Narrador:

Todo el alumnado estaba ya en sus posiciones y utilizaba las armas de las que disponían. Enid y su grupo de hombres lobos atacaban con las bolas de cañón a distancia haciendo que explotasen y derribando a las criaturas que tenían cuerpo de lobo y cara de murciélago. Algunos de ellos tenían alas y volaban directos a las ventanas pero por suerte Bianca y el resto de sirenas utilizaron su canto para dormirlas en pleno vuelo haciendo que cayeran contra el suelo.

―El troll está cerca―avisó Miércoles. Toda la academia se quedó en silencio cuando vio aparecer la criatura entre los árboles con una gran porra hecha de madera con pinchos. Encima de eso contaba con una armadura por lo que las serpientes de Ajax y compañía no funcionaría.

―¡Miércoles utiliza las granadas!―pidió Tn a su chica.

Enid que se había acercado para saber que podían hacer lanzó las granadas que fueron impactando y estallando contra el troll. Si bien funcionaron al principio deteniendo su avance, el material con el que contaba Miércoles no era tan efectivo.

―Bueno, Enid seguid atacando―dijo el chico.

―Pero hay que repartir entre las bestias y el troll―contestó ella―no hay suficiente para derrotar a ambos bandos.

―Usadla contra el troll―ordenó el joven―si esa cosa pasa...estaremos acabados. Las defensas pueden aguantar y darnos tiempo contra el resto de criaturas.

Enid asintió y fue a dar órdenes a su grupo. Miércoles, espada en mano junto a Tn bajaban a una de las salas donde se habían colado y un grupo de alumnos resistían como podían.

Espadas en mano, ambos lucharon con habilidad. El resto de alumnos y ellos dos juntos contuvieron al grupo de enemigos que habían entrado. Visto que seguirían entrando por esa brecha, Tn tiró de una palanca cercana ahora que estaban distraídos.

Una piedra que colgaba en la parte de fuera de la academia cayó matando a todos los que se encontraban cerca de la brecha. Ahora estaba taponada y no podían entrar. Las pisadas del troll eran tan fuertes que sacudía la tierra y sus rugidos eran cada vez más cercanos. Eso se unía a las explosiones que provocaban que todo temblase.

―No van a poder pararlo―dijo Tn preocupado.

―Tn―llamó Miércoles cerca suya―este volteó y fue besado por ella de una manera tan tierna que le sorprendió―protege la academia, yo me encargo.

―¡Espera!―pero ella había echado a correr.

Tn fue ordenando, reagrupando y ayudando a todos los presentes mientras pensaba en que haría Miércoles para detener algo tan grande.

Al asomarse por la ventana, los alumnos activaban las trampas deteniendo los avances o simplemente viendo como las rocas y otros objetos aplastaban a los enemigos.

Entonces sus ojos captaron todo a cámara lenta, Miércoles había usado una cuerda para lanzarse al vacío, o mejor dicho, contra el troll. Con la espada en su mano atacó al troll justo en entre sus ojos provocando un alarido de dolor en este que lanzó un ataque al aire con su porra golpeando una pequeña parte del edificio. Esto generó algunos pequeños derrumbes pero gracias a la protección que le habían puesto solamente fue eso, la cáscara del edificio.

―¡Miércoles!―gritaba el joven viendo como la criatura caía al suelo de espaldas mientras su chica permanecía hundiendo la hoja. 

El golpe fue seco generando un pequeño seísmo. Algunas criaturas que se encontraban justo debajo de este sufrieron una muerte rápida.

Tn vio como ahora Miércoles era acorralada. El troll se sacudía unas cuantas veces antes de dejar escapar una última bocanada de aire. Estaba muerto. Entonces el chico recordó que ella dijo que le gustaría usar un veneno fuerte que había fabricado y ponerlo en su espada. Aquel era el resultado de su experimento.

―¡Miércoles!―gritó este antes de usar una cuerda para descender, no iba a dejar a su chica a solas.

Se abrió paso poco a poco mientras sufría algunos cortes y rasguños por parte de estos. Ambos luchaban y se defendían como podían. Tn era bueno, pero no era tan experto como su chica quien parecía bailar entre ellos. El joven mató uno que intentó atacar a esta por la espalda.

―Gracias―dijo la joven viendo el cuerpo.

