Fin
Personajes utilizados en esta historia no me pertenecen, los créditos son para sus respectivos creadores.
—Nunca pensé que llegaría a tener a una hermanita, me cuesta imaginar que seas la tía de Pan Amelia. —Comentó Gohan levantando a la niña lo más alto que sus brazos pudieron estirarse.
—Bueno, no es tu único hermano. —inesperadamente habló causando intriga en gohan. —Aunque aún no sabemos si será niño o niña... —confesó Gokú y los ojos de su hijo mayor se abrieron ante esa noticia.
—Significa que... —murmuró y Gokú asintió antes de que pudiera continuar. —¡Felicidades Papá!. —fue lo único que pudo decir y su padre agradeció con un asentimiento.
—Tuve mucho tiempo para pensar, y ahora deseo haber sido mejor padre para tí y para goten, ahora lo sé y no puedo evitar odiarme por tardar en comprender algo tan simple... —se disculpó y tocó el hombro de gohan.—Todo este tiempo me he dado cuenta que nunca fui alguien bueno, no estuve cuando tú y goten nacieron, no estuve cuando debí criarte y tampoco lo estaré a partir de ahora. —con un débil risita se decepcionó de sí mismo en ese comentario.
—Veo que realmente te has empeñado en mejorar eso con esta nueva vida —Comentó Goha y tiernamente regresó a Amelia a los brazos de su padre. —el señor Whis nos ha explicado que nuestro tiempo aquí no se compara con el que tú has vivido, cualquiera habría pensado en considerar las cosas en esas condiciones. —continuó y acarició el cabello de la hija de gokú. —De alguna forma entiendo la situación, pero Mamá... —explicó después. —Esto ha sido muy repentino, nadie esperaba que todo esto pudiese ocurrir. —terminó sin poder describir la situación por la que esa mujer estaba pasando, devolvió a la niña y notó el rostro de preocupación y miedo que expresó gokú ante esa explicación.
—Esto es muy complicado... —respondió Gokú rascando su cabellera. —Milk seguramente está enojada con todo esto, Goten debe pensar que su padre es una mala persona por abandonar a su madre, aunque no sería la primera vez que ocurre. —suspiró frustrado después y rascó su cabellera.
—Hablaré con Mamá. —dijo Gohan repentinamente. —Si terminará de esa forma, veo que no puedo molestarme contigo ni reprocharte nada, lo menos que puedo hacer es velar por tu felicidad y ayudarte a concluir todo de la mejor manera, he hablado con goten y le explicado la situación, seguramente lo comprenderá. —Dijo y se acercó a su padre con una sonrisa. —No recuerdo haber escuchado expresarte de esa forma padre, de alguna manera eres muy diferente... Quisiera que videl conozca a Amelia-chan, seguramente se impresionará mucho, no tardará en venir con Pan. —Informó y Gokú se alegró por la noticia.
—Ese vestido es muy lindo, es formal y elegante. —amablemente Bulma se dirigió a Meláscula que continuaba con su gesto poco animado.
—Supongo que debo agradecer el cumplido. —Dijo ella y continuó devorando los bocadillos que se le eran entregados. —Go-kun me compró este vestido cuando nos conocimos, no es de mi gusto pero a él le agrada. —continuó explicando.
—Realmente es como una muñeca, siento que quiero abrazarla... —Exclamó la madre de bulma mientras miraba con ternura a la demonio.
—Por cierto, te ves muy joven para estar casada y ser madre, ¿qué edad tienes? — preguntó Bulma en un momento de pausa al detallar los finos gestos de la mujer.
—Bueno, estuve un largo tiempo dentro de un sello antes de conocer a Gokú, pero dejando eso de lado tengo 367 años. —Respondió dándose su tiempo para pensar y luego de contestar continuó deleitándose con la comida, mientras una incrédula bulma cruzó miradas con la androide 18.
—¿De qué estás hablando? —preguntó la esposa de krillin.
—¡¿Cómo puedes tener tantos años?! —preguntó Bulma un poco alterada por esa respuesta sin lógica alguna.
