Luz, no más oscuridad: La dardo de plata Shi

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Tres años después...
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Era un día como cualquier otro en la choza subterránea en la que estaban todos reunidos bebiendo y comiendo, todo había cambiado desde la llegada de la pequeña peli castaña hace dos años atrás, ya nadie usaba las dichosas máscaras, la misma ya no era una niña.

Había crecido, siendo así objetivo de varios jóvenes que la observaban secretamente, mientras que el mayor les dedicaba una mortal y gélida mirada a cada unos de ellos, se había vuelto muy sobreprotector con el tiempo.

Anko: Ya tranquilo, Ibiki, tampoco es como si Tenten les prestara atención.

Intentó calmarlo.

Ibiki: No sé de qué me hablas, estoy igual que siempre.

Respondió viendo como la joven comía como si la vida se le fuese en ello, después de todo lo único que alejaban a los jóvenes era la actitud poco femenina de la chica, la cual contrastaba con la de Anko que vivía arreglando su cabello o maquillandose.

Tenten: ¿Ibiki, si les lanzó agujas en los ojos, estarás más tranquilo?

Un silencio reinó por más de diez segundos, cuando la peli morada soltó una sonora carcajada.

Anko: ¡No es necesario! ¡Ja ja ja ja ja!

Ibiki: Por mí está bien...

Soltó viendo como la chica tomaba las agujas, Anko la detuvo en ese mismo instante sin dejar de reír le explicó la situación a la peli castaña que ya más calmada las guardó, mientras esto ocurría la escotilla se abrió estrepitosamente, todos voltearon encontrándose a dos de los más reconocidos caza recompensas del lugar, pero uno de ellos venía extremadamente herido y el otro muy lastimado.

Mientras que a sus espaldas venía un hombre portando una extraña mascara, vestía una capa negra que cubría su cuerpo casi por completo dándole una apariencia misteriosa, todos se alertaron poniéndose sus respectivas máscaras, porque a pesar no ocultar su rostro entre ellos, sí debían mantener su identidad secreta con las personas del exterior.

Ibiki: ¡¿Quiénes son?!

Preguntó tomando su katana, la chica peli castaña estaba tras del mayor analizando la situación.

- Tranquilos, tranquilos, solo soy un cliente que necesita de sus servicios.

Habló aplaudiendo.

Anko: ¿Son Sabuza y Haku?

Preguntó por lo bajo.

Tenten: Al parecer si.

Respondió.

Ibiki: ¿Que es lo que quiere?
Le informamos que cliente o no, no debe de entrar a éste lugar, está prohibido.

Dijo bajando su arma.

Ibiki: Adelante, pase, no era necesario tanto escándalo, solo debía llamar a la puerta y decir el motivo por el cual está aquí, nada de otro mundo.

Fue entonces que la peli morada dió un paso al frente.

Anko: ¿Qué fue lo que le hizo a esos dos?

Señaló a los heridos que estaban siendo ayudados por los demás.

- Ellos eran mis supuestos ejecutores, pero me concidero una persona bondadosa, así que por eso le dejé vivir, aparte de que me dieron la idea de como acabar con cierta molestia.

Respondió avanzando hasta quedar frente a Ibiki.

- Un placer, mí nombre es Tobi...

Dijo tomando su arma apuntando al mayor.

- Tú serás quien realice el trabajo, te informo que si fallas morirás-

Se detuvo en cuanto sintió que la mano con la que sostenía el arma se debilitó, terminando por soltar ésta misma mientras que una afilada kunai amenazaba su cuello.

Tenten: No te atrevas a intentar algo contra Ibiki.

Habló con tono frío.

- Bien, bien, lo siento.

Se disculpó con nerviosismo, luego de aquella incómoda y peligrosa situación ya se encontraban reunidos y listos para oír el dichoso trabajo que el  recién llegado había hablado.

- Bueno señoritas y caballero, como ya les dije antes necesito de sus servicios, pero la misión que les encomendaré se llevará a acabo en Japón.

Todos abrieron los ojos como platos.

Ibiki: Lo siento pero no, no realizaremos  ningún tipo de trabajo que no sea aquí, eso compromete nuestra seguridad.

- Veo que no entiendes lo que digo, no es ninguna pregunta, en éste momento están completamente rodeados, una simple orden y despidanse de éste mundo.

Ibiki: Veo que es de esos, no crea que es la primera vez que lidiamos con un loco como usted.

Sonrió haciendo una señal los demás que habrieron una compuerta que daba a un túnel de escape alternativo mientras que Tenten le apuntaba con el arma de fuego directo en su cabeza y Anko lo rodeaba usando a las serpientes evitando que pudiera o intentara moverse de cualquier modo.

- Ya veo como es que se han ganado su fama, creo que me han atrapado.

Maldijo por lo bajo.

Ibiki: Lo mataré, ustedes váyanse, las alcanzaré luego.

Dijo desenvainando su katana.

Tenten: Yo puedo hacerlo.

Habló ésta tomando las agujas.

Ibiki: No, yo lo haré.

Fue entonces que una de las serpientes de Anko lo mordió en el cuello para luego proceder a estrangularlo.

Anko: Si tanto pelean por quién lo va a matar, mejor lo hago yo.

Sonrió viendo la cara de estupefacción de ambos que luego sonrieron de igual manera, dejaron el cadáver ahí mismo, después de todo, tenían que irse, ese lugar ya no era seguro, pero mientras lo hacían alguien apareció a sus espaldas y les disparó, a Ibiki en las piernas y a Anko en ambos brazos e igualmente en sus piernas, mientras que la peli castaña menor centró su atención en sus dos compañeros heridos que habían sido rodeados por hombres armados.

- Sabía que harían algo como eso, soy alguien muy desconfiado.

Vestía exactamente igual al sujeto que había muerto hace tan sólo unos minutos atrás.

Tenten: ¡¿Quien eres y qué es lo que quieres?!

Preguntó molesta tomando las agujas en su mano izquierda y la kunai en su mano derecha.

- Lo siento niña, pero ni te molestes, morirás antes de que tus armas logren herirme y lo sabes.

La chica tensó la mandíbula, el maldito tenía razón.

Ibiki: ¡¿Que demonios quieres, bastardo?!

Bramó producto del dolor, a duras penas intentó levantarse pero sus piernas le eran completamente inútiles.

- Como dije antes, solo requiero de su servicios, si se rehusan los mataré.

Habló con voz profunda, mientras que Anko lo miraba con odio.

- ¿Lo harán o no?

Volvió a hablar, la peli castaña veía por todas partes, quería formular un plan para salir de esa situación, pero no lo logró, estaba ahí, sola,  frente a frente quién parecía un depredador, un perspicaz y astuto depredador del que nadie la salvaría.

