12-Muerte y cariño

Punto de vista de Miércoles.

Estaba sudada, empapada de barro por toda mi ropa y sangrando por alguna que otra herida que escocía mucho. Delante de mí un monstruo sonreía ante el triunfo. No podía moverme a pesar de los intentos, ahí tumbada me percaté de algo cercano a mí. Era Tn con unas horribles heridas por su cuerpo, saliendo sangre de su boca y pidiendo ayuda.

―¡Tn!―lo pude tomar entre mis brazos―¡aguanta!.

Pero yo sabía que no resistiría, sus heridas eran demasiado profundas. Él sonreía como un idiota y me decía una y otra vez que me quería. La bestia se burlaba desde su posición mientras yo trataba de parar la hemorragia.

―Lo siento...mi tormenta de veneno―susurró antes de cerrar los ojos.

―¡NOOOOOOO!―grité con todas mis fuerzas mientras un dolor se formaba en mi garganta.

Mis ojos escocían mucho por mis lágrimas. Y entonces sentí una fuerte sacudida en mi pecho. Todo estaba un poco oscuro. Al abrir mis ojos de nuevo pude ver más claridad, estaba en mi dormitorio. Mis lágrimas no cesaban de caer teniendo que limpiarme la cara con la mano.

―Un sueño...solamente eso, un sueño...o una visión―dije para mí misma.

Entonces recordé algo.

―Tn―volteé y ahí estaba él, dormido como un tronco y con Enid aferrada a su pecho. Alargué la mano para saber que no era un sueño de nuevo, su piel tan caliente como siempre e incluso durmiendo, mostraba esa sonrisa que tanto me gustaba.

Me levanté con sumo cuidado de no despertarlo. Fui al baño y me lave bien la cara. Mi cara siempre pálida era sustituida por un tono rojizo. Por primera vez en mucho tiempo sentía como todo mi cuerpo costaba que reaccionase a lo que pensaba. Escuche un ruido cercano, la puerta se había abierto dejando ver a Tn con rostro preocupado.

―Tn...

―¿Qué ocurre?―cerró la puerta tras de sí y se acercó a mí.

―Nada.

―No me mientas, sabes que entre nosotros no hay secretos―me alzó la barbilla y me hizo mirarle―ahora dime lo que ocurre.

Suspiré agotada, me senté sobre el retrete y le empecé a relatar todo lo que vi en mi sueño y a medida que lo hacia sentía una fuerte presión en mi pecho.

―Tranquila, no ha sido real―dijo de cuclillas y apretando mi mano―ahora solamente no pienses en eso, respira y volvamos a la cama a descansar.

Su voz y compañía lograron relajarme antes de recibir un beso por su parte. Me dio unos cuantos más, todos los que yo necesitaba en ese momento y al separarse, me sonrió de la forma que tanto me gustaba. Odiaba admitirlo pero...me había dominado.

Regresamos a la cama y nos tumbamos para dormir. Aún quedaban unas pocas horas para tener que levantarnos e ira desayunar. Enid se restregaba los ojos preguntando que pasaba.

―Nada lobita―dijo Tn acariciando su cabello―vuelve a dormir.

―Vale―soltó un ligero bostezo antes de colocarse encima del pecho de Tn.

―Buenas noches―susurró este a las dos antes de ponerme a mí también en su pecho.


Punto de vista de Tn.

Desperté con el sonido de la alarma. Ambas chicas se estiraron tratando de terminar de despertarse cuando Enid restregó su cara con mi pecho.

―Enid, es hora de moverse―dije riendo.

―Solamente un poco más...es que tu olor a vainilla me gusta y tu pecho es muy cómodo―al decir eso volteé a ver a Miércoles, seguramente estaría enfadada.

―Enid, Tn tiene que levantarse―comentó relajada―buenos días―nos besamos un poco y ella se fue al baño.

Me quedé acomodado en la cama mientras pensaba en lo sucedido. Miércoles tenía visiones, eso había sido un sueño pero podía ser verdad. Suspiré preocupado por ella sabiendo lo afectada que estaría cuando sentí algo húmedo en mi cara. Era Enid quien me estaba lamiendo la cara como un perro.

―¿E-Enid?―ella siguió ante mi cuerpo paralizado.

―¡Enid!―gritó Miércoles saliendo―¿qué haces?.

―Darle los buenos días―respondió alegre―es una forma de agradecer.

―Te voy a cortar la lengua―amenazó ella acercándose―Tn, tienes que poner límites a está loba.

Enid para mayor cabreo de mi pareja se aferró a mi brazo.

―Tn, dile algo, me trata muy mal―dijo cual niña pequeña.

―Chicas calma, Enid no hagas eso y Miércoles, vamos a desayunar―traté de calmarlas.

―Mejor ve con la loba visto que no te molesta―replicó enfadada.

―Por mí no hay problema―me dio otro lametón.

Miércoles estaba muy enfadada, sentía su ira aumentar por segundos.

Tras un rato discutiendo, bajamos a desayunar. Enid caminaba feliz mientras su compañera la miraba con una cara asesina. Yo le tome de la mano para calmarla. Eso pareció funcionar un poco ya que estaba menos enfadada durante el desayuno.

Después de eso ayudé a las chicas y al resto de alumnos a reparar algunas de las defensas del lugar y en ratos sueltos llamaba a mi madre para saber que tal iba todo. No se había producido ningún ataque más. Luego me di una ducha y regresé al dormitorio de ambas.

―Ya estoy―dije entrando.

