Issei grito el nombre el nombre de Asia con fuerza mientras tenía una expresión de dolor y aturdimiento por lo que había presenciado, no podía creer que aquella joven amable y gentil qué había conocido, la cual no había vivido más que desgracias en su vida, ahora había "muerto" enfrente suya, sintiendo como en su interior revivía aquel pensamiento de inutilidad, creyendo que había sido un mal amigo por no haberla podido proteger antes y ahora, no podía hacer nada, pero antes de que pudiera seguir vagando por sus pensamientos la voz de Reynare lo regreso a la realidad que estaba afrontando ahora.

- ¡Esté es en poder que he estado buscando durante años! -exclamó la ángel caído con una mirada y sonrisa siniestra- ¡Con esto en mis manos, puedo conseguir lo que sea! -su sonrisa se volvió más amplia- Al fin es mío.

Se vio como llego la Sacred Gear a su pecho, y después una fuerte luz verde apareció, la cual tan rápido como apareció se fue, dejando ver a Reynare con un aura verde que emanaba de cada parte de su cuerpo, esta se giro mientras seguía sosteniendo aquella sonrisa.

- ¡El poder supremo! -abrió sus brazos mientras mostraba una sonrisa filosa- ¡Con esto, me convertiré en un Ángel caído totalmente poderoso!

Issei arrugó el rostro al ver la arrogancia de Reynare, ahora mismo desecho sus pensamientos pesimistas y se enfocó en una sola cosa: Salvar a Asia, incluso si solo fuera su cuerpo, apretó su puño con fuerza, cosa que Kale notó y frunció el ceño mientras veía al ángel caído.

- ¡Al fin podré vengarme de todos aquellos que me han despreciado! -dijo en voz alta con notable alegría-

- ¡No digas idioteces! -grito Issei mientras corría hacia adelante-

Los demás hombres vestidos de negro que se encontraban hay, que parecían ser los exorcistas, se lanzaron contra ellos mientras decían cosas como "Maldito demonio" "Nos encargaremos de esto", utilizando su Sacred Gear para bloquear un ataque de los exorcistas, Issei avanzó sin dudar o vacilar ni un instante.

- ¡Muévanse! -grito Issei mientras empujaba un exorcista- ¡No tengo tiempo que perder con ustedes!

Un exorcista apareció detrás de Issei e intento atacarlo, siendo bloqueado por Kiba, viendo como la hoja de la espada se volvía negra y absorbía las luz que tenía la espada del exorcista dejándolo sorprendido y después Koneko lo agarro por la espalda y lo lanzó hacia atrás.

Los exorcistas intentaban detenerlos pero no podían, Kiba y Koneko lograron dividirlo dejando un espacio libre para que Issei pudiera llegar a Asia, pero este miro como Rex iba hacia mientras preparaba un ataque, siendo sorprendido por una patada de parte de Kale en la cara, alejándolo de Issei.

- Chicos...

- Ve Issei -dijo Kale sin mirarlo- Asia te necesita

Issei les agradeció mientras corría hacia arriba, grito el nombre de Asia esperando una respuesta pero nada, incluso cuando estuco enfrente de la cruz que la sostenía no logró ver ningún signo de vida, pudo sentir como su determinación caía con cada respiro qué daba, incluso Reynare no lo atacó o trató de detenerlo.

- Te compensaré por llegar hasta aquí. -dijo dándole una mirada burlona mientras chasqueaba los dedos-

Esto causó que las cadenas qué sostenían a Asia fueran "desactivabas" haciendo que esta cayera y fuera atrapada por Issei, quien se arrodilló pata verla mejor.

- Asia... ¿Te encuentras bien?

Está con dificultad abrió sus ojos y giro la cabeza para poder ver a Issei y con voz débil pronunció su nombre, el castaño le dijo que venía a salvarla, solo tenía que aguantar un poco más y todo estaría bien, Asia con voz temblorosa dijo que sí, creía en él, pero podía sentir como la vida iba abandonando su cuerpo lentamente, respirando por la boca y su pulso se iba debilitando.

