Especial Navidad
Narrador:
Miércoles acabó de hacer unas cosas en el bosque y de asesinar unos cuantos animales cuando regresó a la mansión con Cosa. Al llegar, fue hasta el salón dónde se encontró a sus padres junto a Tn y un montón de cajas. Pero sobretodo, un enorme árbol.
―¿Qué significa esto?―preguntó aún cubierta por tierra y sangre.
―Un árbol de Navidad―contestó este feliz―¿me ayudas a adornarlo?.
―Claro que no, es una estupidez―replicó antes de marcharse a ducharse.
Tras asearse, se puso a escribir pero no pudo concentrarse pensando en que Tn estaba abajo poniendo los adornos.
―¿No quieres estar con él?
―Claro que quiero...pero...si voy...habré perdido contra él
―Él hace muchas cosas por ti
―Lo sé...¡está bien iré!.
Bajó las escaleras y encontró a este junto a Pugsley decorando la base. Veía a su hermano reír y divertirse. ¿Cuándo fue la última vez que lo vio de esa forma?, en el colegio le hacian bully y nunca se reía. Siempre estaba solo y ahora que estaba Tn, parecía que había recobrado esa alegría tan suya.
Tn se dio cuenta de la presencia de ella.
―Ey―se acercó―ven, vamos a hacerlo juntos―le extendió la mano.
Ella miró la mano, si la tomaba no habría vuelta atrás. Finalmente se rindió, era el efecto que este causaba en ella.
Abrió una caja y sacó unos cuantos adornos.
―Son demasiado coloridos―comentó molesta.
―Porque has cogido la caja que nos ha enviado Enid―rió este divertido―toma, compré unos más de tu estilo.
Eran cuchillos, hachas, ballestas y otras cosas sangrientas de adornos.
―Estos me gustan más―dijo mientras los iba colocando.
Al final entre los tres terminaron pronto y el árbol quedó muy bien. La estrella del pico era una cabeza cortada y reducida.
―Se ve muy realista, cada vez se lo curran más―comentó Tn mirando la cara.
―Es que es real―dijo sorprendiendo a Tn―¿qué?, ¿no te has acostumbrado todavía a mi familia?.
―No es eso, pero dame tiempo para asimilar algunas cosas.
Cuando llegaron sus padres, quedaron maravillados ante tal árbol, especialmente por la cabeza en lo más alto de este.
―Hace tanto tiempo que no poníamos uno que me había olvidado lo horrible que se veía―dijo su padre algo emocionado.
―Si, todo desde que Miércoles amenazó con clavar las cabezas de sus compañeros en uno de ellos―comentó su madre caminando alrededor de este y examinando cada detalle―sin duda alguna Tn ha influenciado en nuestra tormenta.
―Solo lo haremos este año―dijo ella molesta―y porque Tn me pidió que no lo quemase, pero lo dicho, únicamente este año.
Regresaron a la habitación hasta la hora de cenar. Miércoles nada más cerrar la puerta y dar unos pasos recibió un abrazo por detrás.
―Gracias por dejarme poner el árbol―susurró este.
Cuando hacia eso, Miércoles se sentía tan débil que lo odiaba.
―No tienes que darlas―dijo fríamente.
―Te quiero...
Volteó, lo miró antes de besarlo. Tn la subió a él y la llevó hasta la cama donde la tumbó antes de empezar a darse mucho amor. Ella acariciaba su rostro, le encantaba esa sensación.
―Todavía no puedo creer que este contigo―dijo este.
―Haz el favor de cerrar esa boca y usarla para besarme―ordenó ella―y ni se te ocurra contarle esto a nadie―amenazó.
―Claro que no.
Aquella noche tras una buena cena, se sentaron junto al fuego mientras Morticia se daba besos con su marido y Pugsley jugaba lanzando cuchillos a una diana. Miércoles estaba siendo abrazada por Tn quien miraba el árbol sonriente.
―Has cambiado mi mundo...para siempre―pensaba la gótica mirando el rostro de su pareja―pero nunca te lo diré. No quiero aparentar debilidad.
Afuera una fuerte tormenta caía sobre el lugar. A Tn le encantaba ese ambiente, caliente junto al fuego mientras llovía.
―¿Está noche habrá más mimos?―preguntó en un susurro a su chica.
―Claro que no, te lo tienes que ganar. Ahora haz el favor de controlar tus malditas hormonas―respondió fría y en el mismo tono.
―Lo siento.
Cuando llegó la hora de acostarse, Tn sintió a su chica colocarse encima.
―¿Qué haces?―preguntó confundido.
―Mimos
―Ah no, lo siento, antes has dicho que no.
Ella le agarró de la camisa del pijama.
―Haz el favor de callarte, cuando yo te diga algo obedeces, ¿queda claro?
―Si...
―Dilo más alto
―¡Si!.
Ella le dio un beso.
―Buen chico, ahora...pijama fuera.
Y así...se produjo una noche más de pasión entre ambos.
Fin del especial.
Espero que les haya gustado.
Un saludo :D
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