Capítulo 44
Bridget y Levi me cuentan un par de viajes anécdotas sobre Josh que me hacen reír y aunque él no luce tan contento con la idea de que ellos revelen un par de secretos, se limita a reír y desmentir ciertas cosas que encuentro divertidas. Para cuando llegamos al pueblo, he bebido un poco y Josh también solo que él no está borracho porque ha tratado de no beber lo suficiente para poder conducir.
─¿Estás bien? ─Me pregunta Josh cuando llegamos a la puerta de mi casa, detengo mi paso y me volteo hacia él, aprovecho que estamos cerca para envolver mis brazos alrededor de su cuello y acercarlo a mí.
─Muy bien ─le doy un corto beso─. Me la he pasado de maravilla.
─También yo ─admite y me alegro de oír que también ha disfrutado de la noche─. Fue bueno salir de la rutina.
─Sí que lo fue ─digo con una pequeña sonrisa en los labios, pero luego se desvanece─. No tenía ni idea de que Bridget y Levi te conocieran tan bien.
─Son viejos amigos.
─Lo noté.
Digo. Josh y yo nos quedamos en silencio por casi un minuto.
─Debería de irme ─dice y pongo una mueca en los labios.
─¿Por qué no te quedas esta noche?
Pregunto y Josh se aparta un poco para enarcar las cejas.
─¿Estás segura de ello?
─Segurísima ─le digo para luego darle un beso─. Quiero que te quedes.
─No lo sé, mañana tenemos....
─Vamos, se me ocurre una buena manera de convencerte.
Inquiero en un tono coqueto y Josh suelta un gruñido.
─¿Ah sí?
Murmura rozando mis labios con los suyos, la forma suave en que lo hace me provoca robarle un nuevo beso, está vez un poco hambriento.
─Sí, ¿por qué no vamos adentro y te lo demuestro?
Sugiero y casi estoy imaginándome su protesta en mi cabeza, pensando en que seguramente quiere irse a casa porque mañana debemos de trabajar.
Un gruñido nuevo sale de él.
─No suena tan mal.
─Por supuesto que no.
Tan pronto como entramos a casa, Josh y yo somos un descontrol mientras subimos los escalones hacia mi habitación y nos detenemos junto al borde de la cama. Josh queda a mi espalda.
─Este vestido te queda precioso ─me dice al bajar el tirante de mi vestido y besarme el hombro, cierro los ojos y muevo mi cuello hacia un lado dejando que me bese, un suspiro se me escapa.
Josh pronto encuentra el zíper del vestido y lo baja con una lentitud a la vez que deja un trazo de besos por mi espalda que me erizan los vellos de la piel al sentir sus labios. Un suspiro se me escapa cuando ha bajado el zíper por completo, después, me ayuda a sacármelo, dejándome en ropa interior, desabrocha mi brasier y este cae al suelo segundos más tarde.
─Recuéstate en la cama, cariño.
Me ordena mientras comienza a desabotonarse la ropa, por mucho que quiero ayudarle a despojarse de ella, hago lo que me pide porque esta noche me gusta el tono mandón y seductor que está utilizando en mí. Josh se desabotona los pantalones sin romper el contacto visual entre los dos y me encanta la sonrisa coqueta que tiene en su boca, cuando por fin está desnudo, Josh sube a la cama con cuidado, y se coloca encima de mí, colocando una mano a un costado para controlar su peso y no caer sobre mí.
Se inclina para darme un beso y con su mano que no está sosteniendo su peso, me recorre el abdomen hacia abajo y cuando llega a mi vagina, la acaricia con la palma, sintiendo mi humedad y deja escapar un gruñido.
─Josh ─murmuro su nombre con cierto anhelo y deseo─. Te necesito dentro...
Su mano deja de acariciarme y se agarra su miembro para inclinarse un poco más y acariciarme con este, un gemido mezclado con un gruñido se me escapa, sin hacerme esperar más, Josh se introduce lentamente y cuando ha entrado todo, voltea a verme para darme un beso largo.
