que parecía temeroso de romper la magia del lugar.

Taehyung se volvió hacia Jungkook, sus ojos encontraron los suyos, y en ese instante, la conexión entre ellos se hizo palpable. Había una intimidad en su cercanía que iba más allá de la amistad, una chispa que había ido creciendo con cada aventura compartida, cada sonrisa, cada mirada que duraba un segundo más de lo normal.

-Jungkook,- comenzó Taehyung, su voz cargada de una emoción que temblaba al borde de sus labios,- hay algo que he querido...

No necesitó terminar la frase. Jungkook entendió, y en un movimiento que parecía tan natural como el fluir del tiempo, redujo la distancia entre ellos. Sus labios se encontraron en un beso que capturó la esencia de las estrellas bajo las que se encontraban, suave y brillante, lleno de la promesa de más noches como esta, explorando el universo no solo lado a lado, sino también corazón con corazón.

El beso fue un susurro, un acuerdo tácito de que lo que compartían era tan amplio como el cielo estrellado que los envolvía. Y cuando finalmente se separaron, las sonrisas que adornaban sus rostros eran más brillantes que cualquier flor del jardín nocturno de Estelaria.

En Estelaria, bajo el manto de un cielo que había sido testigo de innumerables historias, comenzaba un nuevo capítulo en la historia de Taehyung y Jungkook, tejido con hilos de luz lunar y amor.

.......

En el silencio que siguió, el mundo pareció detenerse para Taehyung y Jungkook, como si las mismas estrellas hubieran pulsado en pausa para honrar su momento. Los latidos de sus corazones se sincronizaron, marcando un ritmo que solo ellos podían oír, una melodía compuesta por las fibras de su ser.

A su alrededor, el jardín nocturno continuaba su danza etérea, las flores luminiscentes moviéndose suavemente, como si celebraran el nacimiento de un sentimiento tan antiguo como el tiempo y tan nuevo como el rocío de la mañana.

Taehyung, cuyos ojos ahora destilaban una ternura infinita, alcanzó la mano de Jungkook y la entrelazó con la suya.

-Parece que las estrellas no son lo único que ha decidido brillar esta noche,- Dijo con una voz que temblaba con la emoción de un corazón desbocado.

Jungkook, cuya mirada se había vuelto más profunda y significativa, apretó la mano de Taehyung como si fuera un ancla en un mar de incertidumbre.

-Tae, siempre he sentido que había algo más entre nosotros, algo que esperaba el momento perfecto para revelarse.

-Y creo que ese momento es ahora, aquí en Estelaria,-añadió Taehyung, con una sonrisa que parecía competir en brillo con las flores que los rodeaban.

Los dos se perdieron en los ojos del otro, cada uno reflejando la complejidad y la belleza de su unión. No había necesidad de palabras todo lo que necesitaban saber estaba escrito en el lenguaje silencioso que compartían.

Emprendieron su caminata una vez más, ahora como dos almas que habían admitido su conexión al 100%. El jardín, con sus sinuosos senderos y sus secretos florales, se convirtió en el testigo de su promesa silenciosa de explorar no solo los confines del universo, sino también los rincones de sus corazones.

A medida que la noche avanzaba hacia la madrugada, Taehyung y Jungkook se encontraron en una colina que ofrecía una vista panorámica de Estelaria. La ciudad brillaba a lo lejos, un espejo terrenal de la galaxia que se extendía sobre ellos.

Jungkook se detuvo y con una suave voz, habló

- Taehyung, mira el cielo. Cada estrella es una historia, ¿no te parece? Y ahora, nosotros también somos parte de este infinito.

Taehyung asintió, su corazón lleno de una calidez que eclipsaba la frescura de la noche.

-Sí, y cada historia comienza con un solo momento. Como este.

Se abrazaron, encontrando calor en el abrazo del otro, mientras la primera luz del amanecer comenzaba a teñir el cielo de tonos de rosa y naranja. El jardín nocturno a sus pies se desvanecía lentamente, cediendo su esplendor a la luz del día.