Tenten: Lo haré...

Habló con voz firme.

Ibiki: No...

Dijo con una voz casi ahogada.

Ibiki: ¡No Tenten! ¡No te vayas! ¡Es peligroso! ¡Yo...

- ¿Que podrás hacer tú?

Preguntó con tono de hielo, al mismo tiempo que pisaba su cabeza estampandola contra el suelo.

Tenten: Lo haré, pero los dejarás vivir, dejarán que los asistan y si no cumplo con la misión solo me matarás a mí.

Propuso con la murada oscurecida.

- Vaya, vaya, cuánta determinación.

Rió ahora tomando del mentón a Anko, la cual le escupió sobre la máscara, este iba a abofetearla pero la peli castaña detuvo su acción en el acto.

- Acepto, tienes mí palabra.

Sonrió para sí alejándose ordenando que bajaran todos las armas, el podría ser cualquier cosa pero su palabra era algo de mucho valor, no importa a quien o a que, cuando el acordaba o prometía algo lo cumplía.

La peli castaña corrió a auxiliarlos a ambos, en un rápido y hábil manejo de las agujas de acupuntura manipuló los nervios para minimizar el dolor y retirar las balas, con la tela de las prendas respectivas procedió a hacer torniquetes
y detener el sangrado.

Anko: Pequeña, no lo hagas, huye, hazlo mientras aún tienes tiempo.

Dijo conteniendo las lágrimas.

Ibiki: Por favor, te lo ruego, huye, vive-

La chica sonrió ampliamente.

Tenten: No puedo ni quiero huir, ya una vez no pude proteger a quienes amaba, huí, huí porque no tenía la fuerza suficiente, pero ahora, todo es diferente, no voy a retroceder ni huir mientras los que quiero mueren por protegerme, no pasará de nuevo.

Miró a Ibiki.

Tenten: Vamos a cuidarnos y protegernos mutuamente, tal y como lo haría una familia, ese es el camino que he elegido seguir.

Se volteó dándoles la espalda.

Tenten: Regresaré, no duden de eso.

Dijo firmemente para luego proceder a ir con su nuevo contratista, el cual se marchó de allí junto con la peli castaña que en ningún momento volteó a ver ni a oír los gritos y llamados de quienes dejó atrás, aquellos de quienes ella había convertido en su tesoro más preciado, su familia.
 
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//Flash Back//

Lee: Es el camino que elegí...

Rió con un notorio sonrojo en sus mejillas.

Lee: Y quiero que lo recorras conmigo, seamos más fuertes para fortalecernos y protegernos mutuamente, ya te lo había dicho, es mejor enfrentarse al mundo cuando tienes alguien más con quien enfrentarlo.

//Fin del Flash Back//

"No lo he olvidado, maestro, pero yo me voy a enfrentar al mundo, sola, es lo que estoy dispuesta a hacer para proteger a los que amo..."

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Ambos adultos intentaban con todas sus fuerzas ponerse de pie e ir tras su pequeña, la chica que los había cambiado por completo, la peli castaña que se había ganado un lugar en su fríos corazones, compartiendo sus tristezas y brindándoles alegrías.

Anko: No dejaré que se la lleven, malditos...

Gruñía mientras sus brazos y piernas no dejaban de sangrar, Ibiki estaba furioso y destrozado, había perdido una vez más lo que más había llegado a apreciar, ella que había curado el dolor, ella que se había vuelto su orgullo, ella que sin compartir relación genética había convertido en su hija.

A duras penas logró ponerse de pie mientras que sentía como todo su cuerpo temblaba, miraba en dirección en la cual había desaparecido, ésta parecía  moverse y distorsionarse a cada movimiento que ejecutaba, un paso, dos pasos y se fue de bruces.

Fue entonces que una amarga y dolorosa lágrima defendió por su mejilla derecha y cayó sobre el césped, se volteó quedándose tumbado boca arriba y por fin se permitió llorar, lloró como un niño, Anko no se sorprendió, ella quería hacer lo mismo, se arrastró hasta él y le brindó consuelo, ambos allí llorando, lamentándose por todo, por ella.

Fue al cabo de minutos que escucharon a alguien aproximarse, Ibiki, pensó que tal vez habían vuelto a asesinarlos, en un torpe movimiento levantó sus brazos para ocultar a Anko que estaba casi completamente herida e inmovilizada.

De entre los arbustos apareció una joven mujer de cabellos azabache que sonreía compasiva, su piel era de un tono suave al igual que el rosado de sus labios, sus bondadosos ojos ónix examinaban a ambos heridos, de pies a cabeza.

Ibiki: ¿Quien eres?

Preguntó casi sin voz.

- Eso no importa, quiero ayudarlos.

Habló acercándose lentamente como si temiera a su reacción, lo cual fue acertado, cuando iba a tocar una de sus heridas este la atacó con una kunai que ésta bloqueó con una aguja de acupuntura, en ese mismo momento un enmascarado de cabellos platinado salió de entre los arbustos amenazando su cuello con una ninjatō.

Fue entonces que el mayor abrió los ojos como platos, más por haber reconocido la aguja que por la hoja que amenazaba su cuello.

Ibiki: ¿Cual es tu nombre...?

La azabache suspiró.

- Mí nombre es Shizune, Shizune Katō

Hizo una leve inclinación sin dejar de sonreír.

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La chica miraba su cielo, ese que se había vuelto gris una vez más, soltando suspiro tras suspiro es que se dignó a mirar a su contratista el cual, a pesar que su rostro estuviera cubierto por la máscara, la estaba mirando fijamente.

Tenten: ¿Que es lo que quieres?

Preguntó secamente.

- La verdad es que, veo algo en tus ojos, algo que vi en mí una vez...

Suspiró avanzando hacía ella quedando frente a frente, a pesar de la notoria diferencia de estatura.

- El dolor...

Susurró al oído una vez que se inclinó levemente.

- Ese dolor casi incontenible, ese que queda cuando lo has perdido todos sin poder hacer nada.

Habló mientras la rodeaba.

- ¿Pero, sabes una cosa?

La abrazó, el cuerpo de la chica parecía una muñeca de porcelana, sin vida.

- Hay una manera de solucionarlo, de sanarlo en un punto...

Apoyó su mentón en la cabeza de la peli castaña.

- Venganza...

Susurró se nueva cuenta, pero fue entonces que la chica le aplicó una llave para imovilizarlo, pero este bloqueó sus movimientos torciendo su brazo, eso no quedó allí, la chica sacó un pergamino con su única mano libre e invocó una pequeña espada con la cual arremetió en contra del enmascarado que desenvainó una arma similar.

