Narra Mew:

Estoy en la biblioteca y estoy observándolo desde lejos aquel chico que viene siempre a leer uno que otro libro, su sonrisa cuando lee uno me hace suspirar, es tan hermosa y con solo verla me hace sentirme en el cielo. Una sonrisa traviesa siempre se le escapa de sus labios, otras veces lo veo triste, debe ser por lo que lee, otras veces lo veo tan enojado e irse y le pongo atención al libro que dejó en el estante, al observarlo puedo entender por qué está tan enojado y la verdad cada vez que él deja uno de sus libros yo también lo leo para saber que lo enoja qué lo hace llorar qué lo hace reír. Yo me llamo Mew y soy un chico al que la verdad no le gustaba ir a la biblioteca era más simplemente entrar a internet y buscar la respuesta, internet todos lo sabe, por ende no me llamaba la atención ir a la biblioteca, hasta que un día que me tocó hacer una tarea y no podía usar el internet. Fue cuando lo vi sentado aquel chico, desde ese entonces no he parado de ir a la biblioteca y realmente me llama mucho la atención.

Muchas veces quiero acercarme y saludarlo, preguntarle qué tanto Lee porque como he dicho muchas veces lo veo reír otras veces enojado, pero siempre tiene una expresión diferente en su rostro, es como un devorador de libros, todo lo que empieza lo termina aunque se tarde horas sentado leyendo y es realmente un chico muy bello.

Estaba tan sumergido en su belleza que simplemente no me di cuenta en qué momento llegó a mi lado y yo muy nervioso, solamente voy y le pregunto ¿Te puedo ayudar en algo?

—Hola, ¿te puedo pedir un favor? Tú me puedes pasar el libro que está a la izquierda tuyo por favor —dice Gulf con una corta sonrisa.

—C-Claro que sí, ¿cuál de todos? ¿Este rojo o este azul o ese verde? —pregunta Mew mirando los libros a su izquierda.

—Quiero el rojo, ese que dice Romeo y Julieta —responde Gulf muy emocionado.

—Oh, Romeo y Julieta. Es un libro bastante interesante, la verdad yo ya lo había leído y es bastante lindo, me tocó leerlos cuando tenía 14 años —responde Mew entregando el libro—. Si no me equivoco lo has leído como 6 a 7 veces este mes.

—¿Me estás acosando? —pregunta Gulf algo serio—. ¿Cómo lo sabes?

—¡No! ¡No! Nada de eso —grita Mew muy sonrojado moviendo sus manos.

—¡Shhh! Silencio —pide la bibliotecaria—. No puede gritar aquí, respete a los demás.

—¡Perdón! —pide Mew algo avergonzado.

—Tu cara fue chistosa jajaja —se ríe Gulf y luego tapa su boca al mirar a la bibliotecaria acomodar sus lentes con enojo.

—Eres muy cruel, te estás burlando de mí —dice Mew con un puchero—. Además me regaño la bibliotecaria por tu culpa, mejor me voy.

—Perdón, no fue mi intención, lo juro —dice Gulf volviendo a su lugar a leer con su mirada algo triste.

—Qué tonto soy… Mejor me disculpo —dice Mew yendo al lado de Gulf quien tenía el libro cerrado aún sobre la mesa.

—No fue mi intención hacerte sentir mal, soy Mew Suppasit, ¿me puedo sentar?

—S-Sí —responde Gulf abriendo el libro—. Yo soy Gulf Kanawut.

—Permiso —dice Mew para sentarse—. Perdón si te ofendí o hice algo para entristecerte, es que siempre vengo y te veo aquí. Te tomé más atención, ya que tus gestos no pasan desapercibidos cuando lees un libro.

—Yo… Lo siento, es que amo leer y creo que me meto tanto en los personajes que me enojo, me río, lloro y todas las emociones que me hacen sentir —responde Gulf mirando fijamente a Mew quien estaba recargado sobre la mesa observando cada movimiento de Gulf.

—No digas lo siento, nada malo has hecho, es interesante ver cómo alguien entra tanto a los libros y le apasionan como a ti, yo no venía a la biblioteca y empecé a venir, ya que mi profesora en Lenguaje me exige buscar las respuestas que necesito aquí —dice Mew sacando su cuaderno—. Tengo que buscar unas definiciones y no pueden ser sacadas de internet o mi profesora se dará cuenta y me deja una mala calificación.