Sus caderas comienzan a moverse, dejo que lleve el ritmo el cual es un poco lento pero placentero, gimo en su boca cuando el ritmo comienza a aumentar al mismo tiempo que el placer en mí, Josh me acaricia el cuerpo, los pechos y me aferro a él levantando una pierna y envolviéndola en sus caderas.
─Te sientes tan bien ─comienza a decirme.
─Quiero más ─susurro en su boca y sus movimientos se vuelven más fuertes, mis caderas se mueven al ritmo de él, me pierdo en cada roce, beso, caricia y embestida que me da, Josh se corre dentro y segundos después me corro también esconde su rostro a un costado.
─Eso ha sido bueno ─y tierno pienso. La forma dulce en que me acaricia me hace sentir deseosa y amada a la vez, como si Josh se encargara de demostrarme qué tan enamorado está de mí, es especial.
─Sí que lo fue ─Josh sale de mí y se coloca a un lado, me muevo de lado para quedar frente a él y le coloco una mano en la mejilla para acariciarlo con dulzura, Josh se acerca a mí para darme un beso─. ¿Estás bien?
─De maravilla.
Le doy otro beso el cual se vuelve profundo, Josh me atrae más a él colocando una mano en mi espalda y me coloca encima de su cuerpo, después rompe el beso entre los dos y comienza a masajearme los pechos lo que me hace sentir excitada de nuevo y noto que no soy la única porque siento su erección rozarme.
─Josh ─gimo su nombre cuando le da un mordisco pequeño a uno de mis pezones, su respuesta es un gruñido─. Creí que ya habíamos terminado.
Digo en un tono juguetón que lo hace gruñir de nuevo.
─¿Terminado? Sí apenas hemos comenzado.
Volvió a darme un mordisco en mi otro pezón, bajo mi mano por su abdomen hasta llegar a su miembro, lo tomo entre mis manos y comienzo a acariciarlo moviendo mi mano de arriba abajo con pequeños movimientos circulares, Josh continúa besándome los pechos y cierro los ojos.
─Se siente tan bien...
Necesito más, pienso y sé que no tengo que exigírselo así que dejo que se tome su tiempo con mi cuerpo.
─He estado pensando en algo...
Dice con un poco de duda en su voz.
─¿Qué cosa?
Pregunto enarcando las cejas cuando abro los ojos y busco su mirada, Josh mira mi rostro con admiración y curiosidad como si intentara memorizar cada uno de mis gestos cuando me acaricia.
─El primer día que llegaste al pueblo, tenías un juguete.
Dice y abro los ojos con asombro.
─¿Lo recuerdas?
Asiente.
─No lo he olvidado ─confiesa y lo miro un poco sorprendida─. Probablemente he fantaseado un par de veces con la idea de que sueles masturbarte con él por las noches.
Ay, yo no tenía ni idea de que pensara en eso, pero me gusta.
─¿Ah sí?
─Sí.
─Mmm ─murmuro con una pequeña mueca en los labios─. Lo cierto es que nunca lo he usado.
─¿Te deshiciste de él?
Pregunta y niego.
─Lo guardé en uno de los cajones, ¿por qué lo preguntas?
─¿Te gustaría usarlo?
Sugiere y me detengo a ver su rostro si hay algún índice de duda en él, pero no la hay, Josh está cien por ciento seguro de su pregunta y la idea es bastante tentadora que no quiero negarme.
Cuando asiento con timidez, Josh me coloca de nuevo en la cama con cuidado y se levanta de ella para ir a buscarlo entre los cajones que hay a los costados de la cama, cuando lo encuentra, sube de nuevo a ella, pero se detiene junto a mis piernas, las cuales separa acariciándolas.
─Nunca me he masturbado con uno de esos...
Le confieso.
─¿Pero te has masturbado antes?
Jamás habíamos tocado el tema y aunque los dos hemos tenido sexo bastantes veces, me siento un poquito tímida diciéndole que sí.
─Un par de veces.
Gruñe como respuesta.
