1-Conocerse

Aviso: el prólogo era para poner en contexto un poco la historia y presentar al personaje de Tn. Ahora todo será narrado desde el punto de vista de ambos personajes ya que al ser un normie no va a Nevermore.


Punto de vista de Tn.


Tenía muchas ganas de que acabase la hora del trabajo. No soy de tener muchos amigos y los que pocos que tengo es a distancia pues fueron los primeros en marcharse ya que sus familias estaban cansadas de los problemas ocasionados por los marginados. A mí no me importaba pues ninguno de ellos me había tratado mal desde hace mucho tiempo.

—Me llevaré este libro—dijo una clienta—es para mi hijo pequeño, ¿le gustará?—al revisar la portada vi que se trataba de una recopilación de  cuentos infantiles.

—Sí, es muy popular en estos días—contesté—aquí tiene—le devolví su carnet de la biblioteca y ella se marchó.

El jefe estaba sentado como siempre examinando unas revistas mientras de fondo tenía una pequeña radio para escuchar las noticias. Pero en un tono donde solamente podía escucharla él y el resto que estuvieran muy cerca.

Llegada mi hora, suspiré aliviado. Normalmente no me importa trabajar tanto, pero ese día estar con alguien después, me hacia una gran ilusión.

—Jefe, me voy—avise a este quien tomaría mi lugar.

—Hasta luego—dijo sin mirarme.

Me fui al pequeño almacén antes de nada a cambiarme, llevaba la ropa en mi mochila. Luego, la colgué al hombro y me marche del trabajo.

Abrí la puerta de la cafetería y mis ojos buscaron a la chica. Estaba sentada junto a otra, una chica rubia que al fijarme, me percaté de que era la que me siguió en redes el día anterior.

—Hola—salude—perdona que haya tardado un poco, estaba en el trabajo.

—Hola Tn—la chica rubia y simpática me extendió su mano—Enid Sinclair, te sigo en tus redes.

—Encantado.

Desvié mi mirada hacia Miércoles.

—Me sorprendí un poco por tu mensaje—comenté—bueno, ¿qué te parecen los libros?.

—Fascinante, encuentro que tiene una forma de escribir que ciertamente han captado mi atención—contestó con ese tono tan frío.

—Ya veo.

La camarera tomó nota de nuestras bebidas y Enid comenzó a hacerme una especie de entrevista sobre mis gustos y demás. Poco a poco me fui soltando ya que estaba algo nervioso al no ser muy bueno en el tema de socializar.

Enid fue un momento al servicio y nos quedamos los dos hablando.

—¿Hay algo que quieras decirme?—pregunté—como he dicho, me parece un poco raro que me dijeras de quedar.

—Lamento que haya sucedido esto. Enid es una persona que además de tener mucho color y ser chismosa, pensó que ayer estábamos en una cita—dijo tomando un sorbo de café—todo por una foto que nos hicieron ayer.

—Entiendo—dije rascándome la mejilla.

Nos quedamos en silencio unos pocos segundos.

—Puedo ver que no eres bueno socializando—dijo de pronto—no te preocupes, yo tampoco soy buena en ello. Aunque reconozco que hace tiempo pensaba que las amistades eran para personas débiles.

—¿Y qué cambió?—pregunté curioso.

—El incidente del Hyde—contestó tranquila.

Enid regresó con su alegre personalidad.

—¿Puedo haceros una pregunta?—había algo que quería saber.

—¿Qué es?—dijo la rubia.

—¿Cómo es la biblioteca de la academia?.

Ellas se miraron.

—De todas las preguntas que puedes hacer, ¿preguntas por la biblioteca?—Enid se echó a reír un poco—lo siento. Pues tiene muchos libros, sobretodo de autores excluidos.

—Me encantaría leer alguno de ellos—explique—en la biblioteca del pueblo no tenemos libros así.

—Hay algunos buenos—comentó Miércoles—puedo traerte alguno si así lo deseas.

—¡Genial!—exclamé—¡estaría muy agradecido!—me dejé llevar tanto por la emoción que le tome de las manos—lo siento—enseguida las retiré.

Ella desvió la mirada durante unos instantes.

—Igual puedes venir algún día a la academia—dijo Enid.

—No creo que me dejen pasar

—Yo creo que sí, ya hablaré con el encargado—ella guiñó un ojo.

Las manecillas del reloj pasaron volando y cuando nos dimos cuenta me dijeron que tenían que regresar. Me ofrecí de nuevo a llevarla.

—Muchas gracias—como hasta ahora, Enid sonreía.

Subimos al coche y fuimos hasta la entrada de la academia. En el camino, Enid cambiaba de emisora hasta que recibió un manotazo en su mano por parte de Miércoles a lo que yo solté una risa.

