Capítulo 13 - Tentación.
personajes utilizados en esta historia no son de mi propiedad, los créditos son para sus respectivos creadores.
¿por qué deberíamos preocuparnos por el rumbo que nuestras vidas toman?, ¿por qué el pasado siempre vuelve para atormentarnos?, en este punto él no podía responder ninguna de las dos preguntas, aunque a decir verdad la primera comenzaba a traerle de regreso a la realidad y la otra aunque sin respuesta le atormentaba, podía recordar la imagen de la bella dama que sentada en el marco de la ventana observaba el atardecer, o la oscura mirada de la dama que curiosa solía posarse en todo lo que encontrase interesante, sin embargo ya no podría verla de la misma manera, no podría apreciar el brillo de su mirada, ni comparar los momentos pasados con los de ahora, se cuestionaba si en este punto tendría que ser egoísta, y no precisamente con la mujer que está con él, si no con el futuro que puede o nó estarle esperando.
-¿gokú?.- de pronto sintió el silencio ser atormentador, la oscuridad le hacía vulnerable y la tristeza llamaba a su puerta cada momento, había dicho que confiaría en él, pero esa no es una decisión fácil para una demonio, ni mucho menos para ella, no podría asimilar todo de la noche a la mañana y eso era el principal problema que día tras día iba y venía, agobiando a la mujer que fue desleal a su amo y vive una vida que tal vez no debe tener. Dadas esas circunstancias era obvio que las dudas aparecerían.
-gokú, ¿dónde estás?.- no evitaba tropezar con los muebles o con las paredes, su nula visión le seguía sumergiendo en las tinieblas que traen desesperación y angustia, y sumado la ausencia de la calidez de su humano no llevaba a nada bueno. -¿humano?, dónde estás?.- no estaba enojada, no podría estarlo porque sus palabras solo expresaban temor y sus actos podría decirse que lo mismo, fue cuando se estrelló con algunas ollas que el sonido se esparció con fuerza y pudo llegar más lejos.
Sus acelerados pasos le condujeron a la cabaña, pudo ver a la diablesa en el suelo tratando de levantar todo sin siquiera poder dar con el paradero de los objetos y la mesa, gokú mostró una mirada melancólica y se acercó a ella.
-¿meláscula-chan?.- susurró su nombre bastante cerca y ella se exaltó, no pasó de mucho para que ella se abalanzara sobre él con toda intención de abrazarlo y lo consiguió.
-humano, ¡¿a dónde te has ido?!.- como si no le hubiese visto en días o semanas se aferró a él, al fin el vacío y la oscuridad se habían ido en cuanto le tuvo cerca. -solo he ido a traer algo para el almuerzo.- explicó riendo, pero ella no se separó del hombre con esa pequeña declaración.
-¡odio cuando no estás aquí!, ¡odio cuando estoy sola!.- explicó casi entre lágrimas, ¿quién podría culparla?, podría ser una demonio poderosa y todo, pero cualquiera sucumbiría ante ese sentimiento que provoca tener la luz de sus ojos extinta, era una tortura que solo desaparecería cuando la resignación se apodere de ella, hasta entonces se vería obligada a sufrir.
-no te preocupes, ya estoy aquí y no me iré a ningún lado.- de forma delicada le separó del suelo y la llevó al marco de la ventana donde suele gustarle estar y es el lugar donde puede sentir la calidez del sol y el viento fresco que viene del sur, a veces solía cargarla sobre sus hombros mientras salían a pasear por el campo y cuando iban al pueblo más cercano le tomaba de su mano y nunca se separaba de ella, no importaba la situación, no podría dejarla sola ya que él se lo prometió.
El momento en que más parecía reconfortar a la demonio era en la noche, cuando ambos yacían en la misma cama dispuestos a descansar, si bien antes dudaba de aferrarse a ella ahora esa era su prioridad, quería tenerla cerca y siempre dormía con el miedo de despertar y no encontrarla otra vez, tenía el presentimiento de que si era así no podría verla nunca más.
