Capítulo 6: Nata y fresas

Ya había pasado un buen rato desde lo ocurrido y Erza se estaba duchando, se lavo todo su cuerpo pensando aún en lo ocurrido, estaba sonrojada, no podía creer lo que había hecho pero no se arrepentía de nada ya que estaba muy feliz.

Cuando se vistió y salio al comedor, se encontró con el joven colocando los platos en la mesa, una deliciosa comida de pescado con algunas verduras. 

  — No tenía idea que sabías cocinar estas cosas— comento ella sentándose mientras miraba los platos.

— Bueno, he ido aprendiendo con los años jeje— el chico se sentó a comer.

Esa misma tarde estaban sentados en el sofá, Erza leía un libro tranquilamente mientras disfrutaba del silencio mientras Natsu descansaba en su regazo disfrutando de la tranquilidad de estar con la persona que ama.

Un par de horas más tarde el joven decidió darse una ducha para quitarse el sudor de ese día, se estaba lavando el cuerpo cuando escucho el ruido de la puerta, era Erza que entraba solo con una toalla enrollada en su cuerpo. El estaba sentado enjabonándose el pelo cuando la pelirroja tomo el champú, echo un poco en sus manos y ayudo al joven, para provocarlo se quito la toalla colocando desnudos senos en la espalda de este.

— Erza  no necesito ayuda— dijo el mago algo rojo.

— No es nada, deja que te ayude— ella le enjabono la parte de atrás y luego deslizo sus manos a su pecho.

Notaba la dureza de su torso desnudo, era lógico después de tantas batallas y ejercicios estaba en forma. Entonces bajo su mano hasta su entrepierna cosa que tomo por sorpresa al joven.

— Er-Erza...eso es mi...— pero no pudo decir nada ya que ella le dio un suave mordisco en el cuello haciendo que cesara su habla.

— ¿Porqué esta tan duro?— pregunto con una sensual voz la joven mientras lo acariciaba notando su dureza.

 Ella siguió moviendo el miembro de arriba a abajo ayudando al joven a aliviar con la carga que tenía más abajo, le dio la vuelta para poder hacerlo más apropiadamente. El joven se apoyo con sus manos en la bañera dejando su virilidad a cargo de su novia.

  — Tranquilo, Titania se encargara de esto— se colocó de rodillas, se acerco a su miembro quitando uno de sus mechones rojos que se habían caído molestando a la joven.

Y sin esperar más se metió poco a poco el miembro en su boca, el joven gimió unos segundos notando el calor de la boca, su saliva llenaba toda su virilidad mientras ella con su lengua daba vueltas en circulo en la punta asegurando el placer.

La respiración del joven se estaba volviendo cada vez más agitada, ella se metió más profundo llegando hasta la base con dificultad, Natsu no terminaba de creer que Erza estaba haciendo aquello pero apenas podía pensar, estaba en una ola de placer sin descanso como nunca antes ha tenido, se notaba que la joven era inexperta pero poco a poco mejoraba.

  — Erza...no voy...a aguantar mucho más...— dijo entrecortado el chico apretando muy fuerte la bañera.

Ella saco su boca de su hombría y le miro mientras le masturbaba con la mano de manera ágil, la saliva ayudaba a que se desplazase sin dificultad por su miembro que sentía que estaba a punto de explotar.

— No te resistas, solo hazlo— ella puso una voz sensual mientras le daba un beso a la punta que estaba al descubierto.

El chico dio un gemido y mancho a la joven en la cara con su leche, hasta cinco potentes chorros que llenaron por completo el precioso rostro de su novia. Ella sorprendida esbozo una sonrisa guiñando un ojo a Natsu mientras usaba su lengua para limpiar a su amado, el mago estaba aún duro al ver aquella imagen tan lujuriosa de Erza.

— Aún estas duro...podríamos...— susurro ella en tono dulce mientras se limpiaba con la toalla.

Erza se fue a su habitación para esperar a Natsu, al minuto apareció el joven aunque lo primero que vio fue su miembro de lo duro y largo que estaba pasar por la puerta. Se fijo que este llevaba en sus manos natas y fresas, suponía que iban a jugar un poco.

No podían evitar sonreír de manera pícara, ella se coloco boca abajo en la cama dejando al chico ver aquella su figura trasera, tomo la nata y desde su nuca hasta la entrepierna presiono el pitorro del cacharro dejando un gran hilo de espuma blanca. Luego cogió una de las fresas, despacio paso por toda su figura tomando un poco de nata por el camino, ella notaba como la fruta rozaba su fiel, sentía el frío de la nata que erizaba su piel dando un hormigueo excitante.