─¿Te importaría demostrarme como lo haces?
Pregunta con curiosidad y lujuria.
Jamás me he masturbado delante de un hombre, tal vez lo he hecho imaginándome que hay alguien junto a mí, pero creo que eso es diferente, aun así, tomo un poco de aire y hago lo que me pide.
Mis manos recorren mis muslos, acariciando mi piel, separo un poco más las piernas y coloco una mano en mi para comenzar a acariciarme haciendo movimientos circulares con esta, me acaricio el clítoris con movimientos lentos, la respiración poco a poco va aumentando y cuando estoy por meterme un dedo, Josh me lo impide.
─Sigue acariciándote, probaremos con esto ─dice refiriéndose al juguete, hago lo que me pide y Josh introduce el juguete en mí con lentitud, este se llena de mi humedad y un gemido se me escapa cuando lo saca, de nuevo, vuelve a introducirlo y sacarlo─. ¿Te agrada?
Pregunta y asiento mordiéndome el labio.
─No quiero que te detengas, continua ─mis caderas comienzan a moverse, él aumento los movimientos con el dildo, se inclina a mí y comienza a acariciarme con su boca, su lengua se siente tibia en mis pliegues y un par de gemidos se me escapan.
─Voy a venirme pronto, sigue así ─comienzo a decirle cuando succiona y continúa jugando conmigo, consigue mantener el ritmo con su boca y el juguete que mi placer cada vez se vuelve más intenso y pronto me corro en él soltando un grito agudo.
Josh me limpia con la lengua y después sube hacia mi buscando mi boca para plantarme un beso que sabe entre una mezcla de mí y su boca.
─Luces tan hermosa masturbándote a ti misma que voy a tener esa imagen en mi cabeza para siempre si es posible ─dice dándome un largo beso─. Ha sido bueno.
─Fabuloso ─le aseguro, probablemente ha sido el orgasmo más intenso que he tenido en mucho tiempo y Josh es maravilloso dando orgasmos.
***
Pasamos una larga noche explorándonos el uno al otro que perdemos noción del tiempo y por la mañana, ninguno de los dos quiere salir de la cama para ir al trabajo.
─Dean sospechará de por qué no estamos en el trabajo ─le digo mientras me aferro a su lado entre las sábanas, Josh gruñe.
─Es probable que ya sepa qué nos habrá hecho llegar tarde hoy.
─Ay no ─digo cubriéndome el rostro con ambas manos y la risa que sale de él es dulce.
─Aunque eso no es de su incumbencia.
─Por supuesto que no, pero vivimos en un pueblo con gente demasiado chismosa.
─Eso es cierto ─dice oprimiendo una mueca.
─Deberíamos apresurarnos si no queremos que los rumores comiencen a esparcirse, es muy temprano para ello ─le digo y recorro las sábanas para luego salir de ellas, dejándole una vista a Josh de mi cuerpo desnudo, después me giro a verle─. ¿Quieres acompañarme?
Inquiero enarcando las cejas.
Media hora después de que los dos tomamos la ducha más larga juntos, nos vemos entrando a su camioneta para dirigirnos a la constructora, donde los chicos ya están trabajando, aunque Josh y yo nos ganamos un par de miradas socarronas en nuestra dirección cuando entramos a la oficina, nadie dice ningún comentario para la hora del almuerzo, lo cual es un alivio porque moriría de vergüenza si alguien hace algún comentario sobre qué pudo haber pasado anoche entre los dos.
Después del almuerzo me enfoco en el trabajo como de costumbre y espero a que las últimas horas se pasen para ir a casa. Esta noche Josh no decide quedarse conmigo debido y me parece bien porque siento que necesito pasar la noche sola pues planeo hablar con Elyse y Ava un poco, mi amiga contesta el celular de inmediato y nos ponemos al día con todo lo que ha pasado en nuestras vidas últimamente, sin embargo, cuando intento hablar con Ava ella no responde el teléfono lo cual se me hace raro, aunque imagino que debe de tener un día ocupado por culpa del trabajo, cuando vuelvo a llamar más noche, no responde de nuevo ni siquiera los mensajes que le dejo, cosa que me parece preocupante y me debato en si hablarle a mamá o no, pues ha pasado mucho tiempo desde que ella y yo hablamos.
