Aclarando Dudas

La charla resultó ser mucho más beneficiosa para las dos partes, Kale y Caulifla conocieron un poco más sobre el mundo sobrenatural, sus habitantes y sobre la guerra que habían librado hace tiempo, descubriendo que en el infierno existían 34 clanes restantes qué pertenecían a los 72 pilares qué hubo antaño. Siento los más conocidos el Clan Gremory, Clan Sitri y Clan Phoenix, siendo Rías la actual heredera del primer clan, la actual presidente del Consejo estudiantil era su amiga Sona Sitri, actual heredera del clan Sitri y Raiser Phoenix, heredero del último clan, pero al hablar sobre este último ambas saiyajins notaron como Rías hacia una mueca de disgusto, casi como si no le gustara o no se llevará bien con él.

- ¿Te llevas mal con ese tal Raiser? -pregunto Caulifla con curiosidad-

- Hum... Bueno... -parecía que Rías tenía ciertos problemas para comentar su situación- Es complicado... Pero... Es mi prometido

- ¿Qué es un prometido? -preguntaron ambas chicas-

Rías al escuchar eso pudo sentir como se tambaleo en su silla y casi se cayó si no fuera tan buena manteniendo el equilibrio, sacudió la cabeza suavemente mientras veía con incredulidad a esas dos chicas, por lo que había logrado entender, ellas eran de una raza guerrera conocida como saiyajins y habían luchado en un torneo para poder salvar su universo, al final no pudieron salvarlo pero de alguna forma habían logrado sobrevivir, cosa que asombro a Rías, jamás llego a imaginar que esas dos habían luchado en un gran torneo con seres de poder inimaginable, aunque quitando esas cosas, era de esperarse que no supieran nada relaciones humanas, incluso por lo que habían contado de su vida, supo que cosas tan cotidianas para ellos como salir a pasear, ir de comprar o buscar una pareja, era todo un mundo diferente para ellas. Rías soltó una risita y les explico de una manera sencilla lo que era un prometido, pero también comento porque estaba atada a él.

- Se ve que estas en una situación muy delicada Rías -comentó Kale un poco tensa-

- Demasiado...eh intentado hacer de todo para romper ese compromiso, pero nada ha funcionado -expreso mientras frotaba su cara-

- Era de esperarse, por lo que nos has contado, ese tal Raiser no parece ser un buen hombre -comentó Caulifla sería mientras cruzaba sus brazos-

- Y... ¿Tu hermano no puede hacer nada para ayudarte? -pregunto Kale mientras seguía jugando con el cabello de Issei-

Rías les había contado que su hermano mayor, Sirzechs Gremory era uno de los Maous del infierno, teniendo un cargo muy importante y alto, pero que aun así, no tenía el suficiente poder o influencia para ayudarla, incluso lo había intentado antes, solo que no sirvió de nada.

- Lo intento antes y no pudo... -dijo teniendo una expresión decaída-

Kale y Caulifla se miraron entre sí un poco tensas, todo lo que estaban escuchando era nuevo para ellas, sabían que su antigua vida jamás volvería y tendrían que adaptarse a la vida de ese nuevo universo, tantas reglas, leyes o procedimientos que tenían que seguir, era sofocante para ellas, quienes únicamente se habían preocupado por luchar y mejorar, si bien parecía que hay también terminarán teniendo peleas, jamás llegaron a combatir contra seres que usarán magia u otras habilidades que no fueran disparar rayos de ki, todos sus combates siempre fueron a puño limpio, además de que existían las Sacred Gear, armas creadas por el Dios Bíblico para que los humanos pudieran protegerse del mundo sobrenatural al ya no haber un Dios que los pudiera proteger, solo que también Rías les había contado la historia de humanos que no usaron ese poder para defenderse precisamente.

También estaban los poderes de los demonios, ángeles caídos, ángeles, dioses, entre otros. Algunos teniendo poderes tan grandiosos o extraños capaces de dejarlas fuera de combate en segundos, Kale y Caulifla hay entendieron que la fuerza bruta no les ayudaría a sobrevivir hay, pues se podía ver que los seres de ese mundo no luchaban a puño limpio, es posible que algunos si lo hicieran, pero se notaba que no era lo más normal, un claro ejemplo fue el ángel caído qué las atacó, dejando a Caulifla muy herida y tuvo que ser sanada por Issei, cosa que le terminó sacando un escalofrío que fue notado por Rías y Kale.

