7-Encuentro fogoso

Tn estaba tomado de la cintura con Dua ante la mirada de algunos ya que entre las luces, el ambiente y las bebidas, no eran muchos lo que se dieron cuenta de la situación. El joven notaba la piel de la joven en sus dedos y estaba algo sonrojado. Su mirada se cruzó con los de la artista quien tenía un pequeño brillo.

—¿Te lo estás pasando bien?—ella colocó las manos sobre su cuello.

—Si...es...distinto a lo que estoy acostumbrado—contestó tartamudeando y nervioso.

—Solamente déjate llevar por el ritmo y el ambiente—acarició su mejilla y Tn dio gracias a que no estaba demasiado iluminado pues tendría las mejillas sonrojadas.

El ruido y la música pareció desaparecer entre los dos. Dua miraba con una tierna sonrisa al chico quien bajaba la mirada avergonzado a la par que seguía los mismos pasos de baile. La mano de la mujer le tocó ligeramente la barbilla e hizo una pequeña fuerza para levantarle el mentón y hacer que éste le mirase.

—Dua...—susurró el joven con el corazón latiendo con fuerza.

—Tn—se acercó y le besó.

Fue sorprendente pero el chico cerró los ojos y disfrutó del momento. Tiró del labio inferior antes de separarse. Sonrieron y cuando se quiso dar cuenta, fue agarrado por el brazo antes de ser arrastrado fuera del local. 

—Creo que la fiesta puede seguir sin nosotros—comentó ella antes de subir al vehículo donde el chofer empezó a conducir.

El silencio no era para nada incómodo, tanto el uno como el otro sentía el calor por todo su cuerpo. Dua estaba sudando de tanto que había bailado y movido las caderas. Los dedos de la artista pronto tocaron los suyos, quien entrelazó con la mano de ella.

De nuevo, le tomó de la cara antes de hacerlo voltear para besarlo. En está ocasión, nadie miraba ya que entre el conductor y los asientos de atrás había un cristal tintado. Dua acariciaba el pecho del chico mientras lo besaba con algo de pasión, respirando un poco entre beso y beso, los cuales eran ya más pasionales. Tn dejándose ganar por sus instintos y hormonas, le sujetó de las mejillas antes de llevar su boca al cuello de la joven.

El perfume y la fina piel pronto fueron el aroma que saboreó el muchacho. Dua dejó escapar un pequeño sonido tierno, parecía ser su punto débil. 

Cuando se dieron cuenta, el vehículo se detuvo, ya habían llegado al hotel y salieron con dificultades pues estaban algo torpes. Tn estaba sudando, con la camisa un poco abierta y varios botones desabrochados. Ni siquiera se percató de ello.

Por suerte, se aseguró primero que ningún paparazzi estuviera allí. Aunque para mayor seguridad, aparcaron en el parking. Subieron directamente desde el ascensor, evitando problemas con las fotos. Dua tomada de la mano con Tn fue hasta la habitación aunque le costó un poco abrirla debido a que le temblaban las manos. Al mirarse, entendieron que tenían ganas de devorarse ya mismo. Al lograr abrirla, entraron y cerraron enseguida.

—Dua—fue empujado por ella y se colocó encima. Llevó las manos de éste a su cintura y lentamente se fue quitando la ropa.

—Tn—se colocó encima para besarlo y poco a poco, la fogosidad en aquella oscuridad que les proporcionaba la habitación fue en aumento.

En la oscuridad, dos figuras dejaban escapar todo su calor y ganas. Sin duda, el encuentro más maravilloso que habían tenido. El chico acabó con marcas por su cuello.

Con la llegada de la luz de la mañana, el chico bostezó y fue abriendo los ojos lentamente. No tenía dolor de cabeza, pero su cuerpo estaba cansado. Poco a poco los recuerdos llegaron a su mente y se sonrojó. Miró enseguida a su lado, Dua dormía desnuda y tranquila. 

—No puedo creer lo que pasó—levantó la sábana y sí, también estaba desnudo.

Puso los pies en el suelo y vio la ropa tirada, parecía como en las películas. Fue hasta el baño y se echó agua por la cara, no se vistió porque necesitaba asegurarse de que no fuera un sueño. Todo eso estaba siendo demasiado real.

—¿Seguro que no es un sueño?—pensó mirándose al espejo cuando vio a Dua entrar sin ropa al cuarto de baño.

—Buenos días—lo rodeó por la espalda y besó—. uy, alguien se levantó contento—. sus ojos bajaron.

—Oh—enseguida se cubrió.

—¿Por qué te cubres?, ya la vi bien anoche.

El sentir los pechos de la artista en su espalda y la imagen del cuerpo completo desnudo hizo que estuviera de mejor humor su amigo. Dua lo volteó, ahora, frente a frente lo besó y poco a poco se dejaron llevar de nuevo.

Al cabo de unas horas bajaron a desayunar tras una ducha. El chico estaba rojo de vergüenza, aunque disfrutaba del desayuno, en algunos momentos estaba algo torpe y no sabía por donde empezar la conversación.

—Dua—dijo finalmente tras poder mirarla.

—¿Si?—preguntó totalmente relajada.

—Lo...lo...—tragó saliva—. anoche...—se rascó la nuca—. esto...

Ella se acercó y le dio un suave beso en los labios.

—No te lo vas a creer pero...me gustas Tn—le dio otro—. espero...que sientas lo mismo por mi.

Le tomó de la mano y él asintió.

—Aunque...no sé si el mundo aceptará que alguien como tú...salga con alguien...como yo

—No te menosprecies, eres un chico maravilloso.

A partir de ese momento, el chico pudo relajarse y seguir desayunando relajado. Habló un poco con ella sobre la fiesta y lo que le pareció. Pero ambos sabían que de lo mejor no hablarían, la sonrisa cómplice delataba lo sucedido. 

Dua comentó que debía ir a un par de entrevistas y que si quería acompañarla. Pero él no quiso para evitar que los paparazzi los captasen juntos. La mujer, decidida, le tomó de la mano, le miró a la cara y con esos ojos tiernos le pidió que podrían con todo. Ella tras recibir ayuda y consejo, podría lidiar con las criticas, que al final era su vida.

—¿De verdad estás segura?

—Así es, venga, además...tarde o temprano se va a saber.

Recogieron algunas cosas de la habitación y Dua se cambió de ropa. Ya lista, marcharían a la primera entrevista. Tn estaría fuera de la pantalla, pero en primera plana para poder a la que ahora era su pareja. Algo que nunca imaginó.

Continuará...

Espero que les haya gustado.

Un saludo  :)

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