— ¿Ves... mm~... como no dolió nada~? —Ryoken ni siquiera le respondió, sólo siguió llorando mientras trataba de soltarse del agarre que Yusaku tenía sobre sus muñecas— Demonios... Ryoken estás... Ah~ tan apretado~...

Le daba asco escucharlo decir eso, le daba asco siquiera entender que esta estaba siendo su primera vez y se encontraba amordazado por aquel alfa que tanto llegó a apreciar como a un hermano...

— Voy a moverme~.

— ¿¡Que!? ¡Por favor no-! ¡Ah!

Le dolía, le dolía aún más que cuando entró por primera vez en él, y ahora el alfa sólo sacaba y metía esa... cosa... dentro suyo mientras lo obligaba a besarlo en distintos momentos sin dejar su trabajo de ultrajarlo en cada embestida.

¿Fueron horas o fueron minutos? No lo sabía, no quería saber tampoco el tiempo que duró Yusaku antes de llenarlo con algo caliente, que estaba seguro debió ser su semilla, y anudar dentro suyo.

El alfa con un olor a cítricos que antes adoraba se rió complacido cuando el nudo se desincho, dejándolo libre al fin, antes de volver a besarlo, ya no respondió. Se sentía cansado, asqueado y furioso, sentía un montón de otros emociones, todos contra el mismo alfa de ojos verdes que lo había manchado por toda su vida.

— Deja de mirarme así Ryoken, no sabes como me lastimas... —El omega intentaba escapar lo más que podía de las caricias que el mayor le daba en su rostro— Ryoken...

— ¡Déjame en paz! ¡Dejame ir! ¡Dejame volver a casa! —El albino lo encaró aún con las lágrimas cayendo de sus ojos, la expresión llena de enojo que tenía ni siquiera intimido un poco al mayor, es más, tenía una expresión de tanta neutralidad que casi daba miedo su aparente calma— ¡Quiero irme con mi famil-!

— ¡Cállate de una vez!

Yusaku podía tener tanta paciencia como calma en todo momento, al igual que enojó y desprecio, cosa que le pudo demostrar a su amado omega al golpearlo en la boca antes de dejarlo boca abajo en la enorme cama de sábanas blancas que ahora tenían una notoria mancha rojiza casi en el centro y sentarse encima suyo mientras le obligaba a alzar la cabeza sosteniendo sus suaves y finos cabellos con fuerza.

— Quería ir a bañarme y después comprar algunos víveres... —El de ojos azules como estrellas se quejaba sin dejar de llorar, le ardía el labio por el golpe y ahora le dolía la cabeza por la fuerza en que el mayor le jalaba el pelo, además el peso de Yusaku sobre su cadera ya adolorida solo empeoraba su dolor— Pero creo que mejor tenemos otra ronda para recordarte lo que eres...

— ¿Ah...?

— Ahora eres mi esposo, debes cumplirme. Además que tenerte asi... abajo mio y sometido... me excita tanto... —El menor se sobresaltó al sentir el miembro del alfa, nuevamente duro y erecto, cerca de su entrada, de la que aún podía sentir como salía sangre mezclada con algo pegajoso... — Y también estás dejando que mi semen salga de tu entrada... eso no debe ser así... menos cuando estamos tratando de tener un cachorro.

— ¿Estamos... que-? ¡Ah!

— Mmm~ sigues igual de apretado que hace un rato~ ¿No te importa que me mueva ahora, cierto? Es que tu interior está tan caliente y estrecho que no puedo resistirme~.

Volvió a penetrarlo, volvió a violarlo por lo que el omega sintió fueron horas, incluso volvió a anudar dentro suyo mientras liberaba más de esa cosa en su interior.

Claro, eso fue hace bastante... esta vez Yusaku solo le besó la muñeca y se fue. Le dolía la cadera, las piernas y la cabeza, su labio solo ardía por el golpe que se lo rompió; además estaba el sonido del agua de la ducha en el baño privado del cuarto, aún si pudiera caminar y tratar de huir, de nuevo, Yusaku lo volvería a alcanzar y lo devolverá a ese cuarto donde tal vez el castigo que le espere sea peor...

Mejor lo afrontaba, no podía escapar de ese infierno donde entró inconscientemente... 

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Insisto en que no se escribir lemmon xD

Pero hice mi mejor esfuerzo por dar a entender el momento (??)