—Los demonios vivimos por mucho tiempo, además intento verme linda para Go-kun, siempre están intentando quitármelo.—continuó respondiendo dejando aún más incrédulas a las mujeres.
—Bien Amelia-chan, espero que pronto conozcas a tu hermanito Goten. —habló Gokú caminando por el patio de la corporación cápsula. —Por ahora hay que ir a comer todo lo que podamos! —continuó y se dispuso a ir en búsqueda de los demás, sin embargo sus pasos se interrumpieron al notar la presencia de alguien más.
—Hola Vegeta, pensé que no te acercarías a saludarme. —exclamó el Son, sin embargo ni de lejos parecía ser lo que vegeta buscaba.
—No digas estupideces Kakaroto, tenemos un asunto pendiente. —Respondió el príncipe cruzándose de brazos. —Lo único que me importa es saber qué tan fuerte te has vuelto en todos esos años. —terminó mientras miró de forma seria a su rival.
—¡Oye, al menos deberías preguntar como estoy! —Respondió Gokú con tono molesto por la actitud de vegeta.
—No digas tonterías, Conociéndote habrás aprovechado ese tiempo para entrenar arduamente y buscar una forma de superar el poder que tenías. —Contestó vegeta con rudeza.
—Bueno, en realidad si he entrenado, pero no pude hacer mucho, el señor whis me ordenó pasar desapercibido en ese sitio y no causar alboroto. — respondió Gokú a las dudas de Vegeta. —Además no hay seres fuertes, tuve que pelear con un gato extraño que no se moría con nada. —explicó recordando mientras rascaba su cabeza.
—Un gato, ¿qué clase de oponente es ese? —preguntó levantando una ceja y gokú levantó sus hombros.
—Era un animal con el poder del Caos o algo así, hablaba raro y quería comerme, además de eso me enfrenté al rey demonio y fue menos complicado de lo que me esperaba. —explicó dejando desconcertado a Vegeta. —pero por alguna razón me vi incapaz de utilizar todo mi poder, casi muero al utilizar el poder que copié al señor Bills, pero con la ayuda de Meláscula-chan he podido aumentar la intensidad de mi entrenamiento. —prosiguió, solo dejando más confuso a Vegeta.
—¿Me dices que no has encontrado a ningún oponente que valga la pena y además de eso perdiste tu poder? —fue claro al formular esa pregunta, pero Gokú fue más claro al responder positivamente a esa respuesta.
—Creo que aunque intente enfrentarte no podría ganarte, así que perdón por eso vegeta. —afirmó mientras rió nerviosamente, la sorpresa se hizo presente en el príncipe ante las declaraciones que Gokú ofrecía.
—Qué patético. —Masculló el príncipe. —si esa mocosa tiene sangre de saiyajin posiblemente en un futuro tendrás un buen oponente. —dijo Vegeta, sin embargo gokú apenas si le prestaba atención.
—Supongo que solo me queda entrenar por si alguien malo aparece, resulta que los tipos malos son los más fuertes. —Respondió Gokú mientras lanzó a su hija hacia arriba y la volvió a recibir. —Mira Amelia-chan, ese tipo aburrido y enojado de ahí es vegeta. —comentó apuntando al príncipe, un tic en el ojo apareció en el saiyajin.
—Me cuesta aceptar que estoy tratando con el mismo tarado de siempre. —comentó vegeta soltando un débil gruñido. —No te soporto, desaparece de mi vista! —añadió después y gokú simplemente se limitó a reír.
—Oye vegeta! —llamó mientras observó al saiyajin alejarse y aunque se detuvo no se volvió una segunda vez.
—Nos vemos después... —No esperaba que su rival dijese algo más o siquiera le respondiese, pero de alguna manera debería despedirse del príncipe, sin embargo esa pequeña brecha hacia un combate definitivo no desaparecería, ni hoy ni nunca.
—Papá! —repentinamente una voz se escuchó y la atención del Son fue arrebatada en su totalidad, fue cuando encontró a su otro hijo acercarse a él rápidamente.