Y aunque las flores de Estelaria dormirían hasta la próxima noche, el amor que había florecido entre Taehyung y Jungkook solo acababa de despertar, prometiendo crecer y brillar con cada nuevo amanecer.

En Estelaria, bajo el testigo de un cielo eternamente joven, Taehyung y Jungkook se besaron una vez más, sellando su amor con la promesa de incontables amaneceres y atardeceres compartidos, en este mundo y en todos los que estaban por descubrir. Juntos.


......

Con el abrazo aún intacto y el amanecer esparciendo sus dedos de luz a través del horizonte, Taehyung y Jungkook se mantuvieron en silencio, contemplando la transformación del cielo. La noche había sido su confidente, y ahora el alba se convertía en el heraldo de su nueva realidad.

Taehyung, con una voz que llevaba el suave timbre de la reflexión, rompió el silencio.

-Jungkook, ¿alguna vez pensaste que el viaje nos llevaría aquí?

Jungkook, cuya mirada seguía fijada en el cielo cambiante, respondió con sinceridad.

-No exactamente aquí, en Estelaria, pero siempre supe que cada misión, cada lugar junto a ti, cada viaje era un paso más hacia algo grande. Y ahora sé que ese algo grande eras tú.

Taehyung sonrió, emocionado y conmovido por las palabras de Jungkook. Juntos, habían enfrentado multitudes, desafíos y el peso de las expectativas. Pero en este planeta tranquilo y en la intimidad de su unión, encontraron un santuario.

-Entonces, ¿crees que el destino nos trajo aquí?,-Preguntó Taehyung, aún buscando respuestas en las estrellas que se desvanecían.

-Quizás,-Contestó Jungkook, -o tal vez fuimos nosotros quienes forjamos nuestro camino hasta este instante. El destino es solo el nombre que le damos a las decisiones que tomamos antes de darnos cuenta de que las estamos tomando.

Riendo suavemente ante la profundidad de las palabras de Jungkook, Taehyung se separó ligeramente para ver mejor su rostro.

-Filósofo y poeta, ¿eh? Me gusta esa combinación.

El sol asomaba con más fuerza, y las sombras de la noche retrocedían ante la promesa de un nuevo día. La luz tocaba sus rostros, delineando cada rasgo con una claridad que parecía nueva, como si la noche les hubiera regalado una nueva visión el uno del otro.

-¿Y ahora qué hacemos?,-Preguntó Taehyung, consciente de que el amanecer no solo traía luz sino también decisiones.

Jungkook, con la seguridad que le daba el saber que no estaba solo en aquellos pensamientos, respondió,

-Vivir. Amar. Aventuras juntos. Bailar. Seguir adelante juntos. No necesitamos tener todas las respuestas ahora, Tae. Solo necesitamos estar dispuestos a descubrirlas juntos.

Taehyung asintió, y en ese gesto hubo una aceptación, un compromiso con el viaje que tenían por delante. Se levantaron, sus manos aún entrelazadas, y comenzaron a descender la colina, dejando atrás el jardín nocturno que había sido testigo de su unión.

Caminaron de vuelta a la ciudad de Estelaria, donde la vida comenzaba a despertar. Los vendedores abrían sus puestos, las naves espaciales comenzaban a trazar sus rutas de vuelo, y la gente empezaba su rutina diaria. A Taehyung y Jungkook les esperaba su propia rutina, las aventuras y misiones, pero ahora llevaban consigo un secreto compartido, una verdad que iluminaba sus corazones como las estrellas iluminaban la noche.

Y mientras la ciudad de Estelaria se despertaba a un nuevo día, Taehyung y Jungkook sabían que, sin importar los mundos que exploraran o las multitudes que enfrentaran, su amor sería su constante, su estrella polar, guiándolos a través de cualquier oscuridad hacia el amanecer de infinitas posibilidades.




.....


Les dejo un nuevo capítulo mis
Bellas lectoras
No creo que actualize está semana
Pero lo intentaré 💞🥰

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