- ¿Te encuentras bien? Parece que tuviste un escalofrío -expreso Rías-

- Oh... No... No es nada, solo un simple recuerdo -dijo acariciando levemente el lugar donde antes estaba su herida-

Kale al ver eso, supo que había recordado soltando una risita mientras veía a Issei, se veía tan tranquilo y pacifico que podría decir que sus piernas eran muy cómodas, acarició suavemente su mejilla notando qué se iluminaba un poco por la luz que entraba por la ventana que estaba detrás de Rías, esta empezó a pensar sobre algo mientras veía a ambas chicas, tenía en mente pedirles que se unieran a su séquito y así tener más gente poderosa a su lado, pero recordó que ellas no eran de su universo, por lo que pensó que eso podría terminar generando problemas en ellas, pues los saiyajins no existían en su universo y la posibilidad de que no fueran compatibles con las Evil Pieces era muy grande, tal vez incluso podrían terminar desapareciendo para nunca más volver.

Si bien es cierto que pensar de esa manera era algo muy alocado y paranoico, en las posibilidades jamás existieron los porcentajes del 0% o 100%, por lo que decidió no comentarles su idea, pues era la primera vez que vivía una situación así, jamás pensó que llegaría a existir la posibilidad de que otros universos existieran, creyó que eso solo era algo que podría existir en los libros de ciencia ficción, aunque al final pudo comprobar que al menos otros universos existían, solo esperaba que ninguna amenaza nivel universal llegará a su mundo, pero sacudió la cabeza para quitarse ese pensamiento, no era momento de tener la idea de que una criatura de otro universo llegará al suyo para destruirlo.

- Creo que sería mejor mantener todo este tema en secreto -comentó Rías-

- ¿Y por qué? -pregunto Caulifla-

- Porque sería muy difícil de explicar y terminaría haciendo que algunos se volvieran paranoicos

- ¿Qué quieres decir eso?

- Me refiero... -suspiro mientras frotaba su cien- Olvídenlo, es complicado de explicar, solo dejemos en que nadie más debe saber esto

Antes lo dicho Rias se levantó mientras se daba la vuelta y veía afuera de la ventana, tratando de entender y ver que hacer en la situación en la que estaba metida, no era suficiente con tener que lidiar con su matrimonio forzado, si bien era necesario para el infierno y todo eso, odiaba sentirse encadenada, no sentirse libre, sabía que tarde o temprano Raiser vendría por ella y aunque quisiera negarse, era prácticamente imposible huir, era la heredera del clan Gremory, no podía huir de ese compromiso por que sería una ofensa y dejaría manchada la reputación de su familia, no quería nada de eso, pero la única forma de liberarse de ese compromiso era con un Rating Game, pero no tenía suficientes sirvientes para la lucha, no podía hacer nada más, incluso aunque Issei tuviera esa Sacred Gear.

El poder seguía dormido, ahora mismo Issei era muy débil y podría ser vencido muy rápido, incluso cuando decidió utilizar todos sus peones en él, no veía ningún avance con respeto a su poder, sabía que las Sacred Gear funcionan con las emociones del portador, pero debían ser emociones fuertes para que su poder pudiera resurgir, había momentos donde se ponía a pensar si había sido buena idea convertir a Issei en su sirviente, pero sacudió su cabeza para quitarse esos pensamientos, era su lindo peón, un peón que se volviera el más poderoso sirviente qué nunca existió jamás, solo que el camino para llegar a ese destino era muy difícil y extenso, pero confiaba en Issei, sabía que lo lograría, en eso pareció recordar algo y miro a las invitadas.

- ¿Los padres de Issei las vieron? -pregunto mientras se giraba para verlas-

- Claro que no, Issei hizo todo lo posible para que no nos vieran

- Y me imagino que no tienen un lugar al que ir, ¿verdad? -negaron con la cabeza- Bueno, me puedo encargar de eso

- ¿A qué te refieres con eso? -pregunto Kale alzando una ceja-

- Puedo alterar la memoria de los humanos con facilidad, eso podría hacer que los padres de Issei no se sorprendan al verlas

- ¡¿Puedes controlar la memoria!? -pregunto Caulifla sorprendida-

- De momento solo puedo alterarla o cambiarla un poco

- ¿Y no es peligroso eso?

- No lo es, tranquila. No sería capaz de lastimar a los seres queridos de un sirviente mío -comentó moviendo sus manos para calmarla-

- Eso nos deja algo más tranquilas -dijo Caulifla mientras se acomodaba en el sofá-

- ¿He Issei sabe algo de lo que nos contaste?