Entonces, uno de ellos alzó su garra y la hundió en el pecho de Tn que miró a Miércoles. Se quedó congelada viendo la escena, sobretodo cuando la bestia golpeó al chico saliendo disparado a un lateral. Y ahí se quedó inmóvil.

Miércoles al ver el cuerpo inerte del joven, bocabajo, recordando la visión...la rabia comenzó a crecer en su interior y soltó un gran grito de ira. 

Todos los que miraban por la ventana vieron la escena. Sobretodo Enid que se llevó las manos a la boca. La joven loba dijo que tenían que ir a ayudar a Tn cuando vieron que Miércoles comenzaba a asesinar de la manera más brutal y sangrienta a las criaturas. Les cortaba por la mitad, otros veían como las cabezas de sus compañeros rodaban como una pelota de fútbol. Ella les sacaba las tripas usando la espada mientras aún estaban vivos. 

La lluvia de sangre se producía mientras la joven Miércoles se manchaba todo de sangre. Su uniforme ya no era negro pues a pesar de la oscuridad de su corazón...ahora se había teñido con el rojo de la venganza.

―¡Se retiran!―avisó Enid.

Miércoles miró a como se marchaban y le gritó a Eugene que lo hiciera ahora. Salió corriendo detrás de los pequeños insectos.

Enid y el resto bajó a ver a Tn y echarle un vistazo.

La gótica corría siguiendo a las bestias por el bosque hasta dar con una especie de pequeña montaña, pero lleno de agujeros. Era la cueva de sus dibujos. Las criaturas se disiparon como el polvo y ahora de uno de los agujeros salió una figura.

―Te estaba esperando...Miércoles Addams...descendiente de Goody―dijo la voz.

―¿Quién eres?―preguntó apretando el mango de su espada.

―Soy Elliot Rockstone, y fui seguidor de Joseph. Pero justo cuando me encontraba en mi mejor momento...tu antepasada me mató―era un hombre de mediana estatura, calvo y con marcas tatuadas en su cuello―quemó mi cuerpo y condenó mi alma para torturarme eternamente.

―Entonces ese no es tu cuerpo―dijo ella.

―No...necesito un cuerpo y llenarlo con magia. Y justo el de tu novio muerto me servirá, está mucho más sano que este―al parecer se lo robó a un vagabundo―al desaparecer el alma de Goody para salvar tu vida...la mía se liberó.

Sacó una espada y se encaró contra Miércoles. Ella aún tenía la rabia en su interior, sobretodo después de escuchar que quería el cuerpo de su chico. No tenía tiempo para llorar. Atacó con todas sus fuerzas ya que estaba cansada y fatigada de la pelea anterior. Ambos eran hábiles, Elliot parecía divertirse y disfrutaba manteniendo a raya a la joven.

―¿Qué te pasa?―esbozó una sonrisa―¿estás cansada?.

―Eso sólo ha sido el calentamiento―respondió a pesar de saber que estaba en el borde de sus fuerzas.

En unos cuantos movimientos más, la joven cayó al suelo derrotada y la espada estaba lejos. Jadeando, el pensamiento de su chico cruzó su mente. Al menos, ahora podrían estar juntos para toda la eternidad una vez ella fuera asesinada.

―Después de ti irán tus amigos, y todo con el cuerpo de Tn―dijo con regocijo.

Alzó la mano para asestar el golpe cuando un cuchillo impactó en su pecho. Este se lo quitó, aunque no le había hecho daño, si detuvo lo suficiente el ataque para que Miércoles escapase y agarrase su espada. Volteó y vio a Cosa, el causante de ello. Este le mostró el dedo del medio a Elliot que solamente sonreía.

―Solamente retrasas tu muerte―dijo este mientras se dirigía a Miércoles.

―Yo creo que no―dijo una voz femenina cercana a ellos.

―No puede ser...―Miércoles miraba con una pequeña sonrisa la escena.

―Lamentamos llegar tarde...mi tormenta de veneno―dijo nada menos que Morticia. 

Y no venía sola pues su padre, tío y Pugsley estaban allí.

―Podré matar a toda la familia...me gusta eso―pensó divertido.

Todos sacaron sus espadas y enfrentaron a este, incluso Cosa empuñó un cuchillo. Ahora era un baile en el cual Elliot que pensaba que podía ganar, se vio superado mientras la familia le lanzaba ataques uno tras otro. El hombre se defendía bien pero nada pudo hacer, sobretodo cuando la corriente del tío hizo soltar su arma.