-humano?.- en una de esas tantas noches escuchó la pregunta cerca emerger e interrumpir sus sueños.
-¿sucede algo Meláscula-chan?, ¿tienes frío?.- siempre estaba pendiente de ella, pero hoy no era el caso.
-podemos... ¿podemos estar más juntos?.- preguntó débilmente, con un sonrojo que adornaba sus blancas mejillas. Al principio a gokú se le dificultó entender, ¿pues si ya estaban bastante juntos cómo podrían acercarse?, pero al pasar cada noche el deseo de la dama era más claro.
-quieres...- aunque era claro que incluso su poca atención presentaba dudas a estas alturas.
-un beso.- ella afirmó en voz baja, aún más avergonzada porque esto era tan especial y único que el solo pedirlo era complicado, a veces los oscuros y tristes días desaparecen con este momento, que era el único que diferenciaba la noche del amanecer.
El día terminó por llegar y como era costumbre ella despertaba antes que el hombre, aunque esta vez no fue tan temprano pero seguía siendo la primera en dejar atrás el sueño.
-humano, tengo hambre.- eran las primeras palabras que solía escuchar mientras su cuerpo era mecido de un lado a otro para obligarlo a levantarse, pero no le fastidiaba, por el contrario le alegraba y el temor de no verla junto a él se desvanecía, al menos hasta que la noche vuelva a caer.
-¿crees que estás bien conmigo?.- de pronto hizo esa pregunta, ella se sintió confusa por eso. -por mi culpa has perdido la vista y has traicionado a tus amigos.- explicó en voz baja, pero ella no dio intención alguna de escucharle, y en ese momento se sentó en el regazo del hombre para traer calidez. -no me interesa, quiero estar contigo para siempre.- se acurrucó en su pecho lo mejor que pudo, gokú sonrió y acarició su rosa cabello.
"creo que al fin comprendo a meliodas...".- pensó la demonio. "me he enamorado de este hombre y no pienso permitir que lo separen de mí". podrían estar así alejados de todo lo que pasa allá afuera, lejos de las guerras que se deben estar librando y los conflictos que pueden estremecer al mundo. -el aire de hoy se parece al de ese día, es frío.- comentó, gokú asintió.
-hoy es un día gris, lloverá dentro de poco.- explicó.
Realmente añoraba ver la lluvia caer, mientras estaba con el chico, pero esto era más que suficiente, estar con él bastaba.
-nos podríamos quedar y luego caminar mientras llueve?.- ese anhelo era el que tenía, disfrutar como antes de que ella huyese por segunda vez, junto a él todo parecía ser mucho más agradable, incluso el húmedo clima o los calurosos días de verano.
-aunque llueva a cántaros esperaría.- fue su respuesta, ella sonrió al sentir la amabilidad de su humano, el hombre que sería solo para ella de ahora en adelante, nada ni nada podría separarlos.
Uno de esos tantos días caminaban por el pueblo, deberían comprar cosas para la cena y el resto de los días. Los cultivos nuevos tardarían bastante en crecer y por ahora dependían del comercio del pueblo cercano, sin embargo entre más días pasaban menos personas habían, los habitantes dejaban todo atrás como si el apocalipsis llegase pronto.
-¿sucede algo?, ¡¿hay humanas que te están mirando?!.- ante el silencio de gokú ella cuestionó, podría verse que vestía la ropa que gokú le había comprado, nada que ver con su vestido habitual, cualquiera pensaría que era una dama formal, pero bastante alejado de cómo se comportaría de no ser por gokú. -¡¿o tú las estás viendo a ellas?!.- siguió reclamando y apretó con mucha fuerza la mano del Son.
-auch, no, no es así... porque no hay nadie que ver.- dijo después y era verdad, pues en las calles no había ni un alma que se asomara.
-¿no hay nadie?.- ella dijo algo fastidiada por el sombrero que tenía encima.
caminaron hasta que se encontraron con alguien que se preparaba para viajar, pues su familia subía al remolque sujeto a un corcel.