Ahí comenzó su nueva batalla, el sonido de acero contra acero impregnó el ambiente, la chica de vez en cuando lanzaba una que otra aguja que el contrario bloqueaba sin problemas, hasta que uno logró tirar la espada del otro,  se quedaron viendo mutuamente analizando quien haría el primer movimiento, la chica respiró hondo concentrándose en vencerlo, matarlo y huir de vuelta a su hogar.

- Eres buena, pero creo que no debería cansarte tan pronto, de lo contrario no estarás en óptimas condiciones para realizar la misión.

Como por arte de magia apareció a costado de la peli castaña clavándole una inyección que la puso a dormir.

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Comenzó a abrir los ojos acostumbrandose a la luz molesta del sol, a su memoria vinieron los recuerdos de su pelea con el enmascarado, de un solo golpe se puso de pie tratando de asimilar el entorno en el cual se encontraba pero nada le resultaba familiar, chasqueo la lengua, frustrada.

Al perecer se encontraba en una celda, más bien un confinamiento de acero con una pequeña abertura para dejar entrar el aire, golpeó las paredes fuertemente en un intento por destrozarlas, pero no lo logró.

Tenten: Tengo que volver, por ende debo cumplir la misión con éxito...

Se dijo para sí misma, vió sus puños heridos y ensangrentados, respiró hondo para concentrarse, se guió por los ruidos casi inexistentes que provenían del exterior, abrió los ojos de pronto golpeando la puerta dejándola semi abierta.

"Una vez más..."

Susurró pateando una vez más derribandola al instante, con la respiración agitada se dispuso a salir de allí.

- ¡No te muevas...!

Gritaron los que parecían ser los guardias que la apuntaron con sus armas, ésta pasó de ellos aumentando la velocidad, recibiendo un disparo en su hombro derecho que comenzó a sangrar en demasía, eso no la detuvo, corrió por los extensos pasillos hasta que pudo ver una de las puertas que parecían dar al exterior, en efecto, una vez que salió el olor a océano llegó a sus fosas nasales, al alzar la vista estaba nuevamente rodeada.

- ¡Bravo! ¡Bravo! ¡Mira quién salió a decir buenos días...

Aplaudió el enmascarado a lo que la chica frunció el ceño, furiosa.

Tenten: Eres un miserable...

Sollozó tragándose las lágrimas.

- No soy un miserable, soy miserable, pero supongo que ya has tomado tu decisión, es ha llevado que has venido, a decirme personalmente lo que has decidido, ¿no es así?.

La peli castaña tragó en seco, volviendo a su mirada vacía.

Tenten: Acepto la misión.

Dijo tajante, apoyó una de sus rodillas en el suelo apoyándose con su puño bajando la cabeza.

Tenten: Estoy a sus órdenes, señor.

El enmascarado saltó hasta llegar frente a ella, acarició su cabello como si de un perrito se tratase.

- Bien dicho, ahora, sígueme, te daré los detalles en mí camarote.

La chica asintió y lo siguió, era lo único que podía hacer por el momento, mataría a una persona, haría algo que no había hecho nunca, Ibiki siempre la había alejado de ese tipo de misiones siempre que podía, no quería que ella se manchara las manos con sangre, pero ahora no habría otra opción, tendría que hacerlo, por ellos, por su familia.

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Estaba todo en completo silencio, casi podía oír el latido de su corazón, sus ojos estaban vendados, le habían inyectado una droga que había paralizado su olfato, visita, gusto y audición.

No podía hacer nada, solo recordar lo que su contratista enmascarado le había encargado hace unas horas.

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//Flash Back//

- Bien, te mostraré los planos del edificio en el que se encuentra tu objetivo, éste está rodeado de agentes de seguridad, ten mucho cuidado, ellos no son lo que parecen.

La chica frunció el ceño

Tenten: ¿A que se refiere?

- Ellos poseen poderes especiales, no es recomendable que te enfrentes a ellos.

Tenten: Lo evitaré entonces...

Asintió

- Es ésta mujer a la que tienes que matar..

Dijo entregándole la foto de un mujer rubia, de ojos color miel, sus labios de un rosa dulce, era realmente hermosa.

Tenten: Bien...

Habló firmemente

- ¿Que tipo de armas vas a utilizar?

Preguntó haciendo una señal a uno de sus aliados que trajo consigo un estuche de armas de fuego y armas blancas, navajas y dagas.

Tenten: Nada de eso...

Dijo sacando su propio estuche de armas en el que estaban sus agujas y la kunai que Ibiki le había regalado.

Tenten: Ésto, es todo lo que necesito...

Habló sosteniéndole la mirada, a lo que su contratista suspiró.

- Bien, pero llevarás esto en caso de emergencia, aprenderás a utilizarlo ahora mismo, si es necesario.

Le entregó un arma de fuego, pero ésta se negó a recibirlo, odiaba el sonido que este hacía al disparar, le traían recuerdos para nada gratos.

- Bien como quieras, pero si fallas, tu te mueres...

La chica asintió, para ella, que estaba dispuesta a arriesgarlo todo por sus seres queridos, su vida le importaba bien poco en ese momento.

//Fin del Flash Back//
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Suspiró al sentir como recuperaba la movilidad parcial de su cuerpo, logró deslizar sus muñecas por entre las ataduras, se quitó la venda de los ojos, parecía estar en una bodega abandonada, se levantó del suelo corroborando que su estuche de armas estuviera en su cintura, al hacerlo se apresuró a salir de allí, el bullicio de la ciudad la a abrumó, por lo que optó por cubrir sus oídos y saltar en el tejado, desde esa posición pudo distinguir aquel enorme y antiguo edificio a las afueras de la ciudad, sonrió para sus adentros, faltaba poco para que se acultase el sol.

Saltó por los tejados sintiendo la suave brisa del atardecer, sería un trabajo como cualquier otro, había visto a Ibiki hacerlo un millón de veces, sea mujer u hombre, lo hacía sin dudarlo, sabía que aquello no lo hacía ni peor ni mejor persona, solo era una misión que debía completar para cumplir su promesa de regresar con su familia.

Se detuvo a una distancia prudente, observó el edificio, sabía perfectamente como ubicarse dentro de él una vez que entrase, los planos le serían de mucha ayuda, la estructura parecía antigua pero sólida, cuando se disponía a acercarse pudo notar una extraña cupula de energía, con algo de temor lanzó una de su agujas pero ésta pareció atravesarla sin problemas.

