51.- Entre la vida actual y la pasada
Esteban entró a la taberna, seguido de Joel y se dirigió hacia la barra donde se encontraba Erick viendo las noticias en el televisor, mientras tomaba un jugo de naranja. Se sentó a un lado de él. Joel no quiso inmiscuirse donde no era requerido, por lo que les dio espacio. Fue a una de las mesas, mientras lo atendía una mesera a la cual le pedía un copioso desayuno.
—¿Qué sucede Erick, ya se te olvido la decepción que sientes por mí y por eso volviste tan rápido? O me citaste aquí con la intención de continuar regañándome. Te advierto que, si es para eso, déjame decirte que Julieta ya sabe lo de Dilan y hasta le pasé su contacto. Me hice a un lado permitiendo que "viva el amor".
—Te cité aquí con la intención de decirte que te amo. Siempre te he amado. Quiero que sepas que las cosas necesitaban pasar de cierta manera. Lo sé, porque tengo más experiencia que tú en eso de las encarnaciones. Nos correspondía esperar hasta este momento para poder hablar con la verdad. Necesito disculparme ante ti. Créeme que ha sido muy difícil cargar durante tres encarnaciones con la culpa de no haberme comportado con sinceridad contigo.
—¿Qué, me vas a decir que eres mi alma gemela y que tengo que arrancarme a Julieta del corazón?
—No somos gemelas, pero sí afines. Te debo la verdad que con anterioridad no pude expresar, a causa de que juré nunca hacerlo antes de que cierto hecho sucediera. Te aseguro que me arrepiento por el juramento realizado por causa de la rabia.
—¡Habla Erick, déjate de pendejadas!
—Soy tu hermano mayor, de tu última vida. Estaba enamorado de Dante. Él fue mi amante durante todo el tiempo que estuvo casado con ella. Jamás tocó a Alizeé. El bebé era tuyo y yo no podía decirte nada, porque había jurado por el amor que le tenía que no te lo diría nunca. Ser pastor era lo más importante para Dante y yo lo amaba como tú amas a tu mujer. Terminó conmigo cuando ella murió, porque se sentía muy culpable de su muerte.
»Me platicó en confianza que fue responsable en cierta manera de su defunción, ya que había pedido a Dios que ella y el bebé fallecieran. El día que murió Alizeé tuvo un encontronazo y le exigió el divorcio. Él se lo negó. Lo terminó encarando diciéndole que nos descubrió en la iglesia teniendo relaciones sexuales sobre su escritorio. En el calor del momento, él se lo negó y Alizeé lo amenazó diciéndole que, si no aceptaba a separarse, le contaría a toda la comunidad que nunca se consumó su matrimonio, por lo tanto, no era su esposa realmente, aunado a que el bebé que esperaba era tuyo.
»Cuando descubrió que falleció por el tsunami, no había nada que hacer. Como se dio cuenta de que tú no sabías que el bebé que esperaba era tuyo, se aprovechó y le dijo a todo el mundo que la criatura era suya. A mí me contó la verdad, pero antes de hacerlo me hizo jurar que nunca lo hablaría con nadie al respecto. Eso me destruyo lentamente porque a pesar de que te veía sufrir todos los días por Alizeé no te dije nada. Perdón Allan, pero no podía romper el juramento que había hecho con Dante.
Esteban se paró del banco enfurecido. Le dio un golpe en la cara con el puño cerrado y gritó descontrolado.
—¡Eres un cabrón Erick! Dices que, "me amas", pero te la has pasado apuñalándome por la espalda desde que fuiste Samy, "mi hermano". Sabías que eras la persona en la que más confiaba y amaba. Tú antepusiste un estúpido juramento hecho a Dante, un hombre que te rompió el corazón y acto seguido te desechó al igual que a la basura. Ahora lo vuelves hacer otra vez.
»¡Sabes cómo me destruyó el que me abandonara Julieta con el fin de correr a los brazos del pendejo de Dilan! ¡Solo para que, de seguro, tu alma gemela resuelva primero sus asuntos pendientes y encuentre su perdón! ¿Con esa intención lo hiciste? O no cabrón. Sigues enamorado de Dante y lo volviste anteponer al amor que yo siento por ella, enturbiándolo todo con tus manejos asquerosos.
Julieta, Dilan y Alejandra estaban en la entrada del bar desde que Esteban había golpeado a Erick en la cara rompiéndole el labio y gritándole como un poseso. Por fortuna la taberna estaba prácticamente vacía y las pocas personas se encontraban en sus asuntos sin prestar mayor atención a la discusión.
