despedida.

-Vaya, vaya, pero, ¿Que tenemos aquí? - gruño una voz, despertando con su presencia a los profesores.

Jimin fue el primero en abrir los ojos, irguiendose y sorprendiendose al ver al pelirojo en el muelle, de brazos cruzados.

-Rowen... - susurro jimin, en una mezcla de sorpresa, vergüenza y timidez.

-Asi que, ¿Por esto me cambiaste? ¿Por un amorío prohibido con el rival de la universidad para la que trabajas? - escupió cada palabra con profundo odió, cosa que avergonzó aún más al peliblanco.

En eso, jungkook despertó, se irguió y miro la escena en la que se encontraba. Miro a Jimin, buscando en su mirada una señal sobre que hacer, pero jimin solo parecía rojo de tristeza. Todo había terminado para ellos.

Suspiró y abrazo al más bajito, acurrucandolo en su pecho y acariciando su espalda. Los llantos de jimin no tardaron en aparecer.

Por otro lado, Russo solo observo con un semblante callado, tranquilo y serenó, algo que a jungkook no le agradaba, prefería que su reacción hubiera sido de irá, no una calmada, eso le amenazaba aún más.

Los profesores se levantaron y con cuidado pisaron tierra firmé. Ambos enamorados observaron al pelirrojo, esperando que este dijera algo. Lo que sea.

Pero su semblante no desapareció.

Jungkook arrugó la nariz con molestia, se aferró más al profesor de cabellos blancos y le susurro.

-Vamonos, jimin. - pidió con una dulce voz, jimin solo sorbio su naríz y asíntio con tristeza.

Mientras la pareja salía del bosque, Russo les seguía desde atrás, aún callado.

Jimin temblaba, no por el frío sino por la tristeza que inundaba su corazón. ¿Este era el final? Sentía que esto no había tenido ni siquiera un comienzo... Russo les acusaría y quién sabe que ocurriría después...

Una vez que salieron del bosque, la pareja de nuevo miro a Russo, esperando instrucciones.

-...hoy hablaré con el director. Hoy a la noche vendrá el helicóptero para regresar a Seúl. - indico Russo con frialdad, ni jimin ni Jungkook pudieron protestar, solo asintieron.

Una vez que Russo se fue en dirección a los adentros del territorio de su universidad, jimin no lo resistió más, cayó de rodillas al suelo y comenzó a llorar agonizantemente.

Apretó el pasto entre sus puños, rociando estos mismos hilos verdes con la humedad de sus lágrimas.

Jungkook se sentó sobre sus propias piernas y abrazo al mayor, consolandolo lo mejor que podía.

Perdió la cuenta de cuánto tiempo estuvieron abrazados y la cantidad de lágrimas que jimin derramó en su suéter, pero simplemente no podía más.

Apartó a jimin, tomándolo de los hombros y le miro decidido, confundiendo al mayor.

-Jimin, no quiero que esto acabe así. - comenzó el pelirojo.

-Yo no quiero que acabe, jungkook. - sollozó el bajito, limpiando las infinitas lágrimas que brotaban de sus ojos con las mangas de su saco.

El menor se levantó del suelo, se sacudió el polvo de sus rodillas y tomo a jimin de su muñeca, levantandolo del suelo.

-jungkook, ¿Que haces? - la confución que sentía jimin sobrepasó su tristeza, cosa que rara vez sucedía.

Aún con su agarre en la muñeca de su triste pareja, le arrastró hacia el territorio de la universidad walmsley.

-J~jungkook, ¿Te has vuelto loco? Yo no puedo entrar aquí... si me ven~ - intento convencerlo, pero, ¿Que importaba si lo veían o no? Esta noche serían acusados...

Así que dejó de resistirse y simplemente se dejó arrastrar por jungkook.

No le fue muy difícil ubicarse, todo era exactamente como en el territorio de Saito, estaban de camino a los dormitorios de los profesores.

Jimin constantemente observaba hacia todos lados, nervioso por toparse a un profesor o un alumno, pero no había rastros nadie. Quizás era demasiado temprano.

Una vez que se encontraron delante de la puerta azul del dormitorio compartido de Jungkook, le pidió a jimin que lo esperara afuera. El peliblanco asíntio y jungkook entro sin más.

