[2da temporada] conocernos.
Jimin coloco una mueca de confucion ante la pregunta tan insignificante que había hecho Jungkook.
-He... Si, ¿Por? - respondió Jimin, de forma tranquila pero con simpleza.
-Y~yo también soy profesor de filosofía en walmsley. - informo el pelirrojo con una sonrisa adorable escondiéndose entre sus labios.
-¿De verdad? - pregunto el peliblanco, ruborizado, siendo atacado por la adorabilidad de su novio.
-S~si, y~yo... - y aquella sonrisa se borró, siendo reemplazada por un ceño fruncido y un puchero pensativo.
-¿Pasa algo? - pregunto un preocupado Jimin, pues ese había sido un muy repentino cambio de humor.
Jungkook había caído en cuenta que... En realidad no conocía nada de Jimin.
Es decir, llevaban pocos meses de conocerse y en una isla la última información que necesitas saber es el campo laboral de tu acompañante pero, vamos... Conocía tan poco de él.
Lo único que sabía era su nombre completo, su personalidad y en donde trabajaba. Ni siquiera sabía su edad.
Rápidamente se apresuro a resolver eso.
-T~tengo 23 años. - le dijo Jungkook, diciendo aquello de una forma rápida, incluso desesperada.
Jimin, aunque confundido por la información sin contexto, dijo.
-Ho, vaya, jaja. Te creí más grande. - sonrió Jimin.
-¿Cuántos...? - se rascó la nuca, nervioso. Está situación era muy extraña. Es decir, Jimin era su novio, pero aún así no sabía la edad del peliblanco. - ¿Cuántos... Tienes... Tu?
-¿Mhm? ¿Mi edad? - dedujo el más bajito, a lo que Jungkook asíntio con vergüenza. - Ha... ¿No te la había dicho antes?
-No. - respondió el pelirrojo.
Y fue entonces que Jimin entendió la situación.
No sé conocían de nada.
Se habían hecho pareja mucho antes de poder conocerse. Ni siquiera sabía cómo es que Jungkook había llegado a ser profesor de la universidad rival.
Esto tenía que ser una pesadilla. Era ridículo, todo esto era ridículo. Eran completos extraños.
Jimin se mordió los labios, tratando de liberar la frustración que le había provocado todo esto.
Jimin inhaló profundamente, tomándose su tiempo en aquella inhalación, lo suficiente como para devolverlo a sus cabales.
-Tengo 25. - se golpeó la frente por lo ridículo que sonaba esto. - esto no puede estar pasando.
-Vele el lado positivo. - intervino Jungkook, acercándose a su novio. - podremos vernos más seguido y así conocernos mejor.
-Jungkook, somos completos extraños. - dijo Jimin, peinandose el alborotado cabello blanco, tratando de que sus movimientos ocultaran el enorme sonrojo que le había provocado lo último que había dicho Jungkook.
Jungkook se apresuro a tomar a Jimin de sus temblorosas manitas y acercar a su novio al cobijo de su pecho.
-Si, dos completos extraños que se aman. - susurro jungkook, como si ese hecho se tratara de un secreto, escondido del universo, las estrellas y la luna, quienes estaban cerca.
Y el sonrojo de Jimin empeoró.
El pelirrojo pudo sentir con claridad cómo es que las manitas nerviosas de Jimin lentamente se relajaban conforme el provocaba que sus dedos se entrelazaran entre ellos.
Jimin le aparto la mirada, agradecía a todos los Dioses que Jungkook no fuera capaz de ser conciente de lo mucho que le gustaba. Tan solo ver esos relucientes dientes que poseía su novio cuando le sonreía lo ponían de rodillas en el piso.
Lo cierto es que a Jimin le asustaba todo ésto. Le asustaba cómo es que con un solo roce de Jungkook todos sus sentidos automáticamente se relajaban y sus defensas, que por años tardo en construir, fueran derribadas en un par de minutos.
No tardó mucho en querer buscar conectar su mirada con el hombre que tenía frente a él, y Jungkook no se resistió mucho a la petición del más bajo.
-¿Por qué esperar? Conozcamos hoy. - dijo Jimin, recorriendo con sus manitas el cálido pecho de su novio.
Este gesto le voló la cabeza a Jungkook. Conoció chicos y chicas atrevidas antes, pero Jimin tenía una peculiaridad...
Los labios de Jimin y su cuerpo se movieron por voluntad propia, por su pequeño cuerpo le recorrió la vergüenza. Rápidamente intento desviar la atención de Jungkook de la acción tan atrevida que había hecho y lo tomo de la mano y lo encamino a otro lugar lejos de visitas inesperadas.
Inmediatamente se ponía tímido. Y eso lo enloquecía.
Siguió a su avergonzado novio hasta el lugar más recóndito y menos visitado de la isla.
