Mansión Addams-Final 1 Temporada
Punto de vista de Tn.
Llegamos a la entrada de la mansión Addams, era un lugar tal y como lo había descrito Miércoles. Al bajar, encontramos a sus padres que me dieron la bienvenida mientras Large se encargaba del equipaje.
―Mi pequeño escorpión venenoso...¿qué tal estás?―preguntó su padre abrazándola.
―Debo admitir que me siento afortunada de teneros por vuestra ayuda con ese asesino―respondió ella―y tal y como os dije...aquí he traído a Tn.
―Mi muchacho, ¿qué tal se ha portado nuestra tormenta contigo?―al abrir la boca pude ver a mi pareja mirarme fijamente, esperando a ver que decía.
―Pues...ha sido una tortura y he sufrido mucho―contesté. Ella esbozó una sonrisa.
―Ah, propio de ella.
Su madre se acercó a mí y me dio un frío abrazo.
―Me alegra ver que estás bien, ahora eres de la familia―comentó ella―¿qué tal tus padres?.
―Bien, trabajando y eso―contesté sonriente―¿qué tal ustedes por aquí?.
―De maravilla, muerte, silencio y tumbas―su padre empezó a besarla hasta que ella los detuvo.
Pugsley me saludó con un abrazo. Ya era de noche y había sido un día muy largo en cuanto a camino. Me quedaría en la misma habitación que Miércoles.
―No piensen mal...es para poder torturarle mejor―dijo ella.
Mis cosas estaban ya en su habitación, pero antes hice un pequeño recorrido por el piso de abajo el cual me dejó asombrado de lo grande que era.
Al llegar a su dormitorio me quedé a cuadros, era enorme, como cuatro veces el mío. Repleto de cosas siniestras, todo de color negro y Miércoles colocó sus cosas para dejarlo todo listo. Había una cama enorme en la cual cabrían por lo menos cinco personas tranquilamente.
Yo coloqué lo mío donde me dijo y ella se acercó a mí por la espalda para abrazarme.
―¿Primeras impresiones?―preguntó.
―Es un lugar increíble, ¡me encanta!―respondí ante su sorpresa―la tranquilidad...me gusta mucho y aquí es la tranquilidad hecha lugar.
Estuvimos un rato caminando por toda la casa, me aseguraba de no separarme de Miércoles para no perderme en aquel sitio tan enorme. Salas de tortura, un sin fin de habitaciones...todo impresionaba. La lluvia se hizo presente golpeando los cristales junto a un furioso viento.
―Ah, adoro este clima―comentó el hombre.
―Yo también―dije―me gusta mucho la lluvia.
―Pugsley y yo salimos con cacerolas para que nos caiga un rayo...pero nunca ocurre―lo dijo en un tono triste y decepcionada.
―Ya veo...
Después de la cena que estaba de muerte, nos fuimos al dormitorio. Ese lugar tenía tantas habitaciones que hasta Cosa tenía la suya propia. Miércoles se tumbó un rato a leer mientras me invitaba a hacer lo mismo. Al hacerlo, pude sentir todo el cansancio en mi cuerpo.
―Estoy agotado―comenté bostezando.
―Es normal―dijo sin despegarse del libro―tu resistencia es pésima.
―¿En serio?―pregunté haciéndome el ofendido.
―Si, no tienes aguante y...―la besé, le quité el libro dejando este a un lado―creo que debería amarrarte, ponerte una mordaza en la boca y darte un buen castigo.
Me eché a reír al cabo de unos pocos segundos y fui al baño. ¡Cada habitación contaba con uno propio!. Por fuera era enorme pero por dentro era todavía más, no dejaba de fascinarme todo.
Al regresar, la vi con unas cuerdas y la mordaza. Yo me sonroje un poco, me acerqué y nos besamos.
―De esto ni una palabra a nadie, ¿entendido?―preguntó seriamente.
―¿De verdad quieres...?―ella asintió y me dio las cuerdas.
La puerta del dormitorio se abrió y entraron ambos progenitores.
―Esperamos no interrumpir nada―dijo Morticia viendo la cuerda―eso espero.
―No interrumpes nada madre, Tn se ha ofrecido voluntario para probar la soga―me miró y asentí―queremos comprobar que sea de calidad.
―Ohh, perfecto. Solamente pasamos a desearos buenas noches―comentó la mujer―y si lo hacen por favor tratad de no ser ruidosos...está mansión es muy grande y hay mucho eco.
―Lo único que escucharéis serán los gritos de Tn mientras le torturo―dijo en un tono frío―buenas noches.
Al irse ambos, ella me miró.
―Te ves muy pálido...me gusta―comentó mientras yo regresaba del shock.
―Creo que he perdido las ganas de eso―le di la cuerda.
Entonces me tomó de la camisa.
―Ni se te ocurra echarte atrás ahora...―un leve sonrojo aparecía en ella―te estoy mostrando una faceta que a nadie...repito...a nadie más le muestro―las manos le temblaban un poco.
―Lo siento, lo había olvidado―estiré la cuerda y ella esbozó una pequeña sonrisa―aunque creo que es un poco pervertido.
―La diferencia entre un pervertido y yo es muy simple, esa persona le gusta el placer del sexo mientras que yo disfruto la tortura y el dolor.
A la mañana siguiente nos levantamos temprano para ir a desayunar. Mientras ella terminaba de vestirse pude ver que todavía quedaban marcas en sus muñecas. Las besé como hacia su padre ante su sorpresa.
―Lamento si anoche fui muy...duro―me disculpé.