-espere señor,a dónde han ido todos?.- preguntó el son acercándose a las personas.
-la guerra santa muchacho.- exclamó mientras se preparaba para marcharse. -dicen que los demonios vendrán a estos lugares, lo prudente será alejarnos de este lugar.- explicó y con el paso del caballo ellos dejaron el pueblo.
-¿la guerra santa?.- sin saber qué significaba eso preguntó a la demonio
-significa que los humanos y más razas se están enfrentando a los demonios, de seguro quieren detener los planes del rey demonio.- explicó. -será mejor no involucrarnos, no quiero que me puedan separar de tí.- le jaló de su ropa mostrándose preocupada.
La fría noche era caótica, un montón de sentimientos no dejaban dormir a la demonio, parecía presentir que algo malo se avecinaba y la angustia no solo le hacía dar vueltas en su cama.
-si el rey demonio llega a ganar esta guerra...- murmuró y luego apretó la camisa de su amado. -podremos contra él?"- seguía pensando, era una pregunta que para ella ya tenía respuesta, pero ahora la esperanza de que todo mejorase era lo único que tenía a parte de gokú.
-pasa algo Meláscula-chan?.- preguntó y él la aferró mucho más cuando la vio inquieta.
-no, no pasa nada.- dijo y tocándole trató de dar con su rostro. -es solo que tengo miedo de olvidar tu sonrisa cuando eres amable conmigo.- ofreció esa declaración que aunque era verdad, no es exactamente lo que pasaba por su cabeza, y claro que hizo sentir mal al joven.
Si, porque aunque ella no pudiese verlo, en realidad se torturaba cuando le veía perdida en el campo buscando guiarse o los ataques de pánico que a diario le dan, o como cuando le miraba sentada en el marco de la ventana con su mirada junto su rostro perdido, eso cada vez le incitaba a tenerla más cerca de él.
-humano mio, te quiero tanto.- murmuró cerca de él. -¿me quieres también?.- indagó. cuánto le gustaba que dijese que la querría a ella y solo a ella.
un nuevo día nació y mientras gokú araba algo de tierra la demonio permanecía sentada bastante cerca sobre una manta que reposaba en el suelo.
-humano, estás ahí?.- preguntó nuevamente cuando no le escuchaba cerca y parecía haberse alejado.
-si meláscula-chan, aquí estoy!.- gritó desde la lejanía y ella sonrió, estaría tranquila por un poco más de tiempo, sin embargo la preocupación llegó como un balde de agua fría, porque pudo sentir un poder demoníaco acercarse a ellos.
-¿qué es eso?.- gokú también se cuestionó al ver tres extrañas figuras venir volando hacia ellos, no pasó ni un segundo antes de que estuviese cerca de melascula y la puso atrás de él, por la oscuridad que formaba sus alas parecían demonios.
-gokú, un poder demoníaco se acerca.- ella comentó y luego las figuras de aquellos aterrizaron frente a ellos, con rostros completamente serios.
zeldris, meliodas y estarossa se presentaron, ella no podía verlos, pero reconocería sus poderes mágicos donde fuesen.
-son ustedes...- exclamó gokú, por solo ver la cara de meliodas ya estaba fastidiado, además aquellos que se odiaban mutuamente estaban juntos y eso no pintaba para nada bien.
-vaya vaya, qué tenemos aquí...- fue estarossa el que comenzó a hablar observando a gokú. -reconozco ese rostro, solo con verlo me da ganas de matarlo.- comentó de manera burlona.
-ya basta, te dije que no comiences con tus tonterías.- la voz de zeldris calló las palabras de su hermano mayor.
-qué es lo que quieren aquí, ¡váyanse!.- dando la cara Meláscula voló y se posicionó frente al trío de hermanos, no se escuchó temerosa aunque tuviese miedo.
-pero miren quien está aquí, al fin das la cara.- sin hacer caso a su hermano el demonio de cabellera plata siguió burlándose.