—No te equivoques hermanito, yo no enrede nada. Solo me mantuve al margen. No obstante, tú fuiste el que decidiste no ser sincero con Julieta porque desde que naciste estabas obsesionado con encontrar Alizeé. En el instante que la hallaste decidiste que no era digna de contarle la verdad por temor a perderla y finalmente te abandonó. ¿Cuántas veces te pedí que dialogaras con sinceridad y tú te negaste? ¿Contesta? Sé consciente aceptando que tú solo te enredaste. Si le hubieras hablado con la verdad, sincerándote de que eras Allan. Confesándole que la amabas. En realidad, tú crees que estarías en esta situación.
—Ella no me recuerda. Ni siquiera sabe que existo. Ni yo estaba enterado de que el bebé que esperaba era mío y eso que yo recuerdo toda mi vida pasada. —Esteban se recargó con los dos brazos contra la barra. Hablaba desmotivado y triste por caer en cuenta que él solito había complicado las cosas por no ser honesto con ella.
Dilan miraba a lo lejos a Erick y le brillaban los ojos. Alejandra corrió y se sentó a la mesa con Joel para no estorbar y a la vez no perderse nada del culebrón que se estaba desarrollando frente a ellos. Julieta caminó hacia la barra del bar. Tocó la espalda de Esteban para que se volteara y la viera de frente.
—¿Te acostaste conmigo porque estabas obsesionado con Alizeé?
Cuando Esteban escuchó la voz de Julieta se empezó a poner nervioso, no sabía qué hacía ahí. Al parecer no se había perdido ningún detalle de la plática con Erick. En ese instante se percató de que si ella le daba una oportunidad. Esta vez sería sincero todo el tiempo y capaz de contarle hasta sus más obscuros deseos si le permitía amarla libremente como lo anhelaba hacer. Esperaba poder usar las palabras correctas para que no lo abandonara de nuevo.
—No me acosté contigo por lo que fuiste. Siempre te he amado. Antes que nada, quiero que sepas que tú eres mi mantra, vida tras vida. Hasta el último de mis días de existencia, la cual nunca ha sido muy extendida después de que te pierdo. Créeme cuando te digo, que en la última fueron los cinco años más largos en los cuales tuve que vivir sin ti. Siempre recordando los momentos robados, pidiéndole a Dios que me permitiera encontrarte cuando finalmente me llevara de este mundo.
»Quedé tan marcado por tu perdida. Que desde que era niño en esta vida hablaba de ti y de mí. Por esa razón me dediqué a estudiar la carrera que ejerzo, para que todo lo que no había podido recordar por mi cuenta, lo pudiera hacer con la hipnosis. Con esa herramienta de las sesiones me dediqué a encontrar en mi subconsciente, que mi vida sin ti no fue fácil. La ola no solo se llevó a la mujer que amaba. También me arrebato lo que mejor sabía hacer, ya no podía sobrevivir de la pesca.
»El bacalao se evaporó como tú y me tuve que dedicar a la minería que fue lo que me ayudó a partir de este mundo finalmente. El día que falleciste al enterarme de que el tsunami te había arrancado la vida, entre a la casa en donde vivías con tu esposo Dante. Allane tu cuarto con la intención de buscar algo que me hiciera recordarte. Sobre la mesa frente a la ventana me topé con tu diario y cartas. Todo lo guardé entre mis ropas. Ya a punto de salir vi una foto tuya frente a la torre Eiffel.
»Me encontraba sacándola del marco, cuando llegó Dante y me la intentó arrebatar de las manos. Finalmente, me encaró el muy maldito. Yo no sabía que estaba enterado de lo nuestro. Le dije que era tu amigo, que había ido a presentar mis respetos por tu muerte y que me gustaría conservar el retrato como recuerdo de nuestra amistad. El muy perro me manifestó que no sería correcto. Me arrebató la fotografía. Terminó agradeciéndome por haberme presentado a darle las condolencias.
»Hipócritamente, menciono que se sentía destrozado, debido a que su sufrimiento era doble, ya que su muy amada esposa llevaba a su hijo en su vientre cuando falleció. En cuanto me enteré de que estabas embarazada. —Volteo a ver a Dilan y lo apuntó con la cabeza—. El muy cabrón me dijo que el bebé era suyo. A pesar de que no era cierto. Dolió mucho, por el hecho de que me sentía traicionado. Cuando tú y yo hicimos el amor por primera vez, tú eras virgen. Dijiste que él amaba a otra persona y que por eso no te tocó nunca.
»Yo te creí y sabía todo lo que me contaste de él, pero quien era yo para decir o reclamarle nada. Dante era tu esposo y yo entendía que le tenías cariño. En el instante que leí tu diario supe que lo amabas a él y que por eso no lo dejabas para irte a vivir conmigo, a pesar de que supuestamente nunca te había tocado como hombre. Empecé a dudar si era posible que después de que fuiste mía, también hubieras tenido relaciones con tu esposo. No obstante, siempre soñaba que si no estuvieras muerta y ese fuera el caso de que el hijo era realmente de Dante, yo te habría cuidado.
