[2da temporada] chantaje.

Josh mostró en su celular las fotos que había tomado con una sonrisa demoníaca.

Jungkook palideció del horror y se masajeo la cabeza con bastante estrés en ella. Jimin, por otro lado, no pudo lucir más rojo de la vergüenza, se tapo el rostro con derrota y pena.

-Josh, por favor, borra esas fotos. - pidió amablemente y de una forma amenazadora el pelirrojo. Jungkook se levantó del tronco caído y se aproximó al alumno, estirando la mano con la intención de que le entregué el celular.

El alumno escondió su celular en el bolsillo del pantalón, enfureciendo a Jungkook.

-Por última vez, Josh... - gruño de ira el profesor, queriendo acercarse un poco más, sin embargo, el más joven se alejo de él.

-¿Que pasará si envío estás fotos al director? - amenazó el alumno, mostrándole a los profesores cómo es que había escojido la opción de enviar aquellas fotos a un contacto llamado “rector dictador”, solo faltaba presionar un botón y aquellas imágenes se enviarían.

-¡¡No!! - grito Jimin, levantándose de su asiento. - ¡Jungkook sería despedido!

-¡Debiste pensarlo antes de seducirlo, marica de Saito! - gritó Jun, la chica secretamente enamorada de Jungkook.

-Señorita Yoshmai, le voy a exigir que no llame así al profesor. - exigió Jungkook, lo intimidante que era Jungkook molesto casi hace que la chica se disculpe.

-Creo que en estos momentos usted no está para exigirnos nada, profesor Jeon. - interrumpió Lee, señalando a Josh con el celular en mano.

Jungkook suspiró, de esta no podían librarse por su cuenta.

-¿Cuáles son sus exigencias? - pregunto Jimin, dispuesto a cualquier cosa para proteger el trabajo de su amado.

Los alumnos se miraron entre sí, todos tenían distintos deseos que un profesor podría entregarles, pero entre todos esos deseos, tenían uno en común.

Observaron a los profesores y todos respondieron a la vez;

-Queremos ganar la competencia.

Tanto Jimin como Jungkook, al escuchar aquella petición engrandecieron los ojos.

¿Le estaban pidiendo a Saito perder... A propósito?

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-Acepto. - Finalizo Jimin, a lo que su novio le miro, sorprendido.

Jungkook lo tomo por los hombros y lo sacudió, queriendo hacerlo entrar en razón.

-Jimin, no puedes hacer eso. Piensa bien tu respuesta, por favor. - le rogó el pelirrojo, pero el más bajito lo tenía decidido.

El peliblanco aparto al más grande y se dirigió hacia los alumnos.

-Acepto la petición. Ahora borren esas fotos. - pidió el profesor.

-las borraré cuando ganemos la competencia. - se despidió Josh, siendo seguido por sus compañeros.

Al quedar solos en medio del bosque, Jimin se dió la libertad de volver a sentarse en el tronco caído y masagearse las sienes.

-Jimin, no tienes que protegerme. - insistió Jungkook, sentandose al lado de su novio y consolandolo.

-No, Jungkook. No voy a permitir que pierdas tu empleo. - se negó Jimin de forma agresiva, intimidado a Jungkook.

Jungkook sonrió enternecido y abrazo a su querido mochi.

-Renunciare si es necesario. - susurro, no se le ocurría otra cosa mejor.

-No te perdonaré si lo haces. - susurro de igual forma el peliblanco.

Los chicos se rieron un poco a pesar de la situación y se acurrucaron el uno junto al otro.

Pero, a pesar de que Jimin se lo tomaba con humor, por dentro sentía que ya se arrepentía de su decision.

-Y yo no permitiré que hagas perder a tu propio equipo. - dijo finalmente el pelirrojo, abrazando por la cintura al profesor y pegándole a su pecho.

-Crei que querías ganar a toda costa. - se sonrojo Jimin por la lindura de su novio.

-No es divertido con trampas. - se quejo Jungkook, a lo que Jimin se rio con verdadera burla y se acurrucó en el pecho de Jungkook.

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La mañana había llegado y los profesores tuvieron que separarse para “despertar” lejos del otro.

Al comenzar el día, Jimin tuvo que ponerse manos a la obra y entrenar a sus alumnos para la competencia.

Para no despertar sospechas, no les enseñaría más a sus alumnos, no quería que salieran lastimados. Solo les saborearia el mismo día del evento.

Por otro lado, Jungkook solo se dedicó a entrenar a sus alumnos según lo planeado. Sería más fácil si aquellos demonios chantajistas se molestaran en hacer los entrenamientos con verdadero espíritu de competencia.

Debido al descaro de sus alumnos, Jungkook se vio en la obligación de hacerlos pasar por alumnos enfermos y dándoles el día libre.

Para cuándo aquellos chicos se fueron a disfrutar su día libre, Jungkook por fin pudo respirar.

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El día fue agotador, Jimin no podía estar más estresado.

Regreso a su habitación, como de costumbre, sus compañeros no se encontraban.

Se desvistió lentamente y una vez quedó en boxers se desplomó en su cama cansadamente.

Ahora que su celular había captado la señal wifi, su celular comenzó a atiborrarse de notificaciones.

Se permitió dormir un poco antes de tomar su celular y revisarlo.

Durmió aproximadamente una hora y media, para cuando despertó no le fue extraño el echo de que aún se encontraba solo.

Quizás invitar a Jungkook a su apartamento no era tan arriesgado como pareciera. Colarlo por el territorio era el verdadero reto.

Al tomar su celular agrando los ojos con sorpresa al ver un mensaje de su director.

“Querido Jimin, el profesor más dedicado de mi universidad y el más leal de todos. En unos días cumplirás 5 años de servicio arduo con Saito y creo que ya es hora.
Ciertamente eres el hijo que siempre quize y al que, creo yo se merece más que todos mis empleados ser mi sucesor.
Hijo, este viejo pronto se va a jubilar y nada me haría más feliz que ver a mi querido Baby Mochi tomar el volante de este barco de miles de años de antigüedad. Se que si eres tú, nada ni nadie podrá hundirlo. Por favor, ven a mi apartamento pronto para que puedas saber los detalles.”

Jimin se quedó en blanco, ¿Él, el rector de Saito?

No sé veía como director, el nunca aspiro a ello, solo deseaba impartir filosofía en una buena universidad.

Esto eran grandes noticias, ¡Jungkook se podría tan feliz por el!

...

Jungkook...

¿Jungkook aceptaría este ascenso?

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