que comience la búsqueda.

En una isla rodeada de paraíso tropical, un lugar donde reinaba la paz y tranquilidad y el sonido de las olas tranquilas acariciando la arena, junto con el piar de las aves era lo único que lograba oírse en kilómetros. Dos universidades se encontraban en pánico total.

Dentro del edificio sur, el director de la universidad walmsley estaba siendo interrogado por los otros profesores sobre el paradero de Jungkook.

-¿Dónde fue la última vez que lo vieron? - pregunto una profesora a los demás adultos.

-Creo que estaba en el baile de bienvenida con otro profesor. - respondió un señor de chaleco.

-Si, si encontramos al otro profesor que estaba acompañando al señor jeon podamos averiguar dónde está.

-¿Que es lo que piensa hacer, director? - preguntaron unos cuantos, a lo que el hombre se mostró estresado ante la delicada situación.

Del otro lado de la isla, al norte, el director de saito estaba siendo notificado por el profesor Russo sobre la desaparición de jimin.

-¿Cómo que lo perdiste de vista, Russo? - regaño el hombre al pelirojo.

-Ha... Pues, estábamos enojados y~y quize dejarlo solo un rato. E~es lo que siempre hacemos, n~no pensé que... Que el... Desaparecería. - respondió a modo de disculpa, con un tono de tristeza en su voz.

El hombre del otro lado del escritorio suspiró con empatía. No quería imaginar cómo se sentía el profesor ante la desaparición de jimin.

Por supuesto que el director estaba al tanto de la "relación" que se establecía entre park y Russo. El vínculo solo era un secreto para los otros profesores.

Tomo de la mano al hombre frente a el, dandole un apoyo emocional mientras Russo respiraba tratando de mantener la calma.

-No fue tu culpa. Lo encontraremos.

-¿Y~y que tal si está en peligro? ¿¡Y si cayó al agua!? ¿Que tal que está flotando en la inmensidad del mar, varado, agotado, sediento, acalorado? ¡Dios, no me lo voy a perdonar si algo le pasa a mi jimin! - soltó la mano del director y se tomo del pelo, comenzando a sumirse en la paranoia.

-Señor Russo, calmese. El profesor Park es un muchacho joven, capaz y fuerte, el estará bien. Se las arreglará. Notificaré a la guardia marina la desaparición, si cayó al agua en la tormenta, no pudo haber llegado muy lejos.

El pelirojo asíntio, sintiéndose mejor por la rápida actuación del director.

En cuanto Russo recupero la tranquilidad, el director le pidió abandonar el despacho de manera cordial, a lo que Russo acato, dirigiéndose a su cabaña.

Ambas universidades estaban en caos total. Caos provocado por la desaparición de uno de sus respectivos profesores.

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Mientras sus pies se dirigían a su respectiva cabaña, su mente se encontraba reviviendo la situación en la que dejó a jimin.

Recordando sus mejillas empapadas en lágrimas, sus manitas hechas un puño que temblaba sin parar.

Suspiró con un profundo odio hacia si mismo, se sentía el peor de las escorias por haberlo dejado. Mientras caminaba, lo único que se escuchaba era la arena chocar contra sus botas, las nubes retumbando, anunciando posible lluvia y los susurros de su propio odio siguendole de cerca.

Ahora quizás no lo volvería a ver. No dejaba de pensar en que si no se hubiera ido, jimin aún seguiría a su lado.

Se paró frente a la puerta de madera de su cabaña, escuchando la ambigua plática de sus colegas. Suspiró y se limpio el rastro de lágrimas que se había creado en el camino.

Una vez que disimuló su demacrado aspecto, abrió la puerta y camino entre las literas, siendo observando por los ojos de sus compañeros, quienes emanaban olas de tristeza he incomodidad por la desaparición de uno de sus compañeros.

En cuanto alcanzo su cama, se sentó a la orilla en dirección había la ventana, observando la tranquila playa, más haya, un mar que parecía infinito, un mar donde seguramente, su jimin sufría.

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-¡Jungkook! - grito jimin, buscando al más alto con un plátano en la mano izquierda.

Con las dos manos quitaba las ramas que se le cruzaban por el camino, ganándose raspones en sus manitas.

