A pesar de que la vida no la quizó desde un principio: junto a su hermano, siguieron adelantes. Cambiaron de ciudad para ver si está vez trendrían suerte.

—Bueno ya dejando claro las partes de está casa: les dejo la hoja de instrucciones que tiene que ver con los pagos y esas cosas. Que disfruten de su estancia en este departamento—dicho esto la señora que era dueña del edifico en donde los Maximoff se iban a quedar se fue sin dejar rastro alguno.

—La señora me cayó bien se nota que es amable ¿no crees?— preguntó el sokoviano a su hermana quién estaba observando con la mirada toda la sala.

—Sí, se ve así. Mañana tenemos que irnos a inscribir a una escuela tengo entendido que la mejor y la más recomendada es Midtown así que mañana me acompa...—no pudo terminar por que su hermano salió corriendo con su velocidad y en unos minutos regresó.

—Todo listo, nuestros horarios ya están asignados, pasado mañana es nuestro primer día de clases, no tenemos de nada que preocuparnos—Pietro se acostó en el sofá dejando los papes de la escuela en la mesa de noche.

—Espero que nadie te haya visto usando tus poderes aún no queremos llamar la atención en Queens o de la manera sobre-natural—Wanda se sentó en uno de los sofás mientras miraba sus manos o más bien su anillo, aquel anillo que sus padres le habían regalado cuando era una niña de tan solo 6 años, ahora era una mujer de 16 años, pues aunque ya habían pasado muchos años desde la muerte de sus padres, se sentía aún ese dolor en su pecho —Mañana iré a los laboratorios S.T.A.R.K para ver si puedo entrar al equipo.

—Siempre ha sido tu sueño ¿verdad?— Wanda asintió esta vez mirando a su hermano quién la miraba con una sonrisa de oreja a oreja.

—Sí, quiero ayudar a otras personas, pero de diferente manera. Aunque sé que tarde o temprano usaremos nuestras habilidades para ayudar a combatir el mal —ambos asintieron con una sonrisa— ¿Vienes conmigo?

—Por supuesto, no dejaré sola a mi hermana en algo tan importante y de pasó buscó la manera de entrar al equipo— Wanda sólo pudo negar riendo.

En eso se escuchó que tocaron la puerta del departamento de los gemelos y quién estaba del otro lado era Tía May acompañada de su sobrino Peter Parker. Pues ambos se enteraron de los nuevos inquilinos y querían darle la bienvenida. Pietro fue el que abrió la puerta mientras que Wanda se encontraba atrás de su hermano intentando ocultarse.

—Hola, son nuevos aquí ¿cierto—al parecer el intento de Wanda por esconderse no funcionó, no le quedó de otra de mostrar la cara y al hacerlo se encontró con los ojos cafés de cierto castaño el cuál quedo embobado con los ojos verdes de Wanda —Soy May Parker su vecina de aquí al lado o bueno no tan al lado— ambos gemelos sonrieron por la manera en la cual May se había expresado.

—Un gusto señora, soy Pietro Maximoff y ella es mi hermana...— fue interrumpidó por la castaña

—Wanda Maximoff l—a sorpresa de May era notable pues habia notado cierto parecido en ambos gemelos pero nunca imaginó que fueran hermanos ─ Por sí se lo pregunta somos gemelos pero él es mayor por...

─ 12 minutos ─ Peter sonrió por el amor que ambos tenían, aunque su manera de demostrarlo fuera diferente.

─ El es mi sobrino Peter Parker ─ Peter hizo un saludo con la mano, Pietro se lo devolvió con una sonrisa mientras que Wanda hizo una seña de amor y paz ─ Les tragimos esto a manera de bienvenida ─ en las manos de May había una torta que rápidamente Wanda tomó en sus manos pero se arrepintió al instante pues las manos le empezaron a arder ya que la torta estaba recién hecha.

Con cuidado y tratando de disimular, Wanda llevó la torta a la cocina para después dejarla en el desayunador y empezar a agitar sus manos para que se le pasará el ardor. De todos modos Peter pudo notar lo que estaba haciendo y solo negó con una sonrisa.

─ ¿De donde son? ─ preguntó May con una hermosa sonrisa, de esas que no todas las personas podían dar.

─ De Sokovia, venimos aquí para poder estar mejor ─ Wanda sabía que su hermano estaba mintiendo pues quién más que ellos dos sabían lo que vivieron que fue un total infierno.

─ Nosotros los dejamos, ya platicaremos después, nos alegra que estén aquí, que tengan un buen día ─ May se despidió de beso en la mejilla, Wanda se acercó otra vez a la puerta y May le dio un beso en la mejilla.

─ Igual, que tengan un lindo día ─ hablo Wanda, Peter se despidió de saludo de manos con Pietro. Mientras que con Wanda le dio un beso en el cachete, tal como lo hizo su tía, sin embargo el contacto les causo un sonrojo levemente a los dos.