- Te dejaré tener a esa chica. -comentó sin interés Reynare caminando a su alrededor, causando que Issei le diera una mala mirada-

- ¡Cállate! ¡Devuélvele su Sacred Gear! -grito con odio en su voz, solo consiguiendo una risita del ángel caído-

- No seas idiota. -se giro estando detrás de Issei- Este plan se llevó a cabo por órdenes de mis superiores -se creo una lanza de luz en sus manos- Perdón, pero ustedes dos necesitan ser prueba de mi éxito.

Issei apretó la mandíbula con fuerza mientras sentía un profundo deseo de asesinarla, quería hacerla pagar por lo que le había hecho a Asia, pero aunque quisiera no podía, la monja lo necesitaba más que nunca ahora.

- ¿Pero no está bien eso? -dijo Reynare mirándolos con una mirada engreída y una sonrisa burlona- Podrán morir juntos.

- ¡Hyoudou-kun! -la voz de Kiba todo por el lugar- ¡No la escuches!

Issei bajo la cabeza resignado mientras recordaba como Reynare, disfrazada de Yuuma había fingido amarlo y el como jugó con cada una de sus emociones y sentimientos.

- Tu fuiste... mi primera novia...

- Si, por lo que pude ver, eras adorablemente nuevo en eso -su voz sonaba maliciosa- Un chico que aún no ha "conocido" a una mujer... Admito que fue divertido jugar contigo -el tono en su voz mostraba satisfacción, indicando que había disfrutado de hacerlo sufrir y de engañarlo-

- ¡Te iba a tratar como una reina! -exclamó Issei en voz baja, pero con un tono molesto y resentido, sacándole otra risa a Reynare-

- Si, siempre que mostraba el más mínimo signo de debilidad, inmediatamente llegabas a rescatarme. -comentó tomando una actitud "infantil", como si fuera una simple colegiala- Pero todo eso lo había calculado para que actuarás de esa forma. -embozo una sonrisa de alegría total- ¡Por que, tu mirada de pánico era totalmente hilarante!

- En verdad me gustabas, Yuuma-chan... Iba a darte la mejor cita de todas

Otra vez, esto solo provocó la risa de Reynare, quien no estaba tomándose enserio al castaño, como si fuera un insecto molesto lo que tenia enfrente.

- Ah, si, fue una cita memorable -el rostro del ángel caído cambió a uno de aburrimiento- Aunque también fue increíblemente aburrida.

Esto hizo que Issei recordará la sonrisa que le dedico Reynare durante su cita, sintiendo como su corazón era pateado con fuerza, no solo había sido humillado y el hazmerreir de ella, sino que jamás disfruto lo que él hizo por ella, siempre mantuvo una actuación digan de un Oscar, causando que el autoestima del chico fuera rotó nuevamente.

- "Yuuma"... Si. Me di ese nombre por que tenía pensado asesinarte al ocaso. -comentó con desdén (Yuu significa "puesta de sol u ocaso")- ¿No te parece poético? -se inclino hacia adelante moviendo la cabeza en negación- Pero tuviste el valor de no morir e irte con esa chica rubia.

Reynare empezó a burlarse de Issei y Asia, diciendo que muy posiblemente la llevo a ella también a una cita muy aburrida, pero como ella era una campesina, debió ser lo mejor de la vida para ella, diciendo que los dos hacían una grandiosa pareja pues los dos eran igual de patéticos y no eran más que basura ante los demás, causando que Issei gritara su verdadero nombre con fuerza y odio, pero Reynare le respondió que no dijera su nombre, que no merecía tal derecho y se preparo para acabar con su vida, solo que Issei logro esquivar el ataque del ángel caído y cayó hacia el suelo, empezando a correr hacia la salida molestando a Reynare, los exorcistas intentaron detenerlo pero eran frenados por Kiba y Koneko, incluso Rex trato de atacarlo, recibiendo un golpee en el estómago que lo lanzó hacia la pared.

Issei miró atrás viendo como sus amigos le gritaron qué huyera, que ellos se encargarían de detenerlos, Issei se negó al inicio pero Kale le dijo que no se preocupara por ellos, podían cuidarse solos, ahora mismo la situación de Asia era lo más importante aquí, Issei con lágrimas de impotencia en sus ojos acepto a regañadientes y se fue del lugar.

Al llegar a la parte de arriba vio a Caulifla sentada en uno de los asientos de la iglesia, quien al ver a Issei y Asia salir se levantó rápidamente yendo hacia ellos.

