mejillas rojas.

-¡Es muy difícil, es muy difícil! - grito jimin atrapado por el pánico, logro subir al menos 8 metros y cuando volteo abajo, su cuerpo se aferró al árbol- dios, ¿En qué estaba pensando?

Volvió a mirar hacia abajo, buscando su podía caer en un lugar menos peligroso, pero no encontró nada, así que volvió a cerrar sus ojitos he intentar calmarse.

-¡Jimin! - escucho al pelirojo llamarle, por lo que abrió rápidamente los ojos y comenzó a buscarlo con la mirada desesperadamente.

-¡Jimin! - se podia distinguir que jungkook se alejaba, a lo que jimin no tubo otra opción que gritar.

-¡Jungkook, jungkook, jungkook! ¡Aquí estoy! - sorpresivamente, jungkook apareció justo debajo del bananero, sin poder evitar ver al profesor arriba de el de manera cómica. - ¡Arg, no te rías y ayúdame!

El profesor contuvo la carcajada y decidió acercarse más. Después tendría tiempo de burlarse.

Jungkook se paró justo debajo de jimin, analizando la situación en la que se encontraba jimin.

-¿Crees que puedas bajar tu solo? - alzó la voz lo suficiente para que jimin le escuchara fuerte y claro.

Jimin se mordió el labio inferior, nervioso y asustado, mirando hacia abajo y sintiendo vértigo, por lo que se aferró más al bananero.

-¡No! - respondió jimin.

El profesor pelirojo solo suspiró con frustración, la situación era delicada.

-¡Jimin, así como subiste debes de bajar!

-¡No puedo bajar, jeon, no puedo! ¡Me da miedo!

Entonces no había otra opción, jungkook analizó la distancia a la que debía separarse de jimin, dando apenas algunos pasos atrás.

-¡jimin, salta! - grito jungkook, para después adoptar una posición firme para poder atraparlo.

-¿¡Que!? ¡Estás loco, no voy a saltar!

-vamos jimin, ¡No queda de otra!

-¡Claro que hay otras opciones! ¡Busca otra forma de bajarme! - exigió, enojado por la increíblemente tonta idea que se le ocurrió al profesor más listo de todo walmsley.

Jungkook rodó los ojos, debió haberlo adivinado. Si jimin no bajaba a las buenas, bajaría a las mala.

-¡Hay un insecto en el árbol! - advirtió Jungkook.

-¿Un insecto! ¿¡Dónde!? - el peliblanco se apresuro a tratar de espantarlo con sus manos, obviamente soltando su agarre al bananero. - ¡Mierda!

Jimin cayó en picada hacia el suelo, cerró sus ojos en espera de su muerte.

-¡Te tengo! - grito jungkook antes de ser aplastado por jimin, este cayendo encima de él y los dos impactando contra el suelo.

Al dejar de sentir la caída, jimin abrió los ojos temerosamente, sorprendiendose al ver que ya se encontraba en tierra.

-¡Sigo vivoooooo! - celebro jimin, levantándose y comenzando a saltar de la alegría. - sigo vivo, ajá, ho Yea, sigo vivo, ¡que bien! - hizo un pequeño baile de victoria al mismo tiempo que se dió la vuelta y observo al profesor Jeon acostado en el suelo. - ho, ¡Jungkook! De~dejame ayudarte.

Jimin ofreció su mano, mientras el profesor se daba vuelta, quedando sentado y tomando la mano pequeña de jimin.

Jimin jalo con fuerza, sin embargo jungkook era demasiado pesado, por lo que perdió el equilibrio y termino cayéndose encima del profesor.

Para cuándo el peliblanco abrió los ojos, su rostro se acaloro al verse encima de Jungkook.

-¡Ha, perdón! - se disculpo jimin, sin embargo aún no se había levantado.

Por otro lado, jungkook solo mostraba una mueca que jimin no pudo decifrar.

El minuto transcurrió y jimin aún no tenía la capacidad de levantarse.

-jimin, bájate. - pidió jungkook, a lo que jimin rápidamente se puso de pie.

-f~fue accidente. - se excusó, ofreciendo de nuevo la mano a jungkook, estaba vez calculado la fuerza que debía usar para levantarlo.

-Gracias y, ... De nada. - golpeó suavemente el hombro de jimin, para después desaparecer entre los árboles.

El rostro de jimin seguía rojizo, y se enojo consigo mismo por haber reaccionado de forma tan patética.

Se dió unas pequeñas bofetadas de autoregaño y decidió buscar otra cosa para comer.

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Habían pasado horas y jimin aún no encontraba comida, cualquier fruto que encontraba resultaba ser venenoso. Tenía el brazo lleno de salpullido por frotarse en fruto en él para comprobar que era venenoso.

Suspiró y decidió rendirse, estaba oscureciendo y aún no encontraba un lugar donde pasar la noche.

Decidió regresar a la cascada, sentandose en la misma roca y aventando guijarros al agua.

-¡Jimin, ahí estás! - sonrió jungkook, escondiendo algo detrás de su espalda.

Al reparar en la presencia del pelirojo, su rostro volvió a enrojecerse y al tratar de huir termino cayendo al agua.

-Uy... He, veo que aún sigues avergonzado... - el tono en la oración parecía ser de entusiasmo, algo que a jimin descolocó por completo.

Al salir del agua, jimin mantuvo distancia del pelirojo, quién lucía emocionado por mostrarle algo.

Por otro lado, jimin parecía incómodo por la presencia de jungkook. Cosa que jeon pudo sentir, a lo que su sonrisa de borro y comenzó a ser atrapado por la vergüenza, al igual que jimin.

-Yo... He... - intento comenzar jungkook, pero su nerviosismo lo enviaba al instante dónde jimin cayó sobre él y los eternos y vergonzosos segundos en los que podía sentir el calor que desprecia el cuerpo de jimin.

-Si viniste aquí solo para burlarte no estoy de humor. - escupió jimin, sentándose de nuevo en la cora y darle la espalda al pelirojo.

-N~no es... - le interrumpió jimin.

-Jungkook, solo vete... - suspiró la oración de forma cansada. No quería sentir más esa vergüenza que lo había estado atormentando durante las últimas horas.

Jungkook se mordió el labio inferior, sintiéndose pésimo por hacer sentir al profesor temerario que había conocido como un adulto miedoso. Obviamente todo eso era una armadura que jimin había construido y en dónde se sentía seguro, armadura que jungkook destruyó en un par de segundos.

Cuando los pasos de jungkook se escuchaban más y cada vez más lejanos, jimin se tapo con una sola mano parte de su nariz, mejillas y mentón, sintiendo como el color y ardor regresaban a sus mejillas. Odiaba esa sensación, odiaba profundamente como es que jungkook siempre atravesaba sus límites.

De un momento a otro sintió el frío de la soledad, de la ausencia de Jungkook y se dió vuelta, con la intención de ir tras él.

Pero sus intenciones fueron frenadas al ver un pequeño racimo de bananas junto a espaldas de la roca en la que se había sentado.

Su cabeza rápidamente comenzó a unir piezas, recordando cómo es que jungkook había aparecido rasguñado y cansado hacia unos minutos.

Se tapo la boca, sintiéndose conmovido, y solo por unos segundos, dejando pasar el hecho de que sus mejillas habían vuelto a su color rojizo anterior.

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