-un momento.- exclamó meliodas mirando a la demonio, notando como sus ojos permanecían cerrados y aunque sabían quienes eran no podía dirigirse a ellos directamente. -qué ha pasado con tu vista Meláscula.-preguntó meliodas, el cual aún tenía consigo el poder demoniaco del rey demonio
-así que al final fuiste desleal a lo que creías era el motivo de tu existencia.- zeldris concluyó, ella apretó sus dientes por las palabras que se le eran dadas.
-así que un demonio traicionó a los suyos por amor...- concluía estarossa observando a la dama.- ¿por qué no me sorprende meliodas?.- se seguía burlando.
-ya basta!.- gokú habló y dio un paso al frente. -si solo han venido a fastidiar a meláscula-chan será mejor que se retiren, de lo contrario no seré tan piadoso como lo hice con él.- señaló con su dedo a meliodas que entrecerró su mirada.
-eres muy arrogante humano, tu fuerza es descomunal, pero eres muy confiado al creer que podrás con los tres.- con voz grave contestó a las palabras de gokú.
-humano, será mejor que no los provoques, dos de ellos tienen el poder del rey demonio latente, además meliodas está consciente de quién es.- alertó Meláscula, pero en los ojos del saiyajin no parecía estar bien visto que llegasen de esa manera y se burlaran de su ahora amante, entonces contra todo lo que la dama le advirtió levantó su dedo y señalando al trío de hermanos les confrontó.
-y tú crees que ya has visto toda mi fuerza?.- tras decir eso un rayo deslumbró en el aire, pequeño que apenas destelló como un hilo que refleja la luz del sol y tan rápido que meliodas solo pudo sentirlo después de que aquel poder cortase su mejilla y la sangre humedeciera su piel, momentos después una fuerte explosión se desató fuera del valle, una tan poderosa que los vientos que huían de ella llegaron estrepitosamente a su posición.
Era cierto que en este punto era muy débil si se comparaba con el que fue antes de llegar a este mundo, pero eso no quería decir que no tuviese el poder suficiente para defenderse de aquellos que decían ser fuertes y aunque se le aconsejó no intervenir en lo que pudiese pasar en ese lugar, desde que Meláscula llegó a su vida no podía seguir esa regla.
-el próximo irá directamente a tu cabeza.- advirtió con seriedad, las bocas de los hijos del rey demonio se tornaron silenciosas por la impresión que les invadió, de haberlo recibido no sabrían lo que hubiese pasado con ellos, tal vez ni la oscuridad les habría dejado bien parados.
pequeñas gotas se azotaron contra el suelo, una a una hasta que la precipitación aumentó y la lluvia terminó por llegar, el escenario se cubría por el azote del agua como si fuese una manta blanca, las miradas del hijo mayor del rey demonio no se separaron de las de gokú.
-Meláscula!.- gritó meliodas ignorando a gokú. -¡necesito que me entregues lo que mi padre te dio!.- informó el rubio, ella apretó sus dientes ante esa petición.
-¡no te entregaré mi mandamiento!.-inmediatamente dijo y retrocedió hasta estar detrás de su humano.
-¡lo necesito para convertirme en el nuevo rey demonio, no pienso reprocharte lo que has hecho, porque yo estoy el la misma situación que tú!.- siguió diciendo tratando de ser más convincente, sin embargo en su rostro se mostraba que no cedería, los otros no podían decir nada, porque de hacerlo estarían mostrando su deslealtad al rey demonio y sucumbirían ante el mandamiento de Meláscula, pero meliodas sí que podía, porque él había renunciado a él hace tiempo, era el único que con estos actos era leal a algo ajeno.
-por favor, necesito que me lo des ahora, no pienso pelear por él, pero estoy dispuesto a negociar.- como si gokú no existiese siguió con la plática.
-no puedo.- fue lo único que dijo. -¡ya váyanse de aquí y olvídense que existo!.- aclaró, pero era obvio que ellos no se irían así como así, tenían un as bajo la manga en estos casos.