Luego en su entrepierna paso un poco más la fruta hundiendo la fresa para luego acercársela a Erza quien la comió no sin antes saborear la nata que la rodeaba. Natsu mientras ella aún comía  el último pedazo de la fruta sintió la lengua de este empezar desde arriba besando su cuello de manera lenta mientras su miembro resbalaba entre sus nalgas tomando de paso un poco de la nata, el placer que sentía tener su hombría en aquel culo mientras lo frotaba era muy diferente al anterior en el baño pero casi igual de placentero.

— Natsu...tengo hambre— dijo ella mientras se agarraba el pelo y mordía su labio inferior, todo esto mirando al joven.

El joven le dio la vuelta, se subió un poco arriba de ella y coloco su miembro entre sus grandes pechos aplastando este mientras lo movía, sentía como si su pene se fuera a derretir, ella bajo su cabeza para lamer la punta haciendo que el placer se multiplicara. El joven no aguanto más y sin previo aviso soltó de nuevo unos potentes chorros en la boca de Erza que abrió la boca recibiendo de lleno cada uno de ellos, luego se lo trago.

— Esto es mejor que la nata— dijo ella lamiendo un poco que quedaba en sus pechos. 

Ambos jadeaban pero especialmente Natsu que trataba de recuperarse, aún estaba duro como una roca, bajo un poco abriendo las piernas de la joven, él la miro para su aprobación, ella asintió roja de vergüenza pero con una sonrisa. Con su mano coloco su miembro en la cavidad de ella, de manera lenta y segura para evitar hacerle daño, debido a lo mojada que estaba entro fácil pero ella sintió una punzada de dolor, algunas lagrimas le caían del rostro mientras Natsu vio aparte de eso que un pequeño hilo rojo salía de su entrepierna, era sangre, por lo que Erza era virgen.

  — No pares...es solo al principio— dijo ella mientras suplicaba.

Natsu se movió despacio, poco a poco el dolor se fue convirtiendo en placer haciendo suspirar y hasta gemir a la joven, entonces aumento un poco el ritmo, el dragón slayer sentía un placer que jamas imagino, era realmente caliente, apretado y suave, sus caderas se movían solas mientras Erza apretaba los dientes tratando de no gritar para que la escuchasen en el lugar y con sus manos para hacer fuerza y aguantar.

Tras unos minutos ella se levanto agarrándose a Natsu sentándose encima suya para luego saltar encima de sus caderas sintiendo como entraba y salía el miembro de su amado. Le planto un beso con lengua mientras seguían así, el chico cayo encima de la cama con ella pero sus movimientos no cambiaban, estaba dentro suya.

— Natsu...te amo— dijo ella con una mano en su espalda y otra en sus nalgas.

— Y yo a ti Erza— dijo agarrando uno de sus pechos y con uno de los dedos de la mano libre lo puso en la boca de ella quien al sentir su dedo se lo metió en la boca para chuparlo excitando aún más al joven.

Tras un buen rato Natsu sentía que ya estaba por venirse, ella lo noto y le dijo que lo hiciera dentro, que era un día seguro, que no se preocupase. Tras escuchar esto él aumento mucho más el ritmo haciendo gemir a la joven que gritaba excitada y empapada entre sudor y jugos vaginales, poco le importaba si le escuchaban, solo quería gritar hasta quedarse afónica.

— Erza..¡me vengo!— grito Natsu explotando y soltando todo en el interior de la pelirroja.

Ella se vino al mismo tiempo pero su orgasmo fue más prolongado al sentir todo dentro suya, luego por fin pudo respirar, Natsu estaba encima de sus pechos descansando, no podía verle pero escuchaba su respiración acelerada. Luego este levanto la cabeza, se acerco y le dio un beso, ella le dio otro, se miraron y se sonrieron felices.

  — Toma— dijo Natsu echando nata en su boca para que ella comiera un poco.

— No esta mal...pero prefiero tu nata— contesto ella guiñando un ojo.

Tras haber descansado un rato, se sentaron en la cama y se comieron las fresas con nata, primero uno alimentaba al otro y viceversa. Aquel día fue uno de los mejores de Erza con el joven, que solo sonreía feliz. 

— Te amo Erza— susurro el dragón slayer acariciando su mejilla.

— Y yo a ti Natsu— respondió ella recibiendo las caricias de la joven.

Continuara.

En el próximo, Capítulo 7: Hora de volver a la aventura

PD: Como siempre agradezco sus votos y comentarios, me alegra saber de que les gusta esta historia, es el segundo Narza y quiero hacerlo de uns 30-40 capítulos.

Hacer el amor es de hombres y disfrutar de unas natas con fresas...¡también!.

 

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