—¡Goten! —su sonrisa apareció y el niño corrió hacia su padre con emoción. Con su brazo libre cargó al niño y recibió un fuerte abrazo que se sintió reconfortante.
—Papá, te extrañé mucho! —con voz fuerte exclamó y no se separó de su padre, tras de él Gohan y videl se acercaron con una niña cargando en sus brazos.
—Yo también te extrañé muchísimo hijo, estás igual de enérgico que siempre. —comentó acariciando la cabellera de su segundo hijo.
—Señor Gokú, me alegro que esté bien, todos hemos estado muy preocupados por usted. —Videl habló con una sonrisa presente y luego Pan extendió sus brazos con ganas de tocar a su abuelo. —¡Abuelito! —
—Pan-chan, tenía muchas ganas de verte. —Exclamó Gokú y entregó a su hija para sostener en brazos a su nieta.
—Mira Goten, ella es nuestra hermana. —presentó gohan al menor que confuso miró a la niña de cabellera Rosa, intrigado se acercó y detalló a amelia detenidamente.
—Entonces es cierto que Papá tiene otra familia? —en voz baja preguntó y una incomodidad se presentó ante esa repentina pregunta.
—Goten, ya hablamos sobre eso. —Dijo Videl con una sonrisa. —Debes estar feliz, tienes una hermana muy linda, por cierto felicidades señor Gokú. —gentilmente aclaró la situación, sin embargo se notaba la dificultad del pequeño niño para comprender todo lo que ocurría.
—¿Entonces significa que ya no vivirás con nosotros? —las dudas continuaron emergiendo del menor, sin embargo una voz le interrumpió.
—Ya escuchaste a Videl. —Repentinamente alguien habló, con tono disgustado por las preguntas que goten formulaba. Los ojos de Gokú se desplazaron inmediatamente y dieron con la mujer y madre de sus hijos.
El encuentro que tanto angustiaba a Gokú al fin se había dado, no dejó de ver a milk y no evitó que su corazón desbordase alegría de solo verla, era tan linda como la recordaba y su ser fue invadido por ese temor que solo ella puede provocarle.
—Puedes ir con Gohan un momento, necesito hablar con tu madre. —Suplicó mirando a todos quienes le rodeaban y luego acarició su cabello una vez más. —Te prometo que todo estará bien. —Cabizbajo acató su petición y juntos partieron llevándose a Amelia consigo porque sabían que este momento solo era de ellos dos.
Cuando volvió a coincidir con esos ojos los encontró mucho más brillantes, tan así que dio la impresión de que podrían llorar en cualquier momento, y si no fue así, debió ser porque ya se acostumbraron a su ausencia desde hace mucho tiempo, fue tan fácil de leer incluso para él.
—Gokú... —susurró ella débilmente, sus palabras temblaron y al igual que él se encontró petrificada de encontrar a su esposo, o al menos a quien se suponía debía serlo.
Un silencio profundo se presentó entre ambos a partir de ese punto, la incomodidad y melancolía que surgió les consumió y les impidió hacer algo más que contemplarse mutuamente por extensos segundos que parecían no terminar.
—Milk... —Susurró mirando esos ojos oscuros de quien fue su esposa y ella aunque silenciosa y distante estuvo tentada de correr hacia él y apresarle en un abrazo, pero no cedió a ese impulso, porque aunque estuviese feliz por él, no podía negarse que la molestia y odio invadían su corazón. —Ha pasado tanto tiempo... —comentó él rompiendo el silencio profundo. —Al menos lo ha sido para mí... —añadió después, cobardemente y avergonzado apartó la mirada.
—Supongo que así fue... —Débilmente respondió e hizo lo mismo. —Bulma y Gohan ya me explicaron la situación, Has conocido a alguien más ¿no es así? —preguntó con tono apagado mirando al suelo.
—La-lamento esto... —articuló Gokú. —Si estás molesta entenderé por qué, tienes todo el derecho de odiarme Milk. —con voz entrecortada continuó avivando ese amargo sentimiento.