―No te preocupes, soy muy fuerte―dijo con total tranquilidad―admito que me gustó, se te da bien esto. Ahora venga, vamos a desayunar.
Esa noche los Addams invitaron a otros familiares y amigos a un banquete. Miércoles se puso un vestido negro para la ocasión y yo estaba mirándome al espejo junto a su padre.
―Espero que este traje te guste―era todo negro, como era de esperar―te queda como un guante.
―Si, me gusta mucho el tono negro. Me encanta, muchas gracias por prestármelo señor Addams―él me dio un abrazo.
―No hay de qué muchacho, solamente cuida de Miércoles―comentó.
―Su hija se cuida muy bien sola pero lo haré. Es muy lista, fuerte, independiente y me encanta cuando habla de matar a gente.
Morticia entró y nos elogió a ambos, decía que parecíamos la muerte en persona.
―Estoy horrible―dijo una voz antes de entrar―madre, este vestido es para quemarme en la hoguera.
―Te ves bella y pálida como recién asesinada―dije viéndola.
―Ya...¿qué tal el...traje?―al verme, la gótica de Nevermore se acercó a mí―te ves horrible―dijo, que en el idioma Addams significa todo lo contrario.
Ellos empezaron a besarse ante nuestra caras, Miércoles me besó y pronto parecíamos la versión joven de ellos hasta que ella pareció percatarse y me dio un puñetazo en el pecho.
―¡Auch!―me quejé tocándome la zona golpeada.
―No te he dado en la cara porque tenemos visita―dijo―ahora venga―me tomó de la mano y nos marchamos de la habitación.
Antes de llegar a las escaleras me empujó a una habitación y me pidió perdón por el golpe.
―Mi bella muerte en persona―la comencé a besar y ella correspondió hasta que nos separamos. Quise volver a besarla cuando me frenó―¿sucede algo mi tormenta?.
―No niego que me gustaría...seguir con los besos, pero tenemos una fiesta así que es mejor no seguir...por el momento―respondió colocándose bien el vestido.
―Entiendo―le di un beso en la mano―ahora bien, ¿podemos bajar tomados de las manos como en las películas?.
―Sólo si me dejas empujarte por las escaleras y hacer que te rompas el cuello―dijo seria.
―Mejor hazlo con Pugsley―repliqué―lo siento chico, eras tú o yo―pensé algo triste por su posible destino.
―Si, eso haré.
Todos los invitados estaban allí y he de decir que todos eran igual de siniestros que la familia, pero estando con ella...ya me había acostumbrado. La gente me trató muy bien, se notaba que se defendían unos a otros y estaban juntos en los malos momentos. Aunque también creo, y es teoría mía...que lo hicieron porque de lo contrario Miércoles podría hacer alguna de las suyas.
La comida del banquete estaba muy buena, eso sí, me pidió que no preguntase de que estaba hecha. Para mi tranquilidad me dijo que no era carne humana. Estuve con ella y sus padres presentándome al resto de la familia.
―Estoy lleno―dije sentándome―todo estaba bueno.
―Aún queda el baile―comentó.
La música comenzó a sonar por toda la sala y las parejas bailando felices.
―¿Quieres bailar?―me preguntó cruzándose de brazos.
―Ya sabes que no se me da bien eso...y no quiero causar mala impresión―dije avergonzado.
Se acercó a mi oído y me susurró que si alguien se atrevía a reírse de mí lo mataría. Dicho esto me tomó de la mano y salimos a la pista donde nos dejamos llevar por todo el ambiente y la música.
Fue una noche mágica y llena de canciones y bailes.
Durante la madrugada, en la habitación de ella, ya todos dormidos o demasiado bebidos, Miércoles y yo estábamos desnudos, sudados y uno encima del otro. Yo me encontraba muy cansado de la cena, el baile y de aquel fogoso encuentro. Tragaba saliva mientras recobraba el aliento. Ella me miraba y me besaba con pasión.
―Estabas tan horrible con ese traje...―tomó la corbata y la ató a mi cuello para subirme un poco la cabeza y volver a besarme―quiero repetir―dijo con una lujuria que nunca había visto en sus ojos negros.
―Miércoles...yo...con gusto lo haria pero ahora mismo me veo incapaz...dame unos diez minutos―dije con la boca seca.
Me dio un poco de agua y luego puso su parte íntima en mi boca.
―Hasta que te recuperes...será mejor que hagas un buen uso de esa boca―dijo frotándose conmigo.
Al día siguiente me levanté tarde, con dolor de cadera y piernas, incapaz de moverme. Miércoles por su parte estaba ya lista. Me dio el desayuno en la cama mientras me llamaba débil y que ya se encargaría de que tuviera más resistencia. Creo que fue la primera vez que tuve mucho miedo de estar junto a ella.
Días antes de regresar a Nevermore Enid nos mandó una noticia. En los bosques de Jerichó se habían producido ataques y nadie sabía que criatura podría estar detrás de ello.
―¿Ataques?, ¿nuevo misterio?, esto se pone interesante, ya estaba aburrida de no hacer nada―comentó ella con una sonrisa que me dio miedo.
¿A qué nos iba a tocar enfrentar en aquella ocasión?, esa era la pregunta que rondaba mi cabeza, pero fuera lo que fuera...lo afrontaríamos juntos.
FIN DE LA PRIMERA TEMPORADA...
Bueno, espero que hayan disfrutado de ello :)
Pueden sugerir ideas para la temporada siguiente :D
Un saludo.
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