—Gulf suelta una pequeña risita al ver tantos movimientos de Mew al ser exagerado. —Perdón, es que fuiste tan gracioso, pareces un niño de 7 a 8 años haciendo berrinche.

—Tengo 19 años y creo que jamás voy a madurar —responde Mew sobando su nuca.

—Yo tengo 18 años y mañana cumplo 19 años, mi profesora en Lenguaje es más relajada, ni tarea me envía porque sabe que todo lo puedo responder en instantes —dice Gulf mirando el libro en sus manos—. Este libro es mi favorito, me encanta el amor de ellos dos y también me pone triste su final. Un amor de adolescentes que terminó de forma muy trágica.

—Tienes suerte de que tu profesora no te envié tareas, la mía parece un ogro, se las emociones que debes sentir por ese libro, yo estaba igual cuando lo leía —dice Mew con un leve puchero—. ¿Qué quieres de regalo?

—¿Ah? —dice Gulf desviando la vista del libro para mirar a Mew.

—Por mañana, acabas de decir que es tu cumpleaños —responde Mew—. ¿Qué quieres de regalo?

—Yo… Nada, con suerte te conozco, no podría tomar el regalo o pedir un regalo a un desconocido —responde Gulf sonrojado.

—Pero nos estamos conociendo, ya sabemos nuestros nombres y edad, ya no somos unos desconocidos —dice Mew con una leve sonrisa—. No tengas vergüenza, feliz te podría dar lo que pidas.

—Quizás que solo seas mi amigo —dice Gulf bajando la cabeza y jugando con sus dedos—. Pasó aquí porque no tengo amigos, todos me encuentran un nerd y un anormal por leer tanto y por otra cosa.

—Que tontos y ridículos son, eres realmente un chico muy normal, otros tienen otros hobbys y tú tienes este. Yo feliz, acepto ser tu amigo —dice Mew tomando la mano de Gulf—. Desde hoy seremos muy buenos amigos, lo prometo.

—Te lo agradezco enormemente —dice Gulf muy feliz—. Ya tengo mi regalo de cumpleaños adelantado, gracias, amigo Mew.

—De nada amigo Gulf —responde Mew con una leve sonrisa que hizo sonrojar a Gulf.

Gulf empezó su lectura nuevamente y Mew su tarea que pronto Gulf le fue ayudando e intercambiando opiniones.

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Nuevo día.

Gulf estaba muy concentrado leyendo cuando de pronto Mew deja sobre su escritorio un regalo que hace a Gulf saltar de sorpresa.

—¡Feliz cumpleaños! —dice Mew sentándose y sacar de su bolso un pequeño pastel y colocar una vela y encenderla—. Cumpleaños feliz, te deseamos a ti, cumpleaños Gulf… Cumpleaños feliz… Cierra tus ojos y pide tu deseo. Que sea rápido o la bruja nos ve y nos regaña.

—¡Oh, sí! —dice Gulf cerrando los ojos y pronto soplar—. Realmente estoy muy agradecido por este lindo detalle. Muchas gracias.

—Yo feliz —responde Mew sacando dos cucharas—. Comamos.

—¿Puedo abrir mi regalo? —pregunta Gulf mirándolo.

—Claro que sí, es tuyo —responde Mew comiendo un poco de pastel.

Gulf lentamente empezó a abrir el regalo y encontró un libro.

—Wow… Es mi propio libro de Romeo y Julieta —dice Gulf muy emocionado—. ¡Gracias!

—No sabía que darte y recordé que es tu favorito, así también lo puedes leer en tu hogar —dice Mew sacando pastel y dándole de comer a Gulf.

—Delicioso, estoy tan feliz de verdad, mi propio libro —dice Gulf abriendo su portada—. Tiene un escrito aquí.

—Yo lo escribí para ti —dice Mew algo sonrojado—. Espero que no te incomode.

—Gulf miro a Mew y luego empezó a leer. —Hola, no sabía que regalarte y después de pensar y pensar, aquí está tu regalo. Tu libro favorito. La verdad es que hablar contigo es realmente algo que siempre quise hacer, cada día venía a la biblioteca a solo mirarte, ni tarea tenía, pero me podía sentar por horas para mirarte, mirar cada expresión de tu lindo rostro. Mirar cómo reías, llorabas, te enojabas y tantas más. La gente no sabe valorar a una persona como tú, tan lindo y puro. Estoy feliz de hablar contigo y ser tu amigo, espero un día poder llegar a ser algo más que amigos.