—¿Por qué Gokú?, ¿por qué? —preguntó ella melancólicamente. —No me quisiste, ¿no fui suficiente? —llevando su mano a su corazón soportó las ganas de llorar.
—No-no es eso... —Dijo él con dificultad y se acercó.
—Entonces dime ¿por qué te olvidaste de nosotros?, ¿por qué te olvidaste de mí? —solicitó saber, con lágrimas que se derramaron de sus oscuros ojos.
—Yo, yo no pensé que volverá a verte. —Confesó evitando alargar las explicaciones. —Los días pasaron, luego Meláscula-chan llegó y pasaron muchas cosas. —habló intentando ordenar sus pensamientos, había esperado una reacción mucho más agresiva por parte de Milk, pero en sus ojos solo podía ver decepción absoluta, a pesar de haber estado toda una vida juntos esta era la primera vez que le miraba de esta forma.
—Yo-yo pensé que estaba bien empezar de nuevo. —Continuó entrecortadamente. —Yo quería volver a verte, no me olvidé de tí nunca, ni de nuestra familia, pero no sabía si realmente tu te sentirías de esa forma, siempre te he dado motivos para odiarme, nunca estuve para ti como un verdadero esposo.
—Pero aún así te quise, te soporté siempre, aunque te fuiste por siete años te seguí amando, ni antes ni ahora nunca te habría odiado. —aclaró ella, su tono de disgusto se marcó ante semejante explicación entregada.
—Pe-pensé que terminar en ese lugar y ser olvidado era mi castigo, si tendría que quedarme para siempre al menos intentaría mejorar para Meláscula-chan. —explicó ante la inconformidad de la mujer. —He tratado de corresponder a los sentimientos de alguien que también me quiere. —Declaró al fin las palabras que Milk tanto ha temido, su hombre, su gokú ya no era de ella, le había perdido.
Las palabras escasearon en los labios de milk, sus labios temblaron anunciando un posible llanto, pero no sería así, no aceptaría mostrarse de esa manera ante alguien que a sus ojos le ha fallado a ella y su familia.
—Si es así, entonces vete, vete con tu nueva mujer, y no vuelvas, ¡no quiero verte! —respondió Milk con odio, mientras apartó la mirada y gokú sintió una extraña angustia allanar su corazón.
—No tendrás que hacerlo. —Dijo él repentinamente sorprendiendo a la mujer. —Esta es la última vez que estaré en este mundo, aunque quiera no podré regresar nunca más... — confesó solo trayendo más sorpresa a milk por sus declaraciones, había escuchado a Gohan que debería escuchar a su padre por última vez porque seguramente no podría hacerlo nunca más, no pensó que sería de esta forma.
Estupefacta por la noticia se petrifico, el odio y enojo latentes en ella se convirtieron en completa angustia y su corazón se apretó ante la idea de no poder ver a gokú nunca más.
—¿De qué estás hablando? —titubeó buscando una explicación.
—Yo permanecí mucho tiempo en esa dimensión y ahora se me es imposible regresar aquí. —respondió él cabizbajo. —El señor Whis dijo que lo prudente es intentar quedarme allí, si regreso puedo poner en peligro a todos y eso es lo que menos quiero. —prosiguió y Milk no evitó retroceder ante esa declaración.
—¿No volverás? —temerosa preguntó. —¿Qué hay de Goten?, ¡¿también lo dejarás solo a partir de ahora?! —demandó saber, sin embargo a pesar de que no hubo palabras, el silencio de Gokú contestó a todas sus dudas.
—No es algo que yo pueda cambiar Milk, puedes reclamarme mucha cosas, pero no puedo hacer nada. —musitó tristemente. —tampoco ha sido fácil para mí, yo tampoco quiero dejar todo esto. —aclaró, a este punto nada de lo que hicieran solucionaría las cosas, y aunque ese fuese el caso, gokú ya no le vería de la misma forma.
—Hola a todos! —Saludó Gohan animadamente y los presentes le miraron incluída Meláscula y se alteró cuando miró a Amelia en los brazos de alguien que no fuese ella o su padre.
—¿Dónde está Gokú? —Preguntó preocupada y se acercó a su hija.