- Aun no, eso sería mucha información para él, pues de momento aún no se termina de creer que ahora sea un demonio y que allá muerto -expreso viendo al castaño- Aunque... Me sorprende que vallan aceptado todo lo que les dije con tanta tranquilidad

- Bueno... Si bien aún no logro entender muchas cosas de las que nos contaste, solo puedo decir que menos sorprendente a diferencia de dónde venimos -comentó Kale jugando con los mechones de Issei-

- Pues si lo comparamos tienes razón -suspiro mientras se acercaba a Issei y se agachó para verlo- Se que serás un gran hombre

- Se ve que lo quieres mucho -comentó Kale con una ligera sonrisa-

- Es mi sirviente, es normal que lo quiera -dijo con un sonrojo pequeño en sus mejillas-

Le dio un suave beso en la frente mientras se levantaba, diciendo que ahora volvería al infierno para pensar en cómo podría ayudarlas a adaptarse a la vida de este país, también les dijo que volvieran en la tarde a casa de Issei, para que así ella pudiera alterar la memoria de los progenitores de Issei y así evitar situaciones vergonzosas, dicho eso se fue mediante un círculo mágico, Kale y Caulifla aún seguía sorprendida por todo lo que veían, no podían creer que habían hablado con un demonio y que este lo ayudaría, si bien podían decir que en ese universo las cosas no serían tranquilas, al menos las dejaba un poco más cómodas saber que podían contar con la ayuda de otros.

- Supongo que sería bueno salir a caminar un rato, explorar los lugares de aquí y eso -dijo Kale-

- Es lo único que podemos hacer, aunque quiera ver que tan poderosa es esa arma que lleva Issei, no es de mi estilo luchar con alguien que no está listo para pelear aún

Aun así, ambas seguían teniendo un pensamiento en mente y eso era el beso que le dio Rías a Issei, ellas no entendían por qué había hecho eso, ¿tal vez era una especie de saludo o despedida? Pero si fuera así, ¿por qué no las beso también? ¿O tal vez solo era para hombres? Si bien ese pensamiento podría ser una tontería para cualquier otro, había que recordar que Kale y Caulifla jamás llegaron a vivir las mismas cosas que un humano común, lo normal para ellas no era normal para otros, Kale cada vez que se transforma a se volvía una guerrera sin mente que solo buscaba destruir todo, bien aquel extraño ser que las salvó les dijo que ya no sufriría por eso, una buena parte de su vida vivió con ese problema, siendo Caulifla y Cabba sus únicos amigos.

Caulifla era una chica que siempre buscaba pelear con oponentes fuertes y hacerse más fuerte, y era normal para ella, así era su naturaleza y así la criaron, pero el problema es que nada de lo que habían aprendido antes les servía ahora, incluso algunas de las cosas que decía Rías no las entendían del todo, como estudiar, jugar entre amigos o esa cosa llamada anime y manga, si bien Rías les explico que era cada cosa de una forma en la que ellas pudieran entender, aun seguían muy perdidas, la Gremory les dijo que les compraría unos celulares para que pudieran usarlos y así buscar más información por su cuenta, también les tuvo que explicar que era un celular y como se usaba, haciendo que Rías por momentos se sintiera rara, pues jamás pensó que le enseñaría a dos chicas que parecían tener su edad a como se utilizaba un celular.

Pero seguirían con las preguntas en otro momento, solo decidieron que lo mejor sería ir a explorar los alrededores, Kale empezó a tocar las mejillas de Issei para que despertará.

- Issei, despierta. Es momento de irnos

La voz de Kale en si ya era muy suave, debido a su actitud tímida y reservada, pero tenía un tono algo dulce y cálido, como el de una madre despertando a su hijo pequeño, Issei empezó a moverse mientras hacía algunos ruidos indicando que no quería despertar, pero al final abrió sus ojos para encontrarse con los hermosos ojos de Kale, los cuales eran negros pero tan brillantes e inocentes qué parecía ser una princesa, además de que la luz que entraba por la ventana la hacía tener un aspecto más radiante, el castaño al notar que estaba en algo suave giro levemente su cabeza viendo que se encontraba en los muslos de Kale, causando que se levantará de golpe y Kale como tenía buenos reflejos lo esquivo sin problemas.

- ¡¡L-Lo siento mucho!! -dijo Issei habiendo una reverencia-.

Esto fue una sorpresa para ambas chicas, pues no esperaban que Issei reaccionara de esa forma, Rías les había hablado en profundidad sobre la cultura japonesa y sus valores, por lo que entendían que, si hacía una reverencia, era por que se estaba disculpando.

