Kakashi, cuenta la historia: Su pasado y los antiguos nueve soportes


La luna se torna tan oscura como la noche.

Tu reflejo en el espejo, y te asustaste al reconocerte a ti mismo como aquel día, después de la despedida.

Es algo difícil ponerlo en palabras.

Deseando algo, de algún modo 

Puedes oír la voz llamando a aquellas dos almas, en la profundidad de tu corazón,
ven, toma su mano extendida.

Ahora no es el momento para permanecer quieto 
en este mundo monocromático.

Metamosphose

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Cuando se es niño no nos queda más que aceptar lo que los adultos estén dispuestos a imponer, pues ese fue el caso de mí hermano Obito y el mío, cuando a penas teníamos cinco años fuimos entregados a la academia ninja Hatake, en la cual pasamos nuestra niñez, Obito y yo siempre fuimos polos opuestos, su actitud y la mía no congeniaban para nada, fuimos puestos a prueba en el literal sentido de la palabra, pruebas de todo tipo, armamento, combate, combate cuerpo a cuerpo, combate armado, resistencia en periodo de inanición, resistencia físico psicológica, etc.

Nuestra relación se limitaban al cumplimiento de misiones de distinto tipo y rango, la verdad para ambos, mancharnos las manos de sangre no era nada, varías cosas en nosotros murieron durante el periodo que pasamos ahí, no teníamos lo que podrían ser sueños o aspiraciones, solo éramos peones al servicio de nuestros maestros.

Sólo tenía doce años, pero aún lo recuerdo, una mujer llegó y quiso comprarnos, y así lo hizo, como dije antes, Obito y yo, no teníamos ni voz ni voto.

Ella era una mujer monstruosa, con malévolas formas de reprender a alguien  sin el mayor motivo, recuerdo que tenía un macabro fetiche con los jóvenes, y para nuestra desgracia nosotros éramos su mejor manera de pasar una apasionada noche para ella y despreciable para nosotros.

Al parecer nuestra señora estaba involucrada en asuntos con los Yakuza, por lo que Konoha Corporation tubo que intervenir, fue ahí donde la conocí, Shizune nos salvó a mí y a mí hermano y nos invitó a formar parte de la corporación, yo acepté, y Obito hizo lo mismo, nuestro periodo de servicio se postergó debido a que debíamos capacitarnos para ejercer, para mí cada día era más magnífico que el anterior, porque la veía a ella, sabía que era una imposible, pero para mis inocentes ojos ella lo era y sería todo hoy y siempre.

Dos años después fuimos ascendidos, éramos agentes de Konoha Corporation, nuestra vida la daríamos a quien nosotros protegeríamos, a nuestro custodiado, Obito lo tenía muy claro, pero lo que era yo, no tenía cavida para pensar en proteger a alguien que no fuera Shizune, sabía a la perfección que ella podría cuidarse perfectamente sola, por lo que simplemente lo dejé como un sueño que jamás se concretaría.

Era un época en la cual se pondría a prueba la iniciativa Agentes.

Konoha Corporation, no era una simple agencia de protección, era mucho más que eso, Tsunade Senju era quien dirigía el consejo de los nueve soportes los cuales se encargaban de tomar decisiones que influían en el funcionamiento a nivel país.

Existían nueve pilares, la pilar central y principal era Tsunade Senju.

El pilar de la población: Minato Namikaze Senju

El pilar del territorio: Rasa no Sabaku

El pilar de la inteligencia: Kabuto

El pilar judicial: Hiashi y Hizashi Hyuga

El pilar de las fuerzas armadas y de orden: Hana Yamanaka.

El pilar económico: Kakuzu

El pilar de la voluntad: Mikoto Uchiha

El pilar de la creencia: Miroku Moryo (madre de Shion)

El pilar de los sentimientos: Rin Nohara

Los conocimos a todos ellos, y ésta vez nos asignaron a una joven de melena castaña y ojos marrones, ella representaba al pilar de los sentimientos, su nombre era Rin Nohara, Obito se enamoró perdidamente de ella con tan solo verla, se le notaba por la forma en que la miraba, pero al igual que Shizune para mí, ella era una imposible, pero eso no lo detuvo, el la amaba, siempre accedía a todo lo que ella deseaba, obedecía todas y cada una de sus órdenes, el era feliz protegiendo a la mujer que amaba.