―¡Ahora!―todos juntos y al mismo tiempo clavaron su hoja en su pecho haciendo que gritase de dolor.

Cosa saltó y apuñaló su cerebro. Una luz comenzó a brillar y pronto se deshizo en polvo y su alma quedaba al descubierto. Miércoles tomó el cuchillo de su amigo, hizo un leve corte en su mano mostrando su sangre y clavó la punta en el alma. De está forma, el alma de Elliot fue destruida para siempre y nunca regresaría a hacer daño.

―Se acabó―susurró ella antes de caer de rodillas agotada―gracias a todos por estar aquí.

Todos se fundieron en un cálido abrazo. Y entonces...Miércoles rompió a llorar recordando a Tn quien había muerto salvándola, como un héroe a su princesa.

―¡Miércoles!―llamó Enid.

Al levantar la vista esbozó una sonrisa de verla bien y le dijo que se había acabado. Y justo en ese momento apareció Tn. Ella apartó a su familia, aquello no podía ser real. Este bajó despacio la pequeña cuesta hasta ponerse cerca suya.

―Te vi caer―susurró ella.

―Me preparé siguiendo tu visión―abrió su chaqueta mostrando algo acolchado y rasgado―eso si, me llevé un buen golpe―dijo avergonzado.

Tn la abrazó y ambos se miraron antes de besarse con mucha pasión recordando a sus padres. Enid aplaudió emocionada junto al resto de su familia cuando vieron que la cosa iba a más.

―Eh...esto...aquí no es buen sitio―dijo Enid.

―Cierra la boca loba―respondió Miércoles que ya estaba quitándose la camisa manchada de sangre y con la que había manchado a Tn.

―Eh, es un Miércoles Sangriento―dijo el joven encogiéndose de hombros.

Pero sus padres dijeron lo mismo y se detuvieron.

Todo el grupo caminó de regreso mientras Tn cargaba a Miércoles a su espalda. Ella le abrazaba pensando que era todo un sueño.

Llegaron a la academia, todos los alumnos salieron a ver como estaban. Tn y Enid comunicaron que habían vencido. Enseguida se produjeron los gritos de euforia y emoción. Muchos se abrazaban emocionados y otros lloraban de alegría.

―Miércoles ha derrotado al culpable...ya no hay nada que temer―anunció Enid.

Tn bajó a Miércoles, ella fue manteada por todos durante un buen rato. Por primera vez en su vida, la joven esbozaba una gran sonrisa de felicidad mientras era manteada hacia arriba y siendo testigo de como el sol salía entre las nubes grises golpeando la escena donde se encontraban. Odiaba la luz, odiaba el blanco...pero por un momento...la sintió su aliada.

De está manera...la pesadilla terminó...

Dos días después y ya curada de sus heridas al igual que todos los alumnos que lucharon, Miércoles se encontraba en su habitación escribiendo. Tn estaba tumbado junto a Enid viendo vídeos graciosos. Los padres de Miércoles se marcharon a la mansión tras haber ayudado a su hija a ganar esa batalla.

―Lamento mucho que rompieras con Ajax―dijo este.

―Hace ya varios días de eso, pero no quise decir nada...

―Entonces cuando hicimos eso...¿ya estabas soltera?―ella asintió.

Ya en la noche, Tn tenía permiso para dormir en la habitación. Ella aún tenía los vendajes pero pronto se las podría quitar.

―Menuda semana―suspiró Tn.

―Así es...―ella apoyaba la cabeza en su pecho―oye, Enid ha salido con Yoko...tenemos tiempo libre para los dos.

―¿No deberías descansar?―ella le besó mientras acariciaba su pelo.

―Tengo todo el  tiempo del mundo para eso...―susurró tierna―pensé que te había perdido para siempre―sus ojos se volvieron vidriosos.

―Mi dulce tormenta de veneno―se besaron y la cosa fue a más.

En la mañana siguiente y con una semana de descanso para que los obreros pudieran restaurar las partes de la academia, Tn tenía las maletas para irse con los Addams a pasar ese tiempo allí.

―Espero que no haya nada peligroso―comentó este tras despedirse de Enid y meterse en el coche―por qué no habrá nada...¿verdad?.

Enfrente tenía a Miércoles quien a pesar de sus intentos...esbozó una sonrisa y no dijo nada.

Continuará...