-Arg... - se quejo jimin, sobandose la herida nueva con la mano libre. - ¡Jungkook!

Jimin siguió caminando, mirando al suelo y de repente sonrojandose por su acción.

No puedo creer que este haciendo esto.

Siguió caminando hasta que por fin reconoció el lugar donde se encontraba.

Se detuvo a analizar el lugar, y al cabo de unos segundos dedujo que si cruzaba la pared de arbustos a su derecha, encontraría el campamento de Jungkook.

Una vez que se cubrió la cara lo mejor que pudo, ganándose más cortadas en sus manos y muñecas al atravesar los arbustos, se encontró con jungkook listo para encestarle un golpe con una rama.

De nuevo, jimin se cubrió la cara y cerro los ojos, listo para recibir el golpe.

-Jimin... - se sorprendió jungkook, soltando el palo he inmediatamente callendo al suelo tras de él. - ¿Q~que haces aquí?

Jimin se quitó las manos de la cara, sonrojandose al recordar a qué venía.

-Ha... He... - balbuceo jimin, notando la banana en su mano y extendiendola hacia el pelirojo- Te... Te deje una banana.

Jungkook suspiró con ternura, observando el detalle de jimin. Pero rápidamente sus ojos enfocaron las heridas en las manos del menor.

Frunció el ceño y tomo de las muñecas a jimin, quién se quejo por lo bajo ante el dolor del suave agarre.

-¿Estás bien? ¿Que te paso? - preguntó el más alto, notablemente preocupado.

-Ha... Yo~yo... Me lastime con unas ramitas, no es gran cosa. - de repente sintió como era arrastrado hasta el interior de la cabaña improvisada de Jungkook, al notar lo estrecha de la cabaña, sus piernas quisieron huir, pero solo opuso resistencia.

-Ven, solo quiero vendarte. - se sentó bajo el techo, sentando a jimin al lado de el.

Casi automáticamente, jimin se separó unos centímetros de jungkook, pero el más alto rápidamente se acerco a recuperar la distancia pérdida.

-Quedate quieto. - pidió el pelirojo, tomando la banana de la manito de jimin y dejándola en el suelo. Para posteriormente mojar en desinfectante las manos del bajito.

////Desinfectante casero: Coloca las cáscaras de limón, naranja u otro cítrico y las ramitas de romero en el recipiente. Vierte vinagre blanco hasta que una tercera parte de la botella esté llena, posteriormente agrega 1/3 de alcohol y finaliza con otro 30 por ciento de agua tibia.////

Durante este proceso, los dos adultos se encontraban callados he incómodos.

Jimin barrio con la mirada el pequeño tejado. Miro como las hojas que servían de separación entre el piso helado y la dura tierra estaban pegadas con barro para mantenerlas juntas.

Mientras veía el suelo, inconscientemente su vista se posó sobre la piel naturalmente morena de Jungkook.

Observo detenidamente cada facción, las expresiones y como es que el cabello ondulado de Jungkook acariciaba apenas sus hombros, siendo volados por el viento helado.

Su rostro se ruborizó al darse cuenta de lo que hacía y decidió mirar hacia otro lado.

En cuanto jungkook terminó, jimin rápidamente se levantó, agradeció cortarmente y camino por dónde había llegado, dispuesto a irse.

-¡Espera!... Esta a punto de llover, ¿No quieres dormir conmigo? - pregunto el pelirojo, sintiéndose acalorado por la intimidad de la pregunta. - E~es decir, no conmigo conmigo... Sino... He, bueno, ya sabes a lo que me refiero.

Jimin, quien aún le daba la espalda, se cruzó de brazos, aún con las mejillas enrojecidas.

-Ni loco dormiré con un empleado de walmsley. Puedo cuidarme solo. - comunico con odio en sus palabras.

He inmediatamente comenzó a llover a cantaros.

...

...

...

...

...

...

-Te odio. - susurró jimin, sentado bajo ese techo acogedor que jungkook había hecho.

Tras él, el mayor estaba tratando de soportar la risa.

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Llámenme loca, pero creo que jimin no está sufriendo nada XD.

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