»El pequeño sería educado y amado como si fuera mío. Sin saber la verdad también lloraba por el bebé perdido de otro hombre, que en realidad era mío, sangre de mi sangre, un pedazo de mi alma fusionada con la tuya para formar un nuevo ser a partir de nuestro amor. Nunca en las épocas en las que llevábamos encontrándonos nos pasó ese suceso. Lo que me hizo pensar durante mucho tiempo que realmente yo nunca había sido para ti tu alma gemela y que Dante si lo era porque con él creaste a un bebé. Apenas después de tantos años, hoy me enteré por Samy, el que dice que supuestamente me ama.
»Más su lealtad y amor sin límites siempre estuvo dirigido a Dante. No lo critico por el amor que le inspira su alma gemela. Le reprocho el dolor que me causó con su silencio. Me lastimó profundamente el tener que esperar tanto por la sinceridad. Sabes me parece gracioso, a pesar de que él me presionaba todo el tiempo para que yo te dijera la verdad. Al final de cuentas somos iguales. Dos seres funestos que se encargan de lastimar a las almas que proclaman amar. Necesito pedirte perdón por ser un cabrón con tu persona Julieta.
»Sé que actúe de forma egoísta, pero quería estar un poco de tiempo contigo. Te juro que te amo y que no trato de justificar mis acciones con lo que te digo. Es solo que quiero que comprendas la forma en la que me siento cuando estoy cerca de ti. Parece una necesidad insana eh incontenible hacia ti. Es similar a que padeciera de una adicción. Te doy mi palabra que en las vidas en las que pudimos compartir pequeños momentos juntos jamás sentí algo igual. Siempre supe que se iba a acabar, sistemáticamente terminabas abandonándome, con la promesa de rencontrarnos.
»En el instante que te conocí como Alizeé, no eras totalmente mía. Solo robábamos momentos en los cuales podíamos estar juntos y por muy poco tiempo. Esa vez te marchaste sin nuestra promesa habitual y yo enloquecí. Es cierto, si no me crees pregúntale a Samy que es Erick como estuve luego de tu deceso. Para cuando yo partí, le dejé una carta con las instrucciones de lo que tenía que hacer después de mi muerte. Pedí ser enterrado con mi libro de pescador y tu diario el cual robé de tu cuarto, así como las cartas.
»Todos los días durante los cinco años repetía nuestra historia y rememoraba las vidas compartidas a lo largo del tiempo que aún me acompañaban. La verdad siempre que encarno tengo la habilidad para recordar muchas cosas, pero estaba tan enloquecido que me la repetía todo el tiempo hasta que nuestra historia se quedó grabada en mi alma. En el instante que me convertí en Esteban y tuve uso de razón empecé a trazar un plan para encontrarte, cuando...
Julieta lo calló. No podía más, escuchó y sintió el dolor que reflejaba en sus palabras, así como toda su tristeza y su desolación. Con lágrimas en los ojos y la voz quebrada se dirigió a él acariciándole la mejilla con sus dedos. Era un gesto que siempre realizaba para intentar estar en contacto con su piel. El tocarlo le producía tranquilidad. Era hacerlo consciente de que físicamente estaba con él.
—Tengo que ser sincera contigo Esteban. No quiero escuchar nada más, me daña todo esto. Después de hablar con Dilan, tomé una decisión y vine a este lugar porque quedé de encontrarme con Erick, después de arreglar las cosas con Dante. Me siento muy mal por haber escuchado todo lo que sufriste cuando fuiste pescador. Lamento no haberte recordado conscientemente como Allan. Te confieso que, si tuve muchos recuerdos contigo, pero yo no sabía el nombre del joven guapísimo con el cual siendo Alizeé, me soltaba con total desparpajo haciendo vibrar mi cuerpo.
»Me apena no haberlo contado, pero pensaba que era mi imaginación la cual quería sabotear el supuesto amor que debía sentir por Dante en cuanto lo viera. Por esa razón no dije nada. Me enteré hoy que mis sueños no eran solo eso, por el contrario, estaba ante recuerdos reales abordando mi cerebro mientras dormía. En cuanto me quedó clara la verdad, era consciente de que tenía la información que te robé de Allan, en mi cuarto de habitación. No obstante, quiero que sepas que tomé la decisión de no buscar al pescador, padre de mi bebé antes de venir aquí.
Esteban escuchó eso y sintió como si hubiera recibido un golpe en el estómago. Solo inclinó la cabeza para seguir atento a lo que le tenía que decir.
—La verdad es que ya no me interesa el universo. No me importa lo que viví en mi otra encarnación. Estoy cansada de estar preocupada por el pasado. Lo único que he sentido estos días es que no tengo ganas de seguir viviendo esta vida sin ti Esteban. Decidí que te elegía a ti de manera envidiosa y mala por castigar así a mi bebé. Siendo consciente de que por mi culpa en esta vida no nacería. No me importó lo que Allan pudiera estar sintiendo por mí, o que estuviera marcado de alguna forma que no le permitiera seguir viviendo.