—Videl, goten, les presento a la señorita Meláscula, ella es la esposa de mi padre. —explicó Gohan y aunque videl fue formal en el asunto, la demonio señalaba atentamente a cierta persona.
—La-la esposa de papá? —susurró Goten escondiéndose a espaldas de su hermano mayor y bastante intimidado por la diablesa que no hacía más que verle directamente, parecía amenazante, sin embargo pronto dibujó una sonrisa.
—¡E-es como ver a un mini Go-kun! —sus ojos le brillaron y sin pedir permiso tomó al niño con su oscuridad y le detalló de pies a cabeza, todo era como si fuese su esposo a escala.
—¿Qué-qué es esto? —preguntó Goten mientras era apresado por Meláscula.
—Es lo más tierno que he visto, ¿puedo llevármelo? —Suplicó mientras miró a Bulma.
—Cre-creo que milk no lo aceptaría...—respondió ella rascando su cabeza sin poder entender muy bien.
—Su nombre es Son Goten, es mi hermano menor. —comentó gohan ante la inesperada reacción.
—¿E-entonces tú eres mi nueva mamá?. —murmuró el pequeño detallando a la demonio que se sorprendió por ese comentario.
—Si, yo soy tu madre pequeño go-chan. —Afirmó ella y todos rieron ante el inesperado escenario que se presentó.
_____
Desde esa declaración la actitud de Milk cambió completamente, la rabia y enojo que de ella desprendían hacia gokú se desvanecieron en su totalidad, repudió al destino por ser tan cruel con ella, odio cada acontecimiento que llevó hasta ese punto, maldijo el momento en que gokú se le fue arrebatado.
—E-esto es para goten... —Musitó Gokú y buscó entre su ropa algo y fue cuando tuvo el valor de acercarse a su ex-mujer. —No estaré aquí, pero no quiero dejarte toda la carga otra vez, quiero saber que pude ayudarte en algo en mi ausencia. —dijo y extendió un pequeño cofre.
—¿Qué es esto? —preguntó desconcertada.
—Un Gran rey me lo dio, puedes utilizarlo y olvidarte del dinero, por lo que sé puede valer mucho. —Explicó. —No estaré aquí para cuando Goten crezca, pero quiero ayudarte y esta es la única forma.—No evitó dar un pequeño gesto de sorpresa ante el inesperado objeto, sin embargo dentro de ella no hubo algún cambio, pero tampoco era todo lo que gokú tenía que expresar y supo que lo que hacía no era meramente por algún vago sentido de responsabilidad, desde entonces comprendió lo que realmente ha albergado en el corazón de ese hombre durante todo ese tiempo.
—E-esto es para tí milk. —Las palabras continuaron y extendió un colgante que destelló al reflejar la luz del sol, era una esmeralda, cuya forma cautivó a la mujer. —Lo encontré hace tiempo cerca de un río, su color me recuerda a la montaña Paoz, Lo he guardado porque quería dártelo. —confesó y ella contempló detenidamente el objeto mientras gentilmente lo recibió, extrañamente una cálida sensación se presentó en su interior.
—¿A mí? —musitó casi sin poder articular sus palabras.
—Pensé que nunca podría volver a verte Milk, aunque no lo creas estoy feliz... —Nunca antes se había expresado de esa forma, al menos no con ella. —Puedes hacer lo que quieras, si no te gusta puedes tirarla. —En ese momento, corto y fugaz, milk sintió sus mejillas llenarse de calor, era una extraña felicidad la que se apoderó de ella y contra todo pronóstico, su sonrisa nació una vez más.
—Es muy linda... —Musitó y sus dedos frotaron gentilmente sus ojos buscando apartar cada lágrima que continuaba desbordándose, gokú se contagió de su gesto y dibujó una pequeña sonrisa.
Tal vez sus caminos se separaron desde hace tiempo, tal vez no estaban destinados a pasar una vida juntos, tal vez incluso ella solo era una parada más en el largo recorrido que era la vida de gokú, un caos que comenzó con una promesa y a pesar de las dificultades, a pesar de que este era el final... no lo cambiaría por nada.