Así es, el lugar donde ni los propios empleados de la isla visitaban: la zona sin wifi.
Aquella zona solo era un pequeño bosque rodeado de árboles dónde la única entrada era un estrecho sendero que te llevaba al centro del bosque.
Al llegar al lugar, ambos se sentaron en el suelo y comenzaron a platicar de manera extensa.
El lugar no era precisamente parte de la isla, el sendero había sido hecho hace muchos años por sus antiguos dueños antes de ser comprada como una isla vacacional.
Alrededor de ellos, mariposas de distintos colores y el piar de diferentes aves les acompañaba.
-¿Y... Tienes hermanos? - pregunto Jungkook.
Jimin asíntio.
-Solo uno, es psicológo. - respondió sonriente el peliblanco.
-Interesante. - rio Jungkook, esperando la pregunta de su enamorado.
-¿Te gusta trabajar para Walmsley? - pregunto Jimin, sorprendiendo al más alto.
-¿Perdona? - pregunto incómodo.
-Y~ya se que decidimos no hablar sobre nuestros trabajos pero, me da mucha curiosidad saber como es tu ambiente laboral. - se removió Jimin, formando un puchero con sus gruesos labios.
-Ya veo, jeje. Pues... Si, la filosofía me encanta, mis alumnos son algo insoportables pero son buenos chicos y... Mis compañeros de trabajo son... Agradables, creo. - se confesó el pelirrojo, en el proceso buscando las palabras correctas.
-Suena divertido~ - celebro Junín.
-¿A ti te gusta tu trabajo? - pregunto Jungkook, curioso.
-Si~ mis alumnos son los más competitivos que hay. - sonrió el mayor.
-Y también los más indisciplinados. - añadió Jungkook, lo que borró la sonrisa de Jimin.
-¿Disculpa? - se mostró ofendido el contrario. - Mis alumnos no son indisciplinados. Solo son... Apasionados.
-Si, ahora tirar huevos a nuestro territorio es apasionado. - gruño el pelirrojo, arqueando una ceja.
Jimin suspiró, no podía creer lo que decía.
-Solo son chicos, está bien que hagan unas insignificantes travesuras. No hagas una escena por esto, por favor te lo pido. - pidió el peliblanco.
-Jimin, lanzar huevos no es una travesura, es vandalismo y está mal. - contraatacó Jungkook.
Jimin se levantó del suelo, eufórico.
-¿Por qué tienes que hacer un drama por esto? Viste sus rostros, solo repórtalo a tu rector y ya. - sentenció el más bajo, dando vueltas en circulos.
Jungkook se levantó igualmente y se acerco a Jimin.
-Sabes que eso no es lo que me molesta. - dijo Jungkook, sintiéndose contagiado por la ira de su novio.
-¿Y que es lo que le molesta al señor Jeon? ¿Que no les haya reprendido? - alzó la voz en tono sarcástico un enojado Jimin.
-¡Si! - grito Jungkook, alzando los brazos en gesto de molestia.
Jimin, molesto y lleno de ira, empezó a señalar a su acompañante mientras le gritaba.
-Un par de huevos no es todo lo que se merece Walmsley. Conoces la historia, Stuart Walmsley no era más que un ladrón de novias. Una amistad tóxica, eso es lo que era. - gruño el más bajito, empujando con más furia a su novio con solo su dedo.
-Ho, ¿Con amistad tóxica te refieres a Chío? Porque Saito solo era un idiota que no dejaba que Walmsley tuviera otras amistades. Siempre estuvo celoso de la popularidad del señor Stuart y por eso alejaba a la gente nueva de la vida de Walmsley. - contraatacó Jungkook, molesto por la difamación que había hecho su pareja.
-¿¡Cómo te atreves!? ¡eso no es verdad! - gritó Jimin, furioso. Jungkook podía ser su pareja pero eso no le daba el derecho a mentir sobre la verdadera historia.
-¡Eso fue lo que pasó! ¿Y sabes algo? Escuché que el señor Saito llamo al señor Walmsley el día que se suicidó, para amenazarlo, diciéndole que ahora que tenía poder iría personalmente a arreglar las cuentas pendientes. Nuestro pobre fundador fue víctima del acoso de tu fundador, presa del miedo hasta el punto de haber tenido que suicidarse antes de que las asquerosas manos de Chío Saito le tocaran. - relato Jungkook, después de eso, Jimin se le fue encima.
-¡Retractate ahora mismo, tu, hijo de puta! - ambos profesores cayeron al suelo, para mala suerte de Jimin, Jungkook era lo suficientemente fuerte como para detener los golpes que él le propinaba.
Jungkook logro sacarse a Jimin de encima, se levantó y Jimin hizo lo mismo.
-¡Tu universidad modificó la historia! - gritaron ambos, jadeando por la adrenalina que recorría sus cuerpos.
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