—No pasa nada Miércoles—dije restando importancia al asunto.

—No deberías dejar que otras personas toquen tus cosas—miró por la ventana—a Enid debes cortar de raíz o de lo contrario la tendrás todo el día encima tuya.

Salieron del coche y nos despedimos. Las vi caminar hasta desaparecer dentro del edificio y luego di media vuelta para regresar.

Llegue a casa ya con la noche encima mío. Mis padres estaban ya viendo la televisión después de haber cenado temprano.

—Tu jefe nos ha dicho que has estado con unas excluidas de la academia—su tono parecía molesto.

—Si—dije sin ganas.

—Yo te aconsejo que te alejes de esa gente. Luego haz lo que quieras pero no llores si te rompen el corazón o te hacen daño—todo eso sin mirarme a la cara.

—Si.

Entre a mi cuarto y cuando me tumbe, vi que tenía notificaciones en el teléfono. Era de Enid quien decía haberlo pasado bien hablando conmigo y que tendríamos que repetirlo. Pero me sorprendió que dijera que Miércoles opinaba lo mismo. Al pensar en ella, en esos ojos que parecían querer matarte, era raro que se lo hubiera pasado bien. Ella decía no tener emociones.

Yo enseguida me puse a chatear con ellas, incluso creamos un grupo los tres.


Punto de vista de Miércoles.

Después de que Tn nos dejase, entramos en el lugar resguardando del frío que solamente molestaba a Enid. Cuando estuvimos en el dormitorio, suspiré sabiendo que iba a pasar a continuación.

—Tn me parece muy majo, mucho mejor que otros normies que hemos conocido—comentó mientras se quitaba las zapatillas y se tiraba sobre su cama.

—Quizás tiene algo de sentido común, algo poco difícil hoy en día—me senté a escribir.

—¿Vas a volver a verle?—preguntó desde la distancia.

—Puede

—¡Ahhhh!—ella empezó a dar saltos—¡el amor es tan...mágico!.

—No te confundas, es un contacto para obtener libros—noté que se colocó a mi lado.

—Eso es lo que dices ahora—ahí estaba mirándome, con esa sonrisa.

—Tengo que escribir Enid.

Ella se alejó pero aún mantenía esa sonrisa burlona en su cara.

Escuché a esta reírse por lo bajo mientras chateaba con el teléfono. Cuando terminé mi hora de escribir tras tener dificultades para continuar con mi novela, revisé mi móvil. Ahí tenía una notificación de grupo, Enid me había metido con Tn.

—¿Por qué no me consultas antes?—pregunte enfadada.

—Oh vamos, será divertido, yo estoy en 30 grupos

—Increíble

—Gracias

—No estoy segura que fuera un halago.

Suspiré agotada de aguantar las ganas de socializar de mi compañera de cuarto. Entonces vi que Tn me preguntaba si quería ir a ver una película de terror al cine. La iba a estrenar dentro de poco. Me quedé mirando el mensaje durante un minuto cuando escribí que aceptaba y le dí a enviar. Tan absorta estaba en mis pensamientos y el mensaje que no me di cuenta de que Enid se colocaba a mi lado.

—¿Una cita?—arqueó una ceja.

—Enid, cualquier día voy a asfixiarte mientras duermes—ella se retiró un poco—solamente lo hago para devolverle el favor de los libros.

—Ya...claro—ella me guiñó un ojo.

Los días pasaron y no vi a Tn salvo por videollamada para hablar de algún libro que me había parecido interesante. Y llegó el momento de ir al cine. Enid estaba muy emocionada y eligió unas ropas negras pero con un estilo diferente. De esta manera, no parecía que llevaba siempre las mismas prendas.

—¡Mucha suerte compañera!—me dio un abrazo.

—¿Cuantas veces voy a tener que decirlo?

—Por favor—me sostuvo de las manos—cuando vuelvas quiero saber todos los detalles.

Salí hasta la entrada donde Tn me recogería. Enid me siguió para saludar al chico cuando me cruce con Bianca y Xavier.

—¿A dónde va la gótica de Nevermore?—preguntó el joven apoyado en un pilar.

—Eso, ¿vas a matar a alguien?—siguió Bianca.

—Ojalá, voy al cine—desvié la mirada y quise seguir antes de tener que dar más explicaciones.

Pero olvidé a Enid, la reina de los chismes.

—Va a una cita con un normie—dejó escapar con una sonrisa.

—¡Vaya!—dijo Bianca—¿y ese normie sabe que lo puedes matar?.

—Debe de estar un poco loco para pedirte una cita y que tú hayas aceptado—continuó su compañero sorprendido.

Yo seguí caminando hasta el coche. Al meterme dentro, vi desde el cristal a los tres hablando y Enid contando algo con su teléfono, seguramente las fotos de él.