—¿Estarás bien? —ella preguntó con una sonrisa y él asintió de la misma forma.
—No te preocupes, gracias al único trabajo que puedo hacer he logrado salir adelante. —DIjo rascando su cabeza. —Cultivo verduras, lavo mi ropa y aunque siempre he extrañado tu comida he aprendido a cocinar. —Confesó y avergonzado agachó la mirada y ella no evitó soltar una risita.
—Cuídate mucho, come bien y sé feliz... —lentamente la distancia se redujo un poco más y se apegó al pecho del hombre, él sintió la necesidad de abrazarle y sus manos rodearon el cuerpo de la mujer que le entregó su vida, pero que lastimosamente hoy ese camino concluía. —Gracias por todo Gokú, tal vez no nos volvamos a ver, pero nunca te olvidaré. —susurró y se separó un poco mirando directamente los ojos de su amado, fue cuando se inclinó levemente y se miraron de frente, con tristeza presente, pero resignados al destino.
—Gracias por haber sido mi esposo... —
El día transcurrió, el cielo se tiñó del tono naranja que presagiaba que este encuentro especial estaba por concluir.
—Vaya, creo que comí demasiado, hace tiempo que no me sentía así... —Gokú habló mientras sostenía su estómago, todos se reunieron a su alrededor y rieron ante el comentario de su amigo y él también correspondió de la misma forma. —Creo que este es el adiós chicos. —ante ese comentario muchos le señalaron con melancolía en sus miradas y el silencio se presentó.
Sus hijos pasaron al frente y en un fuerte abrazo atraparon a su padre. —Cuiden bien a su madre muchachos, se los suplico. —estrechó la mano de su hijo mayor y cargó a goten en sus brazos.
—Papá... —Susurró el menor y se aferró a él con fuerza, quería decirle que se quedase con él, pero al final desistió. —Te voy a extrañar. —añadió después en tono quebrado que desató su llanto silencioso.
—Yo también los extrañaré, pero todo va a estar bien, no te pongas triste... no olvides obedecer a tu madre. —explicó bajando a su hijo y acariciando su cabellera. —Eres un chico muy fuerte, es por eso que tendrás que seguirlo siendo, confío en tí. —Goten asintió ante esa petición. Pronto los ojos de gokú señalaron a todos, su sonrisa cálida se les fue dirigida y los llantos no tardaron en aparecer, miró a Vegeta y Picoro en la lejanía y a su manera distante se despidió de ellos también.
—Cuídate mucho gokú, pórtate bien con tu esposa y con tus hijos. —advirtió bulma. —Intentaré buscar una forma de conectar contigo y tal vez... —dijo, no decidida a que todo simplemente pudiera concluir de esta forma.
—Te vamos a extrañar Goku. —ahora fue krillin quien se dirigió a su mejor amigo y le abrazó fuertemente junto con el resto de sus conocidos, y así, con el dia que estaba por morir y con la llegada de Whis supieron que todo ha terminado.
—Si ya terminaron les sugiero partir de inmediato. —informó el ángel y Gokú estuvo de acuerdo.
—Meláscula-chan, ya nos vamos! —llamó e inmediatamente la demonio se acercó a él cargando consigo muchos bocadillos que aún no ha podido degustar.
—Muchas gracias por la hospitalidad humanos, no olvidaré su comida nunca! —agradeció con una sonrisa. —Fue agradable conocer a los amigos de Go-kun. — exclamó después mientras se apegó a su esposo y su hija.
—Cuídense todos, espero volver a verlos otra vez. —esas fueron las últimas palabras que recordaron por el resto de sus vidas.
Miraron una última vez a cada persona que en este mundo les recibió con la gentileza que solo un hogar podría ofrecer, las lágrimas se derramaban y los anhelos se esfumaban con ese destello que les arrebató al guerrero que porta el nombre de Son Gokú, solo desearon que allá donde él fuese pudiese ser feliz.
Fin.