Jimin jugo con los anillos que decoraban sus dedos, estaba en medio del pasillo donde cada puerta era un dormitorio de varios profesores de la universidad se Walmsley, se sentía como un conejito en la boca de un lobo.

Su corazón suspiró de alivio cuando la puerta azul se abrió y de ahí salió jungkook con una ropa puesta mucho más decente que una pijama.

Tomo de las manos a jimin, el bajito sintiendo sus mejillas arder por el gesto.

-Esta noche, si va a ser la última, quiero que sea especial. - dictó jungkook, cosa que confundió aún más a Jimin.

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El itinerario estaba lleno, y jungkook planeaba hacerlo todo.

Mando a jimin a vestirse de manera cómoda y una vez que los dos estaban listos, le arrastró hasta la playa.

Una vez estuvieron ahí, jungkook se dirigió hasta un empleado de la isla he intercambiaron algunas palabras. (Cabe aclarar que los empleados no se alarmaron en ningún momento al verlos juntos porque no distinguen a los profesores de walmsley de los de Saito, solo los alumnos llevan consigo uniformes distintivos)

Jimin solo hizo silencio mientras veía las olas acariciar la orilla.

-Jimin. - le llamo jungkook, cosa que hizo que el mayor le mirara.

Jungkook sonrió y se apartó un poco, dejando ver a jimin como detrás de él, en la orilla del muelle, les esperaban unas poderosas motos acuaticas.

Abrió los ojos con una mezcla de sorpresa y diversión.

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/*/*/Advertencia de escenas sexuales que podrían ser inapropiadas para personas sensibles/*/*/

Motos acuaticas a las 7 AM.

Un tour en bicicleta por el bosque a las 9 AM.

Puenting, aunque esto fue más difícil de realizar ya que jimin le teme a las alturas, a la 1 PM.

Y un viaje alrededor de la isla en  canoa a las 4 PM fueron solo unas pocas actividades que los enamorados hicieron ese día.

Al llegar las 8 de la noche, los profesores se encontraban abrazados en el mirador de la isla, sobre una manta, mirando las estrellas.

Jimin suspiró con una sonrisa en su rostro.

-Fue el día más divertido de mi vida. - confesó el mayor, acurrucado en el pecho de jungkook.

-Mis días siempre son divertidos si te tengo a mi lado. - susurro jungkook, sonrojando a jimin, quién golpeó suavemente su pecho.

-Basta, jejeje. - los dos hombres se rieron, mezclando sus risas mientras se veían a los ojos.

De pronto, el silencio se hizo presenté y no quedaba más que la conexión de sus ojos entre si.

Jungkook fue el primero en bajar su vista y mirar los rosados labios del contrario. Se relamió los suyos propios con tentación.

Jimin sonrió, sus mejillas se enrojecieron al mismo tiempo que entendía que debía hacer.

Con delicadeza rompió el abrazo y se sentó sobre las piernas del menor, rodeando con sus brazos el cuello de Jungkook.

-J~jimin, ¿E~estas~ - y su pregunta fue interrumpida por el choque de sus labios con los de jimin.

Cerró sus ojos y lo que era solo una presión entre sus labios, se convirtió en un baile de ellos, frotando y masajeando suavemente sus hambrientos labios.

La cintura de jimin no tardó en ser rodeada por las firmes manos de Jungkook, acto que provocó la explosión de una mecha dentro del cuerpo de jimin.

Las manos de jimin se deslizaron por el pecho de jungkook, bajando hasta tomar del extremo de su camisa y quitársela por arriba.

Aún en la oscuridad, jimin fue capaz de observar el torso desnudo de su amante justo frente a él.

Jungkook sonrió con satisfacción al ver un brillo lujurioso en los ojos del mayor, entonces no tardó en despojar a jimin de sus pantalones y trusas, dejandolo expuesto.

Las mejillas de jimin se tornaron rojas, nunca lo había hecho al aire libre, se sentía inquietó y nervioso, pero todo pensamiento negativo desapareció cuando su erección fue tomada por una de las manos de Jungkook y este comenzó hacer movimientos suaves de arriba hacia abajo.

Jimin podía ver perfectamente como el bulto en los pantalones de Jungkook se hacía cada vez más grande, quería sacarlo, pero las olas de placer que recorrían todo su cuerpo no se detenían.

Escondió su rostro en el cuello de jungkook, avergonzado por lo que estaba sucediendo.

Por otro lado, jungkook aprovecho la cercanía para besuquear el cuello tembloroso de jimin.

