Capítulo 5
Me separé de Eren, viéndolo sonrojada, pero él juntó nuestras frentes, tomándome por la nuca.
Me quedé algo atontada viendo sus ojos verde esmeralda, pues los había regenerado al igual que su pierna. Ahora estaba sin ninguna herida, permitiéndome observar ambos iris verdes sin impedimento de esa venda que utilizaba para cubrir su ojo izquierdo.
—¿Qué sientes por mi, Eren? —cuestioné en voz bajita, de manera apenada por la situación en la cual nos encontrábamos
—La verdad no estoy seguro.
—Y-ya veo... —bajé mi cabeza alejándome de él. No quería que me viera llorar otra vez
Vaya momento para ponerse sentimental.
Eren me tomó de la muñeca impidiendo que me alejara más de él. Alzó mi mentón y suavizó su expresión al verme.
—Le prometí a Sasha que no te dañaría, y siempre cumplo mis promesas. —agregó en tono serio
Sasha...
—Por eso quiero que sólo me veas a mí, Tn... Desde hace unos meses vi mis memorias futuras contigo. —hizo una pausa manteniendo su mirada en mí— Al principio no lo quería aceptar, no quería hacerte daño, pero... —tensó su mandíbula— No quiero verte con alguien más, quiero que seas solo mía.
—Eren. —susurré. Me quedé en silencio por un rato, buscando las palabras correctas— Yo ya soy tuya... —le sonreí sincera
No esperó más y me atrajo hacia él para besarme con intensidad. A pesar de que mi actitud debería de ser sorprendida o tímida, yo también ansiaba este momento, por lo que enrollé mis piernas en sus caderas tomándolo de su nuca para hacer el beso más profundo. Eren me abrazó tomándome de la espalda para que así no me cayera, algo que agradecí internamente.
Nos separamos jadeantes, a lo que bajé la mirada avergonzada, debido a que nunca imaginé que actuar así. Si de niña me hubieran dicho que esto pasaría me tiraría al suelo riéndome como loca.
Noté a Eren sonreír de lado, y en un rápido movimiento me colocó sobre la cama, quedando él encima mío. Esta vez bajó sus besos por mi cuello, mientras yo únicamente me limitaba a procesar la situación aún ruborizada.
—Mgh. —gemí sonrojándome aun más, pues nunca imaginé escucharme de ese modo. —Eren. —balbuceé su nombre
Me miró por un corto tiempo para luego bajar su mirada hasta mis pechos, volvió a mirarme como si me pidiera permiso. Asentí con lentitud. Eren estrujo mi pecho izquierdo por encima del vestido, causando que yo mordiera mi labio conteniendo un grito por la fuerza que empleó.
—Perdón, estoy siendo algo brusco.
—Solo... deja de hablar y sigue. —pedí sin poder verlo a la cara, aunque al instante me arrepentí de lo que dije
Eren acarició mi mejilla y bajó los tirantes de mi vestido hasta mi cintura, dejando al descubierto toda mi parte superior, sonriendo con lascivia al ver que no traía sujetador. Fue dejando besos por mis pechos mientras yo trataba de mantenerme al margen. Volví a soltar un gemido al sentir cómo mordisqueaba mis pezones con sus dientes y luego dejaba chupetones alrededor de estos.
Me armé de valor y con mis manos temblorosas saqué su chaleco y camisa. Acaricié sus pectorales con curiosidad, ya que en el fondo siempre deseé hacerlo.
Eren terminó de quitarme el vestido por completo al ver que yo estaba ocupada acariciándolo, y aprovechó en hacer círculos imaginarios sobre mi parte íntima para provocarme. Me retorcí un poco ante la nueva sensación que me producían sus toques.
Lo tomé del brazo apartándolo de mí, causando que él me mirara confundido.
—¿Qué estás...? —nos cambié de posición en un ágil movimiento, quedando esta vez yo arriba.
Pareció sorprenderse, pero volvió a su expresión neutral de antes. ¿Es que no puede dejar esa expresión ni siquiera cuando estamos haciendo esto?