Lo que era yo, solo quería a una sola persona, que ni siquiera me volteaba a ver, Shizune era la guardiana personal de la princesa Tsunade, su fuerza era incomparable, se decía que nadie la había vencido jamás en combate, en comparación con un chiquillo con las manos manchadas de sangre inocente, no era nada, a mis quince años de edad, y experiencia, quería ser más fuerte, entrenar para poder alcanzarla, mí hermano en cambio estaba muy ocupado complaciendo a su querida ama, como había decidido llamarla.

Era un día como pocos, llovía torrencialmente cuando nos encontrábamos protegiendo la entrada a la habitación de nuestra custodiada cuando Obito me comentó que al día siguiente habría una reunión importante en la que debíamos escoltar y acompañar a nuestra ama, yo asentí, me sentía extrañamente emocionado y feliz, vería a la legendaria guardiana Shizune Kato ese día.

Cuando fue el momento, todos los presentes se encontraban en cabinas con vidrios polarizados, hablando a través de micrófonos, incluyendo a Tsunade-sama, por lo que no pude verla, en mí intento por buscarla recibí un regaño por parte de mí hermano al ignorar el llamado de Rin.

Rin: ¿A quien estás buscando, Kakashi?

Preguntó nuestra custodiada.

Kakashi: A nadie, y disculpe mí despiste.

Agaché la mirada a lo que ella no me creyó, por supuesto.

Obito: ¿En que demonios piensas?
¿Eres tonto o que?

Me susurró molesto una vez que Rin asistió al pequeño banquete al que asistieron todos los custodiados de Konoha Corporation.

Obito: Sabes perfectamente que debemos estar listos y dispuestos para lo que sea que nuestra ama necesite.

Kakashi: Hermano, ya cálmate, no es como si se fuera a acabar el mundo por no prestarle atención a Rin.

Y recibí un fuerte golpe en mí cabeza por parte de mí encolerizado hermano.

Obito: No es correcto que la llames con tanta confianza, ella es una de las pilares centrales, es nuestra custodiada, nuestra ama.

Kakashi: Obito, cálmate, somos agentes, no sus esclavos, ella es una de las tantas dirigentes, no es una diosa o una emperatriz para que nos castigue brutalmente por un mínimo error, ya no estamos con esa monstruosa mujer.

Y fue entonces que me quedé paralizado, ahí frente a mí, pasó la legendaria, lo que sea que me hubiese contestado Obito no lo oí, ella al parecer hablaba con Rin, que no se veía muy contenta, pero ella me daba igual, juraría que me quedé quieto y sin respirar, lo que no esperaba era que Rin intentara golpear a Shizune y que ésta la bloqueara sin el mínimo esfuerzo.

Rin: ¡Tu no eres digna, yo si!

Gritó nuestra custodiada, a lo que toda la atención recayó en ambas mujeres.

Shizune: Rin-sama, usted no sabe lo que dice, su lugar es el pilar de los sentimientos dentro del consejo de los nueve soportes, no como agente.

Respondió sin siquiera alterarse.

Rin: Te desafío a un combate limpio, quien salga vencedora, será quién protega a Tsunade-sama...

Su mirada ónix se posó sobre la mía y la de mí hermano, ambos corrimos hasta Rin y nos pocisionamos a su lado.

Shizune: Kakashi y Obito, escolten a su custodiada hasta su habitación, al perecer bebió demasiado Sake por hoy.

Su voz autoritaria diciendo mí nombre, podía sentir su poder abrumando toda la estancia, lo pude ver en la posición defensiva en la presencia de todos los agentes que se encontraban ahí.

Kakashi: Si, Shizune-sama...

Respondí sin pensarlo dos veces, pero Obito no pensaba lo mismo.

Obito: Disculpe mí atrevimiento, pero yo solo obedezco a mí ama, no a usted, señorita Shizune.