Su sorpresa fue grande cuando sintió unas pequeñas manitas desabrochar su pantalón.

-Jimin... - jadeo cuando sintió las manitas de jimin jugar con su erección.

Un besito timido fue depositado detrás de la oreja de jungkook.

-Ahh~ - chillo jimin cuando sintió una palmada en su nalga.

Las posiciones fueron cambiadas por jungkook y jimin no tardó en sentir la rugosidad de la sabana contra su mejilla. Escondió su rostro entre sus brazos al verse en una posición tan vergonzosa como lo era la de gatito.

Su trasero no tardó en ser palmeado de nuevo, escapándose de sus labios un gemido.

De repente, el silencio de la noche fue llenado por el vibrar de un celular. Era el de jimin.

Jungkook gruño con fastidió, ignoro el hecho y simplemente se inclino para besar la nuca de jimin.

-¿Quien es? - jadeo jimin en un susurro.

-No se, ignoremoslo. - sugirió el pelirojo, continuando con los besitos en la nuca de jimin.

Pero el peliblanco tenía otros planes, estiró el brazo y tomo el celular del bolsillo.

Ambos miraron al mismo tiempo el nombre de quién llamaba.

El nombre en la pantalla quebró todo rastro de pasión en el ambiente.

El nombre “Director Rogers” era claro y visible.

Los amantes se vieron entre ellos, ninguno tenían ganas de seguir.

No tardaron en vestirse y mientras bajaban del mirador, jimin tomo su celular y le regreso la llamada a su jefe.

-¿Director Rogers? ¿En qué puedo ayudarle? 

Rápidamente la llamada fue puesta en altavoz por jimin para que jungkook pudiera escuchar perfectamente.

Jimin, lamento tanto toda esta situación. Debes estar destrozado. Se escuchó del otro lado de la línea la voz desgastada del director.

Jimin suspiró. Esto era demasiado pronto, comenzaba a regresar el dolor en su pecho.

Jungkook se dió cuenta de ésto y se apresuro a tomar de la mano a jimin y enredar sus dedos, proporcionándole estabilidad emocional, cosa que funcionó y jimin sonrió a medias.

-lamento mucho las molestias, las cosas pasaron y...

Ho, no, no, no, no, no, no tienes nada que explicarme. Entiendo que a veces uno no puede controlar lo que siente... El helicóptero viene en camino, por favor, ven pronto y despídete. Y la llamada fue cortada.

Está vez fue jungkook el que se mostró decaído, jimin le beso la mejilla y juntos se fueron al helipuerto.

Estaban a pocos metros del edificio cuando vieron a Russo y al director saliendo a esperar el helicóptero. Se podía ver unas maletas y demás equipaje en las manos de Russo.

Una vez que Russo puso las maletas en el suelo el director abrazo fuertemente al profesor.

Jimin detuvo el avance de Jungkook, quién le miro confundido.

-Aguarda aquí, algo no está bien. - le pidió jimin, jungkook asíntio y solo dejo que jimin se adelantará.

Una vez que el peliblanco se acerco, un abrazo por parte del director no tardó en aparecer.

-Director, ¿Que~

-No puedo creer que ustedes dos se hayan separado, aún no puedo digerirlo. - dijo el hombre de bigote blanco al separarse de jimin.

Jimin solo frunció el ceño con confucion.

El director dirigió su vista a Russo, quién levantaba las maletas al ver un helicóptero acercarse.

-Pero Russo, no tenía porque renunciar. Es decir, entiendo que las cosas en el trabajo se volverían incómodas, pero usted es uno de mis mejores profesores, ningún otro profesor podría enseñar artes mejor que usted. - estrecho la mano del hombre de rojizo cabello.

-Era algo que tenía que hacer. - explico Russo con una reverencia. De repente, dirigió su vista a un confundido jimin. - Jimin, solo te pido que seas feliz... Aunque no sea conmigo.

Russo estaba por darse la vuelta mientras el helicóptero aterrizaba, pero jimin se lanzó a su cuello, abrazándolo con fuerza.

-Gracias... - le susurro, cosa que Rosso solo sonrió a medias y se separó de jimin.

Tanto el director como jimin solo pudieron ver como el profesor de cabellos rojos abordaba el helicóptero y este se elevaba, desapareciendo en la oscuridad de la noche.

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