Tragó en seco, con la yema de los dedos palpó aquello que desconocía por completo, grande fue su sorpresa al lograr atravesarlo si problemas, sonrió victoriosa, corrió a meterse en una pequeña abertura por la que cupo perfectamente, los ductos de ventilación, se desplazó por ellos sin hacer ruido, gateó por varios minutos hasta que dio con una regilla, al observar a través de ella solo vió a unos jóvenes de más o menos su edad, una peli rosa y otro de cabellos azabache.

Al hacer memoria de seguro ya había llegado a los conductos que daban a las habitaciones, necesitaba llegar a habilitación que se encontraba en la cima del edificio, escaló por los ductos que ya habían cambiado de dirección, se sentía estúpida, pero cada paso que daba la acercaba al regreso junto a los que amaba.

Se maldijo a sí misma a sentir que no avanzaba en lo absoluto, concentró su energía en sus extremidades para acelerar el paso, hasta que por fin pudo ver que el dichoso ducto horizontal cambiaba a vertical, continuó gateando hasta dar con otra regilla, la habitación se encontraba vacía, agudizó su oído, al comprobar que nadie se encontraba en un radio estipulado, abrió el conducto y descendió con sumo silencio, un pequeño trozo de tela cubría la mitad de su rostro.

Analizó la situación, la habitación era espaciosa, al final de esta se encontraba un hermoso vitral junto una cama de dos plazas, en el otro extremo había un balcón que de seguro tenía una vista privilegiada de la ciudad, chasqueo la lengua, era un habitación típica para alguien adinerado, en especial para una mujer como la que su contratista enmascarado le había encargado aniquilar.

Escuchó unos pasos que se dirigían a la puerta, la cual tenía una cerradura que sólo podría ser abierta desde dentro usando una contraseña, rápidamente se situó sobre el techo apoyándose de unos adornos, aguantó la respiración hasta que el ruido de una tarjeta permitió el total acceso a la persona duela de aquella recámara.

- ¡Lady Tsunade, es urgente!

Gritó alguien a las espaldas de la voluptuosa rubia que se disponía a entrar.

Tsunade: No me molesten, quiero descansar...

Pidió con un tono de voz pausado y agotado.

- Pero mi Lady, alguien ha atravesado la barrera.

Dijo un peli plata enmascarado.

Tsunade: Tranquilo, de seguro es una farsa alarma como la última vez, ha de ser un gato o algo así.

Bostezó cerrando la puerta, que fue inmediatamente bloqueada por el peli plata.

- Mi Lady, por favor, es de suma importancia que baje al salón principal.

Tsunade: ¡Déjame en paz, quiero dormir!

Gritó cerrando la puerta de un solo golpe, la peli castaña sacó de su bolsillo un pequeño frasco en el que portaba un líquido de un particular color que derramó en un tazón de sake que se encontraba en la mesa principal, que se encontraban bajo ella.

La joven mujer se paseó por su habitación soltando suspiros, mientras que su cazadora aguardaba pacientemente, a que llegara el momento adecuado.

Tsunade se dispuso a servirse un trago, la chica había deducido que una persona con el nivel de estrés que la rubia aparentaba por el evidente tono y volumen de voz que denotaba, cuan cansada y agitada se sentía, debería sentirse con las ganas de beber algo que le distrajera, pero lo que no sabía era que este no solo contenía sake.

Lo supo en cuanto sus labios se entumieron en cuanto tragó el primer sorbo, quiso escupirlo pero su sistemas no le respondian, sus piernas comenzaron a fallarle, abrió los ojos como platos intentando apoyarse del borde de la mesa pero sus músculos no soportaron el peso, están a punto de caer cuando algo o alguien la sostuvo por la espalda, volteó sonrojada debido a que su temperatura corporal había comenzado a aumentar producto de la falta y dificultad respiratoria.

Tsunade: ¿Quien eres...?

Logró articular a lo que cayó en cuanto sintió la afiliada kunai en su cuello que le provoco un corte inmediato, solo ejerciendo la presión mínima.

Tenten: No te preocupes, no es necesario que lo sepas....

Respondió dispuesta a cortarle el cuello de un solo tajo, pero antes de que la cuchilla perforara por completo si nivea piel, no fue capaz de mover su mano ni el resto de su cuerpo, una sombra están pegada a cada una de sus extremidades, hizo el mayor esfuerzo por finalizar la tarea pero no pudo lograr nada.

- Eso estuvo muy cerca, creo que llegué justo a tiempo...

Dijo una voz masculina saliendo de entre las sombras, la peli castaña abrió los ojos como platos, aún más cuando otra chica de cabello marrón emergió junto al otro recién llegado.

- Toda tuya Matsuri...

Susurró a lo que ésta asintió, formando un enorme puño de arena con el que golpeó a la chica enviándola a  atravesar el bello vitral rompiéndolo en mil pedazos, la caída fue bastante larga, el edificio era realmente enorme.

Pero hizo todo lo que su lastimado cuerpo le permitió para aterrizar de pie, al alzar la vista se encontraba frente a dos adolescentes, uno tenía el cabello marrón oscuro arado a una coleta, vestía un chaleco táctico verde al igual que la joven de melena castaña que mantenía sus ojos ónix sobre ella.

Matsuri: Conciderate muerta....

Amenazó fulminandola con la mirada, la chica alzó la mirada sin siquiera mostrar una emoción, pelearía hasta el final, por el momento su vida le importaba bien poco.

Tenten: Ya lo concidero, gracias.

Dijo a lo que Matsuri sonrió manipulando la arena dispuesta a acabar esto de una vez.

Matsuri: Déjame acabar con ella, Shikamaru.

El chico bufó.

Shikamaru: ¿Que no ves su mirada?

Preguntó con incredulidad.

Shikamaru: Yo voy a ayudarte...

Pero fue totalmente ignorado, Matsuri pasó de él mientras que Tenten miraba el techo, sabía que al cabo de unos minutos se detendría el efecto del veneno por lo cual debía darse prisa.

Tenten: Vamos, dame tu mejor golpe...

La provocó saltando sobre ella a lo que ésta se preparó para golpearla a lo que ella se pisicionaba a mayor altura, pero muy por el contrario Tenten concentró su energía en sus pies haciendo que el enorme puño de arena le diera el impulso para que la fuerza se impacto le diera la fuerza de suficiente para salir disparada cuesta arriba.

Shikamaru: ¡¿PERO QUE DEMONIOS?!

Gritó viendo como está entró al edificio sin problemas, a solo unos pisos de la habitación de la rubia, recorrió los pasillos mientras que ambos hermanos recorrían restos mismos para detenerla.