Dijo desafiante a lo que yo le di un pequeño golpe en sus costillas para que se disculpara.

Shizune: No te preocupes, haz lo que quieras...

Soltó ella no sin antes mirarme fijamente y sonreír muy levemente, me quedé perdido mirándola como desaparecía a través del corredor junto a Tsunade-sama, al parecer Rin lo notó y no parecía nada contenta, su rostro estaba rojo de cólera.

Obito: Rin-sama, por favor acompañenos, creo que es mejor que vaya a su habitación a descansar.

Sugirió tímidamente a lo que ella no dejó de verme.

Rin: Escúchame muy bien, Kakashi, que no lo voy a volver a repetir, tú tienes que obedecerme a mí, no a ella, yo soy a quien tú debes proteger, yo soy a quien tú debes servir fielmente.

Kakashi: Disculpe que la interrumpa, pero yo soy un agente de Konoha Corporation, no su sirviente.

Dicho esto ella tensó la mandíbula y se fue a paso firme hacia su habitación, de camino Obito no paró de regañarme, yo estaba harto, harto de Rin, harto de mí hermano y de su extraña devoción que había desarrollado por ella, había cambiado, sentía algo de inquietud de como podría afectarle a largo plazo, porque si le era sincero jamás antes habíamos tenido la oportunidad de desarrollar ese tipo sentimientos, y a mí me estaba resultando algo muy molesto, era algo que yo no comprendía del todo.

Era un territorio completamente desconocido para mí, por eso es que lo que había desarrollado por Shizune, era algo mucho más grande que yo mismo, era como pelear contra un enemigo invencible, y yo detestaba perder, no quería seguir sintiendo nada, quería ser como el yo de antes, cumplir mí misión y seguir con la siguiente, y así sucesivamente, pero desde que la vi, algo mí se estancó, y así se quedó.

Ese mismo día deliberaron los turnos de guardia, por lo que me encontraba resguardando la puerta de entrada cuando escuché que alguien se acercaba de entre la oscuridad, el cielo estaba cubierto de nubes errantes que se desplazaban con el viento, la luna se encontraba en cuarto menguante iluminando débilmente su bello rostro.

Kakashi: ¿Shizune-sama, que hace usted aquí?

Pregunté sintiendo una abrumadora arritmia que detesté sentir, no quería caer, ni ante ella ni ante nadie.

Shizune: ¿Y tú qué crees?

Sonrió de una manera que mí rostro se sintió enrojecer, por suerte llevaba la máscara, de lo contrario le hubiera dado otro motivo por el cual burlarse de mí.

Kakashi: Pues, no sé.

No puede sostenerle la mirada, me sentía patético y ridículo.

Shizune: ¿Porque no me miras a los ojos?
¿Acaso eres tímido?

Me maldije a mí mismo al instante en que la miré, nuevamente mis mejillas, y nuevamente mí desbocado órgano.

Kakashi: Yo, no soy tímido.

Shizune: Oh, ya veo, bien, es hora del relevo de turno, puedes irte.

Dijo firme y decidida, pasando a mí lado, creí que me desmayaría ahí mismo, la fragancia de su perfume era jodidamente agradable, creo que fue una especie de trance del cual me vi preso, por lo que terminé por tambalearme para finalmente sentir el golpe de mí cráneo chocando contra el suelo.

Shizune: Kakashi, despierta...

Abrí los ojos desmesuradamente, su rostro estaba demasiado cerca del mío, por lo que la aparté de un solo golpe y retrocedí exageradamente

Shizune: Tranquilo, no es como si quisiera atacarte o algo por el estilo...

Una vez más me sentí como un verdadero idiota.

Shizune: Con que si eres tímido....

Congetó riéndose, el sonido de su risa pareció hacer eco en mí canal auditivo, definitivamente ésta mujer me estaba atontando a niveles insospechados.

Kakashi: Guarde silencio por favor, su risa me resulta molesta...

Ella se detuvo y se puso muy seria.

Shizune: Tienes la sutileza de un rinoceronte, creí que serías más abierto, pero por lo visto tuviste una niñez algo cruda, no te preocupes, no volveré a molestarte, puedes retirarte.