Feliz cumpleaños, Mew Suppasit

—¿No dirás nada? —pregunta Mew al ver seriedad en el rostro de Gulf— Seguro estás decepcionado de mí por mi escrito al final. Supongo que debía decirte antes de que soy Gay, si me quieres lejos lo entiendo perfectamente.

—¿No te para la lengua? —pregunta Gulf mirando a Mew—. No eres el único que es gay Yo también lo soy me daba vergüenza decírtelo por eso es porque también me llama anormal.

—Ser gay no es anormal, yo lo soy y nadie me llama anormal, pues si lo hace lo golpeo jajaja —se ríe Mew.

—No sabes el peso que me quitas de encima. La verdad hoy día quería decírtelo, Ya estaba dispuesto a perder tu amistad si me llegabas a rechazar, pero ahora estoy muy feliz de saber que también eres como yo y la verdad que me sonroja demasiado saber que una persona tan linda como tú se puede fijar en mí —dice Gulf bajando la cabeza.

—No bajen la cabeza ni te menosprecies porque la verdad tú eres el que eres muy lindo eres demasiado lindo como ya te dije en mi escritura desde que te vi quede prácticamente enamorado no había día que no viniera para poder verte como ya te dije aunque no tuviera tareas me podía sentar horas para mirarte cómo entrabas en tu imaginación con los libros Y cómo reías, llorabas y yo a modo confidencial me acercaba al libro que siempre leías para saber qué es lo que era que te hacía enojar o reír incluso llorar, pero no soy un acosador por si acaso jajaja —dice Mew con una leve sonrisa.

—Perdóname, cuando te dije así no fue mi intención ofenderte —dice Gulf muy avergonzado—. ¿Puedo abusar de tu confianza y pedirte algo más como regalo de cumpleaños?

—Claro que sí, si puedo cumplirlo feliz te lo cumplo, dime, ¿qué es lo que deseas? —pregunta Mew comiendo del pequeño pastel—. Está delicioso.

—Yo… Hmm… Qué vergüenza… —dice Gulf abriendo su bolso y saca un lápiz con un cuaderno para escribir y entregar la hoja—. Léelo.

—¿Quieres ser mi novio? —lee Mew con una amplia sonrisa—. S-Si… Claro que sí.

—¿¡De verdad?! —grita Gulf muy feliz cubriendo su boca y mira a la bibliotecaria que esta vez camino hacia ellos y ambos bajaron la cabeza.

—Les recuerdo que es una biblioteca y no se puede ni gritar ni comer aquí jóvenes —dice la bibliotecaria quitando sus lentes.

—Perdón —dice Gulf mordiendo su labio inferior.

—Perdón, es que hoy es el cumpleaños de Gulf y era un detalle el pastel y además somos novios ahora y estoy muy feliz, fue la emoción, perdón —pide Mew nuevamente.

—Feliz cumpleaños Gulf, pero por favor sean más discretos, y felicitaciones por ser novios, ya era hora que usted joven Mew se animará a hablar —dice la bibliotecaria, quien había observado todo en los meses pasados—. 4 meses mirando solamente a Gulf era demasiado.

—Nada se le escapa jajaja —se ríe Mew cubriendo su boca.

—Solo por hoy dejo pasar que coman pastel y que celebren su noviazgo, en ese pasillo están los libros de la vida sexual —dice la bibliotecaria apuntando el pasillo 6 y dejar a ambos jóvenes muy sonrojados para luego volver a su lugar.

—Muy directa —dice Mew sobando su nuca.

—Demasiado directa —dice Gulf comiendo pastel—. Quizás podríamos salir a pasear, ¿te parece?

—Me parece novio —dice Mew poniéndose de pies—. Guardo todo y nos vamos a nuestra primera cita, ¿te parece? Quiero hacer muchas cosas este día contigo.

—Sí —responde entusiasmado, Gulf poniéndose de pies y guardas sus cosas—. Realmente estoy feliz, parece un sueño, parece que estuviera en uno de mis libros como protagonista.

—No lo estás soñando, acaba de nacer un amor aquí, un amor entre libros —dice Mew dejando un pequeño beso en los labios de Gulf quien se sonrojó demasiado.

—¿Vamos novio? —dice Mew después de guardar todo y estirar su mano.

—Vamos novio —responde Gulf tomando la mano de Mew con toda seguridad que el amor que tanto leía en los libros ahora él sería el protagonista para escribir su propio libro de amor.

𝓕𝓲𝓷