Al llegar a la habitación fue interceptada por el peli plata enmascarado que atendía a la rubia, levantó la guardia de inmediato, ésta lanzó una kunai que fue bloqueada al instante, segundos después Shikamaru y Matsuri llegaron al lugar.

El primer nombrado desplazó sus sombras para capturarla mientras que Matsuri disparaba las balas de arena que tampoco lograban darle.

La rubia temblaba como gelatina, el veneno comenzaba a adormecer su sistema nervioso por lo que su cuerpo comenzó a convulsionar.

- ¡Lady Tsunade!

Gritó desesperado al ver que comenzaba a desvanecerse.

"Lady Tsunade está casi muerta, cumplió con su objetivo, pero, ¿porque sigue aquí?"

Pensó Shikamaru, perro dicho pensamiento fue interrumpido por la inmediata inmovilidad de su brazo, que deshizo sus sombras acechantes, estos cayeron muertos, Matsuri, alarmada volteó a verlo, gran error, la chica le lanzó agujas que dieron en sus cuatro extremidades principales, piernas y brazos, ésto la hizo caer al suelo, completamente paralizada.

La chica no se detuvo ahí, se posicionó a mayor altura lanzando una aguja directo a su corazón que se detuvo al instante, Shikamaru corrió a auxiliarla, y miró con horror como la luz de la mirada de su hermana se apagaba, pegó su oído a su pecho buscando una señal, un latido, pero no se oyó nada.

Shikamaru: ¡MATSURI, DESPIERTA!
¡MATSURI, MATSURI, HERMANA, DESPIERTA, POR FAVOR!

Gritó desesperado.

Tenten: No te procupes, yo te ayudaré a ir con ella...

Susurró apuntando con el arma de fuego que su contratista tanto había insistido en que llevara, apuntó y vio el miedo reflejado en su mirada, lo cual le recordó que ese sentimiento que tanto la había invadido, de seguro su cara era la misma cuando vio ese mar de sangre emerger de la montaña de cadáveres inertes.

Tenten: ¿Es horrible, verdad?

Susurró quitando el seguro y disparando, pero no le dio al corazón, le dió en el hombro, puesto que una shuriken había desviado su disparo y herido su mano, una serie de esas cuchillas arremetieron en su contra que venían del enmascarado.

Éste depósito a la rubia sobre el suelo cuidadosamente, la situación se le había escapado de las manos, al parecer había subestimado al enemigo, tal y como había dicho su ama.

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//FlashBack//

Una pequeña alarma interrumpió a la azabache de ojos ónix que recién había llegado, ésta suspiró, ya sabía lo que iba a ocurrir, por lo visto se había adelantado.

- Kakashi...

Lo llamó este apareció inmediatamente, puesto que están espiando a su ama por la ventana, había adquirido ese mal hábito.

Kakashi: ¿Que sucede, Shizune-sama?

Preguntó acomodando su máscara.

Shizune: Alguien ha atravesado la barrera, iré a verificar el estado de Lady Tsunade, tú ve a ésta dirección a buscar a quien tú ya sabes, al parecer tenemos un invitado, pero faltan dos lejanos visitantes.

El peli plata la interrumpió.

Kakashi: Yo me encargaré del intruso, usted vaya a buscar a los otros visitantes.

Shizune: Kakashi, no es cualquier intruso-

Kakashi: No la defraudaré, se lo aseguro...

Dijo arrodillándose.

Shizune: ¿Tu lo aseguras, eh?

Preguntó dudosa.

Shizune: Te digo desde ya, la estás subestimando, pero esto te servirá como una lección, adelante yo volveré en seguida.

Habló desapareciendo en un instante, había dicho "la estás subestimando", se trataba de una ""ella", una mujer, mano daría mayor problema, pensó.

//Fin del Flash Back//

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Que equivocado había estado, pensó que no sería mayor problema, pensó que era igual a cualquier cazarecompensas, pensó que con Matsuri y Shikamaru sería más que suficiente, que mal pensó, pero ahora el se haría cargo, ahora el acabaría con el problema, rápido.

En su mano derecha materializó una esfera de rayos violentos, mientras que la chica no se mostraba sorprendida por su demostración de poder, sostenía su mano ensangrentada, mientras que Shikamaru intentaba por todos sus medios mover sus manos pero era inútil, estos no le respondían, y su hermana tampoco, parecía muerta, pero se negaba a creerlo.

Kakashi: ¿Usas agujas de acupuntura?

Preguntó a lo que ésta usó su única mano buena para lanzar les unas cuantas que este repelió sin problemas.

Kakashi: Me darás en antídoto para Lady Tsunade, por la buenas o por las malas.

Amenazó, pero esto no le causó el menos temor a la chica, que corroboró que ya no le quedaban agujas suficientes para enfrentarlo.

Tenten: Moriré de todos modos, tus amenazas no me dan miedo-

Se detuvo en cuanto vió brillar esa placa metálica que el peli plata portaba en su frente, ese símbolo de hoja, era el mismo que tenía la bandana metálica que su maestro portaba, un segundo de descuido bastó para que el peli plata la atacara con la cuchilla relámpago, está más por inercia que precisión, retrocedió aún sin creerlo.

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/Flash Back//

Tenten: ¿Y eso que es?

Le preguntó

Lee: Es el camino que elegí...

Rió con un notorio sonrojo en sus mejillas.

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/Fin del Flash Back//
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Tenten: Maestro...

Susurró aún atónita, buscó en sus estuche de armas aquella bandana roja, en efecto, era el mismo símbolo.

- ¿Tú lo conociste, verdad?

Salió una mujer de entre las sombras.

Kakashi: Shizune-sama...

Logró articular muy levemente avergonzado.

Shizune: ¿Pudiste mantener el control de la situación?

Preguntó con sarcasmo y obviedad, a lo que su agente agachó la mirada.

Kakashi: Mis más sinceras disculpas, Shizune-sama, me equivoqué y tal como dijo usted, la subestimé.

Ésta se dirigió a Shikamaru que casi se hecha a llorar.

Shizune: Tranquilo, solo detuvo su corazón, ella no es la clase de chica que mataría a diestra y siniestra.

En un hábil y casi imperceptible movimiento quitó las agujas del pecho y extremidades de ambos hermanos devolviéndole la movilidad a ambos.

Shizune: Veo que te enseñó la acupuntura, y el funcionamiento del cuerpo.

Sonrió enternecida, a la chica que no entendía nada.

Tenten: ¿A qué se refiere?

Preguntó teniendo una leve sospecha.

Shizune: ¿A quien llamabas, maestro?

Ahora lo comprendía.

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//Flash Back//

Tenten: ¿Como aprendiste todo esto?

Preguntó mientras que el azabache le ofreció su mano para ayudarle a levantarse.