»Te amo Esteban y ya no me importa que me mintieras. Me alejé de ti para castigarte por tu engaño. Finalmente, la que sufrió con la separación fui yo. Cada maldita hora ha sido un suplicio sin ti. Todas las células de mi cuerpo vibran por ti, pidiéndote, añorándote y mi alma me tortura con una desesperación. Un vacío profundo que no se llena con nada me embarga y no me da tregua. Lo pensé muchas veces y no soy tan buena persona como tú. De haberme encontrado en tu lugar yo habría hecho lo mismo si se hubiese inverso los papeles.
»Con la diferencia que yo no me imagino dándote los datos para encontrar a tu supuesto amor real. Si casi muelo a golpes a la tal Carolain por un simple coqueteo. Si crees que puedes ser capaz de amarme a pesar de que no me importó el bienestar de Allan, tengo fe de que podremos mantener algo. De verdad pienso que tenemos que avanzar en nuestro presente. Ya no eres Allan, y yo no soy más Alizeé, el amor está ahí, no murió junto a la carne que habitaba, trascendió a estos cuerpos.
»Y no sé tú, pero para mí es más intenso que antes. Quiero que sepas que, como Julieta, te puedo decir que te amo más profunda y apasionadamente siendo Esteban, de lo que pude sentir por cualquier otra de tus versiones. Sé que solo escuché una pequeña parte de lo que sufriste siendo Allan, cuando me perdiste, pero a pesar de que me dolió oír todo lo que te sucedió. Te pido que por un momento lo dejes atrás y me digas que es lo que realmente sientes ahora por Julieta Altamirano Robledo.
»Una mujer que ya nunca más será Alizeé, tu amor perdido en el mar. Quiero que sepas que estoy dispuesta hacer borrón y cuenta nueva. Me interesa iniciar una relación contigo. Donde sí me lo permites te entregaré mi amor sin límites, no obstante, necesito que seas totalmente sincero conmigo y me digas que sientes realmente por mí. Existe una advertencia en todo el ofrecimiento. Si quieres vivir en el pasado amándome por lo que en otra vida fui, es mejor que nos separemos, porque no estoy dispuesta a volverme de nuevo quien un día fui. Al igual como mi amor evolucionó, mi espíritu, esencia y hasta el cuerpo físico también lo hizo. Si no te agrada en lo que me convertí te pido que te apartes de mi vida.
—Quiero que sepas que en todo el tiempo que mi alma lleva existiendo, jamás te había amado tanto como en esta vida. Julieta, eres mi todo y sin ti no soy nada. Amo a la mujer valiente en la que te has convertido. Al igual que tu valor, astucia, liderazgo, tu calidez, entusiasmo y honestidad. Sobre cualquier cosa tu forma de pensar y de amar a todos los que te rodean, hasta los que no lo merecemos.
»No te voy a mentir. Lo primero que me enamoró de ti, fue tu hermoso rostro que pude ver a través del celular. Lo que me perdió sin duda han sido nuestras interminables pláticas hasta quedarnos dormidos, primero por teléfono y después mi forma favorita, entre mis brazos. Cuando hacemos el amor siento que realmente nos pertenecemos y que somos uno. Te amaba antes de saber que eras Alizeé, porque crees que te pedía que olvidaras todo, que no siguieras investigando.
»Me enamoré perdidamente de ti, sin interesarme si no encontraba a Alizeé. Te juro que no me importaría si no fueras ella. Aun así, el amor que siento por ti es indestructible y va más allá de los cuerpos. Lo sé con tanta seguridad, ya que es algo que tu alma te lo dice sin palabras.
Ambos salieron del bar con la intención de llevar a cabo lo que las almas gemelas hacen mejor en la tierra. Fusionarse de la única forma en la que el universo les permite convertirse en un solo ser. Cuando esto se lleva a cabo los dos se pertenecen y complementan de verdad. La necesidad y ansiedad que sienten las almas gemelas al no estar juntas por un periodo de tiempo largo solo se tranquiliza con la unión. Así como cuando el sediento bebe del tan preciado líquido que es el agua, de no ser así él muere por la falta del elemento esencial para su sobrevivencia.
Llegaron a la casa de Esteban. No alcanzaron a subir las escaleras cuando empezaron a besuquearse y a desvestirse con desesperación. Entre besos, abrazos y arrumacos, terminaron completamente desnudos. Hicieron el amor tiernamente en el sofá. Tanta era la necesidad y el deseo de pertenecerse que pasaron por alto la incomodidad del lugar. Después de haberse unido por completo. Subieron a su habitación para seguir amándose hasta el amanecer.
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