Dijo mientras su mirada se volvía tan fría como una ventisca polar, cuando dejó de mirarme fue como si hubiese caído en un pozo sin fondo, quería esa mirada, quería esa sonrisa, quería que mí nombre fuera pronunciado por sus labios, pero no pude hacer nada, me quedé perdido mirándola.

Shizune: ¿Que estás haciendo?
¿Tengo algo en la cara, o algo así?

Preguntó algo desconcertada.

Kakashi: ¿Porque es así?

Ella alzó una ceja.

Shizune: ¿A qué te refieres?

No podía moverme.

Kakashi: No entiendo, algo en mí, me molesta, es realmente horrible, no quiero sentirlo, pero cada vez que la veo, me molesta.

Shizune: ¿Si te molesta tanto, porque no te alejas?

Su tono de voz me cortó en pedacitos con la daga más afilada.

Kakashi: Porque si lo hago es más desesperante, todo comenzó cuando la conocí, desde que la vi ese día no puedo sacarla de mí cabeza, no quiero sentirlo, pero no quiero a nadie que no sea usted, es una extraña necesidad.

Shizune: Uhm, ya veo, pero debes de controlarlo, eres joven, de seguro podrás sentir algo similar por alguien más.

Dijo restándole importancia.

Kakashi: Eso haré...

Fue mí contestación para luego proceder a irme.

Shizune: Buenas noches, Kakashi.

No pude responder, un nudo se formó en mí garganta y no hice nada más que guardar silencio y perderme entre los oscuros pasillos.

Luego de aquello no podía sentirme tranquilo, eso no me dejaba en paz, aunque evitaba a toda costa cruzar miradas con ella, no era de mucha ayuda, trataba de ocupar mí tiempo en Rin, en entrenar o conversar con Obito, pero no podía sacarla de mí mente.

Rin: Kakashi, te estoy hablando...

Habló gentilmente nuestra custodiada.

Kakashi: Lo lamento, estaba distraído...

Hice una reverencia y ahí me quedé.

Rin: Obito, espera afuera de la habitación, necesito hablar con Kakashi.

Dijo sin despegar la mirada de mí, Obito asintió rápidamente y se retiró de la misma manera.

Rin: Me he dado cuenta que desde éste último tiempo estás muy distraído, sueñas despierto y no me prestas ni la más mínima atención.

Su voz era de coquetería, recorría la estancia con clara prepotencia, esa que detestable prepotencia que agotaba rápidamente mí paciencia.

Kakashi: No es nada, se lo aseguro, solo que no me he sentido muy bien éstos días.

Respondí sin una pizca de duda, porque si lo analizaba bien, no era del todo mentira.

Rin: Obito me dijo que desde tu turno de custodia en la entrada es que no eres el mismo...

Se agachó a mí altura y tomó mis mejillas entre sus frías manos y se acercó demasiado a mí rostro.

Rin: Lo que sea que te esté molestando, puedes contarmelo, si tú me cuidas a mí yo también quiero hacerlo.

Besó mí frente de manera fugaz mientras sonreía traviesamente.

Kakashi: Si, así lo haré.

Luego de aquello, Obito me asaltó en preguntas, no mencioné nada de lo sucedido, sé que le molestaría profundamente el actuar de Rin para con mí persona, por lo que decidí callarme, creí que esa era la mejor opción, pero estaba equivocado, porque eso no hizo más que empeorar, su acoso, porque así fue, comenzó a volverse más constante.

Me pedía que me quedara en su habitación con excusas estúpidas como que alguien la espiaba por la ventana y que tenía miedo de que la atacaran mientras se duchaba o dormía, y cosas como esas, la molestia de Obito creció con el tiempo y la indiferencia de Shizune me dolía aún más.

Una noche que me quedé a entrenar hasta que terminé por desfallecer, me dormí sobre el tatami, y tuve un sueño, en el cual Shizune iba a besarme, no lo podía creer, simplemente me dejé llevar, y dije su nombre, fue entonces que sentí una fuerte bofetada que me sacó de aquel trance, era Rin, que me miraba molesta y con lágrimas en los ojos.