Lee: Uhm, bueno, la verdad es que tal como tu yo quise ser más fuerte y la persona que me ayudó me enseñó todo lo que sé y yo quiero hacer lo mismo, quiero enseñarte todo lo que sé para ayudarte de la misma forma en que me ayudaron a mí, creo que más o menos es eso.

Sonrió  tomando una cinta roja que tenía adherida una placa metálica con un logo algo particular para luego amarrarla en su frente.

//Fin del Flash Back//
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La chica abrió los ojos desmesuradamente, una serie de recuerdos la invadieron como olas furiosas, arrasaron con su corazón volviéndolo vulnerable, una vez más, las lágrimas rodaron por sus mejillas, como ese día.

Tenten: No...

Sollozó lanzándole unas agujas dispuesta a salir huyendo pero la azabache la golpeó fuertemente en su abdomen enviándola a impactar brutalmente contra una pared que se hizo pedazos, todos los presentes quedaron boquiabiertos, jamás ella había utilizado tal fuerza contra un rival.

La chica se levantó a duras penas , alzando la guardia lista para seguir luchando.

Shizune: Te entrenó bien, lo reconozco.

Siguió acercándose a lo que ésta se dispuso a atacarla, movimiento tras movimiento, golpe tras golpe, parecía que ambas luchaban contra un espejo, los presentes se quedaron helados, las ráfagas de energías que desprendían sus puños al colisionar con el cuerpo contrario, era  abrumadora.

Shizune: Te enseñó muy bien el manejo del Chi...

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//Flash Back//

Tenten: ¿Y eso que es?

Le preguntó

Lee: Es el camino que elegí...

Rió con un notorio sonrojo en sus mejillas.

Lee: Y quiero que lo recorras conmigo, seamos más fuertes para fortalecernos y protegernos mutuamente, ya te lo había dicho, es mejor enfrentarse al mundo cuando tienes alguien más con quien enfrentarlo.

//Fin del Flash Back//
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Otra lágrima se resbaló.

Tenten: ¡CÁLLATE!

Bramó dispuesta a propinarle una patada que fue bloqueada por la otra chica de melena peli castaña, quien la atrapó deslizando su arena para atraparla una vez más, al igual que Shikamaru quien la atacó de frente, pero aún sin la necesidad de tener armas neutralizó cada uno de sus ataques.

Shizune: ¿Estuviste ese día, verdad?
¿El día en que murió?

Preguntó de nueva cuenta, venía a su memoria el olor a sangre y cadáveres, el aroma de la lluvia incesante, la tierra en la cual sepultó aquellos cuerpos, el color exacto de las flores que depositó en cada una de las tumbas que cavó con sus propias manos.

Shizune: ¿Qué fue lo último que te dijo?

Volvió a preguntar echándole más alcohol a la herida.

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//Flash Back//

Lee: Yo sé que eres capaz de mucho mas.

Dijo desordenando su cabello a lo que ésta apartó la vista.

Tenten: Tal vez no pueda cumplir con sus espectativas-

Y fue entonces que su maestro la golpeó con su dedo índice en la frente a lo que está se sobó inmediatamente al sentir ese pequeño dolor.

Lee: ¡Yo como tú maestro, te prohíbo que digas esas cosas! ¡¿Quieres ser fuerte?! ¡¿Quieres que sigamos recorriendo el mismo camino?!

La chica asintió.

Lee: Entonces continuemos, seas o no capaz quiero que pelees con honor y valentía, demuestrales quien eres y en quien te has convertido, de perder me iré contigo, después de todo somos amigos y maestro/alumna, ¿no?.

La chica agachó la mirada puesto que se había puesto a llorar.

Tenten: No es necesario-

Lee: Pero por supuesto que sí es necesario, mi lugar está contigo, donde sea, pero contigo.

Sonrió pasando su mano a lo que ella imitó su acción secando sus lágrimas.

Lee: Sólo tú puedes hacerlo, no te rindas.

Tenten: Si, maestro, daré todo de mi.

//Fin del Flash Back//
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Tenten: Yo...

Su cuerpo estaba completamente cubierto por la arena y apresado por las sombras.

Matsuri: Te tengo, niña de los dardos...

Advirtió lista para acabarla con el ataúd de arena.

Shikamaru: No podrás escapar...

Cooperó de la misma manera inmovilizandola inmediatamente.

Shizune: Sabía que solo eras alguien común y corriente...

Habló da dándole el antídoto que se encontraba ocultó en un estuche, que rodeaba su pierna con una serie de frascos diminutos, bajo el vestido.

La rubia había comenzado a moverse otra vez, hasta que  cada uno de sus sistemas recobró su funcionamiento, ésta respiró hondo y con desesperación, el oxígeno llenó sus pulmones trayendola a la vida otra vez, levantó la vista buscando a la responsable.

Tsunade: Ese maldito engendro, me hizo ésto...

Dijo levantándose orgullosa, se acercó hasta llegar frente a ella y recibió una fuerte bofetada por parte de la rubia que la fulminaba con la mirada, su mejilla se sintió entumecida y enrojecida producto del golpe, pero en ningún momento esa mirada vacía había dejado de sentir el dolor en su cabeza y corazón, por ahora el que la rubia la hubiera golpeado la tenía sin cuidado.

Tsunade: Quiero que acaben con ella...

Maldijo siendo apoyada por el enmascarado de cabellos platinados, a lo que Matsuri se preparaba para comprimir la arena y Shikamaru comenzaba a estrangularla con sus sombras.

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//Flash Back//

- La verdad es que, veo algo en tus ojos, algo que vi en mí una vez...

Suspiró avanzando hacía ella quedando frente a frente, a pesar de la notoria diferencia de estatura.

- El dolor sin poder hacer nada.

Habló mientras la rodeaba.

- ¿Pero, sabes una cosa?

La abrazó, el cuerpo de la chica parecía una muñeca de porcelana, sin vida.

- Hay una manera de solucionarlo, de sanarlo en un punto...

Apoyó su mentón en la cabeza de la peli castaña.

- Venganza...

//Fin del Flash Back//
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Sus ojos habían perdido su brillo por completo, de su cuerpo comenzó a emanar una abrumadora ráfaga de energía que comenzó a deshacer el ataúd de arena e hizo retroceder las sombras de Shikamaru.

Tenten: No moriré, no aquí, no así, tengo mucho que dar todavía, hay quienes esperan mí regreso, lo prometí y lo voy a cumplir.

Levantó la guardia una vez más al mismo tiempo en que era rodeada por los demás que observaban y analizaban cada uno de sus movimientos.