Miércoles estaba preparando unas granadas junto a Cosa mientras Enid se terminaba de colocar algo de ropa.

―Tn―saltó a mis brazos―ya tardabas en venir.

―Si...me he tomado algo de tiempo―al mirar a Miércoles me saludó con la mano.

Ella terminó de preparar las granadas y las puso en una cesta. Luego se lavó las manos y se acercó a mí para darme un beso corto.

―Ya he terminado, ahora solamente queda esperar al ataque―dijo confiada.

―¿Estás mejor?―pregunté.

―Si, pero debo hablar con mi madre sobre esto―contestó preocupada―quizás solamente haya sido una pesadilla.

Iba a decir algo cuando Enid se subió encima mío.

―¿Hacemos algo?―me dio una lamida de nuevo en la cara.

―Yo...

―Enid, ¿estás...?.

Yo no entendía nada.

Ella se bajó y se rascó el brazo asintiendo.

―Enid está en celo. Cuando se encuentra así se comporta de forma muy cariñosa, sobretodo si está cerca de alguien que le gusta―explicó ella.

―Enid...yo solamente te veo como una amiga, yo quiero a Miércoles

―No tiene que ser en ese sentido―dijo Miércoles―simplemente le gusta tu olor o algo parecido.

―Ya veo...

Enid se acercó a mí y me abrazó hundiendo su cabeza en mi pecho mientras pedía perdón por ser una molestia.

―No lo eres lobita, solamente me ha sorprendido―acaricié su pelo haciendo que dejase escapar algunos sonidos tiernos.

Ella levantó la cabeza, le sequé las lágrimas y le di un pequeño beso en la frente.

―No pasa nada―susurré.

Miércoles nos separó y me llevó a la cama a sentarme con ella para hablar.

―Estoy dispuesta a ayudar a Enid―comentó.

―¿Cómo?

―Puedes estar con ella en su estado de celo―dijo para mi sorpresa―pero sólo cuando esté en ese estado y punto.

―No puedo―me negué―yo sólo te quiero a ti.

―No tienes que salir con ella, solamente satisfacerla sexualmente

―No

―Lo harás y punto

―¿Y si me niego?.

Me agarró de la camisa y me acercó a ella.

―Te lo pido―dijo mirándome a los ojos―por favor.

―Está bien―suspiré resignado.

Aquella misma noche estaba tumbado con ambas, Miércoles me dio unos besos mientras difícilmente me pedía perdón por aquello. Ese día estaba muy rara, se notaba que le había afectado la pesadilla.

―Te quiero―susurré.

―Y yo.

Enid empezó a quitarse el pijama quedando en ropa interior. Realmente tenía un cuerpo muy bonito. Se colocó encima de mí, lamiendo primero mi cara y cuello antes de empezar con los besos. Era muy diferente a cuando lo hacia Miércoles.

―Joder―pensaba mientras sentía cada caricia de ambas pues mi chica también empezó a besarme. 

Era una sensación rara pero maravillosa al mismo tiempo.

―Tn, lamento todo esto―susurró avergonzada―pero en mi estado...ha llegado un punto donde no puedo controlarme.

―Está bien lobita―al decir eso y acariciar su mejilla me besó con pasión.

Miércoles me fue quitando el pijama hasta quedarme desnudo ante ellas. Estaba avergonzado, una cosa era estar sin ropa delante de ella y otra delante de ambas.

Se sentaron de rodillas las dos mientras me miraban con una cara de lujuria y de cazadoras ante una pobre presa indefensa.

―¿Chicas?―pregunté algo asustado.

No pude decir nada más ya que me llenaron con todo su amor y pasión.

Ya de mañana, estaba desnudo y con ambas también sin ropa, una a cada lado. Me tapé la cara al recordar todo lo sucedido la noche anterior. 

Al tratar de levantarme, Enid me tiró hacia ella y Miércoles lo mismo.

―Buenos días―dijeron ambas.

―Buenos días.

Enid me dio un pequeño beso antes de ir al baño. Miércoles por su lado me dio las gracias por ayudar a su amiga y de paso me abrazó. Me dijo algo muy bonito...

―Gracias por estar a mi lado. Odiaba la debilidad de la amistad, pensaba que era para idiotas...y ahora tengo amigos en los que confiar y un chico...al que...al que...―yo sonreí―al que quiero.

La abracé para hacerla sentir mejor.

―Estoy aquí para ti, todos, confía en nosotros al igual que nosotros en ti―le di un beso en la mejilla―mi tormenta de veneno.

―Mi dulce normie―al decir eso me reí―no te rías...soy mala poniendo motes amorosos.

Después del desayuno, al cabo de unas pocas horas...la alarma sonó.

―¡Vienen unas criaturas más grandes!―alertó Xavier―¡rápido, tomad las armas!.

Enseguida todos los alumnos se fueron a sus respectivos puestos al igual que Eugene estaba preparado con sus abejas para cuando se vayan, seguirlas hasta su base.

―Dios santo―dije asustado viendo como unos enormes árboles se movían, era sin duda señal de  que algo se aproximaba.

―¿Qué clase de criatura traen?―preguntó Enid aferrándose a mi brazo.

―No me digas que...―los alumnos voltearon a ver a Miércoles quien por su cara mostraba una gran preocupación.

Se escuchó un fuerte rugido.

―Un troll.

Todos nos asustamos durante unos segundos antes de volver a prestar atención a las grandes criaturas que se acercaban.

Continuará...

Bueno gente, tras un capítulo amoroso...tocan 2-3 de acción, pelea y drama. Espero que estén preparados :D

Un saludo.

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