Rin: ¿Porque ella tiene que poseer todo lo que yo quiero?

Dijo con un claro odio y notable resentimiento.

Kakashi: Le pido que me disculpe, yo estaba dormido, no era apropiado de su parte aprovecharse de ésta instancia, por favor no mencione algo de ésto a la señorita Shizune.

Hablé atropelladamente.

Rin: Pero Kakashi, yo te amo, me enamoré de ti, quiéreme, por favor, te lo pido, te lo ruego, te lo ordeno, bésame.

La decisión en su mirada, una orden era una orden, eso era lo que todo agente debía hacer, obedecer, pero yo no podía, no quería, a ella no, yo quería a otra persona.

Kakashi: Lo siento, pero es la única orden que voy a desobedecer.

Hice una reverencia y me fui de allí, al salir, Obito estaba tras la puerta, pude ver el odio en su mirada, lo ignoré y salí lo más rápido que me pude permitir, no quería nada, no quería a nadie más que a ella, me sentía un imbécil enfermizo.

¿Como puedes llegar a desear tanto a alguien?

¿Como algo como esto puede llegar a doler y desesperar tanto?

Quería extirparme el corazón y volarme el cerebro, todo, todos mis pensamientos estaban dirigidos a ella, me dolía, me enojaba, sentía que me iba a explotar la cabeza, subí en lo más alto de un viejo árbol y me quedé ahí, solo y al borde de la locura, no se cuanto tiempo pasó, solo que ví como el sol se cubría por las nubes coloreadas por el atardecer mientras una drástica ventisca sacudía las ramas de los árboles al compás.

- Veo que fue demasiado tarde...

Abrí los ojos desmesuradamente, al voltear me dieron ganas de llorar de pura impotencia, tener el tesoro de la felicidad tan cerca pero jamás tener la oportunidad de gozar de el, era una real tortura.

Kakashi: Todos ésto es su culpa señorita Shizune...

Gruñí retrocediendo mientras mí corazón comenzaba a doler.

Shizune: Lo sé, y lo siento.

Extendió sus brazos hacía mí, como si esperara a que me lanzara hacía ellos.

Kakashi: No quiero...

Dije arrastrando las palabras cuando lo único que quería era estar entre sus brazos y que calmara el caos en mí.

Shizune: No tienes otra opción...

Su voz tan cerca de mí, a una velocidad que no pude ver ella me estaba abrazando, sentía su embriagante aroma y creí que en mí vida jamás me sentí tan feliz, como el primer día en que la vi.

Shizune: Tranquilo, Kakashi, ahora todo está bien, todo va a estar bien.

Susurró acariciando mí enmarañado cabello, unas lágrimas escaparon y cayeron por mis mejillas, me aparté de ella y me miró a los ojos con una intensidad abrumadora.

Shizune: Es una pena que yo no haya sido tu primer beso...

Dijo para luego posar sus labios sobre los míos, una corriente eléctrica recorrió todo mí cuerpo, el tormento de mis pensamientos cesó.

Kakashi: Shizune-sama, yo la amo.

Ella sonrió felizmente para luego proceder a abrazarme.

Shizune: Se lo que sientes, y lo lamento, pero ésto no es real...

Eso me dolió como una daga en el pecho.

Shizune: Quiero que me escuches atentamente...

Quería salir corriendo, ocultarme bajo una cama y quedarme ahí eternamente.

Shizune: Kakashi, tu y Obito fueron víctimas de una maldición, una maldición de amor.

Dejé de oírla su voz se perdió en lo más profundo de mí mente.

Shizune: Tu y Obito encontrarán a una mujer, a la que le entregarán todo, pero uno de ustedes encontrará su perdición o una bendición al entregarse a éste sentimiento.
Solo hay dos maneras de deshacerlo, que yo y la persona que ha elegido Obito, correspondamos, o que uno de ustedes muera, lo lamento, cuando te conocí debí decírtelo, pero no pude, tu infancia fue una tragedia y no quería sumar otra más a ella.

