Siglo XVIII

"Gracias. Gracias por estar conmigo, amada. Gracias por soportar mi caracter, gracias por no juzgarme, gracias por robarme el corazón, gracias por todas tus sonrisas, besos y palabras. Y perdoname por no poder volver, espero que athena misericordiosa nos permita reunirnos en los eliseos, mi amada calvera"

Una bella mujer mexicana miraba con gran pesar por la ventana de su taberna.
Lo había sentido claramente, un cosmos tan ardiente como el sol acababa de extinguirse, ella sabia a quien le pertenecía, sabia que un día eso pasaría, por ello no se permitió soltar ni una sola lágrima pues lo consideraba una falta de respeto al gran guerrero y hombre que, desde que se conocieron, siempre procuro verla sonreír.
Desvío la mirada hacia su vientre, este apenas se notaba pero sabia que allí estaba creciendo el fruto del profundo amor que sentía por el caballero dorado de athena, kardia de Escorpio.

Flashback...

Un mes antes de la misión en bluegard...

Ambos yacían recostados en la el pasto a varios kilómetros de la taberna de la chica, el caballero de Escorpio se encontraba con la cabeza apoyada en el pecho de su chica mientras que una de sus manos estaba acariciaba con suma delicadeza su aun plano vientre.

Kardia: que crees que sea, calvera?-pregunto entusiasmado. El peliazul no cabía en si de la felicidad al saber que tendría un hijo de su amada mujer.

Calvera: no lo se, ya nos sorprenderá cuando nazca.-respondió despreocupada pero con una suave sonrisa que delataba su alegría. Ella también estaba entusiasmada, pronto nacería su primogénito o primogénita, la prueba del amor que existía entre ella y el caballero.-como crees que se lo tome sasha? O degel?

Kardia: sashita seguramente querrá ser la madrina-rio.-y degel....ese me congelara hasta el próximo siglo por adelantar la luna de miel.-respondió con una mueca algo graciosa.

Ahora fue el turno de la diosa reencarnada de reír, el solo imaginar a un mini kardia huyendo de un mini endemoniado degel le hacia llorar de risa.

Kardia: no te rías, hablo enserio, degel va a matarme y no quiero dejar a mi primogénito sin padre.-reclamo molesto pero con la diversión plasmada en sus ojos

Calvera: no te preocupes, nuestro pequeño o pequeña sabrá que su padre fue un héroe.-dijo entre seria y burlona

De pronto, el rostro sonriente de kardia cambio a uno mas serio, lo cual llamo la atención de su chica. Era por demás extraño ver seriedad en el caballero de Escorpio.

Calvera: ocurre algo?

Kardia: la guerra santa, me preocupa tener que dejarte.-respondió mirándola a los ojos, las hermosas esmeraldas que tanto adoraba.

Calvera: es tu deber militar. Debes permanecer al lado de sasha, protegerla y salvar este mundo, el mundo donde crecerá nuestro hijo. Kardia no te pediré que regreses porque se que las posibilidades de que alguien lo logre es casi nula, pero ten por seguro que no importa lo que tardes, nosotros dos te estaremos esperando hasta el final de nuestros días.-juro decidida aún cuando su propia alma dolía ante la idea de no volver a ver a su caballero con vida.

Kardia: no hables como si fuera una despedida.-pidió con un tono de voz tan dolido que calavera casi sintió su corazón achicarse.

Calvera: no lo hago, solo intento ser realista. Confió en tu fuerza, confió en que degel impedirá que hqgas alguna tontería, confió en athena y confió en el hombre del que me enamore.-ánimo con una sonrisa tierna y sincera

Kardia: Calvera...

Calvera: mejor olvida lo que dije y sigamos disfrutando del dia que nuestro tiempo juntos siempre es limitado.

El caballero sonrió y volvió a recostarse sobre el pecho de ella, no sabía por que pero los latidos de su corazón los relajaban y adormecían, como una nana que nunca se cansaba de escuchar.
Ambos se quedaron así el resto del día sin importarles nada, confiando en que verían a su bebé nacer...fue una verdadera lastima que kardia decidiera entregar su vida por su único amigo.

Fin flashback.

Calvera: tranquilo bebé, tu creerás fuerte y valiente igual a tu padre. Seras mi mas grande tesoro y te protegeré con mi vida.-miro al cielo.-kardia, te juro que nuestro hijo sabrá que su padre fue y siempre sera un gran héroe, un valiente caballero, un hombre honorable y un padre amoroso.

8 meses después...

La guerra santa había terminado, al parecer los únicos supervivientes de los 88 caballeros de athena habían sido dos santos dorados, aries y libra.
Ni siquiera athena había sobrevivido, y eso la entristeció, le dolía pensar que esa jovencita que conoció cuando apenas era una niña tuvo que morir por salvarlos a todos.
Pero eso ya había que dado atrás, ahora lo único que le importaba era el pequeño ser recién nacido que acunaba entre sus brazos. Hacia apenas una semana que su pequeño había nacido y la felicidad la inundó al ver al ser que había engendrado junto a su amado.
Era un hermoso varón de piel blanca y tenía unos cuantos cabellos azules, herencia su padre, sus ojitos aun eran muy claros para definir su color aunque ella estaba mas que segura que el seria la viva imagen de kardia, de su caballero.

Calvera: es hermoso no crees kardia? Sera un bebe fuerte y feliz, nuestro pequeño caballero, nuestro ílio.-susurro con una gran sonrisa

Continuara....

Ilio=ήλιο (el sol)