- ¿Como esta Asia? ¿Donde están los demás? -comentó Caulifla viendo a Issei-

- Están abajo deteniendo a los enemigos -comentó Issei mientras bajaba a Asia con cuidado- ¿Por que no bajaste?

- No pensé que necesitarán mi ayuda teniendo a Kale, además ese maldito de Freed me lanzó algo de polvo y me dejo ciega por unos segundos -gruño levemente- Esa rata aprovecho el momento para huir.

Issei asintió mientras volvía a ver a Asia, diciéndole que aguantara, solo debía aguantar un poco más y pronto sería libre, Caulifla noto que la situación de Asia no era la mejor, estaba muy pálida y no necesariamente por la luz de la luna, parecía que le costaba respirar y sudaba bastante, miro como el castaño parecía desesperado y eso la hizo sentir mal, no sabía que hacer y tampoco como ayudarla, en eso vieron como esta abrió sus ojos e Issei se acerco más a esta.

- ¡Podrás estar conmigo para siempre... Seremos amigos por siempre! -exclamó Issei alterado mientras veía como Asia levantaba su mano y este la tomaba-

- Estaba... tan feliz de que fuésemos amigos... aun por un corto tiempo. -dijo Asia con voz débil y suave-

- ¿De que hablas? -dijeron Caulifla e Issei al unisonó-

- ¡Aún hay muchos lugares a los que quiero llevarte! -siguió hablando Issei con lágrimas en sus ojos- Karaoke, ¿verdad? Después al parque de diversiones. Y al boliche, ¿cierto?

Caulifla no sabía que hacer en esta situación, se veía tan delicada que tenía miedo decir algo que hiciera qué todo se volviera peor, parecía como si Asia fuera a morir y viendo la desesperación de Issei, parecía que había acertado, apretó sus puños con fuerza, se sentía débil, tenía la fuerza para destruir montañas, pero no la suficiente para poder salvar a una amiga.

- Y las flores.. ¡Todavía tenemos que escoger muchas! -siguió diciendo Issei mientras veían como los ojos de Asia se volvían cristalinos y su rostro se iba relajando poco a poco- ¿Verdad? Tenemos que hacerlo. Hey... -Issei apretó con cuidado la mano de Asia- Es cierto... también tengo que presentarte a mis amigos

Caulifla se arrodilló al lado de Issei y coloco su mano sobre la de Asia y suyas, sintiendo como la mano de la chica se iba poniendo cada vez más fría y arrugó la cara, sabiendo que iba a pasar por lo que bajo la mirada.

- ¡Matsuda es un poco pervertido, pero es un gran chico! -comentó Issei llorando mares- Motohama te caerá muy bien... ¡Se que también serán tus amigos!

- Desearía haber nacido en este país, y asistir a la escuela contigo. -dijo Asia con un tono de voz mas suave, como un susurro- Eso habría sido tan lindo...

Caulifla apretó sus ojos con fuerza, no había conocido a Asia por mucho tiempo pero ya la consideraba una gran amiga, alguien con quien quería pasar el rato y experimentar nuevas cosas, no podía creer que tuviera un destino tan cruel como ese, habían llegado demasiado tarde, miro como Issei lloraba sin parar hasta ver como Asia tocaba su mejilla.

- Estas llorando por mi... -los ojos de Asia se llenaron de lágrimas- Estoy tan... agradecida... -les dedico una sonrisa- Gracias...

Dicho eso, su mano cayó indicando que ya no estaba viva, uso sus últimas fuerzas para tocar el rostro de Issei y se fue de este mundo sonriendo, dejando en shock a Issei y Caulifla, el joven pronunciada el nombre de Asia con la voz temblorosa, las lágrimas fluían como los ríos y se preguntaba por que, una chica tan amable como ella tenía que sufrir de esta manera, Caulifla quería ayudarlo, animarlo, pero nunca estuvo en una situación como esa y tampoco sabía que decir, sentía un profundo dolor en el pecho mientras apretaba su mandíbula y puños, ninguno de los golpes qué había recibido antaño le habían producido tanto como el de ahora.