Shikamaru fue el primero en atacar seguido de Matsuri, quien manipulaba la arena, pero la peli castaña se situó a sus espaldas propinándole una patada certera a la chica que fue enviada a impactar contra una pared, giró en su propio eje para luego golpear fuertemente a Shikamaru en el abdomen, este escupió algo de sangre y fue igualmente golpeado.

Kakashi desenvainó una pequeña katana y se dispuso a arremeter en contra de la chica que esquivó como pudo la afiliada hoja.

Shizune: ¡¿Esto era lo que Lee hubiera querido para ti?!

Le preguntó la azabache encolerizada.

Shizune: ¡¿Es así como quieres que termine?!

Volvió a preguntar viendo como Matsuri y Shikamaru volvían a la pelea acorralando a la chica que se defendía a puño limpio, esquivando y devolviendo golpes certeros.

Matsuri: ¿Que pasa con ésta niña?.
Parece incansable.

Comentó lanzando balas de arena.

Shikamaru: Si es así no acabaremos jamás...

Le dio la razón al mismo tiempo que la chica cogía una aguja del suelo y la lanzaba directo hacía el.

Matsuri: ¡Shikamaru, cuidado!

Gritó cruzándose, ésta fue a dar a su columna hacíendo que se paralizaran sus piernas, cayendo al instante.

Kakashi: ¡¿Matsuri, estás bien?!

Tenten: No te distraigas...

Susurró, un segundo de descuido bastó para que la chica desarmara al peli plata, que buscó entre sus ropas una kunai.

Tenten: Bien, ¿Continuamos?

Preguntó sonriendo de manera perversa.

A metros de allí...

Shikamaru: Esa maldita y sus juguetes...

Susurró molesto al ver el semblante de dolor de su hermana.

Matsuri: Ve, apoya a Kakashi sensei, yo estaré bien.

Dijo a lo que Shizune junto a Tsunade no tardaron en llegar y extraer la aguja, la peli castaña soltó un desgarrador grito que le crispó la piel a los presentes.

Shikamaru: ¿Matsuri, estás bien? ¿Puedes seguir?

Esta frunció el ceño.

Matsuri: Hay que matar a esa estúpida...

Escupió a lo que Shizune la fulminó con la mirada.

Shizune: La verdad es que no pueden hacer algo como eso, ella es la alumna de alguien que fue muy preciado para mí, la quieto como nuestra aliada,no nos conviene tenerla de enemigo la, como ya puedes ver.

Le habló a Shikamaru que ya se había hecho la idea mientras que su hermana chasqueaba la lengua, molesta.

Shikamaru: Shizune-sama, por favor, dígame qué fue lo que le pasó a esa chica, esa mirada, es algo que no puedo pasar por alto.

La azabache suspiró.

Shizune: Seré breve...

Bufó

Kakashi vs Tenten

Ambos se atacaban mutuamente, buscando una abertura para neutralizar a su contrincante, de pronto, ambos chicos, Shikamaru y Matsuri, volvieron a unirse a la batalla.

Shikamaru: Matsuri, cubreme, la única persona que puede detener a esa loca y decirle una par de verdades, soy yo...

Dijo a lo que la chica asintió con seguridad.

Tenten: Veo que no se rinden fácilmente....

Sonrió de nueva cuenta, pero no contaba con que Matsuri le devolvería la sonrisa, haciendo una posición de manos un torrente de arena arremetió en su contra rodeándola y girando en su propio eje, fue entonces que Shikamaru apareció lanzándole unas agujas que ésta esquivó, pero en seguida sus ojos se nublaron por la arena por lo que fue cosa de niños el capturar su sombra, en cuanto quedó inmovilizada, Matsuri la rodeó nuevamente con ataúd de arena, en cuanto ésta se iba a liberar el chico se dispuso a hablar.

Shikamaru: ¿Te sientes miserable?, ¿Has perdido o te han quitado algo importante para ti?, ¡Eso pasó porque nos fuiste lo suficientemente fuerte para protegerlo, ni lo suficientemente inteligente como para atesorarlo mientras aún lo tenías!, Y no eres lo suficientemente valiente como para enfrentar y enmendar tus errores.

Sus ojos se abrieron de par en par dando paso a las incontenibles lágrimas, agachó la cabeza sintiéndose atrapada.

Shikamaru: Eres patética, mírame, mírame y dime qué no volverás a ser tan despreciable, mírame y ten el valor de caminar hacia un futuro más bello, levántate y enfrenta la vida que te tocó vivir, no vas a estar sola, eso te lo aseguro, es algo así como una promesa..

Tenten: Yo, lo siento, ahora lo puedo ver, gracias a ti, muchas gracias.

Sonrió a lo que la azabache se puso frente a ella, y acarició su cabello, tal y como lo hacía su maestro.

Shizune: Caminar por la senda de la vida no es nada sencillo, créeme yo lo sé muy bien, pero no importan los errores que haya cometido en el pasado, no mientras hayas sabido aprender de ellos para no volverlos a cometer, no vas a estar sola, de ahora en adelante no más soledad.

Dijo a lo que Matsuri la liberó, al igual que Shikamaru, fue entonces que la chica se echó a llorar como una niña en los brazos de su madre, Shizune le limitó a abrazarla y brindarle en consuelo que nadie le había dado desde hace ya mucho tiempo.

Al cabo de varios minutos todos se dispersaron, a excepción de Tsunade que la miraba sorprendida, la chica se había arrodillado ante ella.

Tenten: Le suplico que me perdone, señora Tsunade, yo, no tengo escusas para lo que he hecho, afrontaré las consecuencias de mis actos.

La rubia se mordió el labio inferior.

Tsunade: No hay nada que perdonar, tu solo hiciste tu trabajo, aunque éste constara en matarme, lo hiciste muy bien.

Sonrió hermosamente.

Shikamaru: ¿Podría considerar dejarla con nosotros?

Preguntó a lo que Matsuri bufó en protesta, no le simpatizaba en absoluto.

Tenten: Como dije, afrontaré las consecuencias de mis actos, mí contratista me dio la orden de asesinar a Tsunade, de resultar fallida la misión yo moriría, de lo contrario, el mataría a mis amigos.

La azabache sonrió.

Shizune: Eso no será necesario...

Dijo a lo que la puerta se abrió dejando ver a Ibiki y Anko, la cual se lanzó a abrazar a la peli castaña que terminó tirada en el suelo.

Anko: ¡Estás bien! ¡Que alegría!

Fue entonces que ambas fueron levantadas del suelo por los fuertes brazos de Ibiki que rió sonoramente mientras las abrazaba a ambas.

Ibiki: Por fin, por fin estamos todos juntos.

