Capitulo 28: Gritos (II)

Lo único que Ryoken podía considerar "bueno" de estar esperando al hijo de ese maldito de Yusaku, era que lo dejo en paz... al menos ya no lo violaba, pero igual le parecía repugnante como acariciaba su vientre y lo besaba argumentando que era lo que hacía un buen padre ante la espera de su cachorro, en especial si es el primero.

El alfa estaba encantado con esa cosa y él... solo deseaba matarlo o matarse, cualquier opción estaba bien.

— Según leí por ahí, aunque recién tengas 12 semanas el bebé ya puede oír... ¿No te parece increíble~?

— No.

— ¿No te emociona estar esperando a nuestro hijo? —El albino observó por un segundo al de ojos verdes, mostrando su total desprecio.

— Púdrete infeliz.

Yusaku gruño molesto antes de suspirar y seguir en su tarea de mimar por sobre la ropa del menor el vientre levemente hinchado que este tenia, le emocionaba tanto saber que su amado omega de ojos azules tenía en su interior al primero de sus tantos futuros cachorros pero le molestaba demasiado la actitud de Ryoken.

¿Que cosa tenía que hacer para que el albino lo amara a él y al bebé? Porque pareciera que cada día lo odiaba más... pero bueno, ningún matrimonio es perfecto, en especial el de ellos. Que debía ser un secreto por toda la repercusión social que podría haber, porque nadie entendería su hermosa y tierna relación.

— Cambia tu actitud...

— ¿O que? ¿Vas a golpearme y dañar a tu adorado-? —El alfa le dio un puñetazo al menor en la boca y nariz con tanta fuerza que tuvo que inclinarse a un lado para escupir la sangre que se había acumulado por la herida.

— Si te golpeo en la cara, no afectará en nada a mi hijo... solo te hará obedecerme —El omega se limpiaba como podía con su mano temblando, no sabía si era la adrenalina o algo más pero sentía miedo... mucho miedo. Yusaku le agarró con fuerza del cabello obligándolo a verle a la cara, todavía sollozaba adolorido por el golpe y sentía la cara pegajosa por las manchas de su propia sangre—. Y ahora que lo pienso bien... ya pasaste los tres primeros meses... por ende, estas en una etapa donde tener sexo no es algo que pueda provocarte un aborto.

— ¿Que...?

El mayor sonrió antes de obligar al albino a voltearse, quedando bocabajo en la cama, sostener sus dos muñecas mientras se bajaba el pantalón antes de subir el camisón que Ryoken obligadamente usaba como una prenda para dejarlo totalmente expuesto, todo eso lo hizo ignorando completamente los gritos del menor rogando que lo dejara.

Esa misma noche, Yusaku volvió a violarlo como lo había hecho por tres meses antes de embarazarse. Eso fue algo que se repitió incluso unos días antes de su parto.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top