—Por qué está tan callado señor Bills, no ha comido mucho en los últimos días... —DIjo el ángel poco preocupado. —Está así desde que visitamos al señor gokú, ¿ocurrió algo? —indagó curioso, buscando la causa de ese silencio sospechosamente extraño.
EL destructor no contestó, al menos no de inmediato, sus ojos señalaban directamente a Gokú y la multitud que se despedía de él, muchos pensamientos cruzaron por su mente, muchas especulaciones que terminaban en la misma pregunta que se escapo de sus labios.
—¿Cómo crees que termine todo? —preguntó bills en tono suave, pero completamente serio que inspiró angustia. El ángel no le entendió, y su confusión le permitió formular la siguiente cuestión: —El mundo, los universos y todo, ¿cómo crees que terminará? —cuestionó nuevamente.
—Es una pregunta complicada. —respondió el ángel sorprendido por esa duda. —No sabría decirle, supongo que una serie de coincidencias hará que todo colapse, ya sea por el rey de todo o por la causa de otros seres todo podría apagarse, el futuro es incierto. —tomando la anterior pregunta contestó y soltó una risita. —Pero no se preocupe señor bills, el asunto del torneo le está afectando bastante. —Dijo después. —Perderá al señor Gokú, pero recuerde que aún tiene al señor vegeta. —Añadió en un intento de borrar ese pensamiento del destructor. —Seguramente todo estará bien. —Con esa última frase miró al ángel partir de regreso a ese mundo incierto que se aleja de todo lo que él ha podido ver, sin embargo, esa calamidad que ha corrompido todos esos sitios vino a él una vez más.
—Es fácil hablar cuando eres uno de ellos, mostrándose neutrales ante todo, pero en el fondo reprimen su sentimiento de superioridad, todos son iguales...—Una fría voz escupió esas palabras y con ese tono una horrible sensación recorrió la espalda de la deidad. —Los detesto y a la vez siento lástima por ellos, pero muy pronto acabaré con su sentido de existencia, entonces sabrán que no son diferentes a nosotros, infundiré temor en sus corazones. —con cierto desprecio articuló cada palabra.
—Tú-tú eres... —balbuceó el dios de la destrucción cuando ese cabello erizado se asomó por un costado y sus ojos señalaban allá donde Gokú se marchaba.
—estas condenado... —susurró débilmente y aunque no expreso burla, si que parecía decirlo con esa intención. —Siempre es un gusto ver cómo tus años de ocio y tú irresponsabilidad te pasan factura y no creo que me cansé de ver el miedo plasmado en tu cara, es más gratificante de esta forma antes que buscar hacerlo por la fuerza,
En ese momento, los ojos atónitos del destructor temblaban porque aquello de lo que hablaba antes pudo verlo, pudo tener esa imagen y ahora supo quién se la entrego, también supo que Goku nunca cayó de la máquina del tiempo.
—¿Sabes algo? no tiene caso que te tortures por saber cuál será el final, puedo mostrártelo ahora mismo... —propuso y lentamente le volteó a ver. —¿Pensaste que desasiéndote de mí lo cambiarías? —preguntó y señaló con sus feroces y destellantes ojos a bills quien se estremeció cuándo cada imágen y cada lamento se le fue entregado, retrocedió y miró con horror al niño que le continuaba señalando sin tregua alguna de detener su tortura, pudo ver el fuego y las grandes bestias devorar todo cuanto se encontrase a su paso y nada de lo que se hiciera podría pararles.
—ese es tu futuro, ese es el futuro de este y todos los universos existentes, ese es el final y nadie podrá escapar de él . —Recitó mientras la mirada absorta del Hakaishin tembló con cada imagen que allanó su mente una y otra vez. —témele a ese destino, porque nadie ha podido cambiarlo, nadie ha podido detenerme. — recito fríamente. En ese momento Bills supo que no habría torneo, ni habría futuro para él ni su universo, porque todo estaba a punto de desaparecer y él no podría hacer nada, fue entonces que tuvo la respuesta que tanto le ha atormentado y las lágrimas se escurrieron de sus vacías cuencas.
—Yo soy el fin.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top