Incluso vio como Issei, le rogó a Dios, pidiendo una explicación sobre esta desgracia, sabía que Dios no escuchaba a los demonios o al menos eso fue lo que Rías le había dicho a Caulifla, era tal la desesperación que sentía Issei qué incluso le rogó a un ser que por naturaleza, jamás lo escucharía, hasta que una voz surgió de la nada.

- ¿Un demonio le ruega a Dios en una iglesia? -comentó una voz a su derecha-

Dicha voz saco a Issei y Caulifla del transe, giraron la cabeza viendo que la voz venía de Reynare, Caulifla se levantó rápidamente y se puso enfrente de esta para proteger a Issei y el cuerpo de Asia.

- Que broma tan desagradable -comentó Reynare viéndolos con burla- Miren esto -dijo mostrándoles un moretón en su brazo derecho- Mientras venía hacia acá, esa chica que peleaba contra Rex me atacó.

- Su nombre es Kale -dijo Issei dejando el cuerpo de Asia en el asiento mientras se levantaba-

En eso Reynare comenzó a utilizar la Sacred Gear de Asia para curarse, diciendo si no les parecía fantástico eso, que daba igual cuantas heridas recibiera, podía curarse siempre que quisiera.

- Para los ángeles caídos, quienes perdimos la bendición de Dios, es un regalo fabuloso -dijo Reynare estirando su brazo totalmente curado, luego junto sus manos, como si quisiera rezar- Con esto, mi estatus de ángel caído se elevará. -alzo la cabeza- Ah, poderoso Azazel-sama, Shemhazai-sama. ¡Seré su real ayudante!

Caulifla al oír esos nombre recordó lo que le dijo Rias, Azazel era el líder de los ángeles caídos y de Grigori, mientras que Shemhazai era un superviviente de la Gran Guerra y era ayudante de Azazel, al menos eso sabia por Rias y eso era lo que ella sabía.

- Hum, dudo mucho que tu logres ganarte su favor -exclamó Caulifla mientras bufaba, ganándose una mala mirada de Reynare-

- Una ignorante como tú, jamás entendería la grandeza de estar con alguien como esos dos -comentó Reynare mientras se levantaba-

- Demonios... Ángeles caídos... -dijo Issei con el rostro oscurecido- Nada de eso tenía que ver con Asia...

- Éste es el destino de quien posee una Sacred Gear

- ¡El destino no me importa! -le grito con enojo- ¡Ella debería haber tenido una vida pacífica!

- Eso no era posible

- ¡¿Por qué no?!

- La Sacred Gear es odiada por los humanos. -respondió el ángel caído- No importa qué tan asombroso sea su poder, los humanos la despreciarán.

En eso Issei recordó lo que Asia le había dicho cuando curó al demonio y como por eso fue considerada una hereje, Reynare siguió hablando, diciendo que era inevitable que eso pasara, era la naturaleza humana el temer y querer eliminar todo aquello que no conocían, pero que gracias a esa misma ignorancia, los seres que realmente merecían ese poder, podían tomarlo sin problemas y los humanos más bien deberían estar agradecidos de quitarles ese poder infernal que solo los llevaría a la desgracia.

- "¿Tanto desprecia a la humanidad para decir eso y creer que tiene razón?" -fue lo que pensaron Caulifla e Issei-

- ¡Pero yo... soy amigo de Así! ¡Traté de salvar su vida, porque ella es mi amiga!

- Pero murió -Dijo Reynare con una sonrisa siniestra y mirada lunática- Esa chica que querías salvar no vive más, ¿no lo puedes ver? No importa si trataste de protegerla o no -señaló a Issei- No pudiste protegerla antes... ni ahora...

- Lo se -dijo Issei resignado mientras tenía el cabello cubriendo sus ojos y apretó sus puños- Y no puedo perdonarme por eso... No puedo perdonarte a ti tampoco... ni a mi...

Issei recordó lo que Rias le había dicho, las Sacred Gears utilizan el poder de los sentimientos, mientras más fuertes sean tus sentimientos más poderosa será, Issei podía sentir diferentes emociones dentro de sí, resignación, enojo, frustración, pero sobre todo.

Odio

Odiaba que Reynare le haya quitado a Asia, odiaba lo que vivió Asia, odiaba que los humanos qué tuvieran Sacred Gear tuvieran que vivir una desgracia como la de él, odiaba tener que luchar siendo tan joven, pero ahora solo quería una cosa, solo una cosa.