—No seas tan serio y quítate lo que falta. —pedí en un susurro
—Quítamela tú. —me sonrió ladino. Bufé al oír su respuesta
Esta vez con más confianza desabroché su cinturón y lo despojé de toda su ropa inferior. Toqué su miembro comenzando a masturbarlo. Primero di leves toques en la punta de este, viendo como líquido blanco comenzaba a salir, y luego moví mi mano de arriba hacia abajo aumentando cada vez más la velocidad, con mi mano libre guié de manera indecisa hacia sus testículos, comenzando a tocarlos de manera curiosa.
—Sigue. —me ordenó con una voz ronca
Me incliné un poco y metí su pene en mi boca, segada por la lujuria. Eren se recargó en la cama, apoyándose en el colchón con ayuda de sus codos mientras yo escuchaba sus jadeos cada vez que introducía su miembro hasta el fondo de mi garganta, aunque esto me provocara arcadas. Me tomó del cabello y movió sus caderas hacia arriba, follando mi boca sin piedad, pues yo estaba encima de él chupando su miembro.
Sentí su semen escurrir por la comisura de mis labios, y debido a que él seguía tomándome del cabello tuve que tragármelo todo. Me separé rápidamente para poder respirar, mi pecho subía y bajaba tratando de recuperar el aire.
—¿Te encuentras bien? —preguntó incorporándose
—S-si. —respondí con algo de dificultad. Sentía aún su líquido seminal por mi boca, así que llevé mis manos hasta allí y me limpié discretamente
Apenas Eren notó que mi respiración se regularizó, se colocó encima mío, sacándome la única prenda que cubría mi intimidad. Tomó su miembro entre sus manos y lo posicionó en mi intimidad, entrando de golpe. Tapé mi boca sin permitirme soltar algún sonido de dolor.
Si dolía, ¡y mucho!
—Ay. —chillé y volví a tapar mi boca fulminando a Eren con la mirada. Este acarició mi mejilla con cariño, como si entendiera el dolor que sentía, quedándose quieto hasta que me pasara el dolor
Moví mis caderas ligeramente, indicándole que ya se podía mover. Comenzó a penetrarme con movimientos algo suaves, para después ir con más brusquedad. Veía de reojo como traía su mandíbula tensa y su entrecejo fruncido levemente.
—N-nadie te va a escuchar. —hablé dándole la libertad de hacer ruido
Sólo espero que los vecinos estén dormidos...
Al escucharme soltó gemidos roncos escondiendo su cara en mi cuello, provocando que mi piel se erizara al sentir su aliento. Aún en esa posición, bajó sus manos hasta tomarme de la cintura para comenzar a empujarme hacia adelante, causando que su pene invadiera mucho más en mi interior y me hiciera llegar a un éxtasis inalcanzable al tocar mi clítoris.
Me estremecí al sentir que acercaba su boca a mi cuello y comenzaba a besarlo con suavidad a la vez que me penetraba, juntando más nuestros cuerpos y causando mayor placer en ambos.
Mi interior se contrajo avisando que pronto llegaría al orgasmo, apretando el pene de Eren y causando que este jadeara, arqueé mi espalda al sentir como tocaba mi punto, así dándole más accesibilidad de mis pechos. Succionó mis pezones y frotó nuestras intimidades haciéndome retorcer del placer.
—Aah, Eren. —gemí entre balbuceos. Mi boca se encontraba entreabierta y mis ojos llorosos— ¡Aah! —un líquido escurrió por mis piernas avisando que ya había llegado al ansiado orgasmo. Eren salió de mí y expulsó su semen en mi vientre— Terminamos...
—Aún no. —alzó mi pierna derecha poniéndola sobre su hombro, para así tener más acceso a mi intimidad
—Pero estoy cansada...
—Yo me moveré, así que no te quejes.
Me penetró con más fuerza que antes y comenzó a embestirme con rapidez, provocando que la cama chillara producto de los movimientos bruscos que él hacía. Parecía más experto y ahora era mucho más salvaje conmigo.