-sé perfectamente que sin el poder del rey demonio el miasma del inframundo se deteriorará.- tal declaración hizo exaltar a Meláscula porque había dado justo en el clavo, allí dónde las preocupaciones nacían. -pero aún así habrá algo de tiempo antes de que eso ocurra, si me convierto en el rey demonio prometo ayudarte y no tendrás que preocuparte más por eso, incluso desharé la maldición y podrás recuperar tu vista.- con todo ello las cosas daban un giro total, incluso gokú se interesó por eso.
El silencio se hizo presente por varios segundos, lo único que hubo en el lugar fue el golpeteo constante de la lluvia hasta que por fin la boca de Meláscula decidió soltar alguna palabra.
-si ella no quiere hablar con ustedes será mejor irse.- gokú habló, sin embargo ella le interrumpió.
-espera humano!.- dijo y luego habló detrás de la espalda del hombre. -¿cómo sé que no mientes?.- le cuestionó al rubio que pareció haber llamado la atención de la mujer pero no pudo contestar. -ahí está, no hay garantías de que cumplas tu palabra, eres un traidor y nos traicionarás otra vez, cómo puedes estar de acuerdo con esto zeldris?!.- interrogó la mujer de cabello rosa.
-mi posición es similar a la de meliodas.- dijo el pelinegro, .-de no ser una emergencia, no estaría aquí y mucho menos cooperando con este traidor.- explicó vagamente, si era de esa manera explicaría por qué estarossa también estaba involucrado.
-no puedo darte garantías, pero de no cumplirte puedes pedirle a tu humano que me mate si dice ser tan fuerte, podrás recuperar el mandamiento y extraerlo de mi cuerpo sin vida, aunque no será necesario ya que te estoy dando mi palabra.- explicó el mayor, pero eso solo causó la burla de Meláscula.
-como si tu palabra valiera más que una mierda.- se bufó, sin embargo la palabra de gokú se sumó a la conversación. -está bien, te mataré si incumples a Meláscula-chan.- un fuerte rayo estremeció el firmamento al dar esa declaración, Meláscula se sorprendió por eso.
-pe-pero...- dijo ella sin embargo gokú se agachó hacia ella y le acarició el rostro.
-si hay alguna manera de hacer que meláscula-chan recupere la vista, estoy dispuesto a golpearlo hasta que cumpla con su palabra.- aclaró el saiyajin. -incluso si hay una manera de hacerlo ahora los golpearé hasta que sanen a meláscula-chan.- explicó y con esa idea se giró hacía los demonios quienes se exaltaron por esa declaración.
-espera gokú, no hagas nada.- le alcanzó a tomar de su ropa y se aferró a él. -¿podrías acercarme hasta dónde está meliodas?.- pidió y entonces supieron que la decisión estaba dada y como ella dijo gokú le llevó hasta los hijos del rey demonio.
-qui-quiero uno nuevo.- le dijo extendiendo su mano. -uno que sea capaz de procrear, uno propio sin depender del inframundo ¿está claro?.- no lo dijo directamente y todo tenía sentido, pues no quería que gokú se enterase de lo que es en realidad, meliodas asintió entendiendo cada palabra, pues él le conocía perfectamente. -te doy mi palabra, te ayudaré y seremos libres de todo esto, al fin seremos libres del rey demonio.- declaró y luego de unos momentos el mandamiento salió a la luz, desde ese punto solo podía ver un futuro con su amado, podría darle lo que él quisiese ya ya no tendría preocupaciones, vivirían felices hasta el final de sus días.
fin del capítulo 13.
(entre más la mamas mas me crece :v)
bien, aquí el nuevo capítulo y espero les haya gustado, si es así no olviden votar y comentar.
como ya ven poco a poco nos estamos acercando al arco del rey demonio así que por aquí vamos empezando a llegar al final.
espero que estén bien y sobre todo gracias por leer.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top