- ¡Devuélveme a mi Asia! -grito con frustración mientras avanzaba hacia adelante-

En eso, en la parte superior de su mano izquierda apareció un brillo verde que dejó aparecer una gema verde, para segundos después ver como se escuchaba una voz fuerte gritar Dragon Booster.

Mientras la Sacred Gear de Issei se materializaba en su mano, esto sorprendió a Caulifla y Reynare, Issei fue rodeado por unos rayos rojos mientras si Sacred Gear brillaba de un color verde intenso y se lanzó a intentar a golpear a Reynare, siendo esquivando fácilmente por esta. Reynare se burlo de él y le dijo que su poder no iba a funcionar contra ella y se escuchó un

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Nuevamente Issei intentó atacarla otra vez, siendo esquivada, incluso cuando la velocidad de Issei había aumentado un poco, Reynare seguía siendo muy superior a él y le lanzó dos lanzas de luz que atravesaron sus piernas causándole un fuerte dolor y más por que este era un demonio de rango bajo, Caulifla apretó sus puños y se preparo para unirse a la pelea, pero escucho a Issei quejarse del dolor y lo miro.

- ¿Y eso que? -dijo mientras agarraba las lanzas de luz y las sacaba de sus piernas, ignorando la hemorragia qué le provocó- Estos estúpidos rayos de luz... ¡Comparados con el dolor que soporto Asia...! -Se tambaleo debido al dolor pero seguía en pie- ¡No son nada!

Hay fue donde Caulifla lo entendió todo, esta pelea era de Issei, esta era una batalla qué Issei debía pelear el solo, no solo por Asia, sino por él, necesitaba mostrar que podía hacerse más fuerte, que podía mejorar y proteger a las personas que él apreciaba, si ella se metía le haría más daño a Issei, demostraría qué el necesita ayuda de otros para poder seguir adelante, también podía deberse a un tema de orgullo, pero estaba segura que Issei no se movía por tal cosa, y tampoco es como si lo necesitará.

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Se escucho otra vez venir de Issei, un aumento de poder para mantenerse estable, incluso Reynare le reconoció que para alguien de su clase, había llegado muy lejos, pero Issei cayó de espaldas sentado, lo que daba a entender que ya había llegado a su límite, sabiendo que Dios no lo ayudaría por si condición de demonio, entonces pensó que Satanás si lo ayudaría, por lo que murmuró haciendo una petición silenciosa.

- ¿Qué estas murmurando? -comentó Reynare- ¿El dolor te hizo perder la cordura?

Issei se levantó con dificultad mientras sacaba su alas mostrándose más impotente y dejando a Reynare sorprendida y algo asustada, diciendo que debía ser imposible que pudiera levantarse, que su sangre debió haberse consumido por la luz, negándose a creer que tal demonio pudiera existir, Caulifla veía todo desde lejos con una sonrisa, parece que Issei era una caja de sorpresas y esta vez podía dar por hecho que Reynare estaba acabada.

- "Tu puedes Issei, muéstrale tu poder" -pensó Caulifla viendo con orgullo al castaño-

Issei avanzó lentamente hacia Reynare mientras decía lo mucho que le dolía el cuerpo, sentía que iba a explotar en cualquier momento, pero que el deseo de matarla lo hacia levantarse y olvidar el dolor, dicha demostración hizo que la Sacred Gear evolucionara, haciendo que ahora una luz cubriera los dedos de Issei y aparecieran unas garras rojas, haciendo que ahora la Sacred Gear pareciera un guante de armadura mientras se escuchaba Explosion.

Reynare estaba atónita, no podía creer que la Sacred Gear del castaño evolucionara y más en su condición actual, debía ser imposible eso, incluso llego a creer que tal vez no se trataba de una simple Twice Critical, tal vez era algo más, Issei la miró con notable odio haciéndola estremecer y le lanzó una lanza de luz esperando que no se acercara más e Issei la destruyó con su guante sin problemas.

Reynare se dio la vuelta para intentar huir, pero Issei fue más rápido y la tomo de la pierna impidiendo qué pudiera huir.

- ¡No te dejaré escapar!

- Pero estoy en un nivel superior... -Dijo Reynare asustada-

- ¡Eres un ángel, así que vuela!