Repitió lo mismo por unos minutos más y dio unas últimas embestidas hasta que terminé derramando mis jugos sobre su pene por segunda vez. Soltó un gemido y se desplomó encima mío abrazándome por la cintura, quedando su cabeza en mis pechos al terminar por fin el acto.
Ahora sólo quería dormirme, pero...
—Te amo. — Eren pareció algo descolocado por lo dicho, mas luego se incorporó para besarme en la frente con cariño
—Yo igual, nena.
—¿Tú qué? —insistí
—También te amo. —murmuró con un tono carmín en sus mejillas, desviando la mirada para que no lo notase— Y por eso, a partir de hoy eres sólo mía. —afirmó su agarre en mi cintura
Algo me dice que es muy celoso...
Sonreí por su actitud y me acomodé en su pecho, acurrucándome entre las sábanas junto a él.
Luego desperté con un dolor en la parte baja, haciendo que maldijera por lo masoquista que fui ayer.
Parpadeé un par de veces para acostumbrarme a la luz del sol que asomaba por mis cortinas y volteé hacia la mesita de noche para ver la hora, dándome cuenta de que aún era muy temprano. Las vacaciones de Jordan se habían terminado, así que de seguro estaría por llegar.
—Tengo hambre. —murmuré, seguido de un rugido en mi estómago
Me levanté con cuidado de no hacer ruido para evitar levantar a Eren, pero apenas di unos cuantos pasos cuando me caí. No sabía si reír o llorar por mi situación.
Eren se levantó buscándome con la mirada de forma desesperada, más yo bajé mi rostro apenada al no poder levantarme debido al dolor.
—¿Tn? —preguntó viéndome extrañado— ¿Te encuentras bien, nena?
—¿Me das una ayuda?
—Ah, claro. —se levantó sin importarle su desnudez y me cargó para sentarme al borde de la cama
—Si estoy bien, lo que pasa es que me gusta estar tirada en el piso disfrutando lo frío que está... —solté con sarcasmo
—No exageres. —rodó los ojos
—Ugh, ahora me quedaré una semana sin caminar, probablemente. —me quejé
—Y puede que te quedes sin caminar otra semana si no te cambias o tapas con algo.
Salté en mi sitio y me tapé los pechos con mis manos rápidamente, a la vez que cerraba mis piernas. Tomé una almohada y se la lancé a Eren esperando acertar, sonreí al ver que le cayó en su cara.
—No sabía que fueras tan pervertido, Jaeger.
—Tch. —bufó en respuesta— Me voy a cambiar en el baño antes de que llegue tu mayordomo. —avisó tomando una sábana para taparse el cuerpo al igual que yo
—Bien. —respondí, aunque Eren no se iba, más bien parecía indeciso
Esto comenzaba a incomodarme.
—¿No te ibas al...? —me interrumpió dándome un corto beso en los labios y se fue avergonzado
—Por cierto, no te pongas ese vestido en frente de alguien más. —me sobresalté al oírlo, pues pensé que ya estaba en el baño cambiándose— Es muy corto. —agregó serio
—Claro. —contesté sin importancia. De igual manera ni lo había pensando
—Si lo haces te castigaré. —me tensé al percibir una sonrisa maliciosa de su parte
—Celoso. —susurré por lo bajo para que no me escuchase
—¡Hey!
—Está bien, lo prometo. —Eren formó una pequeña sonrisa de victoria al oír mi respuesta— Pero primero déjame cambiarme.
—¿No quieres que te ayude? —se ofreció
—No. —dije al instante, a lo que él rodó los ojos por segunda vez
—Bueno... —hizo una pausa— Sin embargo no podré salir aún, necesito volver a mi estado anterior.
—¿Te refieres a...? —relamí mis labios por miedo a su respuesta— ¿Vas a cortar tu pierna y dañar tu vista para evitar sospechas?