Podía sentir el dolor en su voz.

Shizune: Perdóname....

Me quedé frío, respiré profundamente y sonreí.

Kakashi: No hay problema, no se preocupe, yo jamás podría odiarla.

Ella suspiró aliviada y volvió a abrazarme.

Shizune: Muchas gracias, Kakashi.

Al separarnos, no pude contenerme y la besé una vez más, si lo que sentía era falso, quería tener un buen recuerdo de ello, al parecer no le molestó mucho, porque correspondió.

Shizune: Ya debes saber que Obito a elegido a Rin, y sabes que ella está enamorada de ti.

Si, lo sabía, entonces Shizune-sama debía corresponderme para poder salvarme, debía fungir que me amaba.

Shizune: No te preocupes, voy a salvar a Obito, y a ti también, voy a corresponder tus sentimientos, voy a convertirte en mí agente, pero vamos a formar un vínculo fuerte que nos mantendrá unidos.

Dijo tomando mí mano con la suya mientras desplegaba esa hermosa sonrisa, no lo podía creer, yo estaría a su lado, eso quería decir que Obito se quedaría solo con Rin, al cabo de unos minutos ella se marchó, no sin besarme antes, me sentía en las nubes, quería gritarlo a los cuatro vientos, pero lamentablemente no podía hacerlo, debía ser discreto hasta que ella lo hablara con Rin, lo cual salió como uno de los peores desastres.

Nos encontrábamos en la oficina de lady Tsunade, que había accedido el translado, más nuestra custodiada miraba a Shizune con un profundo odio.

Rin: Me niego, Kakashi es mío.

Dijo mientras golpeaba fuertemente el escritorio.

Shizune: No sé si está usted sorda, Rin-sama, pero Lady Tsunade ha accedido, ante una decisión de Tsunade-sama usted no tiene ni voz ni voto.

La retó sonriendo con autosuficiencia.

Rin: ¡Tu cállate!

Tsunade: ¡Aquí la única que debe cerrar la boca eres tú!

Gritó furiosa mirando a Rin que casi se hecha a llorar ahí mismo.

Tsunade: Tengo una horrible jaqueca, así que no comiencen a gritar...

Habló al borde del colapso.

Shizune: Eso le pasa por quedarse bebiendo hasta muy tarde...

Le recriminó entregándole una tabletas y una vaso de agua.

Tsunade: Aquie la cosa es simple, hey, niño.

Su mirada se posó sobre la mía.

Tsunade: ¿A quien eliges, Shizune o Rin?

Kakashi: A Shizune-sama...

Mí expresión era neutral, pero mí órgano vital parecía más inquieto.

Rin: ¿Porque siempre tienes que tener lo que yo quiero?

Preguntó para luego verla con los ojos llenos de lágrimas y salir literalmente corriendo.

Tsunade: Bien, Kakashi Hatake, ahora servirás y protegeras a Shizune Kato y bla, bla, bla, bla, Shizune sirveme un vaso de Sake para aliviar la resaca.

Al fin podía estar con ella, me sentía muy feliz, siempre detrás de ella, apoyándola en distintas tareas, algunas más triviales que otras pero eso era lo de menos, Obito ya no me dirigía la palabra, y Rin tampoco, eso me tenía sin cuidado alguno, yo era feliz y eso me bastaba.

Hasta ese día.

Lady Tsunade, nos envió a Shizune-sama  y a mí a investigar un edificio abandonado en el cual supuestamente estaba instalado un equipo de espionaje de un país extranjero que buscaba una supuesta ventaja estratégica militar, al llegar no había nada.

//Conversación telefónica//

Shizune: Lady Tsunade, lamento informarle que la información que ha recibido es falsa...

Tsunade: Eso es imposible, Obito Hatake me dió la información ésta mañana...

Shizune: Pues entonces que te aclare ésto, porque aquí no hay nada-

Creí haberme equivocado, creí que había sido una rata o algo así, pero no, Obito disparó un arma, cuya bala destrozó en mil pedazos el teléfono.

Shizune: ¡¿Que demonios es ésto?!

Dijo molesta.

