Por fin la pareja se había encontrado de nuevo, Natsu se sentía feliz, ademas de estar de nuevo en casa tras un año lo hacia con la mujer que amaba, Erza aún tenia lagrimas en los ojos, no se podía creer que él estuviera de vuelta.

La casa estaba limpia, se notaba que ella se había esforzado por mantener el orden y la casa impune, el chico sentía la calidez de la mano de ella, la miro esbozando una gran sonrisa para después darle un pequeño beso.

  — Te he echado mucho de menos...Erza Scarlet— susurro él dando un beso en su frente.

— Y yo a ti...este año ha sido muy duro sin ti— entonces le abraza mientras siente que ahora es capaz de lograr cualquier cosa.

— Pues ya me tienes de vuelta— dijo apretando un poco sus brazos.

Natsu y Erza se dieron una ducha para refrescarse, no faltaron los mimos mientras se limpiaban y ella se sentía en un paraíso sin fin, no se terminaba de creer aquello, durante un año estuvo allí en aquella casa sola, lejos de Fairy Hills, sin compañía alguna salvo sus fotos y cartas que le envió el joven. Ahora estaban de nuevo juntos, listos para afrontar la nueva amenaza que se cernía sobre Magnolia, pero no importaba, contaban con 7 dragon slayer, y muy buenos ademas.

— Te voy a preparar tu comida favorita— dijo ella con estrellas en los ojos.

— Me muero por comerla, no hemos comido tan bien dado que vivíamos de la naturaleza— se rascaba la nuca recordando aquellas comidas y cenas.

Durante el rato que la pelirroja estuvo preparando la comida con una gran ilusión el joven no paraba de observarla, le encantaba verla feliz,  parecía estar muy concentrada elaborando la comida y atenta a cada paso que indicaba la receta.

  — Muy bien, aquí tienes— ella sirvió cada plato mostrando una gran cantidad de comida que olía especialmente bien.

— No sabes lo mucho que te lo agradezco— él sonrío muy feliz mientras la miraba.

— No...no es nada— ella se puso las manos en la cara avergonzada.

Durante la comida, Natsu le estuvo contando todas las aventuras por las que habían pasado, los monstruos, misiones de pueblos, entrenamiento para aumentar la cantidad de poder del cuerpo del joven, los ligues de Gildarts que acabaron en desastre,etc.

— Veo que has tenido mucho trabajo— comento ella recogiendo los platos.

— Si...ha sido muy duro pero he podido notar como mi poder ha incrementado a un nivel que nunca pensé que alcanzaría— se miraba las manos que aún tenían las marcas de los entrenamientos.

— Bueno, ahora descansa un tiempo, tu cuerpo necesita estar en forma— Erza esbozo su sonrisa mientras Natsu apretaba los puños y sonreía.

Aquellos primeros días de regreso Natsu llevo a Erza a muchos sitios, de comida para que no tuviera que cocinar, a un buen picnic como siempre había deseado ella, a un parque de atracciones donde comieron mucho algodón de azúcar y manzanas de caramelo.

  — Estos días están siendo muy bonitos Natsu— ella tomaba el brazo de él mientras le dio un beso en la mejilla.

— No es nada, tengo que recuperar el tiempo que no hemos estado juntos— comento mientras comía su manzana de caramelo.

Aquella noche Natsu y Erza por fin tras mucho tiempo se decidieron a hacerlo de nuevo, querían esperar un momento único y aquel día era perfecto, ella sonrojada llevaba puesta una lencería roja pero que era transparente. El joven no pudo resistirse mucho más y se abalanzo sobre ella de forma tan bruta que las patas de la cama se rompieron, pero no les importo y siguieron con sus caricias y besos.

Mientras tanto, lejos de allí un dragón congelado en el hielo abrió los ojos, el hielo que le cubría poco a poco se fue rompiendo, primero unas pequeñas rajas, luego agujeros en ciertas partes para finalmente hacerse añicos dejando pequeñas motas de polvo brillante en el aire.

— Muy pronto...este mundo será mio, es hora de que destruya este mundo infectado de humanos...puedo olerlo...los dragon slayer— pensaba mientras empezó a moverse.

Pero resbalo cayendo al suelo, al llevar tanto tiempo dormido la sangre de su cuerpo todavía no recorría con normalidad por todo su gigantesco cuerpo haciendo rugir de rabia a la bestia.  Pero después empezó a reír, él era el último dragón con vida, se sentía el rey del mundo, tampoco detectaba a Acnalogia que era su archienemigo ni tampoco a Zeref, era la ocasión perfecta para hacerse con el control del mundo, solo tenía que destruir a esos cazadores de dragones o como se llamasen.

  — Ha llegado mi hora...tras mucho tiempo y sin Acnalogia ni Zeref nadie podría ser capaz de parar su poder— la bestia dio un rugido triunfal que sacudió todo el lugar.

Por su parte, Natsu se encontraba en la cama o lo que quedaba de ella tumbado, desnudo cubierto por una sábana en su cintura mientras Erza sin nada encima le abrazaba profundamente dormida y con una sonrisa en su rostro.

Continuara.

En el próximo, Capítulo 17: Un mes antes de la batalla

PD: Gracias por los comentarios y votos como de costumbre.

No se olviden de leer Navia, puede que no sea Narza pero oye...es también muy bueno e.e

Paso a comentar de que quizás en el futuro haga un NaMi aunque nunca he pensado en ese ship, ¿les gustaría?.