- N-no te disculpes Issei, N-no has hecho nada malo -dijo Kale tratando de calmarlo-

- Pe-pero dormí en tu regazo... Tal vez te sientas asqueada por eso

Kale y Caulifla se miraron entre si recordando brevemente lo que Rías había dicho sobre Issei y como era tratado en la academia, si bien Kale hasta cierto punto podía entender lo que sentían las chicas de la academia al ser vistas desnudas, no le gustaba la idea de que Issei fuera golpeado tan salvajemente por tal acto, en cambio Caulifla no entendía por qué les daba pena que otros vieran su cuerpo, ¿acaso les daba pena mostrar su cuerpo a los demás? Ella jamás tuvo eso, pues hasta en ocasiones le mostró su cuerpo a Cabba con orgullo para que viera los músculos que había ganado entrenando, deberías de estar agradecidas de que alguien admirara sus cuerpos, pues conocía a algunas mujeres en su planeta que ni siquiera eran vistas o les prestaban atención.

- No estoy asqueada ni nada parecido, puedes estar tranquilo

Issei levanto la mirada viendo como Kale tenía una sonrisa nerviosa en el rostro tratando de calmarlo, mientras que Caulifla solo puso los ojos en blanco, toda la situación que estaban viviendo le parecía muy absurda, se levantaron y decidieron salir a caminar un rato para que pudieran conocer más lugares, Issei en todo momento parecía que se iba a desmayar, debido a que Kale y Caulifla vieron a una pareja agarrados del brazo y decidieron copiar eso, haciendo que Issei pudiera sentir los pechos de ambas mujeres, lo que terminó haciendo que le empezará a sangrar levemente la nariz, no sabía si agradecer tal momento o sentir que algo malo iba a pasar, aunque al final solo pudieron caminar por tiendas y calles, pues Issei no traía dinero para comprarles algo, pero podía ver que eso no era molestia para las saiyajins.

Cuando ya estaba cayendo el sol volvieron a casa, Kale le explico a Issei qué vivieran con él y que Rías se encargaría de evitar problemas con sus padres, cosa que dejo desconcertado al castaño, este no sabía cómo tomarse tal noticia y preguntó del por qué habían decidido vivir con él, a lo que Caulifla le respondió que necesitaban un lugar seguro y a alguien en quien confiar, no podían estar solas en ese mundo y aunque Rías trato de decirles que les ayudaría a conseguir un departamento para ellas, se negaron a aceptarlo, querían estar con Issei, pues bien o mal, era la única persona que conocían y en la que confiaban, haciendo que Issei se sonrojara y mirara a otro lado, evitando que lo vieran, pero no tuvo éxito y solo provocó que ambas se rieran por aquel intento de no ser visto por ellas, llegaron a casa de Issei y justo como había prometido Rías, los padres del castaño no se sorprendieron ni nada al ver a su hijo entrar con dos mujeres agarrándole de los brazos.

Era lunes y se podía ver a Issei caminando por un parque acompañado de Kale y Caulifla, con dirección a la academia, estas dos decidieron acompañarlo para saber cómo se vivía en la academia y si en algún momento llegarán a entrar hay, era mejor al menos saber que hacer en ese lugar, iban hablando entre ellos mientras que Issei parecía un poco pensativo, en la noche había logrado escuchar una voz extraña, como distorsionada qué le hablaba, era muy potente y podía sentir como le dolía la mano izquierdo, pero ese dolor era muy leve y podía ocultarlo sin problemas, solo que al estar algo distraído no pudo notar como Kale chocaba con alguien cayendo al suelo, haciendo que el castaño volviera a la realidad.

Caulifla ayudó a Kale a levantarse y vieron a la persona con la que había chocado, solo que esta era una joven más pequeña que Kale y Caulifla, su maleta se encontraba abierta y toda su ropa estaba esparcida por el suelo y estaba boca abajo con el trasero levantado dejando ver sus bragas de color blanco, cosa que hizo que Issei abriera bien los ojos y disfrutará la vista, la chica se acomodó dejando ver como el viento le quitaba su capucha dejando ver sus cabellos de color amarillo claro y ojos de color verde claro, ahora que se podía ver mejor su vestimenta, Kale noto que era la de una monja y era más notorio por el collar que tenía en el cuello con una cruz de plata.

- ¿Y tú quién eres? -pregunto Caulifla con la ceja alzada-

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