Obito: Solo obedezco las órdenes de mí ama.

Respondió a lo que Rin salió de entre las sombras.

Rin: Ahora me las vas a pagar, Shizune.

Apuntó hacía ella a lo que yo tomé una kunai y la ataqué, tracé un corte en su muñeca y la envié a impactar contra un pared en un abrir y cerrar de ojos, en ese mismo momento Obito lanzó unas shurikens que Shizune bloqueó sin mayor esfuerzo.

Kakashi: Gracias, Shizune-sama.

Obito: ¡¿COMO TE ATREVES?!

Gritó arremetiendo en mí contra.

Kakashi: Si no quieres que le haga daño, que no se atreva nunca más a atacar a Shizune-sama...

Obito: Con que ya la elegiste a ella, eso es lo que has decidido, entonces yo seré quién sea bendecido por el amor de Rin-sama, tú serás el maldito.

Kakashi: Tu lo sabías...

Dije sin poder creerlo.

Kakashi: ¡¿Porque no me lo dijiste?!

El se rió como un desquiciado mientras Rin sonreía con autosuficiencia.

Obito: Mí ama me lo dijo, así como también aceptó mis sentimientos, si yo la ayudaba a eliminar a Shizune Kato.

Shizune: ¡ERES UN MONSTRUO, RIN!

Gritó.

Shizune: ¡Obito, ella solo te está usando, solo te está utilizando para cumplir sus objetivos egoístas! ¡Ella no te ama!

Obito: ¡LA ÚNICA MONSTRUO ERES TU!
¡La persona que le ha quitado todo a Rin-sama!

Shizune: Yo no le he quitado nada...

Gruñó furiosa.

Obito: Pues eso no es lo que ella me dijo, no se preocupe, Rin-sama, yo acabaré con Shizune, y usted será la nueva guardiana legendaria de la princesa Tsunade Senju.

Kakashi: ¡Obito no seas estúpido!
¡Tu no eres rival para ella!

Pese a todo, el era mí hermano, no quería hacerle daño, ni que alguien le hiciera daño.

Obito: Por mí ama, estoy dispuesto a entregar la vida...

Dicho esto arremetió en contra de Shizune-sama, que esquivó sus golpes y armas, y sin el más mínimo esfuerzo lo golpeó de tan manera que lo envió a impactar contra el suelo haciendo que escupiera sangre de manera brutalmente grotesca.

Kakashi: ¡OBITO!

Grité corriendo en su dirección pero Rin me detuvo.

Rin: Kakashi, por favor, acaba con ella, mata a Shizune, te lo ordeno, eres mí agente, Obito es tu hermano, el está dispuesto a dar la vida por mí, y sabes que lo hará, si no matas a Shizune, le ordenaré a Obito a hacerlo, y si así lo hago el morirá.

No podía pensar en nada más, todo eso me superaba, no quería que el muriera, el era mí hermano, quería que estuviera bien, quería que el estuviera a mí lado, que fuera feliz, pero el tenía una felicidad insana, Rin Nohara le había lavado el cerebro, ella lo había manipulado de tal manera que lo había entrenado para que el fuera dependiente de ella, está mujer no sentía una pizca de amor por nadie, solo odio, ella estaba dispuesta a hacer cualquier cosa, manipular a cualquier persona para conseguir su venganza en contra de Shizune-sama, estaba enferma de envidia, están enferma de odio.

Si Obito tenía una maldición de amor.

Rin tenía una maldición de odio.

Ella debía desaparecer, era la única opción, aunque mí propio hermano me odiase por el resto de mi vida, debía hacerlo, total, solo sería una vida más, de las tantas que había tomado cuando era niño, debía de ser verdad, una vez asesino, siempre se será un simple y bulgar asesino.

Rin: ¿Kakashi, que estás haciendo?

Me preguntó mientras una gotas esfera de rayos se formaban en mí mano derecha.

Kakashi: Chidori...

A lo lejos pude oír el tétrico canto de los pájaros que emergían de los rayos relampageantes.