—Te ves muy bien—dijo el chico mirando a otro lado tras decirlo.

—Ahorra tus elogios de caballerosidad—dije—ahora vamos a ver esa película.

—Claro—arrancó el coche y emprendimos el camino.

Aparcamos cerca de su casa. Empezamos a caminar para llegar al cine, Tn ya había sacado las entradas. Por el camino vi el coche del sheriff y también vi a unos normies escribir cosas contra los excluidos, algo a lo que no le prestaría mucha más atención.

Al entrar, nos quedamos unos minutos en el recinto del cine hasta que nos dieran permiso para entrar a la sala de la película. 

—Pero si es Tn—dijo una voz.

Vi como la cara del chico cambiaba por completo.

—Hola Thomas—dijo sin ganas.

—Oye, ¿esas son formas de saludar a tu amigo?—preguntó colocando el brazo por su hombro—¿y esta chica?, no me digas que es tu novia.

—No soy su novia, pero puede ver que sois unos abusones—dije.

—Eh, ¿esas son formas de hablar?, no recuerdo verte por el pueblo...¿no serás una excluida?

—Así es.

Este y otros tres se echaron a reír.

—Que bajo has caído Tn—comentó—pero no está mal la chica—me miró de arriba a abajo.

—Si me miras así de nuevo te voy a arrancar los ojos para que te los comas—eso le enfadó.

—¿Has dicho algo maldita friki?.

Los otros miembros restantes del grupo de abusones me rodearon y vi a Tn preocupado por mí, sin saber que yo podía defenderme.

Intentaron agarrarme pero en un momento y como en su día hice con otros, los dejé en el suelo en un momento. Empezaron a llorar por el dolor en sus brazos y piernas.

—Eso ha sido asombroso—dijo Tn—eres increíble.

Normalmente le amenazaría por halagarme, pero no pude hacerlo.

—Ah, la película—no había casi gente allí y solamente se quedaron viendo—vamos.

Tn me tomó de la mano y entramos a la sala para ver la película. Cuando la soltó, por primera vez en mucho tiempo pude notar calidez en mis frías manos. Este me ofreció palomitas que había comprado y aunque no me apetecían al principio, ver sufrir a la gente me dio hambre.

Debo decir que era algo mejor de lo que esperaba. Tn y otros dieron algunos saltos por las escenas que se proyectaban. Le vi sonreír, seguramente no tenía amigos con quien ir y yo era la primera persona con la que iba.

Cuando salimos, me llevó de vuelta a la academia y llovía mucho. Estuvimos comentando toda la película durante el camino. Normalmente el recorrido se hace largo, pero ese día fue corto.

—Gracias por defenderme de Thomas—dijo—nadie me ha defendido nunca.

—No debes darlas, gracias por traerme—dije.

—No ha sido nada. Bueno, hemos llegado—yo asentí.

Pero no salí, nos quedamos allí dentro un buen rato mientras la lluvia parecía no parar ni disminuir.

—Ten cuidado cuando vuelvas a casa—le dije algo preocupada. Cuando me di cuenta, me quedé sorprendida de lo que había dicho.

—¿Miércoles Addams preocupada por mí?—se echó a reír.

Al fijarme en su sonrisa, note algo extrañó en mí, pero no le di importancia. Tendría que mirar si estaba enferma.

Salí del coche y me refugié en el interior de la academia. Cuando fui a abrir la puerta de la habitación vi como se abría. Enid me tiró hacia adentro.

—¡QUIERO SABER TODO!—gritó emocionada.

Iba a quejarme cuando pensé en un modo de tortura para Enid.

—¿Crees que ha pasado algo?—ella asintió rápidamente—bueno...puede...

Dio un grito y me rodeó con los brazos.

—No te dejaré escapar hasta que cuentes todo.

Tras un buen rato sin ser soltada, sin ganas de otra cosa que tumbarme, le explique todo.

—Seguro que lo has conquistado con eso—dijo.

No le hice más caso y me tumbe. Miré por el cristal de la ventana, llovía mucho. Pensé en ello durante un buen rato hasta que finalmente me animé. Envié un mensaje a Tn preocupada por si le había pasado algo ya que no había hablado ni nada por el grupo.

—Sí, estoy bien, se conducir bajo la lluvia—una sonrisa inconsciente se dibujo en mi rostro al leer el mensaje.

Cuando bloqueé el teléfono vi a Enid desde la distancia sonreír y yo volteé al otro lado.

Y ese día terminó. 

Odiaba admitirlo, pero me había caído bien Tn.

Continuará...


Tardaré en subir ahora en verano porque no dispondré del internet a mano. Pero en cuanto pueda actualizaré :)

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