Grito Issei mientras le daba un golpe qué la lanzó hacia la pared de la iglesia, destruyéndola por el impacto.

- Eso fue por Asia -dijo guardando sus alas-

Se tambaleo pero fue atrapado por Kale, quien paso su brazo derecho por su espalda para darle equilibro.

- Derrotaste ese ángel caído tú solo, ¿no es así? -comentó Kale con una sonrisa-

- Si... ¿Están todos bien?

- No te preocupes por eso, todos estamos bien -dijo una voz detrás de ellos-

Se giraron viendo a una joven de cabellos rojos, apoyada detrás del monumento qué tenía la cruz rota.

- ¿Presidenta?

- Termine de hacer mis cosas, así que vine aquí. -dijo con una sonrisa- Entonces encontré a Yuuto y Koneko peleando contra muchos exorcistas.

Ahora Issei se sintió como un tonto por haberse preocupado por ellos, pero Kale le dijo que no pensara así, no había nada de malo en preocuparse por los demás, en eso, en las puertas principales entro Koneko con su ropa desgarrada por la pelea, arrastrando a Reynare.

Rías se presentó como la heredera del clan Gremory ante Reynare, diciendo que era un placer conocerla, aunque no estaría viva por más tiempo, dejando caer enfrente suya tres plumas negras qué pertenecían a sus compañeros, dejando a Reynare en shock, había Kiba mencionó que Rías también era conocida por el nombre de Ruin Princess Escarlata, era una asesina.

Dejando a Issei sorprendido al saber que su presidenta era más genial de lo que esperaba, dicha revelación no sorprendió a Kale o Caulifla, pues estas ya sabían sobre ese título, pues la propia Rías se los había contado, Reynare preguntó por que habían interferido en sus planes y Rías comento que cuando atacaron a Issei, parecía indicar que los ángeles caídos estaban planeando algo en la ciudad, exclamando qué si no se hubieran metido con ellos, no habrían interferido, haciendo que Caulifla bufara, estaba claro que ellos no querían ayudar al inicio, más bien, ella junto a Issei y Kale eran los únicos que tenían la iniciativa de querer ayudar a Asia.

Issei preguntó si había hecho eso por él, haciendo que Rías se girara para verlo, notando que su Sacred Gear se veía diferente.

- Si, cambio de forma repentinamente

- Dragón rojo -murmuró Rías- Entiendo, parece que ya esta despertando. -se giro para ver a Reynare-

Kale y Caulifla sabían lo que iba a decir Rías, por lo que esperaban ver la reacción de Reynare al escuchar la arma qué llevaba Issei.

- La Sacred Gear de Hyoudou Issei no es una simple Twice Critical. -menciono-

- ¿Qué quieres decir?

- Puede incrementar los poderes de su portador de manera inmensurable durante diez segundos, hasta el punto en que incluso puede destruir a un Dios. -comentó Rías con seriedad- Es una de las trece Longinus Gears. El guante del Emperador Dragon Rojo. Booster Gear.

- "¿El legendario poder que se dice puede destruir a un dios?" -pensó Reynare molesta- "¡¿En manos de este chico?!"

- No importa que tan poderosa sea, necesita tiempo para ganar poder, así que no es perfecta. -Dijo Rías mirando a Issei- Pudiste ganar porque tu oponente bajo la guardia.

- Issei-kun -dijo una voz conocida por él-

Issei miro como Reynare se había transformado en Yuuma, en aquella chica que conoció durante su cita, Kale y Caulifla fruncieron el ceño al ver eso, al igual que Rías, estaba utilizando una táctica muy rastrera para sobrevivir, Issei estaba atónito y no sabía que hacer, apretó sus puños con fuerza mientras veía a Yuuma y como esta me decía cosas de su cita, antes de que pudiera hacer algo, Issei sintió como alguien tocaba su espalda, se giro viendo a Kale y Caulifla.

- ¿Chicas?

- Issei, sabemos que es duro lo que tienes que hacer, pero es necesario que lo hagas -comentó Caulifla-

- ¿Y eso que sería? -pregunto Issei confundido-

- Tienes que matarla -dijo Kale sería, dejando sorprendido a Issei y a Reynare- Tienes que hacerlo tú

- Pero... pero...

