Kardia estaba decidido a hacer algo especial para Degel, algo que le demostrara su amor y compromiso. Así que decidió organizar una fiesta sorpresa para Degel, donde le revelaría a todos sus amigos que se quería casar con él.

Kardia se puso a trabajar enseguida, planeando todos los detalles de la fiesta. Alquiló un salón de eventos, pidió algunos bocadillos y servicio de barra de bebidas, envió invitaciones a casi toda la escuela para que convivieran ese momento agradable con el.

La noche de la fiesta, Kardia estaba nervioso y a la vez emocionado. Había planeado todo para que fuera perfecto, y estaba seguro de que Degel se sorprendería y se emocionaría al escuchar su proposición para así limar asperezas de los malos tratos de sus padres con el.

Pero lo que Kardia no sabía era que Degel había estado pasando cada vez más tiempo con Defteros y que su conexión con él se estaba haciendo cada vez más fuerte. Degel había empezado a cuestionar sus sentimientos hacia Kardia, por lo tanto no estaba seguro de estar listo para comprometerse de manera tan seria.

- Degel, tengo una sorpresa para ti - Le dijo Kardia por teléfono, tratando de contener su emoción.

Degel se sorprendió un poco al escuchar la voz emocionada de Kardia - ¿Qué es? - Preguntó, curioso.

Kardia se rió - No te lo voy a decir. Tienes que venir a verlo por ti mismo. ¿Puedes venir a mi casa esta noche?

Degel se encogió de hombros, aunque Kardia no podía verlo - Claro, puedo ir... ¿A qué hora?

Kardia sonrió para sí mismo - A las 8 de la noche, en el salón imperial de la cuidad, no te tardes, ¿Entiendes?

Degel no entendía nada pero no tuvo opcion para negarse - Entiendo, estoy ansioso por ver qué es - Respondió con desgano.

Kardia colgó el teléfono, sabía que Degel se sorprendería al ver la fiesta sorpresa que había planeado para él, pero también sabía que había algo más en juego. Quería que Degel supiera cuánto lo quería y necesitaba, estaba dispuesto a hacer cualquier cosa para estar con él y cumplir con el requerimiento de su abuelo.

Al llegar al lugar que Kardia le mencionó por teléfono, Degel se sintió como si hubiera sido golpeado en el estómago al ver el letrero que decía "Solteros de despedida". Se dio cuenta de que Kardia había planeado una fiesta para anunciar su compromiso, y se sintió abrumado por la emoción, no era lo que esperaba realmente.

Degel miró a su alrededor y vio a todos los amigos de Kardia sonriendo y celebrando. Se sintió como si estuviera en una pesadilla, incapaz de despertar. No sabía qué decir o hacer, y se sintió atrapado en una situación que no había anticipado.

Kardia se acercó a él, sonriendo de oreja a oreja, y le tomó la mano - ¿Estás listo para empezar nuestra nueva vida juntos? - Preguntó, mirándolo a los ojos.

Degel se sintió como si estuviera en un callejón sin salida. No quería lastimar a Kardia, pero tampoco se sentía listo para comprometerse con él de esa manera. Se quedó en silencio, incapaz de encontrar las palabras adecuadas para responder.

Intentó darse la vuelta y alejarse, una situación que no se esperaba lo salvó de ese mal momento. Los padres de Kardia se acercaron rápidamente y comenzaron a gritar al enterarse que su amado hijo organizaba una fiesta sin su consentimiento.

- ¡Este hombre no pertenece a nuestra familia! - Exclamó la madre de Kardia, llena de indignación señalando a Degel.

- ¡No es digno de nuestro hijo! - Agregó el padre de Kardia, con su rostro enrojecido por la ira.

Degel se sintió como si hubiera sido golpeado por una ola de críticas y rechazo. Se dio cuenta de que los padres de Kardia seguían en su negativa y que su relación con Kardia no era aprobada por ellos... Agregando que su pareja lo hacía por una causa y no precisamente por amor.

La situación se estaba volviendo cada vez más incómoda, y Degel se sentía como si estuviera atrapado en un escenario que no podía controlar. Kardia, por su parte, parecía estar en shock, sin saber cómo reaccionar ante la explosión de ira de sus padres.

En ese momento, Degel se dio cuenta de que debía tomar una decisión. ¿Debía luchar por su relación con Kardia, a pesar de la oposición de sus padres? ¿O debía alejarse y protegerse de la dolorosa situación? La elección no sería fácil.

Degel se sintió como si estuviera en un cruce de caminos, con dos opciones diferentes frente a él. Por un lado, estaba la relación con Kardia, que había sido muy imprevista y forzada, pero que ahora parecía estar llena de obstáculos y desafíos. Los padres de Kardia no lo aceptaban, y Degel se sentía como si estuviera luchando contra una corriente fuerte para mantener la relación viva.

Por otro lado, estaba Defteros, el hombre que había entrado en su vida de manera inesperada y que había despertado sentimientos en él que no sabía que tenía. Degel se sentía atraído por la amabilidad y la sinceridad de Defteros, y se preguntaba si podría encontrar la felicidad con él.

Degel se debatió internamente, sopesando los pros y los contras de cada opción. ¿Debía seguir luchando por la relación con Kardia, a pesar de los obstáculos? ¿O debía darle una oportunidad a Defteros y ver dónde lo llevaba la vida? La decisión no sería fácil, pero Degel sabía que tenía que tomarla pronto.

Degel tomó una profunda respiración y se dirigió a todos los presentes. Su voz fue clara y firme, y todos se callaron para escuchar lo que tenía que decir.

- Quiero agradecerles a todos por estar aquí hoy - Comenzó Degel - Pero también quiero ser honesto con ustedes. La relación que he tenido con Kardia ha sido buena pero también ha sido difícil y desafiante.

Degel miró a Kardia, que lo estaba observando con una mezcla de ansiedad y curiosidad.

- Kardia, te quiero y te aprecio... Pero también sé que no podemos seguir así. Tus padres no me aceptan, y eso ha creado una barrera entre nosotros que no puedo superar.

Degel se detuvo un momento, buscando las palabras adecuadas para continuar - Por eso, he decidido que es hora de dejar ir nuestra relación. No es una decisión fácil, pero creo que es la mejor para ambos.

La sala se quedó en silencio, con todos los presentes mirando a Degel y Kardia con una mezcla de sorpresa y tristeza. Kardia se levantó y se acercó a Degel con asombro - ¿Estás seguro? - Preguntó Kardia, con su voz temblando.

Degel asintió, sintiendo un dolor en el corazón -Sí, estoy seguro. Lo siento, creo que es hora de seguir adelante.

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