Obito: ¡KAKASHI, HERMANO, NO, TE LO RUEGO! ¡POR FAVOR, NO LE HAGAS DAÑO!¡TU SABES QUE ES LA MUJER QUE MÁS AMO EN EL MUNDO, NO, POR FAVOR!

No quise oír ninguna de sus palabras, los ruegos de la horrorizada joven frente a mí fueron bloqueados por mi cerebro y el ferviente deseo de matarla.

Rin: Kakashi, yo te amo, por favor, no me hagas nada yo te amo, te amo, por favor...

Conecté mí vacía mirada con la suya.

Kakashi: Aunque no sea sencillo, es la mejor opción...

Susurré dispuesto a atacar, más unas suaves manos se posaron sobre las mías y deshicieron mí técnica.

Shizune: No lo hagas, no manches tus manos por mis errores, yo acabaré con esto...

Me besó gentilmente en la mejilla y con el chakra concentrado en su mano derecha atravesó su pecho, el mundo se detuvo, la expresión en el rostro de Rin, pareció ser una sonrisa, y su último aliento se oyó como un susurro.

" Perdóname...."

Pude ver su mirada, la mirada de Obito murió con ella al momento en que gritó su nombre y ésta se desintegró en el aire en medio de una luz cegadora.

El silencio reinó después de aquello, no se oía nada más que el desconsolado llanto de mí hermano que seguía en el suelo apretando sus puños fuertemente.

Me sitúe a su lado con la intención de consolarlo, pero no único que recibí fue el ataque de una kunai, con la cual trazó un corte limpio sobre mí ojo izquierdo que llegó hasta mí mejilla, de no ser por Shizune-sama, que me tomó por la cintura obligándome a retroceder, habría perdido mí ojo.

Obito: Son un par de asesinos, ustedes dos son peor escoria...

Se levantó algo tambaleante.

Obito: Se los juro, me las pagarán, les juro que me vengaré...

Dijo para luego desaparecer en la oscuridad, traté de seguirlo, pero Shizune-sama me detuvo.

Kakashi: Debo ir tras el...

Shizune: No digas tonterías, ti herida es más urgente...

El líquido carmesí no paraba de emerger de la herida, traté de levantarme e intenté seguirlo pero me fue imposible.

Ella procedió a llevarme de e vuelta a Konoha Corporation , en el cual estuve hospitalizado dos días en lo cuáles no pude pensar en alguien que no fuera Rin, Obito y Shizune, y en como todo había terminado así, hubiera dado todo porque las cosas fueran diferentes, pero a veces tomamos decisiones en las cuales  abandonamos todo por las personas que amamos, cargamos con el peso del mundo en nuestros hombros pensando que es o puede ser mejor, sin darnos cuenta que lo único que hacemos es daño, daño a esas personas y sobre todo a nosotros mismos.

No volví a saber nada de Obito, lo busqué, seguí cada indicio que me condujera hasta el, pero simplemente desapareció, hasta hoy.

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Si una pequeña luz brilla en el cielo,
la luna se torna tan oscura como la noche.

Date cuenta del cambio a color claro de la luna al oscuro de la noche, tu camino continua.

Dentro de los días que empezaron a pasar te descubriste a ti mismo, cruzaste cientos de luces al revés en ese entonces, en aquel adiós, con una mano temblorosa y una sonrisa silenciosa.

Sin ser confundido, de algún modo 
el carruaje sagrado que lleva ambas almas esta en algún lugar,
la herida que sangra no parara nunca más.

Solo permanece mirando 
dentro de este monocromático tiempo.

Tu verdadero  reflejo dentro del espejo, que viste a través de aquella grieta, después de decir adiós, para proteger a ese alguien,
no era algo que pueda ser puesto en palabras fácilmente.

Deseando algo, de algún modo 

Puedes oír la voz llamando a aquellas dos almas, en la profundidad de tu corazón 
ven, toma aquella mano extendida, 
ahora no hay razón para no vivir o amar en este mundo monocromático.

Metamosphose

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Nuevo capítulo

El pasado de Kakashi y Shizune

Y

El origen del antagonista.

Espero que les haya gustado

Los quiere y aprecia

Linaly Rose

️❣️

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