Miró a Shizune.

Ibiki: Muchas gracias, señorita Shizune.

Sonrió soltando una lágrima que descendió por su mejilla.

Shizune: Familia es familia...

Dijo para luego invitarlos a salir del lugar, todos se reunieron en la sala principal, cuando Matsuri y Shikamaru de dispusieron a volver a sus respectivos labores.

Shikamaru: Bien, nos veremos algún día, me dió gusto conocerte.

Dijo revolviendo su cabello castaño amistosamente.

Tenten: Gracias, Shikamaru.

Shikamaru: ¿Me estás agradeciendo por la pelea?

La chica suspiró.

Tenten: No seas tonto, me refiero a lo que dijiste, sé lo que tengo que hacer gracias a ti.

Sonrió haciendo una leve inclinación que dejó perplejo al Nara, un suave y casi imperceptible rubor se apoderó de sus mejillas, que se borró en cuanto vió la mirada asesina de Ibiki y la picarona sonrisa de Anko.

Matsuri: Vámonos casanova....

Dijo la chica con fastidio, dicho comentario hizo que su rubor fuese más notorio.

Shikamaru: ¡Matsuri, no digas eso!
¡Yo no soy así!

Ambos hermanos se alejaron discutiendo mientras que Matsuri hizo un ademán en modo de despido.

Shizune: Tenten, lamentablemente, no pudo aceptarte aquí si no haces lo que ya sabes que tienes que hacer.

Dijo seriamente a lo que la chica asintió.

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Con Shikamaru y Matsuri

Ambos se dirigían a sus respectivas labores sumidos en un sepulcral silencio que se había generado producto de la evidente molestia de la peli castaña.

Shikamaru: ¿Que es lo que te pasa?

Le preguntó con frustración.

Matsuri: Ella me desagrada...

Se limitó a decir.

Shikamaru: No seas mala perdedora...

Rió a lo que la chica lo golpeó.

Matsuri: ¡Yo no perdí!

Alzó la voz por primera vez disgustada.

Matsuri: No entiendo porque sus dardos atravesaron mí defensa.

Soltó mirando el suelo.

Shikamaru: Es porque sus dardos estaban cubiertas de Chi.

Respondió seriamente.

Matsuri: ¿Que es eso del Chi?

Preguntó deteniendo su andar.

Shikamaru: Ella viene de China, allá hay una cosmovisión distinta, el Chi es lo mismo que le chakra para nosotros, ella manipula el chakra en su cuerpo y en los objetos que utiliza para alteralos y darles más poder.

Explicó.

Matsuri: Dardos con Chi...

Se puso e pensar.

Matsuri: La chica de los dardos te gustó, si es así se lo diré a Temari-sama.

Rió con malicia.

Shikamaru: No seas tonta, si lo haces yo le diré a Gaara que no fuiste capaz de enfrentarte a ella, que no tenía poderes como nosotros.

Imitó su acción a lo que ella apartó la mirada dándose por vencida.

Shikamaru: Jake mate...

Rió para luego ponerse a pensar.

Shikamaru: La chica de los dardos, dardos con Chi.

Pensó un poco más.

Matsuri: La dardo de plata Shi...

Susurró mirando la aguja que Shizune le había sacado de los brazos.

Shikamaru: Es Chi no Shi...

Matsuri: Ella era una asesina, ella y los dos visitantes de los que nos habló Shizune-sama.

Concluyó.

Matsuri: La dardo de plata y muerte.

Shikamaru: Creo que le queda perfecto...

Dijo revolviendo su cabello amistosamente.


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Días después...

El ambiente no había cambiado en lo absoluto, era igual o más desolado que su propia alma, más frío y roto que su corazón, Tobi miraba el techo de aquella bodega abandonada esperando a Tenten, esa chica, con la que parecía compartir el mismo dolor.

Le había llamado la atención en cuanto la vio, sabía que estaba tan rota como el, tan sola, tan miserable.

Se quedó viendo la figura de aquella niña en el centro del lugar, no era ella, era la invocación de un mensaje que ella proyectaba desde un pergamino.

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"Lo lamento, pero la misión a fallado, soy parte de Konoha Corporation, recorreré el mismo camino que mí maestro, no habrá más soledad, no más dolor, solo alegría y días soleados, dijiste que compartíamos el mismo dolor, por eso, te pido que me dejes en paz, si quieres hacerme daño a mí a mis amigos, yo voy a matarte si pensarlo dos veces, no importa cuánto tiempo me tome, pero me haré más fuerte para proteger a quienes quiero y a quienes están dispuestos a pelear por mí, tal y como él decía, renuncio esperando a que encuentres el camino correcto"

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Procesó cada una de aquellas palabras, otras tenían más sentidos que otras, unas calaron hondo en su ser y el resto revolotearon en sus pensamientos.

También se había ido, se había ido la que parecía ser la única persona que entendería el dolor que el sentía, suspiró hondo, miró el techo una vez más, no podría culparla por elegir un camino de días soleados, no cuando ambos habían caminado día y noche a través de la lluvia, sintiéndose miserables.

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En Konoha Corporation...
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La azabache peinaba los cabellos castaños de la chica que ya vestía ropas nuevas, tomó unas ligas atando su cabellera a dos moños, mientras eran observadas por Anko e Ibiki que tomaban las manos de Tenten, uno a cada lado.

Shizune: Listo...

Dijo por fin enseñándole un espejo.

Tenten: Gracias...

Susurró.

Shizune: ¿Estás bien?

Ésta asintió.

Tenten: Hice lo correcto...

Respondió sonriendoles a ambos mayores.

Shizune: Bien, es oficial.

Buscó en su escritorio la bandana que había preparado con anterioridad, pero fue entonces que la chica sacó la que le había pertenecido a Lee.

Tenten: No hace falta, ya tengo la mía.

Dijo amarrandola a su frente.

Shizune: Te queda bien...

Comentó nostálgica.

Tenten: Gracias, muchas gracias por permitirme pertenecer a ésta corporación.

Hizo una leve inclinación.

Shizune: No, ésta o es una corporación.

Tenten sonrió estando pie sin soltar la mano de Ibiki ni la de Anko, se les quedó viendo.

Tenten: Es una familia...

Respondió completando la oración dicha por la azabache de ojos ónix que sonrió de igual manera.

Tenten: Juro proteger a mí familia, por mí honor y el de Konoha Corporation.

Dijo con determinación mientras que el sol se asomaba por la ventana, un nuevo día daba comienzo, una nueva vida, una nueva historia, que tendría un desenlace diferente, porque ella se volvería más fuerte para que solo hubiese un futuro lleno de luz y sin más oscuridad.

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