─¿Savannah? ─Pregunta mamá con sorpresa desde el otro lado de la línea─. ¿Está todo bien?
Me sorprende que esa sea su pregunta, supongo que ella tampoco ha esperado mi llamada y debe imaginar que intento llamar por alguna emergencia.
─Hola, mamá ─la saludo con un tono de voz tranquilo pero dulce─. ¿Cómo has estado?
Ignoro la pregunta que me ha hecho para saber de ella.
─Hola, bien, he estado bien. Las cosas por aquí en casa parecen ir tranquilas y estables ─me dice usando un tono de voz que me parece alegre, mamá no tiene idea de que Ava y yo hablamos de vez en cuando y ella me cuenta sobre las cosas en casa, no sabe que sé que ella y David han estado discutiendo y que las cosas en casa en realidad están tensas─. ¿Qué hay de ti? ¿Cómo va todo en el pueblo? Lo último que supe de ti es que habías conseguido un trabajo en el pueblo.
─Sí, trabajo como decoradora de interiores en una constructora ─le digo con algo de orgullo en mi voz, porque sé que ella no se espera escuchar esa respuesta y lo confirmo por el tono de sorpresa que usa.
─Vaya, esa es una noticia fabulosa ─dice y la imagino sonriendo, aunque no sé si esa sonrisa sea del todo sincera─. Me alegro de que por fin hayas encontrado un buen trabajo, ya era necesario.
Ya era necesario...
Me repito sus palabras en la cabeza, no hay nada de orgullo en ella al decirlo y eso me hace sentir una pequeñita punzada en mi interior.
Es que, ¿a quién no le gusta sentir aprobación todo el tiempo? Por la forma en que mamá lo dice, siento cierta decepción de mi misma que quizás no debería de sentir.
─Sí, es genial.
─¿Por qué has llamado, Savannah?
Pregunta segundos después y me alegra que vayamos directo al grano porque efectivamente no hay mucho qué decir entre nosotras, mamá lo sabe y creo que hablarle solo hace parecer que la estoy haciendo perder su tiempo para algo importante.
─Ava no ha respondido mis llamadas ni mis mensajes. ─Decido ser directa con ella─. Estoy preocupada.
─Tu hermana está bien ─dice en un tono despreocupado como si no fuera un tema muy importante y no me sorprendería saber que no lo es─. Ha estado fuera de casa gran parte del día, seguro que anda con amigos o algo por el estimo.
A pesar de que Ava es una chica sociable, no tiene muchos amigos y me cuesta creer lo que mamá dice, pero estoy casi segura de que ella no lo sabe, no sabe que mi hermana prefiere mil veces pasarse el día encerrada en casa que saliendo con amigos como yo solía hacerlo.
─Ya veo ─respondo sabiendo que mamá no sabe nada y no me ayudará mucho en saber de Ava─. ¿Puedes decirle que le hablé y me llamé cuando llegué a casa?
─Sí, seguro Savannah. Se lo diré.
─Bien, gracias.
─Muy bien, adiós ─dice y estoy a punto de colgar sin despedirme cuando dice mi nombre─. ¿Savannah?
─¿Sí?
Pregunto en sí me dirá algo importante que deba de oír.
Sea lo que se que mamá está por decirme no lo hace porque comienzo a escuchar voces en el fondo y me imagino en que le han llegado visitas.
─Tengo que colgarte, ¿sí? Tu padre ha llegado con amigos ─confirma lo que me imaginaba, su tono de voz es distante─. Fue bueno que llamarás, llama cuando quieras, adiós.
─Adiós, mamá.
Me gustaría terminar la llamada diciéndole que la quiero pero ella cuelga la llamada antes de que pueda decírselo y me siento con una sensación amarga en el pecho por el resto de la noche que me es difícil descansar.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top