Aunque había vuelto de entrenar, Natsu no paro de entrenar durante esos meses para poder seguir creciendo como mago, los demás dragon slayer también entrenaban para aumentar su magia de cazadores de dragones, querían evitar a toda costa la destrucción de Magnolia.

Gildarts vigilaba de cerca el entrenamiento de los jóvenes y les ayudaba, el tiempo pasaba volando dado que se pasaban los días mejorando su magia. 

   — Creo que vamos a poder parar esta amenaza, pero nos enfrentamos a un dragón — comento Gildarts serio.

— No te preocupes, tenemos a 7 dragon slayer y entre ellos tenemos a Natsu — Erza parecía feliz, confiaba mucho en su novio.

— El resto de magos nos uniremos a ayudar, cuantos más mejor — el mago se levanto para ayudar con un ejercicio a Wendy.

Cuando no entrenaban Natsu estaba en casa recuperando fuerzas, quería estar listo y que su cuerpo estuviera al 100% cuando ese combate llegase. La pelirroja le daba masajes para relajar sus músculos, también muchos mimos y caricias que el joven devolvía con alegría.

Una de esas noches Natsu estaba despierto, tenía a Erza dormida en su pecho mientras él no podía conciliar el sueño, tras derrotar a Zeref y Acnalogia pensaba que no tendría que enfrentar a un enemigo tan temible. Por un lado sentía la emoción de pelear contra un oponente con un poder tan grande pero por otro lado temía perder lo que ahora tenía, ya no solo su vida sino la de sus seres queridos, especialmente la de Erza.

Miraba el techo recordando cada uno de los momentos vividos hasta ahora, por un segundo se le cruzo la imagen de sus seres queridos muertos, Erza estaba tumbada con los ojos en blanco, sangrando...muerta...ese miedo le producía un escalofrío que le recorría todo el cuerpo. Pero en ese instante una voz le recordó algo, era la voz de Gildarts el día de la prueba de mago S, cuando le dijo que el miedo no es malo. 

— Tiene razón...voy a luchar y proteger con mi vida a los míos — alzo su brazo y cerro su puño, definitivamente iba a lograr la victoria.

Se despertó más tarde que de costumbre debido a que no había dormido apenas esa noche, salio del cuarto y vio a Erza sirviendo el desayuno mientras le daba los buenos días.

— Parece que no hayas dormido mucho — comento la pelirroja preocupada.

— No mucho, pero bueno, ya esta solucionado — dijo sentándose a comer.

— Me alegra escuchar eso — ella le dio un beso de buenos días y le abrazo por la espalda.

Luego de desayunar se marcharon rumbo al gremio, tenían que seguir entrenando dado que según sus cálculos solo quedaban una semana para la batalla. Wendy había mejorado su magia de sanación hasta tal punto que apenas gastaba magia en curar las heridas de los demás,  sería la encargada de ayudar a los heridos. Por su parte Gajeel mejoro mucho su poder de hierro-sombra evitando ser golpeado por la magia de otros, Sting y Rogue han aprendido a combinar y aumentar sus poderes para usar el poder de las sombras y luz. Cobra por su parte era capaz de crear grandes nubes de gas venenoso que si bien no matarían al dragón podría aturdir a este durante unos segundos que el resto aprovecharía para atacar. 

Laxus era capaz de desplazarse a velocidad del rayo y realizar unos golpes más contundentes que antes y Natsu se reservaba unos cuantos trucos bajo la manga que no quiso revelar. Por su parte, Makarov junto a Lamia Scale prepararon un potente artefacto, como el cañón Júpiter pero mucho más poderoso y con la capacidad de recargar el ataque mucho más rápido. 

   — El consejo ha preparado una gran barrera mágica para defender Magnolia, no sabemos si resistirá muchos ataques pero por lo menos durante los primeros las personas estarán a salvo —  comento Makarov a Gildarts.

— Ya veo, trataremos de alejarlo de aquí para evitar daños mayores...hemos preparado un plan que  si funciona podríamos derrotar en pocos minutos esta amenaza, vamos a darle duro a ese dragón — dijo apretando el puño.

— Si, espero que todo salga a la perfección — Makarov bebió de su copa un gran sorbo.

— No tiene que arriesgarse de esa manera maestro, sabe a que se expone — Gildarts parecía más serio que antes.

— Si, pero es el deber de un maestro guiar a los jóvenes y proteger el futuro de estos, no me asusta ese dragón, ya me enfrenté a Acnalogia y al resto de magos oscuros — respondió terminando su jarra.

El resto de la semana paso volando, el último día descansaron para poder estar al 100%, aquella noche fue sin duda la más silenciosa de Magnolia, ni los gatos maullaban, parecían saber que un gran peligro se acercaba. Al día siguiente cuando se levantaron, desayunaron fuerte para estar a tope de energías, todos estaban reunidos mirando el cielo, pronto aparecería.

Al cabo de unos minutos, sintieron una fuerte presencia que se acercaba desde la distancia, el poder era parecido a Acnalogia, sin duda se podía sentir en todo Magnolia, pronto vieron una figura pequeña, era el enemigo no cabía duda.

— Seguid el plan, ayudaros los unos a los otros...y sobrevivid para ver el brillante futuro que nos aguarda — dijo Natsu al frente de todos mientras golpeaba la palma de su mano.

Continuara.

En el próximo, Capítulo 18: La lucha por el futuro.