- Se que es duro -Kale tomo su hombro- Pero solo de esta forma podrás liberarte de ella y no tener ese peso en tus hombros

- Yo... no se si sea capaz...

- Lo eres -dijo Caulifla tomando su rostro y haciendo que la viera- Tienes el poder y voluntad para hacerlo. Incluso si no crees en ti... nosotras creemos en ti

Issei se quedo callado, procesando las palabras que le habían dicho, por alguna razón, se sintió mejor, sentir que había alguien que lo apoyaba y creía en él, incluso cuando él no creía en sí mismo, se giro y camino lentamente hacia Yuuma, esta intento detenerlo diciendo muchas palabras dulces y cariñosas, pero vacías, llego a decir que lo amaba demasiado, pero Issei ya no caería con la misma piedra, y menos teniendo a Kale y Caulifla a su lado, se escuchó otro.

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Y vieron como Issei levanto el guantelete preparándose para el mayor golpe que había dado en su vida, Yuuma le rogaba qué no lo hiciera, por unos segundos Issei parecía vacilar, pero sintió como Kale y Caulifla tomaban su otra mano en una forma de darle la confianza que necesitaba y seguido de eso, bajo el puño.

Se escucho un fuerte golpe seco mientras una cortina de plumas negras y polvo se alzaba, debajo del puño de Issei se encontraba la sangre de Reynare, por fin había logrado eliminar ese demonio interno que le había dejado, por fin se había librado de ella, y por fin, ya no volvería hacerle daño a nadie más, el labio inferior de Issei temblaba por todas las sensaciones que estaba sintiendo, hasta que sintió como alguien lo abrazaba a su derecha, viendo que era Kale y después sintió como alguien acariciaba su cabello con algo de ternura, se giro viendo a Caulifla, viéndolo con una sonrisa orgullosa.

- Lo hiciste bien Issei. Lo hiciste bien -dijo dándole una sonrisa reconfortante-

Rías miro toda la escena con notables celos, no le gustaba que esas dos fueran tan cariñosas con Issei, pero a la vez, ella trataba de mantener una postura de líder, aunque por dentro solo quisiera hacer lo mismo que Kale y Caulifla, esta miro como la Sacred Gear de Asia se encontraba flotando enfrente de ellos tres, por lo que avanzó y lo agarro con cuidado, diciendo que esa Sacred Gear debía volver a su dueño.

Issei no entendió lo que dijo Rías hasta que su mente hizo clic en el último momento recordando como evitó su muerte permanente, Rías se encargó de reencarnar a Asia como un alfil y regresándole su Sacred Gear alegrando mucho al castaño y a ambas Saiyajins de poder tener devuelta a su amiga, esta vez volverían juntos.

Pero Asia se había ido con Rías para poder hablar unas cosas, mientras que Issei, Kale y Caulifla volvían a casa, pero por alguna razón Issei no podía consolidar el sueño, sentía alguna perturbación en su ser, pero no sabía que era, por lo que se levantó y salió de su habitación para quedarse en la sala, se sentó en uno de los sillones mientras frotaba su cabello con algo de frustración.

- ¿No puedes dormir? -dijo una voz detrás suya-

Al oírla se alteró y se giro rápidamente, pero se relajo al instante después de ver que se trataba de Kale, esta se dirigió hacia él con una mirada de preocupación.

- ¿Qué tienes Issei? Te noto muy tenso

- N-No es nada, enserio -trato de poner una sonrisa forzada, pero sintió una mano sobre su mejilla haciendo que se tensara por el tacto-

- Se que estas mal, puedo verlo en tu rostro -le hablo con una voz suave y tan reconfortante que logró que Issei se calmara un poco- ¿Nos sentamos? Creo que necesitamos hablar

- E-E-Enserió... no es... -Kale lo callo poniendo un dedo en sus labios-

Le dedico una mirada algo seria pero gentil, indicando que esto no era un "¿quieres?" era un "lo harás" Issei soltó un suspiro y se sentó en el sillón junto a Kale, parece que esta noche no iba a poder de ella, aunque se sentía bastante tranquilo teniéndola a su lado, cuando los dos se sentaron Kale tomo su mano derecha con cuidado y se miraron a los ojos, preparándose para la charla que iban a tener.