—Si. —me respondió con simpleza, y antes de que pudiera protestar Eren se metió al baño, cerrando la puerta rápidamente
¡Agh! Es demasiado terco.
Busqué con la mirada mi ropa y cuando la encontré enrollé mi cuerpo con la otra sábana para levantarme. Guardé en mi armario el vestido que me puse ayer y saqué una camisa ancha que me cubría hasta los muslos, mas no encontraba mi ropa interior.
—Oh, ahí está... —apreté los dientes tratando de controlarme
No, demasiado tarde para calmarme.
— ¡EREN! —grité molesta
—¿Ocurre algo? —salió del baño ya completamente cambiado
Me miró detalladamente, dándose cuenta de que aún no tenía puesta la parte de abajo.
—¿Acaso quieres que lo volvamos a hacer? —preguntó confundido
Lo fulminé con la mirada, notando como Eren se tensaba al verme molesta.
—¡Mira lo que hiciste Eren! —le reproché como a una madre a su hijo, dándole un "pequeño" sermón por haber roto mis bragas
—No volveré a hacerlo. —dijo de mala gana
—No abuses de mi dinero, Eren. —me di la media vuelta para sacarme otra ropa interior y una falda— Y... no te hagas daño.
—¿Por qué lo dices?
—¿Vas a volver a como eras en el hospital? —pregunté de forma resentida— Quieres volver a cortarte las partes que antes no tenías para que no te descubran, ¿verdad?
—Si.
—Pero... Puedes solamente taparte con una venda. —propuse
—¿Y la pierna? —preguntó cruzado de brazos— Si salgo así de bien, van a descubrirme.
Mordí la uña de mi pulgar inconscientemente, era algo como un gesto de ansiedad. Pero, ¿qué solución hay para esto?
— ¿Vas a hacerlo ahora? —cuestioné
—Ni Jordan ni nadie puede verme en buen estado.
—¡Espera! —lo detuve— Yo puedo confundir sus memorias con ayuda de mis poderes.
—¿Acaso lo hiciste antes? —arqueó una ceja
—Si, ya que al ser una marlyana y eldiana a la vez, debo aprender a manipular u confundir a las demás personas.
—Es verdad.
—Además, eras como cualquier paciente en ese hospital, ya que pasabas desapercibido. —añadí para convencerlo— Nadie te tomaba atención salvo las enfermeras, aunque dudo que recuerden tu estado, a ellos les da igual los pacientes.
—Tienes razón, pero basta que uno lo recuerde para que...
—Esto no pasara. —interrumpí— Vamos, no seas pesimista.
—Ufff. —suspiró cansado— Tus poderes son parecidos a los que tienen sangre real, ¿no? Puedes controlar, ver y pasar recuerdos. —asentí— Bueno... Tal vez funcione.
Al final Eren aceptó mi propuesta diciendo que fingiría tener el pie lastimado, por lo que aún utilizaría sus muletas. De igual manera ambos quedamos satisfechos con el resultado.
Fui con Eren a buscar sus muletas por la sala, aunque en realidad únicamente él las estaba buscando, pues yo me encontraba desplomada en el sofá. Tenía hambre, y Jordan aún no mostraba ni rastro de llegar.
—¿También tienes hambre? —me preguntó acercándose a mí, yo asentí en respuesta
—Uh, ya las encontraste. —hablé viendo las muletas
Estaba por acomodarme en el sofá utilizando a Eren de almohada, sin embargo el sonido de la puerta interrumpió mi acto.
—Agh. —me quejé por lo bajo. Me levanté del sofá y caminé hacia la puerta con pesadez
—Buenos días, señorita Tn. —me saludó con educación apenas abrí la puerta
—Eh, buenos días. —saludé con nerviosismo
Giré mi cabeza para ver a Eren y hacerle una seña de que se acomodara la venda en su ojo y fingiera la lesión en su pierna.
—Vengo para llevarme al joven Kruger al hospital por órdenes del comandante y el director del hospital.
Abrí los ojos sorprendida por lo que dijo. Debía ser una broma.
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